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Para su cumpleaños

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Mi nombre es José María, tengo 28 años, de contextura mediana al igual que mi mujer y por extraña coincidencia de la vida su nombre es María José y tiene mi misma edad, nos casamos muy jovenes, a los 20 años, no tuvimos hijos y luego de 4 años de matrimonio decidimos separarnos, no congeniabamos en muchas cosas, nuestro matrimonio se fue desgastando paulatinamente, la separación ocurrió cuando ambos descubrimos que el otro tenía un amante, yo descubri a su amante y ella al mio, esto llevó a poner fin a nuestro matrimonio, aún así nos separamos en buenos términos, cada tanto nos hablamos por TE, nos saludamos para las fiestas navideñas, nuestros cumpleaños o para alguna ocasión en especial.

Lo que nos ocurrió fue cuando la llamé para saludarla para su cumpleaños, después de las preguntas y respuestas de rigor: como estás…..? Como andas con tu trabajo….?, estás mas delgada…? Estás mas gordo…..? tiré una pregunta que al instante de hacerla me pareció inapropiada: "me gustaría verte… tomar un café contigo..".

Ella pareció dudar unos instantes en su contestación pero luego me dijo: "Bueno pero deberá se en un lugar neutral… no puedo invitarte a mi casa y tu tampoco lo puedes hacer en la tuya". al final acordamos en encontrarnos esa tarde al salir del trabajo en un café que conociamos desde que eramos novios, luego de esto llamé a casa y le dije a mi pareja que me iba a demorar un poco mas que de costurmbre en la oficina, luego me enteré que Maria Jose había echo lo mismo con la suya.

Salí mas temprano de la oficina y pasé por una casa de lencería para comprarle un regalo, la vendedora me asesoró que podia regalar y al final llevé un conjunto de ropa interior, un corpiño color rosa viejo muy pálido y una pequeñisima tanga haciendo juego, recordando el talle y el cuerpo de mi ex esposa sabía que le iba a quedar hermosísimo, en ese instante comenzé a sentir un hormigueo entre las piernas, mi verga comenzó a tener una erección al recordar el cuerpo de mi ex mujer y los momentos vividos, al instante comprendí que era inutil que todo era algo que había quedado en el pasado, aún asi mi verga insistió en quedarse muy parada por un buen rato.

Al entrar en el café ví a Maria José en la misma mesa en la que nos sentabamos habitualmente, a la izquierda, junto a la ventana, ella de espaldas a la entrada, me quedé unos instantes contemplándola desde atrás, su pelo lucía igual que siempre, lacio, largo hasta la cintura, de un color castaño muy claro, casi rubio. El contorno de su cuerpo era el mismo que siempre, delgado pero con muy buenas formas, las cuales no habian cambiado desde que nos vimos por última vez, mas o menos 3 años atrás.

Me acerqué a ella y poniéndole una mano sobre su hombro la saludé muy tiernamente: Feliz cumpleaños mi amor…. ella se sobresaltó al sentir el contacto de mi mano sobre su hombro, se dio vuelta y al ver que era yo me sonrió como solo ella sabe hacerlo conmigo, gracias… me repondió y deposito un dulce beso, muy suave sobre mis labios.

Me senté frente a ella, pedimos ambos un café cortado y cuando el mozo se retiraba María Jose le dijo: puede traernos también Amaretis….?, ambos comenzamos a reirnos, el mozo no entendía nada, pero nostros si, era una costumbre que ella tenía desde siempre, pedirle amaretis para el café cuando el mozo se estaba yendo para traer el pedido.

Esto suavizó el encuentro, con ello comenzamos a reirnos y recordar algunas cosas del pasado, en especial cosas agradables, situaciones risueñas como la de los Amaretis, estuvimos charlando un rato cuando de pronto recordé que me había olvidado por completo del regalo, tomé el attaché y saque el regalo que le había comprado, nuevamente repetí "feliz cumpleaños mi amor…"., entregándole el regalo.

Delicada y pausadamente ella lo abrió, su sopresa fue muy grande cuando lo vió, al principio no sabía que decir, luego al cabo de unos instantes se incorporó por sobre la mesa y depositó sobre mis labios un beso muy hermoso, su lengua, muy delgada entró toda dentro de mi boca, recorrió toda ella y se entrelazó con la mia que tambien pugnaba por entrar dentro de su boca, ese beso continuó unos segundos al cabo de los cuales nos separamos, entonces ella me dijo muy calidamente: "gracias.. es hermoso y me tiene que quedar bien por que es mi talle y por lo que veo lo recuerdas muy bien, gracias, como siempre tienes muy buen gusto…".

A partir de ese momento la conversación se hizo mas agradable, seguimos conversando cuando en un determinado momento le dije sencillamente:

 

"me gustaría verte con con el conjunto que te regalé… te debe quedar muy hermoso…".

Al parecer ella tambíen deseaba ponérselo para mí ya que la respuesta no se hizo

Esperar: "yo también deseo ponérmelo para vos".

