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Mis vecinas, a traves de la ventana

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Hace años, cuando nos mudamos a la casa, construimos una cerca de alrededor unos 15 pies, a fin de tener algo de privacidad en la casa. Como en ese tiempo, no vivía nadie al lado de nosotros, construimos la cerca dentro de nuestra propiedad, así que teníamos potestad de hacer lo que quisiéramos con ella en nuestro terreno. Eventualmente, se mudo un matrimonio con 3 hijas, Tania, la mayor, me llevaba como 2 o 3 años, Glenda, la del medio, tenia mas o menos mi edad y la mas chica, Karina tenia como unos 8 en ese entonces. Al final, los vecinos resultaron ser de esos desconsiderados que no piensan en los demás y las fiestas y escándalos que hacían eran la molestia para todos los vecinos del área. Aunque acepto que las chicas, a pesar de sus cosas, eran medio sociables y siempre saludaban y te daban los buenos días.

El diseño de la barriada era tal que al ser mi casa una esquina, los cuartos y baños quedaban enfrente a los de mis vecinas. Un día, sabía que una de las hermanas estaba bañándose, así que me encarame en el baño, para ver si se podía ver algo, pero la cerca era demasiado alta y el ángulo no permitía ver. Lo más que pude ver en esa ocasión, fue a Tania, peinándose en el espejo del baño, con una toalla rodeando su cuerpo. Después de eso, nunca más se me ocurrió tratar de ver, pues me parecía que no se podía. Incluso años después, cuando se da esta historia, una noche que mi primo se estaba quedando acá, los pille a el y a mis hermanos en el baño tratando de mirar para ver si veían algo y les tuve que decir que era inútil. O eso pensaba.

En un tiempo pre-internet, no hacia mucho en las noches. Esa noche, eran como las 9. Recuerdo que estaba en mi cama viendo televisión cuando empecé a escuchar voces en el cuarto de al lado. De repente me entro curiosidad de ver quien estaba allá y me puse a pensar seriamente si en verdad no se podía ver nada. Como me había pasado ese día pintando la sala, aproveche que teníamos una escalera dentro de la casa y la metí a mi cuarto. Con cuidado cerré las cortinas y acomode la escalera pegada a la ventana. Me trepe hasta el ángulo donde la ventana no me dejaba ver mas arriba pero que podía en parte, ver más allá por encima de la cerca.

Hice un espacio en la cortina y me puse a ver que pasaba. Se veía bien dentro de la habitación, solo que por una ventana, la otra se encontraba cerrada al estar instalado en ella el aire acondicionado. Note que la cama se encontraba contra la pared de la ventana, así que descarte cualquier oportunidad de ver que podía pasar en ella. Sin embargo, del otro lado del cuarto, al lado de la puerta, se encontraba una cómoda con un espejo grande encima. En ese momento, entro Karina al cuarto, salio conversando con alguien en el cuarto de al lado y volvió a entrar. Para ese entonces, Karina ya tenía como 16 o 17 años y se había desarrollado muy, pero muy satisfactoriamente. Solo pude ver en ese momento que tenía un suéter blanco. Salio del cuarto con algo en la mano y la vi coger hacia el baño. Como a los 5 minutos regreso al cuarto, vistiendo un bikini morado con amarillo. Dejo la ropa que tenia en el cuarto y salio, no se si a la sala o a la recamara principal.

