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Para no perder la costumbre

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Esta historia es algo perturbadora para mí porque desde que ocurrió lo que les voy a relatar mi vida cambio por completo, yo siempre fui ese típico muchacho de clase media limeña, estudie en un colegio católico y luego la carrera de economía en la Universidad de Lima, 36 años, mas o menos buen físico, algo grueso digamos, 1.80 MT, pelo y ojos castaños, como de unos 84 kilos, mas o menos velludo, siempre bien afeitado, buenas piernas y brazos por ser aficionado a los deportes… Les doy esos datos para que tengan una idea de cómo soy físicamente pero en realidad es importante que sepan que soy del tipo de persona amable y alegre, me case a los 20 porque mi novia de la universidad quedo embarazada pero nos divorciamos a los pocos años, quedamos como amigos y aunque los dos nos encargamos de todo lo que tenga que ver con nuestro hijo el vive casi todo el año con ella y su actual esposo.

En realidad yo la engañe varias veces porque era un mujeriego y ella no quiso aguantar eso, yo me alucinaba un pendejo por tener una buena carrera y poder estar con las mujeres que quería y según yo, tenía una vida sexual muy activa y sin represiones.

Trabajo en una oficina de bolsa de valores y me va bastante bien económicamente, es justamente en este lugar donde empieza mi historia, en este tipo de trabajo hay mucho estrés y siempre hay competencia pero yo tenia la suerte de estar en un lugar con gran espíritu de equipo, mis colegas son lo máximo y siempre lográbamos las metas trazadas, por eso nos sorprendió mucho cuando la gerencia nos anuncio una reestructuración y la inclusión de un nuevo miembro en el equipo, según ellos para hacer mas dinámico el desarrollo de la empresa, como yo estaba a cargo me sentí un poco mal, el nuevo agente iba a trabajar conmigo directamente y la verdad tenia unos antecedente asombrosos, estudios de economía en el extranjero, maestrías y todo eso y venia de ser gerente de inversiones de riesgo en uno de los mas grandes bancos del país.

Su llegada causo mucha ansiedad en la oficina pero todos esperaban con buen animo al nuevo integrante del equipo, sin embargo fue amargo el encuentro con este personaje, nos dimos contra la pared porque Alejandro resulto ser uno de esos tipos pedantes al extremo de ser patán, era un tipo muy bien plantado que vestía impecable con sastrería italiana y fumaba cigarros cubanos, de unos 44 años, 1.90 MT, bastante atlético y con barbita de tres días perfectamente recortada, trato a todos con una actitud de mandamás y sabelotodo que nos amargo el día, sobretodo a mi porque sabiendo quien era yo, intento desde el comienzo menospreciar mi trabajo como jefe del equipo…

Realmente el clima de la oficina se volvió un infierno con este pendejo dando ordenes y tratando a todos como si fuesen sus subalternos, era un machista empedernido y trataba a las compañeras como sus mucamas, hacia comentarios explícitamente sexuales a sus espaldas y siempre se la daba del gran macho, se hizo antipático y luego de tres meses la tensión en la oficina era insoportable, no solo era arrogante si no que trataba a todos con desprecio y no perdía la oportunidad de señalar los errores de los demás.

Estábamos mediando importantes negocios en ese momento y teníamos mucho trabajo, la gente tenia que quedarse tarde y estando el lo hacían de mala gana, cada vez teníamos mas roces y la verdad yo que soy de carácter paciente ya me estaba colmando…

Una tarde tuvimos un fuerte intercambio de palabras por causa de de diferentes enfoques sobre unas transacciones y eso termino en un fuerte intercambio verbal y ahí se hizo evidente nuestra rivalidad, desde ese momento la situación se puso aun peor y debido a que la mayoría de los compañeros de la oficina estaban a mi favor, el se puso mas a la defensiva y descargo su mal humor sobre todos…

Era notorio que me tenia en la mira, luego de un par de semanas en día jueves, me quede tarde y me di cuenta que ya no estaba nadie más, salí de mi oficina y solo vi luz en la suya, no le tome importancia y me fui a preparar un café a la sala de reuniones, en esas estaba cuando entra Alejandro y me dice muy serio:

Hey… hace tiempo quería conversar contigo a solas pero no se había dado el la oportunidad!!!

