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El fruto prohibido

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Algo me pasaba, quizás deben ser los cambios por estar llegando a la menopausia, o quizás muchos problemas en mi trabajo, no se, pero la verdad es que todo me molestaba, constantes peleas con mis marido, mi madre, incluso ni yo me soportaba.

Una tarde, luego de una estúpida pelea con mi marido, donde lo único que quería era salir de la casa, pesque el teléfono y llame a Irma, mi cuñada, que me acompañara a tomarme algo por ahí y desligarme un poco de los problemas.

Irma notó inmediatamente que algo me pasaba, y mientras bebíamos unas copas en un bar, las dos solas, le mencione mi problema, que estaba de un humor insoportable y que estaba aburrida de todo, de los problemas de mi trabajo, los problemas de mi casa, de mis hijos etc. Sabía bien que yo era el problema, pero la verdad ni siquiera estaba interesada en solucionarlos.

Mi cuñada, había sido muy amiga mía desde la infancia. Salimos muchas veces con tipos y cosas raras, hasta que ella terminó casándose con mi hermano hace varios años. Ella me conocía muy bien y al poco rato de estar conversando y haciéndome preguntas, hizo una que fue completamente relevante.

―Vanesa … ¿Cómo estas con tu marido?

―Mal .. obvio que mal

―Me refiero a la parte intima, a sus relaciones

―Mal también , hace rato que no lo hacemos

―¿por que?

―Por lo mismo.. las peleas, que yo no estoy de ánimo, los niños etc.

―¿Y antes?

―Yo creo que .. mal también … hace mucho que las cosas con Jorge no funcionan

―¿No te satisface?

―La verdad querida amiga .. hace mucho tiempo que no .. nuestros encuentros con el paso de los años se fueron haciendo cada vez mas distantes

―¿Y a que se debe eso?

―Yo lo culpo mas a el .. muchas veces yo lo buscaba y el no quería. Pienso que fue bajando su autoestima. Lo que pasa es que nuestros encuentros eran muy rápidos .. el no duraba mucho o no lo suficiente. Muchas veces yo quedaba con ganas y Jorge no es de hacerlo 2 veces en una noche.

―Te entiendo

―Es complicado… triste. Yo amo a Jorge, eso lo tengo claro, solo en sueños he pensado en engañarlo y buscarme otro hombre que me de .. que me haga trizas ..eso quiero.. un hombre que me de toda la noche , que me deje seca …

―Que quiere que le diga cuñadita … me da pena por ti . .pienso que todo lo que te esta pasando es por eso ..

―Yo también creo lo mismo … ¿y a ti como te va con mi hermano?

―No .. es totalmente distinto

―¿si? ..¿es bueno para la cama?

―Tu hermano .. ¡ Uf! ..e s una bestia .. yo creo que mi caso es al revés… soy yo la que me arranco de el

―¿si?

―Si … nuestros encuentros son demasiado largos y fogosos.. yo a la finales que exhausta y el quiere mas y mas … me deja muerta

―¿Tanto así .?

―Es un animal .. me hace acabar varias veces en un encuentro y el sigue duro como una roca … a veces pienso que soy muy fome para el .. a veces me da miedo que se busque otra mas ardiente

Las dos mujeres siguieron conversando y mientras Irma no se daba cuenta como Vanesa le sacaba mas y mas información respecto a sus encuentros con su marido, Vanesa sentía un calor entre sus piernas imaginando con lujo y detalle los encuentros de su hermano con su amiga.

Volvió a su casa, pensativa. Inconscientemente se imaginaba estar haciendo el amor con su hermano. Trataba de sacarse esas locas ideas de su cabeza, pero no, al ver la cara de gozo como su cuñada relataba sus encuentros íntimos con su hermano, había producido un ardiente deseo .. Deseo de ser penetrada como ella quería…

Aun estaba enojada con su marido, pero decidió dejar de lado su orgullo y reconciliarse con el, en busca de satisfacer su deseos. Jorge no tuvo problema en hacer el amor con su mujer esa noche y por mas que ella intento acabar junto a su marido, este termino primero que ella, dejándola mas molesta y caliente que antes.

Le costo mucho dormir pensando en su problema. Al otro día, al verse desnuda en el espejo del baño, admiro su cuerpo, se encontró una deseable hembra, pensando que con su figura , podría tener a cualquier hombre que ella quisiera. Sus dietas y gimnasio habían logrado mantener su juvenil cuerpo de adolescente. Bajo la ducha, admiro su pechos, enjabonándolos minuciosamente, sintiendo el agua caer sobre ellos, endurecerse sus pezones bajo sus caricias, y el calor entre sus piernas y sin poder aguantarse, termino masturbándose como hacia mucho tiempo no lo hacia.