Con esta repuesta la conversación cambio de tono, se hizo mas intima, comenzamos a recordar momentos pasados, momentos muy intimos y muy nuestros, mientras seguiamos charlando nos tomamos de las manos, le besaba las suyas y ella hacía lo mismo con las mias, nos dabamos pequeños y delicados besos en la boca, mi pinga comenzó a reaccionar, ella al igual que yo suponía que algo bueno se avecinaba, a Maria Jose la comenzé a notar excitada al igual que yo, la conocía muy bien para saber su estado de ánimo, en un momento determinado sentí que sus piernas apretaban mi pierna derecha, y con su pié sin zapatos comenzó a jugar con mi entrepierna apoyándolo sobre mi verga, la cual ya se hallaba re dura, queriéndose salir del pantalón, al mirarla a los ojo vi en ellos esa sonrisa de picardía y complicidad.

Asi fue como acordamos en irnos a un hotel y darnos una encamada como en nuestros mejores tiempos, pagué la consumisión y salimos del café abrazados como dos amantes, deseosos de darnos el mejor placer que una pareja puede brindarse, hacer el amor con toda pasión, nos fuimos a un hotel alojamiento al cual íbamos cuando eramos novios, conseguí la mejor habitación y por supuesto la mas cara.

Cuando llegamos a la habitación comenzamos a besarnos de manera descontrolada, parecía que necesitábamos recuperar todo el tiempo perdido, recuperar todos los placers perdidos durante 4 años de separación, ella comenzó a quitarme lentamente la ropa: el saco, la corbata, la camisa, deshabrochó el cinturón de mi pantalón, me lo fue bajando lentamente mientras seguía besando mi pecho, luego se agachó para sacame los zapatos y las medias, mientras iba haciendo esto su boca mordía muy suavemente mi pija por sobre el slip, luego cuando se incorporó y seguimos besándonos comenzé a quitarle su ropa, ella me interrumpió, se separó de mí, tomó mi regalo y se dirigió al baño, al cabo de unos minutos reapareció vestida solamente con la tanga y el corpiño que yo le había regalado, casi me da un infarto cuando la ví, estaba estupenda, se la veía maravillosa, la pequeña bikini apenas le cubría sus labios vaginales, el corpiño dejaba traslucir sus pechos, que a mi parecer eran mas grandes que los que había visto tantas veces, se querían salir del envase que los contenía y los pezones estaban super hinchados, parecía que querían perforar la tela transparente del corpiño, así parada delante mio me dijo de una manera muy sugestiva: "te gusta como me queda tu regalo…?" .

Me abalanzé sobre ella, comenzé a besarla en forma desesperada, mis manos no sabian que acariciar primero, si sus pechos, su vulva, la abrazaba y le apretaba sus nalgas, metía las manos por debajo de la tanga, la besaba en la boca en forma desesperada, al instante mordía sus pezones, ella a su vez se dejaba hacer pero metía las manos por debajo del slip y acariciaba mi verga de una manera excepcional, así fue me fue bajando el slip, se arrodilló en el puso y comenzó a darme una mamada de película, se la metía toda dentro de su boca, la apretaba con sus labios y lentamente la iba sacando, mientras le daba pequeños mordiscos con sus dientes, no había perdido la costumbre de hacerlo, siempre lo había hecho así, eso me eloquecía, me elevaba por los cielos.

Le quité el corpiño, es mas se puede decir que se lo arranqué, comenzé a besar sus tetas como nunca antes lo había hecho, mordía sus pezones que estaban muy hichados, super erectos mientras tanto delizaba mis manos por dentro de su tanga, por detrás le apretaba las nalga, por delante mis dedos jugaban con su vulva, mi dedo medio se introducía en ella, luego jugaba con su clitoris que estaba super erecto, sus jugos vaginales fluían como nunca antes lo habían hecho, estaba super mojada.

Cuando conseguí sacarle la tanga y ambos quedamos frente a frente, desnudos como cuando vinimos al mundo, ella me hizo girar y me obligó a acostarme de espadas, se subió sobre mi y con la ayuda de sus manos comenzó a introducir mi verga en su vagina, se dejó caer sobre ella, como sus flujos vaginales lubricaban toda su vulva, entró toda de un solo empujón, se quedó muy quieta, apoyó sus manos sobre mi pecho y me dijo: "no te muevas déjame sentirla así, toda dentro mio", hice lo que me pedía mientra mis manos apretaban sus pechos, se los sentía duros, ardientes, mis dedos jugaban con sus pezones los cuales nunca había sentido de esa manera, tan duros, tan sedientos de caricias.

