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Manolo, mi jefe

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Lo que les voy a contar no es algo reciente y ocurrió hace unos años, cuando yo tenía 21. En esa época yo llevaba una vida bastante tranquila y normal como cualquier muchacho de esa edad, estaba por terminar mi carrera de la universidad, tenía una novia y por supuesto ya había tenido mis primeras experiencias sexuales, con mujeres casi siempre y también con algunos hombres aunque esos habían sido más bien incidentes aislados y del tipo de exploración o curiosidad.

Durante ese año decidí buscar un trabajo para solventar mis estudios y como era bastante aplicado encontré uno como asistente del gerente y dueño de una empresa de exportaciones e importaciones, me convenía mucho porque el horario me permitía asistir a las clases que me faltaban y contaba como practica aunque estaba bien remunerado.

Desde el primer día de trabajo, se formo una muy buena química con mi jefe, el se dio cuenta de que yo era eficiente y siempre entendía todas sus indicaciones, por esta razón confiaba mucho en mi y me permitía tomar algunas decisiones o me consultaba sobre ciertos asuntos como tratando de enseñarme lo que sabia y le gustaba mucho verme llegar en la mañana temprano después de mi entrenamiento de natación pues decía que los hombres que se ejercitan rinden mejor en todo.

Durante las épocas en que se acumulaba trabajo el me pedía que fuera más horas a la oficina en la medida que lo permitieran mis estudios y yo lo hacia de buena gana, algunas veces nos quedábamos hasta muy tarde y siempre al terminar nos íbamos a tomar o comer algo a un bar cercano lo que nos hizo tomar mucha confianza, el me preguntaba por mis enamoradas y me contaba sus aventuras con algunas mujeres con las que salía.

Sin embargo una noche ocurrió algo que me perturbo mucho aunque pienso fui yo quien lo propicio, todo empezó cuando estábamos terminando de revisar unos balances yo note que Manolo, mi jefe, se agarraba continuamente el cuello y tiraba la cabeza hacia atrás, le pregunte acerca de eso y me dijo que estaba muy tenso y que cuando tuviera tiempo se iría a que le den un masaje, yo algunas veces le daba masajes a mi padre así que le dije que si quería podía darle uno por lo menos al cuello, el acepto de inmediato y yo me pare detrás de su silla y comencé a presionar los músculos de sus hombros, todo esto sin la menor malicia, fue en ese momento en el que tome en cuenta por primera vez algunas cosas sobre él, era un hombre bastante fuerte, enorme comparado conmigo, de 52 años, como de 1.80 mt, siempre estaba de traje y corbata, impecable, muy serio, cabello castaño entrecano y ojos claros, tenia una barba espesa pero bien cuidada y fumaba pipa, me di cuenta que tenia unas espaldas muy anchas y que además era bastante velludo, Yo soy mas alto de lo que era el, contrariamente esbelto y delgado pero con buen cuerpo por la natación y con muy poco vello…. Estos pensamientos me sorprendieron con una leve erección, verlo relajarse y sentir su olor mezcla de buena colonia y tabaco me excitaron y eso me confundió pues nunca lo había visto de esa forma.

Yo me tranquilice diciéndome que eso fue algo del momento pero todo había cambiado y no podía olvidar lo que paso, empecé a fijarme en detalles acerca de el como que tenia un culo bien colocado y un buen paquete por delante, en las tardes cuando estábamos solos, me sorprendí intentando espiar un poco cuando se daba una ducha en el baño de su oficina tratando de verlo desnudo, en realidad así descubrí que las piernas y el trasero que se dibujaban a través del pantalones eran tan poderosos como parecían, al igual que sus brazos y que tenia una panza redonda y dura, no muy grande, atravesada por una raya de pelos que subía desde el pubis hasta perderse en una mata algo gris y espesa sobre sus pectorales muy pronunciados y firmes.

