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Mi madre, la piscina y yo

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Siempre quise tener una piscina en casa hasta que mi madre por fin decidió hacer una en nuestro jardín, nunca olvidaré el día en que la inauguramos, mi madre y yo nos pusimos nuestra ropa de baño, grande fue mi sorpresa al ver a mi madre en bikini, sentí una comezón extraña en mi cuerpo, ella era y es realmente buena, con tetas grandes y trasero de tentación, me quedé perplejo y ese fue el inicio de unos deseos prohibidos que iban floreciendo y creciendo en mi mente. Sara, así se llama mi madre, me movió las hormonas por primera vez en la vida, ella fue la causante de mis primeras erecciones y masturbaciones de adolescente y aunque sabía que era algo prohibido por alguna razón aquello me excitaba aún más, siempre quería observarla y verla en diferentes formas, con diferentes prendas, unas haciendo resaltar sus voluptuosas tetas, otras su delicioso trasero, piernas, etc. La piscina siempre fue una buena forma de calentarme, si ella se iba a nadar yo aprovechaba y hacía lo mismo todo con tal de verla en su hermoso bikini, por las noches venía a mi mente su escultural figura lo que ocasionaba geniales y fabulosas corridas en mi cama. Fui creciendo y mi mente ya no sólo la imaginaba con o sin ropa en diferentes poses o situaciones sino que también comencé a tener verdaderas fantasías sexuales con ella, ¡¡¡con mi propia madre!!! en donde yo le hacía de todo. Sin duda mi madre había trastornado mis hormonas y luego de años de sufrir por su causa quise poner en practica todo aquello que me imaginé, así que cuando tuve 19 años y ella unos contundentes 40, supe que daría un paso importante en mi vida, que me arriesgaría a saciar mis deseos incestuosos con ella, ya no podía más con esto, tenía que hacer algo al respecto...

Aquel día sábado ambos fuimos a la piscina a nadar como de costumbre, ella tenía puesto un bikini color negro realmente espectacular, sus tetas y trasero se pronunciaban claramente, yo me mantenía dentro de la piscina, estaba totalmente erecto pero no quería que ella se diese cuenta, al menos no aun. Mi madre se echó en una camilla fuera de la piscina para tomar el sol, después de unos minutos me llamó.

"¡¡¡Jack!!!à¿podrías ponerme bronceador en la espalda por favor? He tratado de echármela yo misma pero no llego" me dijo mi madre con una voz encantadora. "No hay problema mama, yo te ayudare a echártelo" respondí y salí de la piscina rápidamente. Apenas llegué, mi madre se dio la vuelta en la camilla, fue una visión deliciosa, su bikini era pequeño, las braguitas se perdían prácticamente entre sus carnosas nalgas lo que inmediatamente me ocasionó una gran erección.

"Creo que será mejor que me quite la parte de arriba para que no me marque el bikini..." dijo mi madre a la vez que lenta y cuidadosamente se fue despojando de su prenda superior y yo miraba entre deseoso y nervioso.

Fui echándole el bronceador lentamente, la temperatura comenzó a subir dentro de mí, pero estaba feliz, estaba acariciando su cuerpo con ayuda de un bronceador, se lo untaba en círculos primero con una sola mano y luego con las dos, mis manos iban adelante y atrás esparciendo aquella crema y veía también parte de sus tetas que se aplastaban contra la camilla, tampoco dejaba ver su hermoso culo paradito, era una sensación increíble, me estaba excitando con sólo verla en aquella posición, mis deseos iban aumentando y ya no los podía controlar.

"OOOh Jack, se siente tan bien..." mi madre estaba disfrutando de mis hábiles manos sin darse cuenta quizás de que me estaba volviendo loco del deseo.

Sabia que era ahora o nunca el momento que tanto había esperado, y sin pensarlo dos veces fui bajándome las bermudas con una mano sin que se diera cuenta. Mi verga salió de su encierro al encuentro de los rayos del sol.

