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Hicimos un trio casi sin darnos cuenta

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Mi nombre es Pedro, tengo 34 años y estoy casado desde hace varios con María, también de la misma edad. Comenzamos nuestras relaciones sexuales muy jóvenes por lo que no es extraño que, con la madurez, hayamos querido añadir algunas novedades a nuestro repertorio amatorio.

Siempre hacíamos lo mismo, sexo oral, masturbaciones y sexo anal, además de las típicas penetraciones vaginales. Hace unos meses compramos una cámara de fotos digital y descubrimos un nuevo placer, el de fotografiarnos desnudos mientras nos masturbábamos. Siempre he sido algo exhibicionista y me calentaba mucho imaginar que alguien ajeno a la pareja viese a mi mujer desnuda y masturbándose.

Así que, de vez en cuando, mostraba alguna foto a un viejo amigo de mi misma edad a quien le gustaba el tema liberal, él estaba deseando poder participar en algún intercambio con su esposa algo que yo ni me planteaba. Así nos mostrábamos uno al otro fotos de nuestras respectivas parejas y nos calentábamos un poco.

Una noche decidimos mi mujer y yo grabarnos en vídeo mientras follábamos, fue un desastre pues la película salió totalmente desenfocada y no se veía nada. Mientras la visualizábamos le comenté: "Necesitamos alguien que nos grabe mientras lo hacemos.", mi mujer me echó una mirada fulminante y solo llegó a decir: "Ni pensarlo."

En otra noche, mientras hacíamos el amor, empecé a decirle, empujado por la excitación, "me encantaría tener esto grabado en vídeo y hacer nuestra propia película X", ella que también estaba a punto de explotar decía "Sí, sí…llama a alguien y que nos grabe." Mientras se corría de forma expresiva, entre jadeos y suspiros. Al acabar, le pregunté ¿De verdad quieres que llame a alguien para grabarnos? Y ella rápidamente dijo que no, que eso lo decía porque se estaba corriendo y no era dueña de sí. Yo insistí un poco y le dije: "Mira sé de una persona que será discreta, no dirá nada a nadie." Ella seguía en sus trece diciendo que no y que no.

Al día siguiente le dije a mi amigo que me prestara un vídeo de él y su mujer que quería convencer a María de que él era de confianza. Así lo hizo y me prestó uno de calidad razonable en el que se veía a Rafa y su mujer follando. Por la noche, ya en mi casa le mostré el vídeo a mi mujer, ella lo estaba visionando con cara de desaprobación y negando con la cabeza. "Me parece una barbaridad." Decía. Aproveché para ir metiéndole mano y a ver si excitándola conseguía convencerla. En las imágenes se podía ver perfectamente la polla de Rafa, es gorda y no muy larga pero en la pantalla parecía un buen aparato. Observé que mi mujer la miraba con cara de exclamación y yo aproveché para decirle "Qué polla más gorda tiene Rafa ¿eh?" y ella asintió con cara de satisfacción.

Mientras follábamos con las imágenes del otro matrimonio en la pantalla comencé a insistir y entonces ella me dijo que ponía como condición que él estuviese vestido y que la cinta de vídeo la guardaríamos nosotros, además de que si llegado el momento no quería que lo dejaríamos estar. "Así será" le prometí.

Dicho y hecho, al día siguiente corrí a devolver el vídeo a mi amigo y comunicarle que estaríamos en mi casa por la tarde, que se preparase y que fuese de lo más cuidadoso.