Toda la semana continuó así, sintiéndose con unas ganas locas de follar. Incluso entro con mucha vergüenza a un sex―shop y solicito a la vendedora que le vendiese un consolador para, según ella, regalarlo a una amiga que se casaba, como broma de despedida de soltera. Apenas llego a la casa, se encerró en el baño y mientras su hijo jugaba en el computador, llevo ese juguete al baño. Se desnudo completamente y se masturbo con las piernas puestas sobre la taza de baño, dejando su sexo al aire, introduciéndose toda esa goma dentro de su cuerpo. Sin embargo al estar así, nuevamente la imagen de su hermano venia a su mente. Trataba de cambiarlas por compañeros de oficinas o amigos de sU marido, pero no, era la imagen de su hermano la que mas la excitaba, hasta que sin poder resistir mas, comenzó a imaginar que follaba con el, como ese juguete se transformaba en la verga de su hermano y tan solo con entregarse a ese morboso pensamiento, alcanzo un monstruoso orgasmo como hace años no sentía

Estos clandestinos encuentros con su juguete se repitieron cada vez mas seguidos, siempre con la imagen de su hermano en su mente, pero con el tiempo, este instrumento no conseguía aplacar su fuego interno y ella continuaba igual.

Pasó casi un mes y encontrarse con Carlos, su hermano no hacían otra cosa mas que excitarla aun más. Carlos siempre había sido muy cariñoso con ella, la abrazaba delante de todos, pero esta vez ella sentía ese contacto de una forma distinta, era el fruto prohibido que encendía inmediatamente la llama de su pasión, tan solo con estar en la misma habitación que el o solamente con escuchar que alguien lo mencionara.

Una tarde, recibe la llamada de su cuñada, que quería pedirle un gran favor. Le comento que ella salía de vacaciones con una amiga y que Carlos, recién ingresado a su nuevo empleo, no podía acompañarla, por lo que le encargaba si se podía hacer cargo de la mascota de la casa, que era su adoración. Que ella no confiaba que Carlos se preocuparía de darle alimento o cambiarle el agua. Mientras respondía que si, a la solicitud de su cuñada, sintió nuevamente ese calor en su entre pierna. Se imaginaba a ella y a su hermano solo en su casa, haciendo el amor tal cual como se lo hacia a su cuñada.

La idea rondo en su mente todo el día. Se imaginaba como podía lograr que su hermano accediese a tener sexo con ella, planificando mil situaciones o conversaciones que pudieran derivar a tan anhelado encuentro.

Al fin el día llego. Irma antes salir de casa la llamo recordándole su encargo. Vanesa sabía que había llegado el momento y no perdería ni un solo día en tratar de hacer su sueño realidad. Esa misma tarde, conociendo el horario de Carlos, tomo su auto, luego de arreglarse muy sensualmente, con una escotada blusa y un corto vestido, incluso hizo algo que nunca había echo que fue depilarse la entre pierna. Según su cuñada era una de las cosas favoritas de su hermano y emprendió el camino a la casa de su Fruto Prohibido. Este recién había llegado del trabajo y riéndose de las ocurrencias de su esposa invito a pasar a su hermana.

Carlos la encontró distinta, mas bonita mas sensual. Dijo envidiar a su cuñado de tener una esposa tan linda como su hermana, a lo que ella inmediatamente respondió que al parecer el no se daba cuenta.

Luego de atender entre los dos a la mascota, Carlos la invito a sentarse a su hermana en el living a beber una cerveza mientras conversaban de cosas de hermanos, cosas triviales, sin embargo Vanesa se había desabrochado otro botón mas de sus escote y trataba de enseñarle a Carlos todas sus piernas. Carlos continuaba con la conversación sin darse cuenta de que estaba tratando de ser seducido por su propia hermana. Sin embargo, al percatarse que su hermana estaba echa toda una leona, nuevamente le hizo el comentario de lo hermosa que estaba esa tarde y lo afortunado de su marido. Vanesa comentó a su hermano que las cosas no andaban muy bien entre ellos. Carlos se preocupo y comenzaron a tener la misma conversación que había tenido meses antes con su esposa.

―uff hermanita , es complicado lo tuyo

―si .. pero que le voy hacer

―¿pero como puede ser tan tonto mi cuñado de no darse cuenta el tremendo pedazo de mujer que tiene a su lado?

―Yo creo que se da cuenta, pero .. no se.. es algo físico, algo de resistencia.