Nos quedamos así un tiempo, luego ella comenzó a moverse lentamente, de una manera casi imperceptible comenzó a subir y bajar, subía hasta que mi verga se salía casi completamente de su argolla y luego comenzaba a bajar de igual forma, mi verga iba entrando lentamente hasta que mis huevos chocaban con sus piernas, esto se repitió varias veces, pero cada vez que hacía esto el mete y saca iba aumentando en velocidad, esto fue correspondido por mi que comenzé a subir y bajar mis caderas, cada vez entraba más, cada vez salía mas, la velocidad en que lo hacíamos era infernal hasta que ambos no pudimos mas, y como siempre nos había pasado, ambos llegamos al orgasmo casi al mismo tiempo, ella primero, luego yo, mi semen inundó su vagina, se mezcló con sus jugos vaginales, se derramó por sobre mis piernas, ella gemía como nunca antes lo había hecho, o al menos así lo recordaba, se dejó caer y se tumbó sobre mi pecho, comezó a besarme de una forma enloquecedora, mordía mis labios desesperadamente, me susurraba palabras que no llegaba a entender, fue bajando por mi cuello, mordiéndome y besándome, llegó a mi vientre y suguió bajando, tomó mi verga con sus manos y comenzó nuevamente a mamármela, mi pobre pija se había ido bajando después de la extraordinaria acabada que había tenido, pero lentamente fue recuperando su potencia, siguío chupándola hasta que no pude aguantar mas y acabé nuevamente, mi semen se le escapaba por sus labios, con su lengua como podía lo recogía y se lo tragaba, me dejó agotado, caí en un extasis del cual no quería salir, nunca había hecho el amor así, nunca me había hecho acabar de esa forma, dos veces seguidas y en un lapso tan corto de tiempo.

Ella se quedó recostada sobre mis piernas, con mi pija ya desinflada sobre sus labios, de vez en cuando sacaba su lengua y la pasaba muy lentamente sobre ella, así en esta posición comenzé a acariciar sus cabellos, a jugar con ellos, lentamente ella fue subiendo por mi pecho y empezamos a besarnos muy suavemente, diciendonos cosas maravillosas, así estuvimos un buen rato, al final acordamos de muy mala gana darnos un baño y luego irnos del hotel, desde ya que el baño fue algo inigualable, jugamos lo que mas pudimos, volvimos hacer el amor bajo la ducha hasta quedar totalmente rendidos, nos secamos, vestimos y entre abrazos, besos, caricias y palabras dichas al oído nos fuimos del hotel.

Lo que nos ocurrió al regresar cada uno a nuestros departamentos, por extraña coincidencia fue similar para ambos, les contaré lo que me ocurrió a mi y lo que le pasó a María José según ella me contó alotro día, cuando llegué a mi departamento mi pareja me estaba esperando, al instante comprendí que estaba de muy mal humor, cuando me hacerqué a ella y darle un beso me habló como si me ladrara: "Sos un hijo de puta, estuvieste con tu ex mujer, te siento el olor al perfume que ella siempre usó, llamé a tu trabajo y me dijieron que ya te habías ido, pensé que volverías a cenar mas temprano, te preparé la cena que a vos te gusta y volvés a casa a esta hora y con el olor a perfume que usa esa puta de mierda."

No sabía que contestar, me tomó desprevenido, solo atiné a decir...

 

"Ignacio, no te pongas así solo tomamos un café ya que es su cumpleaños"

Pero Ignacio siguió y siguió gritanándome y puteándome como nunca, todo lo que tuvo a su alcance pasaba por sobre mi cabeza, vasos, platos, un cenicero todo absolutamente todo terminaba, afortunadamente, sobre la pared.

Por lo que me contó después Maria José a ella le sucedió lo mismo, cuando entró en su casa su pareja la estaba esperando del mismo modo que a mí:

 

"Hija de puta... estuviste con tu ex marido.... se te nota en la cara, llamé a tu oficina y me comentaron que ya te habias ido, se te nota en la cara que te encamaste con ese puto de mierda..... no te basta con el amor que yo te doy?... evidentemente te gusta su pija.... no gozás conmigo cuando hacemos el amor?.... que mas te falta?.... si ya lo sé no digas nada... pija, pija y mas pija.... metros de pija dentro de tu argolla... te voy a comprar el consolador mas largo que encuentre... 40, 50, 60 centimentros para que te lo entirres todo dentro de esa puta argolla que tenés..".

Ella, al igual que yo, me contó que solo atinó a decir:

 

"Pero Mariel no es así.... solo tomé un café con José María.."

Pero ella le seguía gritando:

 

"Puta, puta,recontraputa, el corpiño que veo que tenés puesto te lo debe haber regalado él, no lo tenías esta mañana cuando te fuiste.... puta de mierda.... chupa pijas podridas... hasta por el culo te la habrá dado ese puto de mierda.... ojalá te lo halla roto en mil pedazos.... que por mil dias no te puedas sentar..."

Evidentemente las cosas no andaban como queríamos, al otro día nos hablamos por TE, nos contamos lo que nos pasó a ambos, al final decidimos que a pesar de todo debíamos recomponer nuestro matrimonio, cosa que estamos tratando de hacer.

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