Nuevos relatos publicados: 7

Viaje a Madrid (6ª parte)

  • 12
  • 10.368
  • 10,00 (1 Val.)
  • 0

-       Oye Irene

-       ¿sí?

-       Envíame el video.

-       ¿El de ayer?

-       Todos.

-       Intentare hacer una copia pero tardare un poco, te puedo enviar los grabados con el móvil.

-       De acuerdo pero los quiero todos.

-       Ok, te los enviare luego.

-       Ahora sigue contando.

-       ¿No te estarás poniendo cachondo con las aventuras de tu novia?

-       No digas tonterías y sigue.

-       Vale, pues nos despertamos el martes y ella me beso, puso cara de asco y me dijo – joder tía apestas.

-       ¿Qué?

-       Que apestas y parece que lo que tienes reseco es semen.

Es que ayer tuve un poco de sexo.

-       ¿Con quién? Porque yo sigo sin recordar nada.

-       Normal que no recuerdes nada, estabas muy borracha, te metimos en la cama y me fui a la habitación de los chicos y una cosa llevo a la otra..

-       Menuda guarra estas hecha¡.

-       Es que me picaba el chocho. Jajá

-       Vamos a ducharnos mi putita.

-       Pero esta vez enjabóname tu mi amor.

-       Si porque eso hay que rascarlo para que se quite.

-       Nos metimos en la ducha y me lavo ella. Salimos del baño desnudas sin darnos cuenta de que estaban allí Jorge y Álvaro.

-       ¿Qué hacéis aquí? – dijo Marta

-         Os esperamos para desayunar, que ya es tarde. – Dijo Jorge.

-       Pues salir de aquí para poder vestirnos. – dijo Marta.

-       Vamos chicas, ayer os vimos desnudas y no dijisteis nada.

-       A mi porque estaba borracha y me metisteis en la cama, a esta guarrilla es distinto que ya me lo ha contado lo que hicisteis.

-       Si quieres estamos dispuestos a quitarte la calentura. – contesto Álvaro.

-       No gracias, a mi no me pica.

-       Pues por lo menos dejarnos mirar como os vestís.

-       Salidos de mierda.

Comenzamos a vestirnos y cuando nos habíamos puesto las braguitas le dije a Marta que se pusiera mi vestido, era un vestido de lana sin mangas, le tapaba algo más que el culo y con medias negras estaba guapísima. Yo me puse un vestido de verano y salimos de la habitación. Marta iba con Jorge por delante y Álvaro y yo les seguíamos, le pregunte por lo que tenían pensado y me dijo que hoy nos quedaríamos en el hotel.

-       Leo ha ido a un sex-shop a comprar algún juguete, puede que la exhibamos un poco por aquí pero hoy nos la follamos nosotros.

-       Mejor porque lo de ayer fue demasiado.

Estuvimos en la cafetería del hotel cuando llego Leo. Empezó a contarnos de que había estado paseando y que vio un sex-shop y entro para verlo.

-       He estado mirando juguetes para vosotras pero como no sé lo que os gusta no he traído nada. Pero he conocido a unos chicos que mañana van a una despedida de soltero y nos ha invitado.

-       Ya, pues vais vosotros  porque yo no voy a una fiesta llena de tipos con ganas de follar. – dijo Marta.

-       Tranquila ya se lo he dicho. Además tanta fiesta no es bueno.

Fuimos a pasear y comimos en un bar, como siempre empezamos a beber y en un momento cuando Marta y yo nos fuimos al baño. Ellos aprovecharon el momento para meter la droga en el vaso. Ella bebió su cerveza y luego servimos más y más. Cuando ya bebimos suficiente y Marta volvía a estar a punto regresamos al hotel. Leo nos dijo que hoy no saldríamos porque Marta debía tener el coño descansado para mañana, para la despedida. Les había dicho que él conocía una puta que podrían follarse y ellos aceptaron sin dudarlo. En la habitación nos desnudamos todos e hicieron que Marta nos la chupase a todos hasta corrernos en su cara. Leo saco una bolsa con varios juguetes que había comprado. Había varios consoladores y un dilo anal. Me dijo que le comiese el culo y lo hice. Luego cogí el dildo y poco a poco se la fui metiendo y allí dentro se la deje. Luego cogí otro juguete y se la metí en el coño.la metía y sacaba haciendo que ella llegase al orgasmo.

Tocaron a la puerta y le dijeron a Marta que abriese, ella fue y entraron dos chicos.

-       Hola tíos, - dijo Leo. – ya veis lo puta que es.

-       Joder que si y encima esta buena.

