Nuevos relatos publicados: 9

La rubia que no quería conmigo

  • 11
  • 12.660
  • 8,57 (7 Val.)
  • 0

Una noche de verano de 1991, transcurría normal y aburrida hasta que sonó mi celular y era mi primo que me invitaba, o mejor dicho, me obligaba a acompañarlo, tenía cita con dos hermanitas y necesitaba un amigo que saliera con una de ellas. Obviamente gustoso acepté su oferta y me monté en mi coche y a la cita me dirigí.

Una de ellas era rubia, alta, medía como 1.70, tetona y de ricas nalgas, con una amplia falda blanca y una camisa con un escote que hacía lucir su hermosa delantera.

La otra, supuestamente hermana, era alta también, pero morena, con un look de puta fantástico, pantalones negros completamente transparentes, que dejaba traslucir su hermosa y minúscula tanga, un par de tetas inolvidables, pelo largo, ensortijado, negro obviamente.

Serían hermanas? Luego me enteré que eran medio hermanas, pero, tampoco me importó mucho.

Estábamos en una disco-bar, pero mi primo se sentía inhibido por lo puta que se veía su acompañante, y pidió salirnos del bar, y todos hicimos caso de su pedido, claro que el no dio ninguna explicación más que quería irse del sitio. Yo pensé que quería ir a coger, supongo que las mujeres también, no sabía que clase de conocimiento o de amistad tenía mi primo con las chicas, pero yo no había tenido ningún acercamiento con mi rubia.....entonces aceleré y una vez en el coche me arrimé sin preámbulos y dirigiendo mis manos a sus tetas acerqué también mi boca a la suya, y la besé y me besó, y aceptó mis toqueteos en sus tetas. Pero extrañamente mi primo dirigió el rumbo a la casa de las chicas, y ahí las dejó, sin más ni más, pero yo viendo eso, le pedí el teléfono a la rubia, y me lo dio.

Una vez solos mi primo me explicó que se sintió inhibido por lo puta que se veía la morena y prefirió salirse de la jugada, me pidió perdón por arruinar mi ligue, cosa que le dije que no importaba, que estaba todo bien.

Algún día después, llamé a la rubia por teléfono y la invité a salir, pero ella me contestó que no era yo quién le gustaba, que en realidad era mi primo el que le atraía. Yo me hice le ofendido, pero le reiteré mi invitación a salir, y ella aceptó con la condición de que yo no intentara nada con ella, porque ella prefería a mi primo......y yo acepté gustoso.

Fui hasta su casa, nos encontramos, y nos metimos en mi coche, ella preguntó adonde la llevaría, si a cenar o tal vez a algún bar, y yo le dije que para demostrarle mi madurez y que no era celoso y que tampoco estaba ofendido la llevaría a ver a mi primo, total, a ella le gustaba él.......y aceptó.

Yo no sabía que sucedería, ella tampoco según confesaría luego, y yo rogaba encontrar a mi primo en su casa........no podía confirmarlo porque su celular estaba apagado y no tenía teléfono fijo en su casa........

Llegamos y por suerte estaba él, no sabía como reaccionaría, a veces era mojigato, otras era un descontrol, o me echaba con todo y la rubia o nos recibía.....y nos recibió.

Nos sentamos en la sala, los tres juntitos, y ninguno de los tres sabía por donde empezar, que hacer, en fin, era nuestra primera oportunidad de hombre-mujer-hombre......muy inexpertos en el tema.

Charlamos durante un rato, tonterías, y ella dice que le dolía su cuello a lo que yo presto y decidido me ofrecí a hacerle masajes, aceptados por ella de inmediato.

Para ello, me senté sobre el respaldo, pisando con mis pies previamente descalzos las asentaderas del sillón, todo a espaldas de ella, que estaba apoyada en el sillón entre mis piernas, quedando mi verga a la altura de la parte posterior de su cuello.

Mi primo había ido al baño, y al regresar vio la imagen sorprendido, y le dije son señas faciales que le comiera su boca, que la besara mientras yo le masajeaba su cuello, a lo que él dijo "por fin una fiesta", y la besó inmediatamente, beso que fue correspondido por la rubia, cuyo nombre me cuidaré de no mencionar, y tampoco quiero cambiarlo por otro, ella es, simplemente, la rubia.

