Nuevos relatos publicados: 16

Clara

  • 8
  • 14.821
  • 8,57 (7 Val.)
  • 0

Habíamos llegado a la ciudad esa mañana todos juntos.Mi mujer y yo habíamos decidido quedarnos en hotel céntrico junto con mi cuñado y su novia, para aprovechar así las noches de las vísperas de la fiesta y salir de copas sin preocuparnos de conducir.

Durante la noche del jueves mi mujer y su hermano tenían ya planeado visitar a vieja una amistad así que quedaron para comer al día siguiente. Clara y yo decidimos quedar a media mañana en la recepción del hotel para salir de pinchos, comer y aprovechar la tarde haciendo un poco de turismo urbano.

Poco antes de la hora convenida ,me acerque a la cafetería del hotel y decidí esperar a Clara, me sorprendió verla llegar de la calle, conocía su costumbre de alargar los despertares y sus relajantes sesiones de baño, más aun cuando a pesar de ser un día soleado el frío era intenso.

-Pero se puede saber de donde vienes tu?

-Me he acercado a comprar un par de zapatos para la boda, ayer durante el paseo los vi en la zapatería y no he podido reprimirme.

-Y te has comprado media zapatería por que ya me dirás a donde vas con tanta bolsa.

-Efecto rebajas, casi me vuelvo loca.

Salimos a disfrutar de una deliciosa sesión de pinchos, demasiado deliciosa y demasiado extensa como para sentarnos a comer en ningún lado. El frío se había hecho un poco más intenso aun por culpa de una brisa que corría y decidimos regresar al hotel y cambiarnos para continuar un rato mas por la tarde.

De camino al hotel se para delante de la zapatería que había visitado horas antes para mostrarme orgullosa en el escaparate las compras que había realizado.

-Me he vuelto un poco loca y ahora ya no se cuales voy a poner para la boda.

Mi oferta fue inmediata,

-Hazme un pase y te ayudo a elegir.

-Hecho

Al llegar a la habitación decidió ponerse la falda y las medias que llevaría a la fiesta para probarse de nuevo las compras.

Cuando entro en la habitación yo estaba sentado en el sofá que había a los pies de la cama, dispuesto a disfrutar del desfile privado.

La falda era corta , mostrando a la perfección las piernas de Clara, unas piernas perfectamente moldeadas vestidas con unas medias de fantasía oscuras. Había seleccionado como primera opción unos zapatos de salón de tacón alto y fino adornados con pedrería con tonos dorados.

Fantásticos!! Fue mi primer pensamiento. La visión era realmente excitante.

-Ok, me reservare mi opinión hasta ver la selección completa

-Este bien

Sentada enfrente mía a los pies de la cama dudo por un segundo para seleccionar su segunda opción. Eran unos zapatos negros de altísimo tacón escotados con una pulsera al tobillo que yo ya conocía y había admirado en alguna otra ocasión.

Se agachó de nuevo a por la tercera y última opción. Alzó unos preciosos zapatos combinando negro con verde oscuro, abiertos en el talón y que ataban con una cinta en su tobillo.

- Perfectos!!!

No pude evitar mi comentario a la vista de aquel par de zapatos. Clara sentada todavía enfrente mía, miró para mi sonriendo para comentarme;

-No se porque, pero sabía que estos te iban a gustar.

Mientras se comenzaba a poner el primero hizo un pequeño gesto de disgusto, como un resorte me ofrecí a ayudarla. En una décima de segundo estaba arrodillado a los pies de Clara, tomándole con suavidad su pies para calzarlos delicadamente. Se levantó para caminar unos pasos delante mía. Era con seguridad mi elección, se mostraba terriblemente sexy con aquella combinación y ella paseaba arrogante contoneándose delante mía, era evidente que disfrutaba del momento, se encontraba a si misma tremendamente seductora.

-Asi, Asi, no dudes ni un minuto.

-Te gusta!! Pues así.

Se sentó de nuevo frente a mi, ya que no me había incorporado y alzó levemente ofreciéndome su pie para que la descalzara. Era una oferta al juego, su sonrisa tenía cierto aire pícaro y malicioso, disfrutaba tanto como lo estaba haciendo yo. Mis manos trabajaron con la máxima dulzura casi sin tocarla, rozándola ligeramente. Cuando le descalcé el primer zapato los retiré y lo puse junto a los otros que ella había retirado, y mi mano regreso de nuevo para atrapar su pie en un suave abrazo entre mis dos manos. Con una mano en cuenco puse mis dedos a cada lado de su tobillo para deslizarla hasta el centro de la planta acariciándola como su estuviese en posesión de un tesoro invalorable .Clara no retiro el pie y mi mirada se desvío hacia su cara para encontrarse con su dulce sonrisa.

No pude evitar acercar su pie a mi boca para besarle suavemente la punta de sus dedos. En ningún momento, Clara hizo intención de retirarlo de mis manos, con lo que mi besos recorrieron ampliamente su pie hasta alcanzar el tobillo.