Por la tarde, a eso de las 19 horas, mi mujer estaba un poco nerviosa, estaba un poco tensa y dudaba de si sería buena idea. Sonó el timbre y los nervios se le hicieron más ostensibles. Cuando Rafa entró en casa ella no sabía qué hacer, nos servimos unas copas para restar tensión y nos pusimos a charlar. Rafa traía consigo otra video-casete y dijo "Comprendo que estés nerviosa, he traído esto para que lo veas y estés más tranquila" La pusimos y vimos que era una película que él mismo había grabado a su mujer, se veía perfectamente su cuerpo desnudo, su cara excitada y cómo empezaba a masturbarse ante la cámara. Se acariciaba los pechos y besaba los pezones con auténtico lujo de detalles, Rafa era buen cámara, sin duda, la imagen bajaba lentamente hasta alcanzar el coño de su mujer que estaba siendo masajeado por su mano, lo abría dejando a la vista sus labios vaginales y el clítoris, se introducía un dedo en la vagina y otro en el ano…a mi me estaba poniendo a tope y creo que a María también. Se notó en la imagen que Rafa había dejado la cámara enfocada hacia el coño de su mujer porque dejó de moverse y apareció en la imagen la polla gorda de mi amigo y lentamente se fue perdiendo en el interior de la vagina de su mujer, podíamos oir los gemidos de ella y como la polla de Rafa salía lentamente y volvía a hundirse en aquel precioso coño que tenía su mujer.

Yo estaba con la polla dura y tiesa que se salía de mi pantalón, mi amigo, supongo, estaba igual y María, aparentemente, se estaba excitando. "Vamos a hacer una cosa" dijo de repente Maria, sacándonos de nuestro entusiasmo. "Tú te sales fuera del salón, preparas la cámara y Pedro y yo empezamos a acariciarnos, al cabo de 10 minutos entras, si yo estoy decidida, te quedas y sigues grabando, si no, lo dejamos." Tanto Rafa como yo dijimos que sí.

Rafa se salió, y mi mujer y yo comenzamos a meternos mano, se le notaba cortada y tensa, en la televisión las imágenes de la otra pareja seguían dando un toque morboso, pronto estuvimos desnudos y María muy excitada, yo no me atrevía a decierle nada por temor a que se echara todo a perder.

Estábamos sobre un sofá cama el cual habíamos abierto para poder estar cómodos, María estaba desnuda agachada frente a mi chupándome la polla con auténtica pasión, el culo subido en pompa por lo que imaginaba desde atrás se veía a la perfección su ano y su coño húmedo. En eso que entró Rafa, sin hacer ruido y se colocó justo detrás de mi mujer, solo de ver que mi mujer estaba mostrando sus encantos a Rafa me ponía muy cachondo. Podía intuir que Rafa estaba viendo el coño de María abierto y húmedo y que estaba a menos de un metro de él. La sensación era extraña, muy morbosa y excitante, miré a Rafa y pude observar que su cara expresaba excitación y no podía ocultar el bulto en su pantalón. Un hombre estaba viendo a mi mujer cómo me chupaba la polla desnuda y se estaba excitaba con ella. Podía ver su cara de deseo. Estaba fuera de mi.

Poco a poco se fue acercando por un lado para poder grabar la cara de mi mujer con mi polla en su boca. Cuando ella lo vio, dio un respingo y se levantó. Se quedó muy cortada. Dijo: "Qué susto me has dado." Haciendo intención de taparse vi que se perdería el momento. "María, lleva ya un rato grabándote, sigue, no te cortes."

Ella estaba arrodillada, totalmente desnuda y sus pechos a la vista. Rafa seguía grabando y a la vez, miraba las tetas de mi mujer con auténtico deseo. Ella dijo "Me da un poco de corte que me veas desnuda.", Rafa solo dijo: "Yo estoy grabando y te aseguro que no tienes que tener corte, estás haciéndolo muy bien." María echó una mirada directa al bulto que luchaba por salir del pantalón de Rafa y sonrió diciendo "Ya se nota, ya." La tomé de la cabeza y la empujé para que siguiese chupándome la polla, lentamente volvió a la tarea y con cada lametazo podía comprobar que estaba cada vez más excitada. Rafa ya no se preocupaba de no hacer ruido, se acercaba más y más para sacar primeros planos. Se volvió a poner tras mi esposa, la cual, al saber que le estaba tomando el plano en el que se vería su ano y su vagina, echó una mano atrás y comenzó a frotarse los labios vaginales. Los ojos de Rafa al ver esto brillaban sin poder contener su deseo. Al poco, mi mujer se acostó con los ojos cerrados y me dijo que la penetrase. Así lo hice y lentamente le metí la polla hasta el fondo. Rafa entonces rompió su silencio y dijo, "mejor que ella se ponga encima, así podré sacar mejores planos." Pensé que mi mujer se negaría pero ya estaba muy excitada. Sin pensárselo, me hizo acostar boca arriba a mi y se sentó sobre mi polla lentamente, estábamos frente a frente y Rafa por detrás grabando las entradas de mi polla en la vagina de mi mujer. "Estás disfrutando?" le pregunté a María, "Mucho…" dijo ella.