-       Mirad, estos son Carlos y Arturo, son los de la despedida. Les he dicho que vengan a probar la mercancía.

Ella seguía de pie, quieta entre los dos, - podéis empezar si queréis. – ellos no se lo pensaron ni un segundo, se abalanzaron sobre ella y comenzaron a tocarla. - ¿y esto? – Dijo uno de ellos girándola y mostrándonos el dildo insertado en su culo, - es que nos acaba de dar un espectáculo. – contesto Jorge.

Carlos la inclino un poco y tiro del dildo sacándosela de golpe, Marta gimio fuertemente y si Arturo no la llega a tener agarrada se hubiera caído al suelo pues sus piernas se quedaron sin fuerzas. La dejo en el suelo, ellos se desnudaron, la cogieron en volandas y la sentaron en la cama, pusieron sus pollas cerca de la cara, ella empezó a tocarlas, a chuparlas mientras ellos agarraban sus tetas, tiraban de sus pezones. Carlos se tumbo en la cama y Marta se puso a lamerle la polla, Arturo la saco de la cama y la puso de pie, ella continuaba comiendo la polla y Carlos se la metió por detrás y comenzó a follarla salvajemente. Ella volvió a correrse pero Carlos no dejo de bombearla, su polla entraba y salía rápidamente del coño de Marta. Arturo le dijo que parase un momento, cogió a Marta y la puso sobre el boca arriba metiéndosela por el culo y Carlos se puso encima clavándosela en el coño. La estuvieron follando durante un buen rato hasta que terminaron corriéndose dentro de sus agujeros. Se salieron de ella y dejándola tirada en la cama se pusieron a hablar con nosotros.

-       Es una buena puta – dijo uno de ellos. Creo que aceptamos el trato.

-       ¿Qué trato?

-       El de contratarla para la fiesta.

-       ¿contratarla? ¿qué has hecho Leo?

-       Pues ya que la dejamos que se la folle cualquiera porque no cobrar. Además hay que devolverle a Jorge su dinero.

-       Te estás pasando.

-       Cállate puta, - me dijo Álvaro –mientras a ti no te hagamos nada no te quejes.

Me dejo alucinada pues no esperaba esto de Álvaro.

-       No habrá ningún problema ¿no? – dijo Carlos.

-       Tranquilo, que como no se calle está también os la dejamos.

-       Nosotros no vamos a ir yendo, que nos esperan nuestras novias.

-       Mañana nos vemos entonces, a las 12 de la noche.

-       Si, ya tienes la dirección.

-       Si, si.

Y se fueron. Era hora de cenar por lo que pedimos que nos trajeran la cena a la habitación.

-       Hagamos algo de hambre. –dijo Leo.

Se levantaron hacia Marta y le pusieron las pollas en la boca, ella empezó a chuparlas, es insaciable la muy puta. Jorge se tumbo en el suelo y la sentaron encima de el. Leo por detrás se la metió por el culo y alvaro por la boca, como te he dicho antes, yo creo que ella disfruta porque sus movimientos, sus jadeos, su forma de chuparla no parece que este fuera de si.

-       A ella le gusta mucho follar.

-       Ya lo sé, soy su amiga y me cuenta vuestros polvos. Continuo, yo estaba grabándolo todo en video cuando tocaron la puerta, alvaro se salió de su boca y fue a abrir, los otros dos no pararon de follarla. Entro el camarero y al verlos en el suelo dijo – disculpen. – y se iba a ir cuando alvaro le dijo que dejase la cena junto a la ventana. El camarero lo hizo y aunque no quería mirar sus ojos se iban hacia el trio. Cuando dejo el carrito en el sitio indicado, Álvaro le dijo que si quería Marta le daba la propina, el lo rechazo diciendo que tenía mucho trabajo y se fue. Siguieron follándola turnándose por todos los agujeros hasta que se corrieron encima de ella. Me dijeron que la limpiase toda, lo hice y ahora a la cama. Yo le dije a Álvaro que si no me iba a follar, me contesto que no, que me hiciera una paja. Yo me enfade muchísimo pues creía que entre el y yo podría haber algo. Me enfade muchísimo.

-       ¿y por eso le intentaste contar a Marta lo que pasaba?

-       En parte si, y creo que ya se estaban pasando de la raya con Marta, venderla era ya demasiado.

-       Ya veo ya lo buena amiga que eres.

-       ¿Qué querías que hiciera?

-       Nada, nada, ya hablaremos cuando vaya.

-       Sigo contándote lo que paso. Nos despertamos por la mañana, nos duchamos y yo le dije a Marta que no bebiese nada que le diesen los chicos.