Su pie calzado se deslizó sobre la moqueta y se alzó ligeramente para apoyarse en el pliege de mis piernas, para acariciar suavemente mis muslos hasta alcanzar mi entrepierna.

Con la punta de su zapato rozaba el prominente bulto que mi polla dura ofrecía sobre el pantalón, para a continuación deslizarlo suavemente hacia abajo por mi entrepierna y empujar delicadamente con el empeine. No era la primera vez que jugaba con sus pies.

Apoye su pie descalzo sobre mi hombro y mientras besaba su pierna , desabroche mi pantalón e incorporándome ligeramente conseguí liberar mi polla. Mi excitación era brutal, mi polla latía en el aire y su punta brillaba con las perlas transparentes que brotaban. Volví a tomarle su pie para chuparle con deleite y profundamente uno a uno sus dedos, mientras su pie calzado apoyo mi polla contra mi muslo y con delicados movimientos deslizaba el lateral de su zapato a lo largo mi polla durisima. Para juguetear con el a continuación de una forma que me volvía loco.

Cogí su pie con intención de descalzarla y en ese momento Clara se tumbo hacia atrás, separando sus piernas.

Mientras la descalzaba no podía quitar mi vista de sus piernas que inmediatamente comencé a acariciarle y besarle en toda su longitud. Tiré de sus caderas para apoyarla sobre el borde de la cama y subiendo mis besos por sus muslos pude ver que no vestía mas que los panties . En su entrepierna brillaban con una millon de luces y reflejos , empapados completamente con la excitación de la adoracion de sus pies .

Mi boca aterrizó directamente sobre su coño, para juguetear delicadamente con sus labios con mi lengua corriendo por sus panties.

Me levanté para desnudarla hasta dejarla vestida solo con los panties, para poder disfrutar del enorme placer de quitárselos despacio, saboreando con besos y mi lengua húmeda cada porción de piel que dejaban libre en su carrera descendente.

Con las medias en la mano y Clara tumbada sobre la cama, me acerqué para besarla y vendarle sus ojos con sus medias.

Cogiendo las manos con las mías comencé un húmedo recorrido con mi lengua empapada, por su cara , por su cuello, pasando despacio por el escote primero, por el pliegue bajo sus tetas y haciendo pequeños círculos concéntricos llegar hasta sus pezones completamente erectos y duros. Besándolos ligeramente , atrapándolos con mis labios empapados, tirando de ellos para dejar que se fugasen de su dulce prisión mientras veía como sus aureolas se endurecían y se alzaban poderosas formando un rosado cono rematado en el largo y duro pezón. Mis besos se deslizaron por el centro de su vientre hasta enterrar mi lengua en su ombligo y jugar con el mientras sus manos atenazaban con fuerza las mías por la excitación.

Levanté mi cara y separé sus piernas para con toda calma apreciar su arreglado coño mostrándose delante mía dispuesto a los dulces y húmedos juegos que le aguardaban. Pase mis manos rozando de forma casi imperceptible sus muslos para con las yemas de los dedos separar delicadamente los labios de su coño y acercándolos hacia su vientre liberar el delicado pliegue que cubría su clítoris. Acerqué mi lengua completamente empapada para lamer con delicadeza su rosado botoncito a la vez que Clara mientras apretaba con fuerza mis manos empujaba sus caderas para buscar nuevas caricias. Mi lengua recorrió arriba y abajo todos los pliegues de sus labios y deslizando mi cara un poco mas allá la hice girar muy despacio alrededor de la entrada de su culo empapándolo completamente mientras notaba como su flujo se deslizaba desde su coño completamente inundado.

Me tumbé sobré ella y levantando sus piernas para apoyarlas en mis hombros la penetre de golpe hasta tropezar cuerpo con cuerpo. Así apoyados y completamente encajados ambos empujábamos ligeramente con las caderas para notar los suaves golpes al final de su coño, mientras nuestros gemidos adquirían un tono ya casi alarmante.

Retiré mi polla para volver a penetrarla repetidamente hasta el fondo pero muy despacio, disfrutando de todos sus pliegues a la vez que ella se retiraba los panties que cubrían sus ojos para llevárselos a la boca y tratar así de ahogar sus gritillos. En un instante ella se volvió de golpe para dejarme de espaldas sobre la cama y en un salto clavarse completamente en mi.

A horcajadas sobre mi marcaba un ritmo salvaje dejándose caer con furia hasta tropezar con mi cuerpo para levantarse inmediatamente apoyándose en sus piernas y volver a dejarse caer clavándose una y otra vez hasta que me corrí durante un largo e increíble orgasmo .Ella se retiró y directamente me pidió que la lamiera de nuevo y disfrutase de todas las humedades que me iba a regalar mientras llegaba a una cadena de orgasmos que la obligó a retorcerse sobre la cama.

Cuando a la hora de salir la vi llegar a la recepción del hotel calzada de nuevo con aquellos zapatos no fui capaz de evitar retornar a aquellas salvajes imágenes de la tarde que me procuraron un incomodo viaje hasta el restaurante de la Fiesta.

(8,57)