Dime!! Le dije yo… Bastante serio..

Creo que tu no has entendido cual es tu función aquí…

No entiendo? Respondí…

Creo que debes saber que yo he llegado para dirigir esto y obviamente tu me estas obstaculizando el trabajo

No se a que te refieres…

Bueno, me dijo, ya estoy harto de que un hijo de puta como tu, se entrometa en mis asuntos y me joda todo el trabajo…

Yo me quede mudo ante esa tira de insultos y en realidad me intimide un poco, Alejandro era más alto que yo y ciertamente más fornido y parecía estar realmente furioso y pude sentir su aliento en mi cara mientras me decía estas cosas porque se había acercado mucho a mí…

Calma hombre!! Dije yo un poco desconcertado…

Nada de calma cabronazo pendejo, esto lo vamos a arreglar ahora y te voy a enseñar quien manda aquí, entendiste!!

Acto seguido me agarro del pecho apretando mi camisa y me dio un par de cachetadones, yo solté el café que tenia en la mano aun mas desconcertado, Alejandro me empujo levantándome en peso y me estrello contra la pared…

Calma te digo que tienes!! Dije un tratando de ser firme pero el tipo estaba fuera de si…

Yo sentía el dolor del apretón en el pecho porque me agarro con todo y pelos, el tirón me estaba provocando mucho dolor pero el sin soltarme me apretó los huevos muy fuerte con la otra mano… Yo grite de dolor y me lanzo al suelo, yo trate de levantarme pero el me puso un pie encima y mirándome con una sonrisa bien pendeja me levanto y me empujo sobre una mesa que ahí había, me tenía pegado a ella empujando mis hombros con las dos manos y me dijo:

Te voy a enseñar quien es el macho que manda en esta oficina…

Yo estaba realmente asustado y no podía zafarme y sentía sus manos tratando de quitarme los pantalones, mudo sin poder creer lo que estaba pasando, el ya tenia los suyos y los calzoncillos abajo, estaba encima mió insultándome y tratando de dominarme, pude sentir un bulto enorme pegado a mis nalgas y me desespere, me dio un par de golpes para que dejara de moverme pero yo logre poner mis manos sobre la mesa y pude incorporarme, lo hice con mucha fuerza y ambos nos fuimos hacia atrás, el que tenia los pantalones por los tobillos tropezó y yo caí de espaldas sobre el, gire y cuando quiso pararse lo volví a empujar y le aseste un puñetazo de lleno en las bolas…

Alejandro rodó por el suelo a mi costado encogido de dolor, me levanté decidido a irme, desconcertado y muy molesto, cuando voltee a verlo me entro la ira, le grite preguntándole que le pasaba y recibí por respuesta, con una voz algo gutural….

Calla puto, cabron de mierda!!

Puto, puto eres tu patán hijo de perra… Le respondí sorprendido de mi mismo…

Alejandro seguía en el piso y seguro no espero que yo hiciera nada pero algo me dijo que si me iba, esa situación se repetiría en cualquier otro momento y que debía arreglar eso y hacerlo de una vez…

El pendejo seguía en el piso maldiciendo y diciendo que al levantarse me iba a coger y me iba a demostrar quien era el hombre ahí, entonces en ves de alejarme como el esperaba, me acerque y le aseste un par de patadas que lo hicieron arquearse como un gusano, luego le puse una rodilla en la espalda y le hice un torniquete en el brazo sosteniéndolo fuerte y haciendo palanca, inmovilizado así me seguía insultando y yo le dije:

Yo te voy a enseñar quien es el hombre aquí mamonazo!!!

Boca abajo contra el piso, podía verle el culo, ahí recién me pude fijar con cuidado lo fuerte que era su espalda y su culo redondo y peludo, sus piernas eran musculosas y también llenas de pelos… el pendejo había perdido la erección que sentí antes debido al golpe en lo huevos pero igual note que tenia una tremenda tranca colgando, nunca había tenido sexo con un hombre pero creo que la adrenalina del momento y la sensación de poder, que nunca había experimentado a ese nivel, me excitaron de una forma que no conocía… Decidí llevarlo a mi oficina donde había un sofá y como no quería que se me soltara, ya que era mas fuerte que yo, lo levante y lo empuje de frente contra la pared todavía torciéndole el brazo sobre la espalda y en esa posición le incruste el dedo índice de la mano izquierda por el culo…

La repentina penetración le arrancó un alarido sordo…:

Auuuggg!!! Que haces maldito!!!... Noooo!!! Gritaba mientras yo hurgaba su recto y empujaba mi dedo con fuerza…

Quien es ahora el que manda pendejo?