Al ratito regreso, se vio en el espejo y volvió a salir. Por lo que entendí por la conversación que mas o menos captaba, como que recién se había comprado o le habían comprado ese bikini y era ahora que se lo estaba probando y estaba viendo como le quedaba (excelente por cierto). Al rato, entro al cuarto y medio que ajusto la puerta. Mi posición no me dejaba verla más abajo de la cintura, pero para mi fortuna, si podía ver el espejo sin ningún problema. Y que fortuna fue. Karina empezó a modelar frente al espejo, mirándose y recogiéndose el pelo con las manos. De repente, se empezó a acomodar las tetas, como para darles mas volumen, cosa que no necesitaba y luego, se dio la vuelta y se jalaba la parte de abajo del bikini, estirándola hasta que el triangulo trasero se le metió entre las nalgas paraditas que tenia, a manera de hilo dental. Al rato de estar así, salio del cuarto y volvió unos minutos después y esta vez cerro la puerta. Karina se volvió a parar frente al espejo a modelar un rato, hasta que se canso y se quito el top del bikini dejándome ver unos oscuros pezones que contrastaban con su blanca piel. Luego procedió a quitarse la parte de abajo del bikini y se incorporo, completamente encuera frente al espejo en todo su esplendor. Se notaba que se rasuraba los vellos ya que los tenía bien cortaditos. Se miro un rato en el espejo, hasta que finalmente se hizo a un lado, se vistió y salio del cuarto apagando la luz.

Me encontraba muy alegre, después de todo, si se podía ver más allá. Con el tiempo pude ver mas, pero se me hacia difícil traer la escalera todos los días, así que acomode mi cuarto a manera de poder treparme en la cama y ver el espectáculo. Lo malo que muchas veces solían cerrar la ventana para poner el aire acondicionado, así que la oportunidad de ver algo se convirtió en una cuestión de suerte.

Nunca mas volví a ver a Karina así en la habitación, y tiempo después vi que habían quitado la cómoda de su lugar. Sin embargo, eso no significo que no iba a ver nada más. Un día, sentí que alguien había entrado al cuarto, así que me asome para ver que pasaba. Por un rato no veía a nadie, hasta que entro Tania al cuarto. Por lo que vi, llevaba un suéter gris que le quedaba como grande y un short. Note que en la mano traía como un jeans. La vi que hacia los gestos que se estaba quitando el short y se ponía el jeans y me entristecía no poder ver más que de su cintura hacia arriba. Cuando se lo subió, se dio vuelta y quedo mirando hacia mi ventana. Se abrocho el jeans y se levanto el suéter con las manos para ver como le quedaba el pantalón. Para mi sorpresa, Tania no llevaba sujetador en ese momento y tuve una magnifica panorámica de sus 2 enormes tetas y pezones oscuros.

Con el tiempo, al parecer, Glenda se mudo al cuarto frente al mío y empezó una rutina que me agradaba mucho. Todas las noches, como a las 8, Glenda entraba al baño y se daba una ducha. Al oírla apagar la regadera, era mi señal para verla. Esperaba un poco y en cuestión de minutos entraba al cuarto con una toalla tapando su cuerpo y cerraba la puerta. Apenas la cerraba y se daba vuelta, se quitaba la toalla y se terminaba de secar en el cuarto, para luego abrir el closet y buscar que ponerse. Durante todo este tiempo, tenia una fenomenal visión de sus tetas, un poco mas chicas que las de la hermana mayor y con los pezones mas claros. A Glenda tuve oportunidad de verla en muchísimas ocasiones así.

También hubo un tiempo en donde una tía de las chicas se quedaba a vivir con ellas en la casa. Kianna era casi de la misma edad que Tania, pero era tía de ellas. A diferencia de las chicas, que relativamente tenían cuerpos decentes (a excepción de Karina que estaba espectacular), Kianna de tetas no era tan agraciada, pero de culo, se jalaba unas nalgas enormes de infarto. Pero, para verla a través de la ventana, cumplía todos los requisitos así que no ponía pretextos para no verla. Básicamente, con Kianna se repetía lo mismo que con Glenda y lo más notable a destacar, era que a pesar de tener las tetas pequeñas, tenía los pezones más grandes de todas. También hubo ocasiones donde vi a la mama en babydoll caminando por el pasillo y a veces entrando al cuarto, el mas memorable, uno miniatura que de a milagro le tapaba las nalgas a la Sra. que también se jalaba un culazo.

Sin embargo, con el tiempo pusieron unas baliblinds que mantenían cerradas casi siempre y eventualmente perdí el interés al encontrar nuevos hobbies. Pero aun mantengo el recuerdo de esas noches en las anotaciones que hice en mi agenda describiendo cada vez que veía a mis vecinas a través de la ventana.

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