Estoy aqui en la cocina tomando un café... veo hacia la puerta y te recuerdo entrar
fuerte, alegre, mirandome con tus ojos marrón. siempre tenías un cálido beso para mi.
Recuerdo cuando nos conocimos fue inmediato el flechazo.
Nos mudamos a una casita linda, cerca de la playa, salir al amanecer y andar en la
arena calida, mojarnos en las olas y disfrutar, muchos días lo hicimos de esa forma,
nos fuimos enamorando lentamente, nuestras miradas siempre tan sincronizadas.
Tu lengua recorriendo mi cuello, mi pecho, mi abdomen y al final entre mis piernas
lamiendo mi rosada intimidad, comías ávido, oh!! con cada forte de tu lengua me
estremecias, llegaba al climax con tu cálido aliento...tomaba tu miembro erguido
entre mis manos, yo chupaba mientras mi mano te masturbaba hasta llegar el blanco final,
pero eras insaciable, bastaba que olieras mi vulva para nuevamente continuar, yo te dejaba
que penetraras en mi, y eras tan rudo!!!
después permanecias ahi, viendome fijamente, tus ojos marrón...con ese brillo característico.
quieto, fiel...hasta el día de tu partida, una enfermedad que no era posible curar, y el veterinario
recomendó cuidados paliativos hasta que el fin fuese inevitable.
no ha habido un compañero como tu mi fiel Danilo, mi rottweiller favorito.