Yo te voy a coger a ti y te voy a abrir el culo, te voy a romper el culo me entiendes?

Le dije mientras lo empujaba a mi oficina a tropezones porque el aun tenia los pantalones abajo y mi dedo clavado en el culo, casi levantándolo en el aire, lo arrime contra el sofá sin soltarlo ni sacarle el dedo, solo lo hacia un poco para hundírselo nuevamente mientras el intentaba cerrar el culo sin lograrlo…

Eso que estaba haciendo por primera vez en mi vida me resultaba absolutamente excitante, tenía a un macho debajo de mí, gimiendo, quejándose y los espasmos de su ano sobre mi dedo invasor me provocaron una erección incontenible…

Te gusta pendejo!!?? Le decía y entonces le metí dos dedos juntos, el gritaba y gemía, creo que en realidad lo hacia mas de dolor porque yo estaba siendo realmente brusco, su herramienta colgaba flácida junto a sus bolas que también eran bastante grandes y llenas de pelos…

UHmmmfff…. Uhhmmmmfffff... Auuufff!... Uhhhmmmmmmfffff!!!... Resoplaba…

Entonces sin mucha consciencia de lo que hacia me baje el cierre y usando como único lubricante el liquido que tenia en la punta del pincho, lo coloque en la entrada de su culo y se lo empuje de una sola vez, atravesándole el ano y ocupando todo su recto.

Ahhhhhhhhh!!! …Nooooooooo!!!....NOOOOOO!!!

Grito cuando sintió grueso mi grueso trozo de carne, quitándole la virginidad que hasta esa edad había conservado y que ahora perdía sin previo aviso. Alejandro se quedo inmóvil por el dolor, yo lo atrape por el cuello y arranque a empujar mi aparato dentro suyo…

UH… UH… UHHHHFFF!!!

Ahhhh… Uhmmmmffff… Uhmmmffff!!!

No se si el lo estaba disfrutando pero ya no trataba de soltarse…

Ahora quiero que me digas quien es que manda aquí!!??… Dímelo!!

NOOOOO!!

Dilo pendejo de mierda o te rompo el culo!!

Tu…Tu mandaas!!!... Sácamela!! Sácamela por favor!!! Rogaba…

Estuvimos así unos minutos mas y yo sentí que me venia, tenia la ropa puesta y estaba empapado de sudor, el solo tenia encima la camisa y la corbata y ninguno de los dos decía nada, solo sonidos que se confundían entre jadeos, gruñidos y gemidos que iban acompañando las arremetidas de mis caderas contra su trasero…

Auu!!...Ummmhggg!!... Ummmhggg!!... Ahhhh… Uhmmmmffff… Uhmmmffff!!

Repetíamos juntos hasta que, junto con violentas contracciones, mi pene disparo dentro de su culo gruesos chorros de semen, interminables y consecutivos para un orgasmo que fue quizás el más intenso que sentí en toda mi vida…

Caí un momento sobre su espalda y el se quedo inmóvil debajo de mi, pude sentir el sudor de su nuca en mi rostro y el olor penetrante a hombre que emanaba su cuerpo debido a este, el respiraba profundamente y yo me incorpore retirando mi miembro de su culo que quedo abierto y húmedo.