Cachondo se veía todo desde arriba del respaldo del sillón, yo le masajeaba su cuello y sus hombros y mi primo le comía la boca, arrodillado en el piso, entre las piernas de ella. Y yo decidí que los masajes cambiaran de lugar y se hicieran en sus enormes pechos, cosa que ella no rechazó, si no que aceptó gustosa.

Nos cambiamos de posición y nos pusimos uno a cada lado de la rubia, tocándole cada cual una teta y sólamente él comiéndole la boca, tuve que pedirle que me dejara actuar, que no se iba a acabar, que la compartiera, a lo que todos respondimos con risas espontáneas y pasamos a sentarnos en la alfombra para sacarle su camisa y jugar con sus tetas al aire libre, cada cual colgado de una teta, chupando y masajeandola, y mientras eso hacíamos yo pasé a la parte inferior de su vestimenta, para liberar sus piernas del pantalón que las apresaban, y quedando en calzones sólo por un momento, porque la desnudé completamente.

Ella desnuda por completo y nosotros vestidos como estábamos antes de empezar, por lo que ella se quejó, que quería ver, tocar y comparar tamaños y colores de verga, y saborear.

Le complacimos, le dimos el gusto, nos desvestimos de inmediato para seguir jugando.

Ella demostraba ser muy inexperta, según dijo era "casi virgen", que había tenido sólamente relaciones sexuales con un novio, y que eso había sucedido pocas veces y hacía muy poco tiempo, por lo que su experiencia era bastante poca.

Pero por ganas no paraba, es más, con sus ganas las que se paraban eran las vergas.......cuando mi primo se encargaba de una teta, yo le iba a la otra, y con una mano le tocaba el culo y él con su mano le tocaba la concha, rico, delicioso, su piel blanca y sus pelos largos rubios hacían verla angelicalmente diabólica, de cortos 18 años ella, de largos 29 yo, y en el medio de las edades mi primo, con 24 rubios años.

Jugueteamos, flirteamos, besamos, tocamos, pero parecía que si no iniciábamos el siguiente paso nosotros, ella se quedaba feliz tocando y besando nuestras bocas y recibiendo besos en sus tetas, inexperta y decidida a evitar ir más allá la rubia dirigía todo en un jugueteo muy rico, pero nada más.

Entonces yo me separo de su lado y me pongo de frente a ella, sobre la alfombra, y sigo con mis manos entre sus piernas, tocando su vulva, separando sus labios, y me agacho imprevistamente para comerle el coño, a lo que ella contestó con un ahogado gemido, ahogado porque tenía la boca tapada en un beso con mi primo.

Le comí la concha hasta que su humedad fuera testigo de la calentura que todos teníamos, mi primo seguía jugando con sus enormes pechos, yo jugaba con la humedad vaginal, le comía el clítoris, le besaba el hoyo, le pasaba la lengua por los labios, le metía uno y hasta dos dedos en su rica concha, la mujer estaba caliente y eso era indudable.

Y nosotros ni hablar, las vergas estaban para espadear, duras como el acero esperando por penetrar alguno de los hermosos agujeros de la rubia, que lamentablemente no tomaba todavía ninguna iniciativa por su inexperiencia.

Comiéndole las tetas estaba mi primo, comiéndole la concha estaba yo, no sabía si jugarle alguna broma a la rubia acerca de la buena idea que había tenido de traerla a casa de mi primo, cuando fue ella misma la que pronunció esa misma broma, me dijo que había sido muy buena ocurrencia la de traerla a ver al primo.........

