Nuevos relatos publicados: 9

Un cliente más

  • 10
  • 7.579
  • 9,00 (3 Val.)
  • 0

Mi nombre es Raquel, hace ya algún tiempo, que me dedico a contactar con hombres y mujeres a cambio de dinero para satisfacer los placeres que o son fantasías o sus parejas no son capaces de realizarlas.

No puedo hablar de un precio fijo, porque cada cliente quiere una cosa diferente, y por ello la cuantía del trabajo es diferente.

Mi especialidad es la sumisión, hago todo lo que me piden, no tengo límites, ya que pienso ellos pagan, ellos mandan.

Me considero muy obediente, y por ello creo que es por lo que mis clientes repiten.

Son las 10 de la mañana enciendo el ordenador, para mirar el correo y mirar haber si tengo algún cliente para hoy.

En el correo, tengo un cliente para el sábado, bueno tendré un fin de semana movidito, como casi todos.

Me conecto en un chat de Internet en busca de algún posible cliente, y poco a poco empiezo a hablar con ellos, hablo de precios, intercambiamos fotos, y por fin tengo a uno que se interesa en probar.

El, es de un pueblo cercano al mío, por lo que, tras hablar por teléfono y quedar con el para que realice la mitad del pago por trasferencia bancaria a mi cuenta, como tengo por costumbre espero atenta a su llamada para poder acudir a su cita.

12 de la mañana, enciendo el calentador, voy a prepararme para ir a su pueblo, y hacerle disfrutar como ha de ser.

Suena el teléfono:

-Hola princesa, ya te ingresé el dinero, llámame según cojas el autobús, para poder llegar a buscarte.

Quedamos en eso.

Me desnudo y me empiezo a depilar las axilas y recorto mis pelitos de la vagina, me lavo a conciencia, me doy el gel por mi cuerpo, y al llegar a mis tetas empiezo a masajearlas, Mmmm me encanta, las tengo grandes y es una de las cosas que mas gusta a los hombres, sigo bajando mis manos jabonosas por todo mi cuerpo, abro el cajón que tengo en el cuarto de baño, y saco mi juguete, para poder calmar la sed de mi cuerpo.

Me acomodo en el agua de la bañera , abro bien mis piernas y empiezo a introducir mi juguete en mi interior, doy al botón y notó como empieza a vibrar dentro de mí, lo saco y lo meto seguidamente para poder lubricarme bien. Acto seguido cojo el bote del gel, y en la palma de mi mano echo un poco que voy extendiendo por mi ano, para facilitar la penetración del consolador, lo introduzco entero de una sola acometida, ya no me duele, es mas me encanta, me gusta dilatarlo siempre antes de un trabajo para que luego duela menos.

Después de unas cuantas embestidas con mi gran consolador, mi cuerpo empieza a convulsionarse, mmm me está llegando el orgasmo, mmm que bueno.

Tras lavarme de nuevo, me envuelvo en la toalla, y empiezo a secarme para poder vestirme bien a conciencia tal como me ha dicho mi cliente que vaya.

Llega la hora de salida de mi casa, es la 1:30 de la tarde, me dirijo a la estación de autobuses, me sale en 20 minutos, me dirijo a la cabina de teléfono y le llamo:

-Si, hola soy yo, cogeré el bus en 15 min. en una hora estoy allí, estarás?

-Si, princesa allí estaré.

Al cabo de una hora entro en la estación de autobuses de la ciudad de mi cliente, ya le veo me está esperando.

Al bajar del autobús, me saluda y me da dos besos, nos dirigimos hacia el coche, y mientras me va explicando:

-Bueno nena, ahora nos vamos hacia mi casa, pero antes vamos a pasar por un mercado a buscar unas cosas necesarias para empezar a jugar.

-Yo, asiento, no sé que es lo que deseará comprar, mas como el manda yo solo le acompaño, ahora soy su esclava durante 6 horas,

Llegamos a la puerta del mercado y me dice:

-Espérame aquí y quítate la ropa para cuando yo vuelva.

Empiezo a quitarme los pantalones y el tanga, y le veo venir con unas bolsas, las mete en el asiento de atrás y al sentarse delante me obliga a agacharme y mientras conduce, comerle el rabo, así lo hago hasta que llegamos a un paraje desierto, pero sigo comiéndole la polla hasta conseguir que se venga en mi boca, me la trago toda, y se la limpió con mi lengua.

Mete el coche en un garaje, y tras levantarse y subirse los pantalones me dice:

-Coge las bolsas, tu ropa, y acompáñame.

Me inclino para poder ponerme los pantalones y el me dice que no hace falta, que nadie me va a ver.

Salgo del coche desnuda, y al pasar por su lado me agarra de los cabellos y me dice:

-Venga zorra, mas deprisa, tengo ganas de usarte ya.

-Si mi amo, respondo yo, y comienzo a caminar mas deprisa.

Al entrar en la casa coje una cuerda del garaje y mientras me va dirigiendo hasta un cuarto me va dando con la cuerda en mis nalgas, yo estoy muy mojada ya, y el nota que los malos tratos me excitan.

Abre la puerta del cuarto y me dice:

-Nena mírame.( yo le miro) no sabes aun con quien has quedado, me encanta hacer sufrir a las putas como tú, y vas a saber lo que es bueno. Ja ja ja ja ja ja ja ja se ríe.

En las esquinas del cuarto hay 4 cuerdas, que se dirigen al centro y en cada extremo hay unas pulseras de cuero. Me dice que me tumbe en el suelo, con dos de las cuerdas me ata las piernas hasta quedar abiertas a tope, después van mis manos, y asi quedo a su completa disponibilidad.