Rafa dijo "María, inclínate un poco más hacia delante para poder grabar mejor." Ella no entendía bien lo que le pedía Rafa, entonces noté que ella daba un respingo sobresaltada, y vi que Rafa estaba apoyando su mano sobre la espalda de ella, casi en las nalgas para indicarle la postura correcta. Yo pensé que no debía tocar, que sólo debía grabar y mirar, pero esto me excitó aun más y creo que a Maria también porque volvía a ponerse de forma que Rafa la volvía a tocar, aunque eso sí, con todo respeto. "Es que se me va el cuerpo hacia atrás" decía María disculpándose. "Pedro, sujétame tú." Me dijo. Yo tenía las manos en sus nalgas y a veces chocaba con las de Rafa que estaban muy cerca del culo de María. Notaba que Rafa estaba fuera de sí, la excitación de lo que veía se multiplicaba por los toques tímidos del culo de mi mujer. No sé como fue, el caso es que una vez que choqué con la mano de Rafa, en lugar de dejar que la apartase, la sujeté yo mismo de forma que tenía su mano en el culo de María y rozando los pelos del coño de mi mujer, presioné con más fuerza hasta que noté que parte de la mano de Rafa tocaba mi polla mientras entraba y salía del coño de mi mujer, así que parte de su mano tocaba los labios vaginales de mi esposa. Esto me transportó a otra dimensión, pero corríamos el peligro de que mi mujer se enfadase. "Te gusta? " le pregunté a María, "Sí, síiii.", me dijo ella, y al oído me dijo "rafa me ha tocado parte del coño.", "ha sido sin querer, yo le he apretado la mano si querer. ¿Te ha gustado?", ella no contestó, solo cerró los ojos.

Entonces, por sorpresa, mi mujer se paró y se dio la vuelta quedando de espaldas a mi y de frente a Rafa que estaba que explotaba. María ya había perdido su inhibición y disfrutaba como una putita la sensación de estar follando mientras mi amigo la grababa, sin duda, ella era consciente de que estaba poniendo cachondos a los dos hombres que estaban delante de ella. Sacó sus instintos de hembra caliente y empezó a deleitarnos con unos movimientos bestiales. Sentada frente de espaldas a mi con mi polla entrando lentamente por su vagina y los brazos apoyados en el colchó detrás de su espalda, las piernas bien abiertas y la cámara frente a ella, no había rincón de su cuerpo que Rafa no estuviese disfrutando. "Genial, - dijo Rafa – Genial…" entonces María, ya fuera de control se sacó mi polla de la vagina y le dijo a Rafa "Graba esto con detalle…", no sabíamos que iba a hacer. De pronto noté cómo tomaba mi polla con su mano y la sujetaba firmemente, lentamente se fue sentando sobre ella apuntando el glande hacia su ano, con habilidad logró que la polla entrase lentamente, centímetro a centímetro por lo que suponía que el coño se vería perfecto, abierto y chorreante de sus jugos. En uno de sus vaivenes, la polla se salió de su ano y con dificultad se la iba colocando pero esta se salía una y otra vez. María nos sorprendió pues dijo "Rafa, sujétala por favor." Rafa me miró en busca de mi aprobación y sujetó mi polla con la mano. María dijo "Pónmela en la entrada del ano, yo me sentaré encima de ella." Así lo intentó hacer pero María le decía "No, ahí no está, arriba, no tanto… Así no puede ser, ¿No ves el ano?" Le preguntaba a Rafa – "búscalo", le cogió un dedo y se lo llevó directo a su ano y le dijo "Apunta hacia ahí." Descaradamente María había hecho que Rafa le tocara el ano, sin cortarse. Rafa me miró y yo le guiñé un ojo en señal de aprobación. En voz alta le pregunté a María si lo estaba pasando bien y dijo: "Estoy a tope, como vosotros ¿Creeis que no se nota?".