En ese momento la tomo de sus manos y la pongo de rodillas en la alfombra, y me dirijo de pie a su encuentro, poniéndole la verga a la altura de su boca, para que comenzara a comerla, cosa que entendió e hizo de inmediato. Era hermoso ver entrar mi verga en esa delicada y amplia boca, y ver sus largos y revueltos pelos rubios caer sobre sus hombros, y su esbelta figura arrodillada a mis pies, ver sus tetas colgar de su pecho, y ver su culo rematar la parte posterior de su figura, estaba yo en la gloria. Mi primo no participaba, sólo miraba como la nena me comía la verga en su presencia, y en tanto mete y saca verga de la boca, y de tanto ver su cuerpo, yo de pie, ella arrodillada, le agarraba la cabeza, como para que no dejara de mamar, y con un gesto llamo a mi primo, para que se acerque a hacer algo, no sé, lo que quisiera, y él se decidió por jugar con sus tetas, tocarlas y besarlas, mientras yo seguía acumulando presión, y ella pasaba la lengua por mi glande, se la metía garganta profunda, besaba la cabeza, recorría toda mi longitud con su lengua, mientras recibía lengua de mi primo en sus tetas, hasta que no pude aguantar más y la explosión reventó en su boca, leche a borbotones brotaba de la punta de mi verga y le llenaba su garganta y desbordaba por sus labios, pero la muy guarra no quería desperdiciar nada y con su mano tomaba la leche que se escurría por sus comisuras y sus labios y se la llevaba de regreso a su boca, para tomarla todita.

Riéndose preguntó: "por ser mi primera vez en una mamada hasta el final, no estuvo mal, verdad?", todos reímos y nos separamos por un momento, a lo que mi primo remató: "sí, por ser la primera mamada que das hasta el final no está mal, pero la segunda tiene que ser mejor", mientras le ofrecía su verga dura como el acero que la rubia aceptó gustosa.

Mi primo acostado en la alfombra con un almohadón como respaldo esperaba una buena mamada, que la rubia de 18 añitos se disponía a darle, se puso en cuatro patitas, parando bien su culo, y de un bocado se engullió la polla de mi primo, y yo, que acababa de echarle tremendo polvo en su boca, al ver ese bonito espectáculo vuelvo a estar en forma, y mi verga vuelve a ponerse de pie, es decir, volvió a pararse, y viendo la humedad que existía en el ambiente dirigí mis dedos a la concha de la rubia, para hacerle una pajita mientras ella mamaba a mi primo, y mi verga quería batalla, por lo que la acerqué a la entrada de tan rica y rubia concha, a lo que ella dijo que no, que no sabía, que como que dos a la vez, que no podía.........le dijimos que no se preocupara, que no importaba si no sabía, que siguiera mamando verga mientras iba a ser penetrada, que todo iba a salir bien, pero ella prefirió ser penetrada, así, como estaba, en cuatro patas, y con mi verga una vez adentro, tan caliente que estaba, de un bocado se devoró la verga de mi primo, y sí pudo, claro que pudo gozar dos vegas a la vez, una en la concha y la otra en la boca............

De tanto mete y saca, obviamente le eché un buen segundo polvo en sus entrañas, mientras ella acababa de recibir una buena dotación de semen en su boca de parte de la verga de mi primo.

Ya más tranquilos y relajados, nos quedamos charlando, tomamos alguna copa y finalmente la rubia me pidió que la llevara de vuelta a su casa, que ya era tarde.

Nos despedimos de mi primo y la llevé a su casa, y en el camino, en el coche, le mostré la verga que minutos antes había tenido en su boca y en su coño, sonrió y la tomó con sus manos, la masturbó, y se la comió otra vez más, llegamos a la puerta del edificio donde vivía, y siguió masturbándola, hasta hacer brotar un tercer polvo, mismo que explotó en sus manos, y me dijo que no la mamó porque quería ver como salía la leche de la punta de la verga..........

Inesperadamente me pidió "¡perdón!" por su inexperiencia, que casi arruinó la fiesta........le dije que para nada, que todo había salido perfecto, y que si quería adquirir más experiencia sólamente teníamos que reunirnos más seguido, a lo que ella aceptó gustosa y formalmente.

Nos hemos reunido muchas veces más, en muchas combinaciones, 3 hombres y 2 mujeres, 2 y 2, ella y otra niña para mi, en fin, la rubia aprendió mucho.

Besos a todos

Historia Real 100 %

(8,57)