"Esto sí que es relajante, Jack..." "Ya lo creo mami" dije y en ese momento me comencé a masturbar lentamente mientras con la otra mano continuaba untándole bronceador a mi querida madre. Cada vez lo hacía más rápido y más rápido, mi mano estaba con crema bronceadora lo que hacía que se deslizara maravillosamente a lo largo de toda mi verga, era una sensación diferente y excitante, me estaba masturbando a espaldas de mi madre, su trasero y tetas comenzaban a excitarme aún más, estaba a punto de venirme en un grandioso orgasmo, agarré mi verga con fuerza y comencé a corrérmela rápidamente, sin duda verle sus carnosas nalgas fue el aliciente que necesitaba para venirme inconteniblemente...

"¡¡¡Ooooh!!!à" exclamé pero me contuve luego. "Te ocurre algo Jack" preguntó mi inocente madre. "No...no mamá...sólo me golpeé la pierna con la camilla" traté de disimular mientras eyaculaba gotas y gotas de esperma en mi mano.

Luego para que no se diera cuenta, se lo unté también en su suave espalda.

"Este bronceador empieza a calentarse Jack... y creo que me has echado demasiado" dijo mi madre y yo continué untándole esta vez mi semen de arriba abajo. "No te preocupes, te lo esparciré por completo" le dije reponiéndome de mi intenso orgasmo.

Pero yo quería mas y éste era el momento para hacerlo, estaba nuevamente excitado y sin pensarlo dos veces mis manos fueron acercándose más y más a los costados de sus tetas que se aplastaban maravillosamente contra la camilla, lo hice hasta que fueron muy obvias mis intenciones, mis manos coparon y acariciaron las tetas de mi madre descaradamente...

"¡¡¡Jack!!!à¡¡¡qée haces!!!". "Ooh mami, tienes unas tetas hermosas..." "¡¡¡Suéltame!!!...soy tu madre, Jack... ¡¡¡déjame!!!" "No puedo ni quiero mami, tu me calientas mucho..." "Pero ¡¡¡qué dices hijo!!!...esto no esta bien". "No sabes desde cuándo me calientas mami..." dije totalmente fuera de mí, no recordaba siquiera que aún tenía mi verga al aire y nuevamente dura y para colmo apretándose contra las nalgas de mi madre. "Por Diosàpero...esto no puede ser, Jack...pero...qué...¿¿¿qué estás haciendo???...¡¡¡Ooh Dios!!!...¿¿¿estás duro???" "Pero claro mami, y esto es por ti, desde hace años que me gustas mucho, no sólo como madre, sino como mujer..." "No puedo creer lo que escucho, Jack...estas fuera de ti...esto no puede ser...soy tu madre, ¡¡¡debes detenerte!!!" mi madre dijo desesperadamente pero yo no quería escucharla y rápidamente le arranqué el bikini, su hermoso trasero desnudo apareció ante mis ojos y yo comencé a acariciarle fuertemente las nalgas, luego terminé de sacarle la parte de arriba y sus tetas colgaron maravillosamente, ella ofreció resistencia pero yo era más fuerte y traté de ponerla en cuatro patas, tardé un poco pero al final mi madre ya no tuvo fuerzas.

"¡¡¡Jack!!!...¡¡¡bájate de mi por favor!!!...¡¡¡no sabes lo que haces!!!" "Sé lo que hago, es algo que debí hacer hace mucho, ¿¿¿por qué tenías que ser tan hermosa mami??? No te lo dije pero no sólo te unté bronceador en la espalda, también te eché parte de mí". "¿¿¿Qué estás diciendo???". "Esto no es solo bronceador mami, es mi leche también, sí, es eso que estás pensando...¡¡¡es mi semen!!!...¡¡¡tu cuerpo me excitó tanto que tuve que masturbarme sin que te dieras cuenta!!!" "¿¿¿Que hiciste qué???...¡¡¡no puedo creerlo!!!" "¡¡¡Pues créelo!!!" le dije a mi trastornada madre para luego agarrar un poco de crema y untárselo en el culo y otro poco en mi verga que estaba deseosa de sodomizar aquel agujero maravilloso. Poco a poco mi verga se fue deslizando por aquel estrecho culito hasta que entró la cabeza por completo.