Pase así algunas semanas esperando que el no se hubiese dado cuenta, entonces un día viernes me pidió por favor que fuera también el sábado para terminar unos asuntos urgentes, así lo hice, ese día al llegar a la oficina muy temprano me sorprendí al verlo totalmente informal con pantalones cortos de dril que le quedaban excelente y dejaban ver sus sólidas y velludas pantorrillas, camisa manga corta a cuadros abierta hasta la donde comienza el estomago y por supuesto su pipa, el asunto es que por el trabajo teníamos que hacer nos quedamos hasta muy tarde y además solos pues nadie mas iba por ahí los sábados, la verdad yo estuve toda la tarde un poco excitado porque ese día Manolo estuvo especialmente atento conmigo y muy risueño, haciendo mas bromas de lo normal, hacia calor y se quedo descalzo y me dijo que si quería yo me pusiera cómodo también, cuando terminamos ya estaba oscuro así que mientras yo archivaba los documentos el se fue a tomar una ducha y me quede inmóvil cuando vi que salía del baño solo con una toalla en la cintura mientras se secaba el cuerpo con otra, tuve una erección inmediata, el se acerco se sentó en borde del sofá y me pidió con la mayor naturalidad:

Te molestaría ayudarme, me harías un gran favor si me secas la espalda…

yo dude un poco pero finalmente me acerque por atrás e hice lo que me pidió, el olor a jabón de coco de su nuca húmeda me drogo, en ese momento mi pene completamente erecto había encontrado su posición extendiéndose duro hacia una de mis ingles y se hacia completamente notorio, sin pensarlo ni preguntar le di un masaje en los hombros y el cuello, solo bajó la cabeza aceptando con un ronroneo, pegue mi paquete a su espalda y mis masajes se convirtieron en caricias, lo bese en la nuca suavemente y lo abrace, deleitándome con la frescura de su cuerpo ligeramente húmedo, el no se movió pero respondió al abrazo tomando una de mis manos y entrelazando sus dedos enormes con los míos, solté el nudo de la toalla que él llevaba atada a la cintura y quedo completamente desnudo entre mis brazos, su pene gordo y de unos 17 cm ya apuntaba hacia arriba y asomaba su glande rojísimo y deseoso…

Mis manos pasaron a juguetear en su pecho, tiraba suavemente de sus vellos para luego acariciar sus tetillas muy suavemente, con las puntas de los dedos casi sin tocarlas, fue como si le hubieran aplicado corriente eléctrica, al fin subió la cara para verme, me ofreció una dulce sonrisa y con unos de sus brazos tomo mi cabeza para que la acercara a su boca, metió su lengua entre mis labios y caímos sobre el sofá, yo fui quitándome la ropa, nos estuvimos tocando mientras iba besando su cuello, su pecho, sus tetillas, su panza, para terminar, increíblemente para mi, engullendo su pene que ya estaba completamente tieso, parado como un cañón apuntando hacia arriba, corrí su prepucio con la boca del resto de su glande y lo acaricie moviendo la lengua sobre el, al tiempo que tocaba el interior de las piernas.

Estas caricias lo hacían sacudirse por la excitación y lo obligaban a elevar la pelvis, yo aprovechaba para acariciar sus nalgas y meter los dedos entre ellas para juguetear con su ano, esto le producía escalofríos por todo el cuerpo y se le escapaban gemidos sordos, el mismo se puso de pie y apoyo las manos en el sofá dejando su trasero a mi disposición para hacer lo que quisiera, mi lengua recorrió toda su raya y mis caricias hacían que su culo se contrajera violentamente, yo lo tenia cogido de los huevos con una mano y se los jalaba hacia atrás cuando el intentaba cerrar el culo, abandonó su usual compostura y me pedía más, luego decía que no, gemía, se retorcía y yo decidí que era el momento de meterle la pinga, coloque la cabeza de mi aparato en su ano y tomándolo por las caderas se lo enterré de una sola vez pero tratando de no hacerle daño, hasta el fondo…

Ahahhhh!!! Ahhhh!!... Auuu!!

Grito cuando mis bolas se pegaron a su culo, se la quise sacar y el me detuvo con una de sus manos, ya la tenía adentro y aunque le dolió, le encanto la sensación de plenitud que mi herramienta 18 cm le ocasionaba al llenar su recto, espere un momento para movérsela, primero muy despacio lo que igual le ocasiono dolor pero también mucho placer, mientras yo sacaba y metía mi miembro por su agujero el no dejaba de decir:

Asi! Así!!... Oh, oh, ooooh!!

