Nuevos relatos publicados: 13

Macho por fuera, zorra por dentro 10 (3x2)

  • 12
  • 7.333
  • 9,67 (3 Val.)
  • 0

Habían pasado varios meses y muchos acontecimientos.

Juan volvía al mercado de solteros!! gran noticia para mí, aunque no me alegraba de que mi amigo estuviese pasándolo mal por la ruptura con su chico, me alegraba un poco de el pequeño aumento de la posibilidad de volver a nuestros polvazos de follamigos.

Yo me había ido a vivir ya con mi novia y estaba haciendo un máster todos los sábados en Madrid, lo cual me daba la oportunidad para poder quedar con alguien allí para echar un casquete y desahogar...

Resulta que Juan tambien empezaba a hacer un máster allí todos los sábados, exactamente igual que yo, así que quedamos en compartir coche para reducir gastos. En los próximos meses íbamos a volver a vernos más a menudo según parecía...

Un día, Juan me estuvo contando los detalles de su ruptura, etc, y yo aproveché para tantear el terreno, quería saber si la probabilidad de retomar nuestra follamistad había aumentado... Nada más lejos de la realidad... Por lo visto estaba muy tocado como para hacer esas cosas ahora, así que no hubo suerte.

Entonces me puse a buscar a escondidas en mi nueva casa en las santas páginas de siempre un buen maromo para quitarme el calentón, cuando de repente aparecieron ante mis ojos, no uno, sino dos. 

Era una pareja de Madrid, que buscaba un tercero para hacer tríos... Lo primero que se me vino a la cabeza, fue aquel trío que había hecho tiempo atrás en Toledo con Víctor y Tony y me puse a mil ¡en un segundo!. Resulta que esta nueva pareja me empezó a escribir por el chat, vieron mis fotos y me propusieron quedar el siguiente sábado que fuera a Madrid. Pasé el resto de la semana muy cachondo, a la vez que nervioso porque ahora convivía con mi novia y no dejaba de darme "palo" la situación, pero para mí no se trataba de una infidelidad, yo solo la quiero a ella, estas situaciones son sólo morbo, sexo, es como si saliera con mis amigos a "desaogarme", bueno, los que seguís mis textos ya me entendéis, espero... ;P

Por fín llegó el sábado y de camino a Madrid iba muy nervioso en el coche. Juan ya estaba allí, por lo que me tuve que inventar una excusa para quedar con él más tarde, para que después de las clases me diera tiempo a hechar el polvo con Julián y Santi, así que le dije que salía más tarde de clase... fácil, rápido y sencillo... Aunque mi amigo Juan me conoce muy bien y luego me dijo que no se lo había llegado a creer...

Pasé la mañana en las clases excitado y nervioso, apenas me enteré de lo que hicimos ese día. Sólo pensaba en salir de allí lo antes posible e ir corriendo a la plaza de Callao, donde me había citado con Julián para ir de ahí a su apartamento. Cuando llegó la hora, así lo hice, cogí rápidamente el metro y me presenté en Callao, nervioso por no saber si iba a reconocer a los chicos en persona, soy muy malo para las caras... pero las pollas se me quedan grabadas!!

Unos minutos más tarde, apareció Julián, madurito, no muy alto, afeitado, con alguna canita ya en el pelo, con un peinado muy moderno, delgadito y algo fibrado, como pude distinguir a través de su camisa... Su polla, según me dijo por el chat, medía 17 cms y no tenía mala pinta en las fotos, aunque éste era el pasivo de la pareja. Habíamos quedado en que intentaría follarme un rato él también, pero ya veríamos si la excitación nos dejaba llegar a ese punto...

En principio el que sí que me iba a follar seguro, era su pareja, Santi, un hombre también madurito, musculado, pelo corto, moreno, ni un solo pelo en la cara, alguno sí en el pecho, ambos tenían la polla y el culo totalmente depilados, lo cual me ponía sobremanera... La polla de Santi tenía aún mejor pinta que la de Julián en las fotos, y según me dijeron, medía 20 cms.

Julián me llevó al apartamento donde nos estaba esperando ya Santi. Eran dos tíos bastante majos y el trato fue muy agradable, por un momento me pareció que los conocía de toda la vida...

Fueron muy directos, cuando entré al apartamento me ofrecieron bebida mientras ponían una porno en la tv y me invitaron a pasar a la ducha, cosa que yo les había pedido de antemano, ya que entre el viaje y los nervios, llevaba toda la mañana sudando.