"¡¡¡Oooh Jack, me duele!!! ¡¡¡Es muy grande y eres mi hijo por Dios!!! ¡¡¡Sácalo Jack, sácalo!!! ¡¡¡Por favor!!!". "¡Oooh mami, adoro tu culo! Voy a disfrutar esto" dije para luego terminar de meter por completo mi dura verga hasta los testículos, comencé a bombear el culo de mi madre mientras mis manos le acariciaban los melones, se las apretaba y jugaba con ellas, cada embestida era más fuerte y dura que la anterior, era un sueño hecho realidad, ahí estaba mi madre y yo sobre la camilla cogiéndola al estilo perrito, con su trasero paradito y sus tetas bamboleando adelante y atrás, mis testículos le golpeaban las nalgas una y otra vez: ¡plap! ¡Plap! ¡Plap! ¡Plap!, era increíble.

"¡Jack, por favor...OOOh...OOOww...detén esto...OOOww!"

"Oh mami, tu culo es tan rico y estrecho...voy a acabar dentro de poco...¡oh mami eres tan caliente! ¡¡¡OOOh mami!!!".

Continué perforándole el trasero hasta que no pude más.

"Ohhh mami, vengo...sí, ya vengo...oooohh...ohoooohh...ssii..¡¡¡oooohh Dios!!!!...¡¡¡OOOOOOOOHHHHHHH!!!".

De un momento a otro mis testículos se llenaron de esperma y salieron disparados hasta las mismas entrañas de mama, fue una corrida espectacular, mi madre que al principio se quejaba del dolor a las finales ya no decía casi nada, solo se mantenía agachada sudando y recibiendo cada gota de esperma de mí mientras apretaba sus ubres maternas, no dejé de bombearla hasta asegurarme de dejarle el ultimo espermatozoide dentro de su culo.

"¡OOh mami, fue una cogida grandiosa...debo ir al baño a refrescarme!". Dije levantándome de encima de mi madre y restregando mi verga en sus nalgas para luego dirigirme al baño. Me tomé un baño y mientras lo hacia se me vino a la mente lo que había pasado con mi madre, al principio me dio algo de vergüenza pero luego recordándolo hizo que me excitara otra vez por lo que ahí en pleno baño no hice otra cosa que masturbarme, pero fui interrumpido, la puerta del baño se abrió, era mi madre que llevaba puesta su toalla, sabía que iba a recibir la peor reprimenda de mi vida...

"¿¿¿Crees que fue divertido Jack???" "Mama...yo lo sien..." "¡¡¡No digas nada Jack!!!...¿¿¿acaso no te has saciado por completo con tu propia madre, acaso no es suficiente que tienes que masturbarte también???" "No mami, lo que pasa es que..." "Lo único que se es que...tu ya te haz venido dos veces hoy día...¿¿¿no crees que es mi turno ahora, Jack???". Mi madre dijo y rápidamente dejó caer la toalla al suelo ¡quedándose completamente desnuda!. Yo estaba sorprendido ¡porque después de todo a mi madre le había gustado que yo la cogiera!. Ante mis ojos aparecieron sus grandes y carnosas tetas con los pezones en punta y las areolas rosadas más bellas que uno pudiera desear, su raja levemente afeitada y sus piernas tentadoras con muslos maravillosos, mi madre era una verdadera hembra y estaba dispuesta a coger conmigo con su consentimiento.

"¿¿¿Te gusta lo que ves Jack???...y ¿¿¿qué me dices de esto???" dijo mi madre coquetamente cuando se dio vuelta y se agachó levemente para mostrarme su exquisito trasero, redondito, carnoso, paradito frente a mí, me volví a mil, estaba con mis hormonas totalmente trastornadas y mi verga dura como una piedra, imagínense a un hijo ver a su exuberante madre en esa posición, ¿¿¿no es para volverse loco???.

"Sólo siéntate en el inodoro y deja a mami hacer todo el trabajo, cariño" mi madre me dijo y caminó hacia mí para luego sentarse encima mío y rozar sus tetazas contra mi cara, yo no tardé en chupárselas y ella lentamente me cogió la verga dura y se la fue colocando en su caliente raja, primero la puntita y luego de un golpe seco toda dentro de ella hasta los testículos.