Siento como mi rajita se va humedeciendo, y el se empieza a desnudar, de nuevo me mete el rabo en la boca y me dice que se la ponga dura de nuevo. Yo vuelvo a comérsela y voy notando como se pone bien dura.

De repente el se separa de mí y coje las bolsas, y encima de la cama arroja los utensilios que compró en el mercado: pepinos, calabacines zanahorias, nabos, un palo de escoba, botes de desodorantes de diferentes grosores, sale afuera y trae unos cubitos de hielo que me pone en los pezones, quisiera gritar pero mis tangas metidas en mi boca, atadas con cinta aislante impiden que los gritos salgan de mi boca.

Vuelve a salir y vuelve con un pasamontañas que me coloca en mi cabeza, y una cámara de video, que coloca en el ángulo para que se vea lo que me va a hacer.

-ja ja ja conmigo vas a ganar mucho dinero, pero también vas a sufrir mucho, tenlo por seguro.

Se coloca sentado encima mío, y empieza a apretar mis pezones helados por el hielo fuertemente, y comienza a colocar unas pinzas en ellos, a pesar de tenerlos casi dormidos por el hielo, duelen. El al notar mi dolor en mi cara se ríe, y puedo ver su cara de loco.

Se levanta y comienza a introducirme en mi conejo un pepino, uffff pienso yo es muy grande, y el sigue en su labor.

-No entra, que pena tendré que hacer algo para que se empiece a lubricar mas, y de buenas a primeras empieza mordisquearme el clítoris, yo sentía como me iba lubricando ya que el pepino iba metiendose poco a poco sin el casi hacer fuerza.

-Ahhhh que gustazo, que rico, pensé yo.

-Que pasa nena, te gusta o que?, aun te queda mucho para gritar.

El miraba mi cara, en la que se podía reflejar el placer del que yo era dueña en esos momentos. Mi cliente cogió una zanahoria sin contemplaciones comenzó a metérmela por mi ano, al notar como entraba me dijo:

-joder nena, no veas si te han follado por detrás te entra fácilmente, seguiré probando cosas.

Volvió a probar a introducirme un calabacín, le costó mas entrar pero mi ano, mas entro bien, él se rio y me dijo probare con algo mas grande, me gusta hacer sufrir y con esto solo te doy placer. Me soltó y me ató de nuevo dejándome esta vez boca abajo, me sacó el pepino de mi conejito y me insertó en el un calabacín bastante grueso, cuando lo metió completamente cerró mi conejo con cinta aislante no dejando probabilidad a que saliera de ahí.

De una embestida metió su polla en mi culo, eso si que me causo dolor y no fue por el grosor, sino por la fuerza de sus entradas. Siguió follándome analmente, mientras se reía y me estiraba de mis cabellos fuertemente como si yo fuera un caballo.

-Mmmm puta como te gusta, noto como te mueres del gusto que te doy eh!!

Metió a lo bestia un bote de desodorante de hombre yo notaba como rozaba con mis paredes y el se percibía del dolor que me estaba causando. Lo metió entero y lo sacaba fuertemente, girándolo para admirar la cara de dolor que yo ponía. Le miré a la cara y vi asombrada como se estaba masturbando mientras me follaba con el bote. Me llenó toda la cara con semen caliente,

Me sacó todo lo que tenía metido en mis agujeros y empezó el calvario que nunca pensé que podría tener, metió en mi ano, primero una vela, después otra, y así hasta meterme 4 velas que dilataron al máximo mi culo haciéndolo empezar a derramar gotitas de sangre y cuando las tuvo todas dentro las prendió cada gota de cera al caer causaban un dolor incomprensible, me gustaba el dolor pero este era excesivo.

Otras veces no me importaba las horas, mas esta vez deseaba que acabara mi castigo de esta tarde, mire mi reloj, y comprobé que aun me quedaban 1 hora por sufrir.

Una hora dios mío ya no aguantaba más,

Mi cliente, comenzó a mover las velas adentro y afuera de mi ano que ay estaba escocido de tanto ardor de la cera de las velas.

Salió del cuarto y volvió con mas cubitos de hielo partidos en trozos que comenzó a introducirlos en mi vagina, mi cuerpo se contraía del frío causado y al moverme me provocaba otro dolor mayor al sentir la tirantez de las cuerdas en mi cuerpo. Cuando hubo metido todos los pedazos de hielo en mi conejito, sacó las velas de mi ano y de una embestida me ensartó el palo de la escoba en el ano, lo hizo sin piedad, y me causó un gran dolor.

Cogió un cepillo y empezó a azotarme la barriga y las nalgas, y se reía mientras lo hacia, no lo comprendía mi dolor le causaba placer.

Me desató los pies y me dijo que me levantara y abriera la boca, así lo hice , y el empezó a orinarme encima mío me llenó de su pis y me obligo a masajearme el cuerpo con ello. Me dirigió hasta el cuarto de baño y me dijo que me duchara como lo solía hacer en mi casa pero con agua fría.

Obedecí y cumplí sus ordenes, el agua estaba helada, ya que la banhera estaba cubierta de cubitos, me tumbe en ella, me di el gel, me enjabone entera y di al agua para poder ducharme.

El me dijo:

-visteté zorrita, has sido muy obediente y te he de recompensar.

Me puse mi ropa y salí tras de el, me dio un sobre, con mucho mas dinero del acordado, y ya concertamos la próxima cita, mas eso es otra historia.

(9,00)