Pasé a la ducha, mientras ellos me esperaban observando la película que habían puesto en el salón. Me duché rápidamente, porque además el agua salía más bien fría, y me reuní con ellos en el salón con la toalla alrededor de mi cintura. Me hicieron hueco en medio de los dos en el sofá y empezaron a desnudarse. En persona sus pollas me atraían aún más que en las fotos... Con una mano en cada una, empecé a masturbarles a ambos, cuyas manos peleaban por desanudar mi toalla y tocar mi miembro erecto. Julián se agachó y se metió toda mi polla en la boca, pude notar su campanilla en mi glande, solo le faltó meterse los huevos; mientras tanto Santi se puso de pie y empujó mi cabeza hacia su pollón enorme y duro, invitándome a probarlo. No dudé un segundo y empecé a mamar aquella maravilla de polla con ansia y ganas, muchas ganas, mientras Julián me hacía una de las mejores mamadas de mi vida, era increíble ver como se metía todo mi miembro en su bocota emulando garganta profunda.

Julián me levantó del sofá para poder hacerme un beso negro e ir preparando mi culito para la que le esperaba, mientras yo seguía mamando el rabazo de Santi, que gemía, bastante excitado. A parte de una de las mejores mamadas de mi vida, Julián me estaba haciendo uno de los mejores besos negros de mi vida, se le veía muy excitado tambien mientras metía su lengua en mi ojete y empezaba a jugar con sus dedos...

Del comedor y la peli porno, pasamos a la habitación, ya preparada para la ocasión con varios condones sobre las mesillas de noche, juguetitos sexuales, lubricantes, etc

Julián empezó a lubricar su culo, a la vez que yo mamaba su miembro, que ya chorreaba algo de líquido preseminal, mientras Santi se ponía un condón y lubricaba también su polla para introducirla en el culo de su pareja, que gritaba de placer y decía que estaba muy cachondo...

El pasivo se puso a cuatro patas y siguió haciéndome esa mamada a lo garganta profunda, mientras su pareja empezaba a follarle el culo. De vez en cuando se sacaba la polla de la boca para decir: "como me pones cabrón, tienes una polla que me encanta, me estás poniendo a mil" . Y vaya que si estaba a mil, tanto que a los 5 minutos se corrió sobre la cama, sin tocarse ni nada, tan sólo excitado por la penetración del activo y por la mamada que me estaba haciendo... Al bajarle la líbido en el instante, nos dijo que continuáramos nosotros sin cortarnos, me dejó un poco decepcionado... Yo también quería mamar su polla mientras me follaban aquellos 20 cms, es más, quería chupar después esos 20 cms mientras el volvía a follarme... Pero parece que mis fantasías de la semana se acababan de esfumar...

Bueno, aún tenía mi pollón favorito para mí solo. Santi me abrió un poco más mi culito con lubricante, introduciendo sus dedos, más bien gruesos, de uno en uno, hasta que consiguió una apertura que él creía suficiente... Yo dudaba... Su polla era enorme, larga y muy gordita, y aunque mi culo está en forma, llevaba algún tiempo sin recibir una polla semejante. Él decía: "me encanta, se nota que juegas con tu culito, se ha dilatado enseguida y parece que está pidiendo guerra". Me puso muy cachondo al decirme aquello, pero le advertí que podía no estar lo suficientemente dilatado... Aún así, lubricó su polla, ya enfundada en el condón y empezó a meterme la puntita en posición del misionero. Al pasar el glande, aquello empezaba a ensancharse aún más y me empezó a doler. Gritando por el dolor, le pedí que fuera más despacio y esperara a que mi culo asimilara su pedazo de tranca... Creo que por la excitación, no pudo hacerme mucho caso y me la metió entera, ocasionandome un dolor que hacía tiempo que no sentía... Una vez se acostumbró mi culo, empecé a disfrutar. 

A Santi le gustaba el kamasutra según parecía... Me folló de todas las posturas habidas y por haber, boca arriba, boca abajo, de lado, a cuatro patas, de pie... Hasta que le empujé sobre la cama y me senté sobre su polla. Comencé a cabalgarle como si me fuera la vida en ello... En mi culito se mezclaban el placer y el dolor, pero no me importaba, mi polla estaba a punto de estallar y mi nuevo amigo gemía de placer. Me pedía que me corriera "córrete zorrita, te gusta cabalgar mi polla, ¿eh?". Al llamarme zorrita acabó de ponerme a mil, me acordé de la zorra que llevo dento y le cabalgué aún con más ganas, hasta que mi polla estalló en mil chorros de lefa, llendo a parar a las sábanas, a la pared, incluso a la cara de mi follador, que empezó a reír.