"¡¡¡OOOh Jack, tu verga es tan grande!!!". "¡OOOh mami, tienes la raja tan caliente como tu culo! ¡¡¡OOOh, cógeme mami!!!".

Mi madre comenzó a tomar el control de la situación, se movía de arriba abajo y yo iba amamantándole las ubres y acariciando sus nalgas con fuerza, era una verdadera amazona.

"¡¡¡Jack, adoro como tu verga entra y sale de mi raja, hijo!!!àme hace sentir caliente, voy a venirme rápidamente...¡¡¡OOOhh!!!". "Mamià¡¡¡cabálgame duro!!! OOOhh sabía que te había gustado que te cogiera en la camilla de la piscina, ¡¡¡lo sabía, eres la mejor madre!!!".

"¡¡¡Claro que me gustó cariño!!!, ¡¡¡me encantó!!!...sólo que no quise aceptarlo porque eras mi hijo y aún lo sigues siendo claro...¡¡¡OOOOhh!!!....pero no soy de piedra...¡¡¡ooohhh!!!...y aunque seas mi hijo y yo tu madre...¡¡¡ooohhh!!!...no puedo contenerme...¡¡¡ooohhh!!!...por eso ahora quiero que me cojas, hijo...cógeme bebé...¡¡¡ooohhh!!!...¡¡¡mami quiere que la cojas duro!!!".

Mi madre comenzó a excitarse más y yo también hasta que ambos estábamos muy cerca de llegar al orgasmo, era impresionante, ahí estaba mi madre teniendo sexo conmigo y yo gozando como nunca, Sara estaba gimiendo maravillosamente y mi cara se perdía entre sus tetas. Mi madre quiso cambiar de pose así que esta vez se sentó encima mío pero mirando para el frente, así podía acariciarle a mi antojo sus impresionantes tetas y besarle el cuello y la espalda, de un momento a otro hice que apoyara las rodillas en el piso y sus manos en el inodoro.

"Quiero cabalgarte así mami, como una perrita en celo" "Ooohh si Jack....ven hijo, ¡¡¡cógeme!!!" Ella era mi perrita ahora, era mi yegua y yo su jinete, agarré sus caderas y nalgas y me aferré a ellas y la estoqueé rápidamente, tres estocadas por segundo.

"¡¡¡OOOOhhhh...Jackkk!!!....¡¡¡así!!! ¡¡¡ASI!!!...¡¡¡sigue!!! ¡¡¡SIGUE!!!...OOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH".

Mi madre no pudo más y se desplomó en un orgasmo fenomenal, gimió como loca y yo continué penetrándole la raja, mi orgasmo estaba muy cerca...

"Mami, estoy cercaà¡¡¡oooh mami!!!à¡¡¡voy a venirme...!!!". "¡¡¡Espera cariño!!!à¡¡¡espera!!!" mi madre se dio vuelta y se arrodilló delante de mí, comenzó a masturbarme con una destreza increíble, luego junto sus hermosas tetas y colocó mi pene entre ellas para que yo las cogiera, ¡¡¡me hizo una paja rusa estupenda!!!.

"¡¡¡Quiero que te vengas en la cara y tetas de mami, Jack!!!àvente cariño, ¡¡¡sé que lo quieres...mójame toda!!! Vente por mí, bebé...¡¡¡mami te lo pide!!!". "OOOOh...mami...¡¡¡OOOOhhhh sí!!!...¡¡¡SSIIII!!!...¡¡¡OOOOHHHHHH!!!...¡¡¡OOOOOOOHHHHHHHHH!!!".

En ese momento no pude más, el sólo hecho de ver a mi madre suplicándome que me viniera en su cara y tetas hizo que me viniera con una potencia impresionante, gotas y gotas de esperma emanaron de mi verga una y otra vez, cayendo en su cara, boca y tetas, los cuales mi madre tomó gustosa.

"Has sido un buen chico, Jack...me gusta el sabor de tu esperma...¡¡¡mmmm!!!". "¡¡¡OOOOhh mami, eres estupenda!!!...no sabes cuánto espere esto..." "Y yo bebéàdeberíamos bañarnos en la piscina más seguido ¿¿¿no crees???"".

FIN

(9,50)