Trate de componerme un poco, metí mi pene semierecto aun en la bragueta, me subí el cierre, acomode mi camisa y salí de la oficina directo hasta mi auto, al hacerlo vi que el estaba recostado en un sillón de la oficina, agotado y me imagino que adolorido, mirándome como desconcertado y dudando que hacer…

Mientras manejaba a casa mi cabeza daba mil vueltas y mis emociones volaban, no entendía lo había hecho y porque Alejandro no hizo nada después de ser penetrado, no pareció disfrutarlo y ni siquiera eyaculo ni tuvo un orgasmo pero después de la resistencia inicial se sometió casi totalmente al maltrato… Pensé que esa sensación sometimiento era lo que lo había inducido a dejarse violar sin casi poner resistencia…

En eso pensaba y la adrenalina que corría por mis venas me hacía sudar como un cerdo, me di cuenta que su olor se había quedado pegado en mis manos y mi ropa y eso me produjo una erección instantánea, al llegar a mi casa me tuve que masturbar un par de veces mas para calmar la intensa arrechura provocada por ese olor increíble y poder dormir un poco…

A la mañana siguiente me levante y fui a la oficina como siempre pero algo nervioso, todo estaba tranquilo y evidentemente Alejandro se había ocupado de dejar las cosas como estaban antes de irse el también, porque todo parecía estar normal y nadie noto lo que había pasado la noche anterior.

No me lo cruce hasta el medio día, no sabia que hacer pero no podía dejar de pensar ni de excitarme con lo ocurrido, nos encontramos cuando yo salía y el entraba al ascensor y al verme solo bajo la mirada y como estábamos en medio de mucha gente de la oficina solo mascullo un saludo y siguió de largo, eso me dejo aun peor, no podía sacármelo de la cabeza y al regresar cuando lo vi ir al baño lo seguí, no había nadie mas que el en los urinarios, me puse a su costado y le dije:

Te vienes conmigo a mi casa después del trabajo…

No, ni lo pienses!! Me dijo muy serio…

No te estoy preguntando pendejo, te vienes conmigo y punto!!??

Le dije y acto seguido le di un fuerte cahetadon que lo hizo trastabillar y mojarse un poco porque aun estaba meando, eso lo dejo perplejo pero asintió con la cabeza y me dijo: Ok, ok!!... Y fue al lavatorio a limpiarse y salio rápido del baño. Lo que paso fue bastante espontáneo y me hizo dar cuenta que podía tener razón, Alejandro siempre había sido un tipo déspota, patán y se notaba que le gustaba sentirse dueño y señor de los demás, sus intenciones conmigo demostraban que le gustaba dominar y encontrarse con la horma de su zapato y sentir la sensación de que otro macho lo haya dominado de la forma mas primitiva creo que fue lo que le impidió reaccionar.

Desde ese momento mantuve una erección constante, tenia la sensación de no poder aguantar hasta la hora de salida y la tarde se me hizo interminable, trate de concentrarme en mis cosas pero no podía dejar de ver el reloj, se presento algo de ultima hora y tuve que quedarme un poco mas pero lo llame a su anexo y cuando vio que salía, salio el también de su oficina, nos fuimos cada uno en su auto y me siguió…

Cuando entramos a mi departamento Alejandro estaba callado, al cruzar la puerta yo lo tome por el cuello y lo conduje a la sala y sin decir nada empecé a desnudarlo, le quite la chaqueta, la corbata, la camisa y el se dejaba como si fuera una marioneta… Lo deje completamente desnudo y revise su cuerpo con mis manos, que increíble cosa fue eso, Alejandro es mas alto que yo y tiene un cuerpo atlético y bien formado, moreno y peludo pero no en exceso, su respiración se agitaba cuando tocaba alguna parte que lo excitaba y ese juego que estaba descubriendo me volvió loco, introduje mis dedos entre sus nalgas y acaricie su ano tibio y adolorido por la penetración de la noche anterior, esta vez su pene respondió a las caricias y se erecto igual que el mío que estaba atrapado aun dentro de mis pantalones, su verga palpitaba cuando mis manos recorrían sus músculos, se le escaparon algunos gemidos y un tremendo suspiro de placer cuando tome su aparato en mis manos, era realmente enorme, largo, venudo y circuncidado, apuntaba hacia arriba y hervía de deseo…

Nunca había estado tan cerca de otro hombre desnudo y menos lo había tocado, la sensación fue extrema y despertaron en mi cosas que no imaginé jamás, me baje los pantalones y me acerque mas a el, nuestras vergas se tocaron produciendo una especie de corto circuito entre los dos, yo lo jale hasta un sillón y lo obligué a arrodillarse para que me la mamara, el dudo pero finalmente lo hizo mientras yo empujaba su cabeza con mi mano…

