Nuevos relatos publicados: 7

Viaje a Madrid (1ª parte)

  • 6
  • 11.418
  • 9,50 (2 Val.)
  • 0

-       Hola

-       Sniff

-       Irene ¿estás bien? ¿Qué pasa?

-       Sniff ,Marta, Sniff, Leo, 

-       ¿Qué pasa con Marta?

-       Sniff , Leo, drogada, Sniff

-       ¿Dónde está Marta? Dile que se ponga.

-       Sniff, no está aquí, Sniff, se la han llevado, Sniff.

-       Deja de llorar de un puta vez y dime donde esta, ¿Qué ha pasado?

-       Sniff, lo siento, te lo contare, pero tienes que venir a buscarnos.

-       ¿Hasta Madrid? Sabes que tardare por lo menos 4 horas, pero cuéntame de una vez que pasa¡¡¡

-       Leo, sin darnos cuenta nos metió algo en la bebida cuando salíamos de la disco, nosotras queríamos ir a dormir pero él decía de tomar el último trago, de repente empezamos a sentirnos algo raras, Jorge y Leo decían que sería por el kebab que comimos.

-       ¿Y Álvaro?

-       Álvaro no creo que supiera nada de la droga, sospechó algo y también se quería ir, además el también bebió de nuestras copas y estaba drogado. Yo empecé a vomitar, ya sabes que tengo mal el estomago.

-       Y Marta, ¿qué pasa con ella?

-       Al principio estaba como eufórica, pero al rato era como una zombi. Hacia lo que se le decía, yo le dije para coger un taxi e ir a dormir y Leo y Jorge se la querían llevar a un after del que les habían hablado.

-       Y ¿os fuisteis a dormir?

-       No, cogieron entre los dos a Marta y se la llevaron, y yo por no dejarla sola con ellos les seguí.  Llegamos al sitio, era un antro, estaba lleno de gente de la peor calaña que he visto jamás. Marta no era capaz ni de hablar, seguía a las sombras,

Yo tuve una discusión muy fuerte con Leo y se fue, Álvaro le siguió y me dijo que vigilase a Marta y Jorge, que también estaba drogado.

-       ¿Y qué paso?

-       Jorge se levanto y dijo que se iba a buscarlos, y mientras yo lo trataba de convencer de que se quedara, no me di cuenta de que unos moros se llevaban a Marta.

-       ¿Qué se la llevaban? ¿No os pidió ayuda?

-       Ya te he dicho que estaba drogada y que iba como un zombi, hacia lo que le decían sin pensar de que estuviera bien o no.

-       ¿y que hicisteis?

-       Jorge y yo fuimos detrás de ellos, los dos tipos le iban metiendo mano, la agarraba uno y la besaba mientras su mano bajo la camiseta tocaba sus tetas, la cogía el otro y lo mismo, también le metían la mano por dentro del pantalón tocando su coño y su culo….

-       Y Marta, ¿no hacía nada por impedirlo?

-       Era como si solo estuviera su cuerpo, era como una muñeca hinchable de carne y hueso.

-       ¿Y no pudisteis detenerlos?

-       Lo intentamos, los pillamos cuando en el parquin, la querían meter en un coche y llevársela.

-       ¿Qué?

-       Llegamos y les dije que no se la llevarían pero ellos decían que ella quería ir, que estaba cachonda y quería follarlos y mientras uno decía eso el otro le levantaba la camiseta y le comía las tetas en plena calle a la vista de cualquiera. Yo la cogí del brazo y tire de ella hasta que uno de ellos me dio una bofetada, y sacando una navaja nos dijeron que teníamos dos opciones, una, que o nos estábamos quietos y callados mientras se la follaban o que sino a Jorge le clavarían la navaja y a Marta y a mí nos llevarían a casa de unos colegas suyos y allí nos follarían todos hasta hartarse.

-       Llamasteis a la policía ¿no?

-       Es que en ese momento yo estaba muy asustada y no se me ocurrió, y Jorge estaba como hipnotizado mirando como Marta estaba arrodillada con los pechos desnudos comiéndole la polla a uno de ellos mientras al otro con una mano le hacia una paja.

Su boca cambio de polla y el que dejo de recibir su boca en su pene se puso detrás de ella, la levanto y le bajo los pantalones y las bragas hasta las rodillas, agachándose tras ella le empezó a lamer  el coño y el culo. El otro le tocaba las tetas, Marta gemía  a cada lametazo, a cada toqueteo que le daban, hasta se corrió cuando sintió como su boca se llenaba de leche. El que le comía el coño se detuvo, la puso de pie, le quito los pantalones y las bragas y ya completamente desnuda, la puso a cuatro patas, y se la clavo de golpe. El otro le metió de nuevo la polla en la boca buscando recuperar la erección, cosa que no parecía difícil pues Marta se la comía como si fuera una experta.

-       Pero no entiendo, estaban violando a Marta y vosotros dos ¿qué hacíais?

-       Yo saque el móvil y llame a Álvaro para que viniesen

-       Y ¿Jorge?

-       ¿Jorge? Se había bajado los pantalones y se estaba pajeando mirando el espectáculo de tu novia.

-       ¿Haciéndose una paja?

-       Si, es que tú no viste el espectáculo porno que estaba dando tu novia. Ella se corrió un par de veces más. El que estaba en su boca le dijo, la volvía a tener dura, le dijo a su amigo que ahora quería follársela él y que cambiasen, este le dijo que esperase, que se iba a correr, le agarro fuerte de las tetas y empieza a embestirle como si le fuera la vida en ello  y hasta que corrió llenándole el coño de esperma.

-       Y Álvaro y Leo, ¿no hablaste con ellos?

-       Si, llegaron cuando el otro moro la tumbo boca arriba y se la clavo en el coño.

-       Y ¿no hicieron nada?

-       Nada, Jorge les explico algo pero lo único que era claro de sus palabras era que Marta es una guarra, que la chupaba como una puta.

El moro la seguía follando como si llevase tiempo sin hacerlo, mientras su amigo hablaba con los tres de lo puta que era, de lo buena que estaba, de lo estrecho que era su coño, yo alucinaba, no entendía nada, era como si el moro fuese amigo suyo de toda la vida, les decía que lo bien que chupaba la muy puta, que tenían suerte de tener una tía tan buena y que se abría de piernas tan fácilmente. Mientras su amigo tirándola de los pelos la puso de rodillas, la agarro de la cabeza y se la metió en la boca, ella se dejaba hacer, hasta que en un momento con la polla entera dentro de su boca empezó a correrse, a Marta le costaba respirar pero el moro no saco su polla hasta que se le bajo la hinchazón. El se vistió y se acerco a donde los otros, Marta seguía de rodillas, desnuda, fui hacia ella para ayudarla a vestirse pero Leo me golpeo y me dijo que la puta les pertenecía y que me estuviera quieta o me venderían a los moros y me llevarían con ellos, yo estaba asustada, me subió el top dejándome las tetas al aire y les dijo a los dos tipos que cuánto dinero le ofrecían por mí. Este riéndose se acerco, me sobo las tetas y dijo que con lo pesada que era les hacia un favor llevándome. El tipo este le dio el numero de móvil a Leo y le dijo que si querían ganar dinero, el conocía a gente que pagaría mucho por follarse a una tía como Marta, este le dijo que ya se lo pensaría, se despidieron y se fueron. ¿Estás ahí? ¿José?

-       Sí, estoy aquí, estoy flipando con esos 3 cabrones.

-       Pues todavía no he terminado de contarte lo que paso.

-       Pues continúa.

Continuara....

 

(9,50)