Me abrazó contra su pecho y me clavó toda la polla, hasta chocar sus huevos con mi culo. Tenía 20 pedazo de centímetros completamente dentro de mi culo y entonces, cuando empezó a bajar un poco mi excitación por mi reciente orgasmo, empecé a temer... ¡Santi aún no se había corrido! Si después del rato que llevaba follándome aún no había llegado al orgasmo, temía por mi culo, pensando que me seguiría embistiendo a lo bruto hasta que se corriera... Pero, por suerte, me explicó que sólo suele correrse en una postura muy concreta y que tarda bastante, aún así, le había encantado follarme y acabaría más tarde él solo con un trabajito manual...

Aunque fue un alivio, al mismo tiempo fue una pequeña decepción... deseaba haber visto aquellos 20 cmts echando leche...

Definitivamente mi ansiado y morboso trío, había sido un poco decepcionante... 

Nos vestimos y me despedí cordialmente de la pareja madrileña. Se me había hecho un poco tarde y Juan estaría aburrido de esperarme en Sol.

Ya en el coche, de vuelta a nuestro pueblo, Juan y yo íbamos hablando de varias cosas. No solíamos hablar de sexo a menos que sacara yo el tema, pero aquel día fue él el que empezó la conversación, enseñándome unas fotos de un par de chicos con los que había quedado hacía poco tiempo para follar... ¡Menudos pivones se calzaba el amigo!. Yo estaba "satisfecho" después del polvo que acababa de echar y me limitaba a seguirle la corriente en la conversación, sin excitarme demasiado, hasta que me dió el punto y le confesé que no venía de clase, si no de hacerme un trío con unos desconocidos... Juan se echó a reír y después se quedó callado durante unos minutos... Supongo que estaría dándole vueltas y parecía que empezaba a ponerse cachondo... Me preguntó qué tal había ido, cómo eran, cómo eran sus pollas, me confesó que sospechaba algo, porque le parecía raro que tuviese clase hasta tan tarde... Le vi tan preguntón y tan morboso, que sabía que estaba poniéndose super cachondo, y así lo indicaba el bulto, cada vez más grande, de su entrepierna.

De repente Juan me empezó a sobar el paquete mientras yo conducía por la autovía... Le eché un vistazo rápido, sorprendido. Él, riéndo me dijo que si me apetecía, podíamos parar en algún camino o campo y hacernos una pajilla...

¡Quién lo iba a decir! ¡Juan pedía guerra!. Tal como le dije a él en aquel momento, "¡si lo llego a saber no quedo con nadie y me reservo para ti!". Aunque en ese momento no me apetecía especialmente, ver a mi follamigo tan cachondo, sacándose su polla en el coche y empezando a masturbarse, empezó a activarme de nuevo...

Me daba mucho "palo" pararme por ahí y no sabía dónde parar exactamente, para que no nos viese nadie, pero tras unos minutos, encontramos un camino que parecía poco transitado. Salí de la autovía y paré a mitad de aquel camino agrícola.

Juan ya estaba con la polla al aire, bien excitado. Comenzó a desabrochar mi cinturón, mientras yo reclinaba los asientos. Me bajé los pantalones y comencé a masturbar a Juan, al tiempo que él hacía lo propio con mi polla. Gimiendo de placer me invitó a mamar su miembro... No podía creerlo... Con todo lo que se había resistido, ahora de repente me dejaba mamar su polla, y no solo eso, sino que además, tras unos minutos, apartó mi cabeza de su entrepierna para empezar a mamar él mi polla...

Ya éramos adultos, ya no hacíamos los jueguecitos morbosos de piedra, papel, tijera... Estábamos llendo al grano... Una pena que mi culito estuviera tan dolorido después de meterme los 20 centímetros de Santi, si no, mi amiguito no se escapa de aquel coche sin follarme... Como el cuerpo tampoco me pedía más, acabé corriéndome con aquella paja que me propició Juan, y después, empecé a mamar su polla y acabé la mamada pajeándole con firmeza, él gimiendo a más no poder, hasta que se corrió, tan potente y tan cachondo como estaba, que los chorrazos de semen salieron disparados, poniendo perdido todo el coche...

Nos quedamos recostados unos minutos con nuestras pollas regresando a su tamaño original al aire y, tras limpiar un poco el estropicio, reanudamos el viaje...

El resto del camino fuimos hablando de otros temas, la conversación se tornó un poco más incómoda...

Dejé a Juan en casa y me dirigí a la mía, asombrado por el día tan sexual que había pasado. 

Volvían a abrirse las posibilidades de follar con Juan, y eso me gustaba... me gustaba mucho.

(9,67)