Se notaba que este hombre jamás había tenido una pinga en la boca pero su poca habilidad se compensaba con el deseo de tragarlo todo, su lengua me mojo hasta los huevos y reviso cada parte de mi verga que ahora buscaba mas de el, me despoje de lo que me quedaba de ropa, me pare y le seguí dando de mamar, penetrando hasta su garganta… Casi ahogándolo…

Me sentí sobrecogido por el calor de su cuerpo y como temblaba con mis caricias, lo hice poner de pie y lo puse en pose como para volver a darle por atrás pero esta vez le metí la lengua, cuando acerque mi la boca a su culo sentí otra vez el olor que se me había pegado la noche anterior y eso me empujo a engullir su agujero húmedo, le salieron sordos gemidos cuando sintió ese jugueteo en el ano y de su pinga, erecta y dura como una roca, fluyeron grandes gotas de liquido transparente.

Yo sentí que no podría aguantar mas y me coloque detrás de el, en posición para perforarlo, esta vez el solo se apoyo en uno de los muebles para poder aguantar mejor la penetración, ya se había dilatado algo con los lenguazos que le había dado antes pero igual sufrió cuando le clave la verga, resoplo como un toro pero ahora su pinga se mantuvo erecta y firme, podía sentir como su ano trataba de amoldarse a mi aparato y como lo presionaba con fuertes contracciones que lo hacían temblar de pies a cabeza….

Augfffff!!!...Ummmmhff!!

Gimió con cierto alivio cuando se lo enterré por completo… Desde ahí los dos, poseídos por la excitación, nos dejamos llevar por el deseo, lo cabalgue violentamente ayudado por sus propios movimientos, fascinado viendo como mi falo entraba y salía de su culo, cada arremetida lo levantaba del suelo obligándolo a sostenerse en la punta de los pies… Sudábamos tanto que nuestros cuerpos estaban empapados y eso me hacia ver el esfuerzo que hacia cada uno de sus músculos para poder recibir la invasión de la que era objeto, su propio pene, rígido y enorme, se zarandeaba fuera de control junto con sus bolas, que con cada empujón golpeaban las mías provocando una especie de escalofrió que me obligaba a impulsarme con mas fuerza.

El cuerpo de Alejandro entro como en corto circuito, intensos escalofríos comenzaron a recorrer su cuerpo, violentas e intensas olas de placer que el no conocía, se iniciaban en el recto y sacudían todo su cuerpo de forma descontrolada hasta que chorros de lechada espesa y abundante salieron disparados de su verga erecta, en todas direcciones, impulsados además por los últimos enviones de mis caderas que se detuvieron solo cuando en un ultimo empujón, yo mismo volví a llenarle el culo de semen…

UHHH!!!... HUUUU!!!... AUHGGGG!!... AHHHHH!!!

YA, YA, YA, YAAAA!!!... AAAAAAHHHH!!!

Entre fuertes gemidos y jadeos acabamos este agotador transe, calmándonos lentamente recobramos el sentido de lo que pasaba a nuestro alrededor, yo me incorpore y lo traje hacia mi, mi miembro erecto seguía dentro suyo y yo se lo empujaba suavemente tratando de dejarle los últimos restos de leche que brotaban de el, lo abrace fuerte y podía sentir como nuestras respiraciones iban volviendo a la normalidad… A parte de los gemidos de placer y los jadeos el no pronuncio palabra y se esforzó por cumplir mis deseos.

Esa noche el culo de Alejandro recibió a mi verga otras dos veces, y me lo tire repetidas veces el fin de semana, desde entonces en la oficina seguimos teniendo la misma relación laboral de mierda aunque las cosas están mas tranquilas dentro de todo, pero fuera del trabajo me he encargado de tener su ano constantemente dilatado y el se ha sometido a mi completamente, por ordenes mías no ha vuelto a tener sexo con mujeres y menos con otro hombre… Yo que pensé que antes en mi vida de juergas y mujercitas fáciles de fin de semana había gozado de una sexualidad satisfactoria, me di cuenta que había sido un reprimido, ahora no tengo limites y con el pruebo todo lo que deseo o pueda imaginar, tengo sexo dos o tres veces por día y me he cogido a otros tres tíos y unas cuantas mujeres… Eso solamente para no perder la costumbre…

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