-       ¿Por qué?

-       No te lo puedo decir pero hazme caso, no lo hagas.

-       Si no me lo puedes decir, no sé qué pensar.

-       Yo te he avisado.

El día fue tranquilo, no le dieron nada en la bebida, ni durante el desayuno ni durante la comida.

-       Como hoy vamos a salir deberíamos echar la siesta y así estar más descansados. – dijeron los chicos.

Nos fuimos a la habitación y dormimos hasta las siete de la tarde. Nos levantamos y salimos a cenar. Ella me hizo caso y no bebió nada de lo que le daban pero yo no conté con la comida. Volvimos a la habitación para que nos cambiásemos de ropa. Para ella sacaron el vestido blanco que le regalaron en la tienda. Era tan ajustado que se pegaba a su cuerpo, se notaba que no llevaba ropa interior pues los pezones se le marcaban y al ser tan elástica casi se transparentaba. Entramos en un pub a tomar algo mientras hacíamos tiempo. El local era oscuro, tenía esa luz azul de discoteca y al entrar, la gente que estaba dentro se quedo mirándonos pues el vestido de Marta desapareció con la luz y parecía que estaba desnuda. Nos sentamos y tomamos unos tragos hasta que llego la hora de irnos. A los hombres que había en el pub no les hizo mucha gracia que nos fuéramos, pues ver a una tia tan buena desnuda no es muy común. Cogimos el coche, la fiesta se celebraba a las afueras, en un chalet. Entramos había unos 15 hombres de distintas edades, desde los 20 hasta los 60, se notaba que estaban ya bebidos. Arturo y Carlos cogieron de las manos a Marta y presentándoles a todos dijeron

-       Esta es la puta, vamos a hacerlo como hemos quedado, primero se la folla Edu pues es quien se casa y luego el resto en base al número que nos ha tocado, podemos follarla de uno en uno o de tres en tres, ella no se quejara. – y diciendo esto le cogieron del vestido y la dejaron desnuda. -  venga Edu, es tuya. Y vosotros dar de beber a nuestros amigos.

Edu se la llevo a una habitación y yo fui por detrás para grabarlo todo como me habían ordenado. La comenzó a besar en la boca luego bajo a los pechos, la tumbo boca arriba sobre la cama y el se puso encima en la postura del 69, ella le comía la polla, al principio al estar flácida no tuvo problemas pero al ir creciendo le costaba más respirar, cuando la tuvo dura se levanto y se la clavo en su húmedo coño. Desde fuera los otros le gritaban que terminase ya, que sino los últimos no follarían nunca. El no tardo en correrse y salió de la habitación con ella. – aquí la tenéis. – dijo. Los números 2 y 3 se acercaron a ella y arrodillándola le pusieron sus penes en la boca que ella no dudo en metérselos. El 2 cogió su lugar y no tardo mucho en correrse y su puesto lo cogió el 3 y el 4 paso a su boca, así fueron pasando todos hasta el numero 15. Una vez acabaron el novio me dijo  – tu, cómele el culo que se lo quiero romper. Yo me acerque y se lo empecé a lamer, primero pase mi lengua y luego le metí un dedo, después dos y luego ya cuatro. El novio me dijo que me apartase, y se la metió de golpe, ella grito, pues aunque lo tenía dilatado el puyazo fue brutal. Se la follo durante un buen rato, más que la primera vez hasta que termino en su culo. Todos quisieron pasar por su culo y así lo hicieron. Ya llevaban unas 5 horas follándola. Estaba llena de semen por todo el cuerpo. Me dijo Leo que la llevase a la ducha y la limpiase. Ya no quedaba casi nadie en la casa y los que quedaban estaban dormidos. Leo cogió el dinero mientras los otros dos se llevaban a Marta al coche. Estaba dormida, del cansancio de la brutal orgia. Llegamos al hotel, pero esta vez en vez de irnos a dormir, ellos también quisieron disfrutar de ella. Comenzaron a follarla, al principio ella estaba dormida pero cuando ya se la había follado Álvaro y Leo y Jorge se la estaban follando por el coño y el culo, abrió los ojos, como en trance, ella se había corrido tantas veces durante la noche que tenia los agujeros muy sensibles, en un momento ella empezó a decir

– umm¡ umm¡ sigue, sigue.

Todos nos quedamos callados pues parecía que había recobrado la consciencia.

Y ella – pero no paréis cabrones que estoy a punto de correrme.

Ellos no lo dudaron y siguieron dándole hasta que se corrieron los tres. Se salieron, pero ella volvió a quedarse dormida.

Continuara…

 

(10,00)