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Mi esposa y yo sedujimos a mi hermano

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Mi esposa y yo teníamos cuatro años de casados y ya había tres hijos pequeños. Decidimos que se ligara las trompas después del tercero, para evitar más embarazos y así poder disfrutar de nuestra vida sexual sin preocuparnos más. Comenzamos a tener actividad sexual matrimonial con mas frecuencia, nos gustaban las películas porno y yo conseguía algunas prestadas y las disfrutábamos de lo lindo tratando de imitar muchas cosas que nos agradaban de ellas.

Al poco tiempo de estar disfrutando nuestra nueva libertad en lo sexual, se inició una época de tomar algunos tragos en lo íntimo y fantasear con tal o cual persona que conocíamos y nos llamaba la atención sexualmente. Así fue como le hice la observación de que yo había notado casi inmediatamente de que nos casamos, que mi hermano Juan la miraba a ella de una forma muy especial, como si le gustara y además en las reuniones de la familia trataba de estar cerca de "nosotros" y sacaba a relucir su gracia para contar cuentos graciosos de tipo sexual porque le agradaba la forma en que ella se reía y festejaba su platica.

Linda (mi esposa) me dijo que ella lo había notado hacía mucho tiempo pero no se imaginaba que fuera a gustarle a él, pero que a ella también le gustaba mi hermano.

Esa noche fue diferente, nos exitamos como nunca lo habíamos hecho y tuvimos una de las mejores cogidas en mucho tiempo.

De la fantasía pasamos a planear la manera de hubiera algún acercamiento con los fines que perseguíamos. Comenzamos a provocar reuniones de los matrimonios pero a mi, la esposa de mi hermano simple y sencillamente no me atrae nadita de nada, tal vez es su carácter pero su persona me es antipática y punto, así que quedaba descartado algo entre nosotros dos. Pero de mi Linda con mi hermano no había dudas, el proyecto seguiría adelante.

Mi hermano Juan es el tercero de una familia de ocho, yo soy el séptimo, el es mayor que yo en seis años, tiene muy buen carácter y es muy simpático, nos parecemos mucho físicamente y siempre fuimos muy unidos de solteros pero se había perdido algo la comunicación después de los matrimonios de ambos. Yo tengo 27 y Linda 25 así que Juan tiene 33 y es muy atractivo. Linda es bajita de estatura mide 1.57 m. Piernas muy bien torneadas, sus nalgas están firmes y levantadas y sus pechos son grandes y firmes por muchos años practicó la gimnasia y la danza, tiene un hermoso cuerpo.

Al fin encontramos la manera de que hubiera algo, a la esposa de Juan la tenían que operar de su apéndice y estaría hospitalizada por dos o tres días según nos avisó mi hermano, sus dos niños los dejaría con una hermana de su esposa y su suegra estaría en el hospital con ella. Era el momento esperado para poner en práctica lo planeado. Linda esperó a que llegara el de su trabajo y llamó supuestamente para saber acerca de la situación, el dijo que todo estaba bien y que el estaría solo en casa, Linda lo invitó a quedarse con nosotros conforme al plan "A"pero no fue de su agrado, luego según el "B" le ofreció llevarle algo para cenar ya que contaba con mi consentimiento y el aceptó, puesto que no tenía nada preparado en su casa.

Nos preparamos, ella se le insinuaría pronto pues no había mucho tiempo, diciéndole que yo si sabía del asunto y que no habría problema pues lo habíamos planeado juntos, que lo habíamos pensado desde hace mucho tiempo porque sabíamos que a el le atraía Linda y a ella también, que eso nos había calentado enormidades y que el era el causante de numerosas sesiones sexuales fantásticas entre nosotros.

Linda se fue a la casa de Juan como a las siete treinta de la tarde, sin ropa interior según el plan, con muchas recomendaciones mías y con mucha exitación.

Yo me quedé en casa con mis niños, los acosté a dormir en su recámara y esperé. Por lo caliente que estaba yo me venía un temblor en las piernas, la verga se me paró y estaba a punto de masturbarme de tanta calentura. Decidí tomar un trago mientras esperaba y solo podía imaginar lo que estaría pasando entre ellos.