Vanesa seguía explicándole con lujo de detalles como eran los encuentros entre ellos y como ella era una mujer muy ardiente en la cama, basándose en los gustos de su hermano, que su misma esposa le había comentado. Como le fascinaba tener sexo oral, como no ponía ningún problema a todas las cosas que su cuñada se resistía de hacer con el. Poco a poco, mientras Vanesa hablaba, Carlos ponía más atención a las lamentaciones de su hermana, que sería la pareja ideal para el en la cama, mientras Vanesa continuaba sus comentarios, fijándose que algo estaba creciendo en el pantalón de su hermano.

Cada vez mas sensual, Vanesa le explicaba las cosas que le gustaría sentir, como andaba todo el día excitada , como necesitaba sentirse deseada, penetrada, follada salvajemente, a lo que su hermano sin palabras, pero si con el bulto de su pantalón , asentía a cada una de sus quejas comenzando a desear a su hermana.

―Hermanita … contéstame algo sinceramente

―Pregunta

―¿has engañado a mi cuñado?

―No .. la verdad no .. pero si lo he pensado muchas veces , mas en el último tiempo

―Quizás, aunque este malo que yo te lo diga, puede ser una alternativa

―Lo se .. pero .. me da miedo .. miedo de meterme con alguien que pueda hablar después

―Eso si .. tienes que tener cuidado, los hombres no pueden guardar sus conquistas

―¿Que voy hacer Carlos?

―Uff.. complicado lo tuyo … no se.. si no fueras mi hermana… te seguro que hace media hora que estaríamos en el cuarto

―¿De verdad?

―Te lo puedo dar firmado si quieres

―¿Me encuentras hermosa Carlos?

―No .. te encuentro preciosa, que daría yo por tener una mujer como tu … pienso que no hay hombre que no te desee

―¿De verdad?

―Si, por supuesto

―¿Y tú?

―Yo .. Si no fueras mi hermana …

―¿Harías el amor conmigo?

―Si no fueras mi hermana .. por supuesto que si ..

―¿Y siendo tu hermana?

―Ja ja

―Lo digo en serio Carlos

―¿de que hablas?

―Carlos .. te puedo confesar algo .. me muero de ganas por estar contigo

―¡Que!

―A si como lo oyes…

―Debes estar bromeando

―Mírame…..

Vanesa se pone de pie y lentamente va desabrochando cada botón de su blusa. Calos no podía creer lo que estaba sucediendo. Su hermosa hermana estaba de pie, en medio de su living, antes sus ojos, desnudándose lentamente para el

―por favor Vanesa

―no Carlos … mírame y dime que no me deseas

―No es eso .. es ….

―Tu sabes que esto quedara entre los dos

―Pero ..

―O no me deseas .. no te gustan mis tetas? …

―Vanesa .. por favor .. que no soy de hierro ..

―Ven acá …

Vanesa hace poner de pie a Carlos, quien tratando de no mirarla y resistirse a la tentación obedece. Siente el cuerpo semi desnudo de su hermana abrazándolo, besándolo en el cuello.

Carlos no pudo resistir más, y se entrego a sus deseos más impuros, abrazándola fuertemente la beso fogosamente, apretándole el culo contra su cuerpo haciéndole sentir toda su excitación. Vanesa al fin tenia su fruto prohibido y sin perder tiempo, saco la camisa de su hermano y le bajó los pantalones. Pudo sentir inmediatamente entre sus pierna el roce de ese tan deseado pedazo de carne que tantas veces imagino en sus masturbaciones y bajando rápidamente lo encontró ante sus ojos, hermoso, grande, duro y sin poderse contener mas lo llevo a su boca chupándolo extasiada. Escuchaba los gemidos de Carlos sucumbiendo a la fogosa mamada entregada por su hermana. Sentía su sexo hirviendo, deseosa de tener ese pedazo de carne dentro de ella.

Sin dejar de besarse ni tocarse, fueron avanzando por el pasillo, dejando todas sus prendas regadas por el piso. Llegaron al cuarto y cayeron a la cama: Vanesa le dio la espalda a su hermano y sintió como este se abalanzaba contra ella, magreándole las tetas, sintiendo ese enorme pedazo de carne chocar contra sus nalgas escuchando entre gemidos decir a su hermano .. "eres exquisita".