María se había metido mi polla entera en su ano, y Rafa se había vuelto a poner frente a ella con la cámara, "ábrele el coño con las manos Pedro." Dijo Rafa, pero yo estaba masajeando las tetas y le dije que no alcanzaba, "ábrelo tú Rafa. " dije, en un arrojo de atrevimiento. Entonces Rafa se aproximó y vi claramente como empezó a abrirle el coño a María, ya no disimulaba y lentamente comenzó a masturbarla sin recato, yo lo miraba excitadísimo, entre celoso y excitado, era una situación morbosa sin precedentes para mi. Le guiñé un ojo en señal de aprobación, ninguno de los tres decíamos nada. Y ver como acariciaban el coño de mi mujer delante de mi me estaba llevando al límite.

"¿Cómo estás Maria?" le pregunté, y ella solo decía "sigue, sigue…". Yo no podía aguantar más y sin poder resistir le dije "María, córrete que yo me voy a correr…ahhhh!!" sin esperar nada escupí un chorro de leche en el ano de mi mujer que se restregaba posesa la mano de Rafa por todo su coño, Rafa tenía un dedo metido en el coño de ella que yo notaba rozando en mi polla dentro del ano de mi mujer.

"No, espera, no…" dijo ella, pero ya era tarde, ella seguía su masturbación con la mano de Rafa y se le veía fuera de si, mi polla se salió de su ano y ella necesitaba más para llegar a su orgasmo, mientras se masturbaba con la mano de Rafa, pensé rápidamente una solución. "Rafa, mastúrbate tú también. No te cortes." Sin sacar la mano del coño de mi mujer, Rafa dejó al aire su polla gorda como ya habíamos visto en las imágenes, lentamente con una mano comenzó a masturbarse, estaba que estallaba, la polla era preciosa, con un glande rojo brillante y grande. Mi mujer abrió los ojos y con una mano le tomó el pedazo de carne a mi amigo "¿No te importa ¿verdad?" me preguntó, yo me había retirado un poco y me estaba masturbando también. De nuevo le guiñé en señal de aprobación y ella comenzó a moverse sin pausa, indicando que su orgasmo no se haría esperar. Entonces dije "Cierra los ojos María." Ella soltó la polla de Rafa y cerró los ojos. Tomé la polla de Rafa con mi mano y se la puse a mi mujer en la entrada de su vagina, y empujé a mi amigo para que se la metiera. De un solo golpe, antes de que ella reaccionase, tenía aquella polla dentro de su vagina, exhaló un grito de placer enorme, me miró y tomo mi polla con su mano, comenzando a masturbarme como una posesa al tiempo que explotaba en un orgasmo bestial entre gritos y gemidos de placer. Yo veía la polla de Rafa entrando en el coño de mi mujer y como ella se retorcía de gusto, Rafa no aguantó más y se corrió en el coño de mi mujer, podía ver la espesa leche de Rafa saliendo de la vagina de Maria quien, todavía con el ritmo acelerado, se había metido mi polla en su boca lo que consiguió que me corriera de nuevo en su cara.

Rafa se vistió y se marchó. María y yo nos duchamos y nos quedamos leyendo un libro antes de irnos a dormir. No hemos vuelto a hablar del tema ni hemos visto la video-casete de aquella noche memorable. Tal vez no queramos grabar más películas sino vivirlas como la de aquella noche.

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