Después de dos horas aproximadamente, llamó Linda diciendo que en ese momento salía de regreso a casa. (Que esta como a tres o cuatro minutos caminando desde la casa de Juan) Salí al frente de mi casa para esperarla y noté una sonrisa radiante, picara y su cara estaba sonrojada, la recibí con un gran beso y muchas preguntas, ella me dijo que me tranquilizara, que pasáramos al interior de la casa para comentar.

Mi impaciencia era mucha pero Linda se dedicó a acariciar mi verga y me propinó una riquísima mamada y me extrajo toda la leche para dejarme muy tranquilo. Luego comenzó a platicarme lo que pasó, dijo que en un principio el no lo podía creer pero que ella le mostró que iba preparada para todo y sin ropa interior, el dijo que no lo creía pero ella le mostró sus pechos abriéndose un poco la blusa, el preguntó que si tampoco traía calzones y ella le dijo que metiera su mano entre sus piernas para serciorarse y así empezó a tocarla entre sus piernas y a acariciarle su panochita, Linda le buscó la verga entre sus pantalones y la sacó para mamársela por un rato.

Me dijo que su verga (yo tuve mucha curiosidad acerca de eso desde que lo pensamos la primera vez) era casi idéntica a la mía solo un poco mas gruesa y sin la pequeña curvatura hacia la izquierda que tengo yo, que le gustó y que la sintió muy rica entre sus labios y dentro de su panochita. La primera vez lo mamó hasta que lo hizo descargar todo su esperma dentro de su boca tragándoselo todo, después dice que se desnudaron totalmente y sin apagar las luces se acostaron en la cama y el la acarició toda y la besó por todas partes incluyendo su chochito que lo traía muy mojado de tan caliente que estaba. La segunda vez Linda subió sobre el se le clavó en la verga dándole una cabalgada que hasta entonces solo yo sabía.

Mi Linda, disfrutó tanto aquella cabalgata (su posición favorita, su especialidad. Mueve su trasero como ninguna) que tuvo dos orgasmos seguidos y luego aguantó allí clavada hasta recibir los chorros de semen de mi hermano, en lo mas profundo de sus entrañas.

Le dejó la cena que le había llevado y después de un rato de cachondeo como despedida, le encargó que me dijera que me agradecía a mí todo el placer que ella le había llevado. Luego mi esposa me llamó para avisarme que ya regresaría a casa.

Para entonces, yo estaba otra vez muy caliente con su relato y acariciando su panochito, noté que estaba muy mojado y pegajoso a lo que mi Linda dijo que no se había lavado después de la cogida y que me traía algo de lo que recibió de la verga de mi hermano, con las luces encendidas, me acerqué para observarle su peludito de cerca y al abrirle sus piernas y labios vaginales noté unos escurrimientos por su entrepierna y pude ver algo de la espesa leche de Juan saliendo de su vagina. Juro que se medio nubló mi vista, de la emoción no pude contenerme. Tomé con mis dedos de aquella leche y la palpé le di mis dedos a chupar a linda y ella me tomó de la nuca y me dirigió hacia su rajadita recién inundada de semen.

Con mucho ánimo y placer comencé a chuparle su panocha y a saborear la leche de mi hermano, todo lo que salía me lo tragué con muchas ganas, era algo totalmente nuevo y emocionante para los dos, luego la penetré y a ratos sacaba mi verga para observarla y tenía una capa de liquido blanco que me la cubría, se la mostré a Linda y ella decidió mamarla un poco, y varias veces en ese rato lo hicimos así. Hasta que por fin descargué todo mi esperma para que se revolviera con lo que quedaba de mi hermano.

El resto de la noche casi hasta el amanecer seguimos cogiendo y disfrutando de aquella fantasía convertida en una hermosa realidad.

Seguimos muy unidos mi hermano y yo pero no hemos comentado el asunto, solo nos echamos unas miradas y sonreímos los tres aunque sea en reuniones familiares. Hasta ahora lo hemos disfrutado enormemente mi Linda y yo y estamos esperando la siguiente ocasión a ver que más puede pasar entre ellos por lo pronto y luego veremos si planeamos un trío o algo por el estilo.

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