Ya no aguantaba mas, quería sentir en su concha esa hermosa herramienta de su hermano y casi suplicando le pidió que la penetrara. Carlos ya estaba apuntando su misil a la abertura de su hermana y de un solo golpe, se la introdujo en su totalidad. Vanesa estaba en el paraíso, sentía la enorme y dura verga de su hermano entrando y saliendo de su jugosa concha, sintiéndose completamente llena , extasiada, follada como ella quería, sintiendo un ardor increíble en su sexo, al roce del pedazo de carne de su hermano que la hacia delirar. Solo basto un par de minutos para sentir como un volcán, su orgasmo llego estruendosamente, gritando de placer pidiéndole a su hermano que por favor no se detuviera.

Mas Carlos no se detenía, continuaba penetrándola salvajemente sintiendo como su verga se mojaba con los jugos emanados del sexo de su hermana, apretándola fuertemente, haciéndola sentir toda una hembra.

Se acostó de espaldas y subió a su hermana sobre su pecho, recorriendo son sus manos todo su cuerpo, magreándole las tetas, bajando hasta su sexo, masturbando su depilado sexo, mientras la continuaba penetrando. Vanesa disfrutaba cada caricia, cada embestida de su hermano, era eso lo que necesitaba, sentirse follada por todo un hombre. No paraba de gozar, Carlos era realmente bueno en la cama, sin dejar de lado ni uno de sus puntos excitables, los besos en su cuello, los gemidos de este en su oído. Como le apretaba las tetas con fuerza, como acariciaba y jugaba con sus duros pezones, llevándola a un nuevo y gran orgasmo.

El tiempo parecía haberse detenido y su hermano no dejaba de follarla. Estaba entregada completamente al placer, disfrutando lo que sin duda era el mejor sexo de toda su vida. No tubo ni un reparo al escuchar entre gemidos a Carlos pedirle que se colocara en cuatro, adoptando esa posición , levantando el culo , para sentir como esa enorme verga nuevamente se introducía su mojado sexo, llegando a lugares donde nunca antes nadie había llegado.

Incluso sintió algo de dolor al tener semejante cosa dentro suyo, pero era ínfimo comparado con el enorme placer que estaba sintiendo.

La verga de Carlos en ni un momento se ablandaba, al contrario, en esa posición la sentía más grande aun. Cada embestida de su hermano sacaba un largo y profundo gemido desde lo mas profundo de su ser, gemidos que se podían escuchar fuertemente por toda la habitación , cosa que al parecer excitaba mas a Carlos que con mas fuerza aun la penetraba.

Vanesa ya había perdido la cuenta del tiempo que había estado en esta posición ni cuantos orgasmo la había echo alcanzar su hermano. Solo estaba ahí, con el culo levantado sintiendo la verga de su hermano penetrarla una y otra vez, hasta que escucho que su hermano le avisaba que estaba a punto de descargarse. Siente que su hermano se queda inmóvil y ella misma echaba el culo hacia atrás enterrándose todo el miembro de su hermano, luego siente que este da un gran gemido y tomándola de las caderas , la empuja contra su cuerpo y la penetra con más fuerza aun. Siente como el potente chorro de semen inunda cada rincón de su sexo, como la leche caliente de su hermano llega a escurrir por el contorno de sus piernas, haciéndola alcanzar un último orgasmo y espectacular orgasmo.

Ya Vanesa no puede más y cae de boca contra la almohada, pero aun sentía como su hermano apoyado en sus brazos, continuaba penetrándola, ahora despacio, muy despacio, sintiendo el hinchado sexo de su hermana que lo apretaba para sacarle hasta la última gota.

Ambos quedan desnudos en la cama, sin articular palabra, solo respirando fuertemente tratando de recuperar el aire y tratando de asumir lo que había pasado.

Abrazados ambos hermanos en la cama, hablando de lo hermoso que había sido, con Carlos acariciando suavemente los pechos de su hermana, y ella sin poder de dejar de acariciar el sexo y la entre pierna de el, que aun después de haber acabado y haber pasado casi 15 minutos, mantenía cierta dureza y un buen tamaño. Vanesa se da cuenta de la hora y le dice a su hermano que debe marcharse. Este no quiere que se vaya, pero ella dice que tiene que hacerlo. Carlos besa nuevamente a su hermana y terminan haciéndolo nuevamente, esta vez un poco mas corto, pero con la misma pasión.

Ella se viste y despidiéndose de su hermano, tal cual fuesen una pareja de amantes, se marcha a su casa, comprometiéndose con el de repetir lo mismo al otro día. Toma su auto y conduce a su casa. Sentía un pequeño dolor en su sexo, pero su mente estaba dichosa, al fin había conseguido lo que necesitaba, saciar con todo un hombre sus deseos y no hallaba la hora de volver a juntarse con su Fruto Prohibido.

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