Luego me apure mas y mas y repentinamente se quedo mudo, solo gemía, entendí que en cualquier momento iba a venirse y lo masturbe para ayudarlo, yo mismo estaba a punto cuando mi pene tomo el control de mi cuerpo comandando todos mis músculos, logrando un orgasmo que me estremeció de pies a cabeza, creo que sintió cuando mi semen salio disparado dentro de él porque al momento soltó un chorro que le impacto en la barba y otros tres descomunales cordones de su espeso semen barrieron el aire en diversas direcciones al tiempo que un grito sordo le salía desde las entrañas, nos quedamos ahí, estaba detrás de el, solo lo abrazaba, lo besaba en el cuello, acariciaba su pecho y su estomago… Nos fuimos al baño a ducharnos y me dijo que estaba un poco avergonzado porque cuando me lo había cogido no se pudo controlar y en realidad a el nunca le habían hecho algo así y que le había gustado mucho, yo lo volví a abrazar y lo tranquilice diciéndole que a mi me había encantado hacérselo y sobre todo me gusto saber que lo había disfrutado…

Como era sábado en la noche, nos fuimos a comer algo y de ahí a un departamento que el tenia, durante la comida y en el camino los dos estábamos mudos contrariamente a lo que normalmente ocurría pero en el auto mientras conducía me miraba por encima de sus lentes, creo que pensando que esto era una locura.

Al llegar al departamento nos embestimos como un par de automóviles, el metía su lengua en mi boca y yo tocaba su trasero sobre los pantalones he intentaba buscar su ano empujando mis dedos sobre la tela, Manolo quería ir a la habitación pero no pudo llegar mas que al corredor, en el camino yo le había sacado toda la ropa y le estaba dando una mamada ahí sobre la alfombra, me metía uno de sus huevos a la boca y lo movía como si fuera un caramelo, el me agarraba la cabeza tratando de evitar que dejara de hacerlo pero me fui a su ombligo, las tetillas y sus axilas peludas me entretuvieron mientras el me acariciaba el pene con la mano, yo tenia tremenda erección pero quería disfrutar de ese toqueteo tan caliente, su barba tenia impregnado el olor del tabaco de su pipa y nos estuvimos besando ahí mucho rato, ocasionalmente yo dejaba su boca para explorar mas su cuerpo, tenia unos pies hermosos, de hombre y unas pantorrillas y muslos espectaculares y muy peludos, tuve el impulso de metérmelos a la boca y de lamer cada uno de sus dedos, eso lo hizo gozar de una manera que no me hubiera imaginado y a cada caricia de mi lengua respondía sacudiéndose como un poseso, obligándolo a pedir obscenamente que quería mas y habría las piernas como esperando que ya se la metiera.

Para cuando decidí hacerlo el estaba a punto y la penetración fue fácil pero la acompaño de un grave gemido de placer, el estaba de espaldas y con sus propias manos se agarraba detrás de las rodillas como intentando abrirse mas, la excitación del juego previo me obligo a eyacular en poco tiempo pero igual fue un gusto clavarle un par de dedos y mamarsela hasta que se corrió en medio de tremendas convulsiones.

Estar con el en la cama fue toda una experiencia, nos echamos a dormir un rato abrazados, sudando pero con una sonrisa de esas que solo tienes después de tener buen sexo, él estaba tendido boca arriba y yo estaba encima de el disfrutando de rozar mi cuerpo lampiño con su peluda superficie, nos quedamos dormidos un buen rato, de repente nos despertamos y nos enfrascamos en unas sesiones de besos y manoseo increíbles, un poco toscas, eso me excitaba mucho pues sentía que éramos dos verdaderos hombres en una cama.... Se animo a mamarme la verga y en recompensa yo le volví a mamar el culo y luego me lo cogí por tercera vez en esa noche…

Manolo fue el primer hombre al que me ligue sexual y afectivamente, durante dos años compartimos mucho tiempo juntos y nos dimos mucho cariño, a pesar de la diferencia de edades nos gustaban muchas de las mismas cosas, descansar juntos después del trabajo, íbamos a su departamento y normalmente el se encargaba de la comida y luego yo debía encargarme de él, se tiraba en la cama o algún sofá y yo me divertía desvistiéndolo y sometiéndolo a pequeñas torturas, lo acariciaba, lo masturbaba y se la mamaba por largos periodos, dejando de hacerlo solo para que no se viniera, lo penetraba varias veces y luego dejaba de hacerlo cuado notaba que estaba llegando al clímax, alargando así el momento del orgasmo que al final terminaba siendo una explosión por la excitación acumulada en las largas sesiones de caricias.

Me contó que no había tenido antes experiencias de ese tipo aunque si las había deseado y desde el día de la entrevista que tuvimos por primera vez le había simpatizado mucho, a mi me gustaba porque era muy varonil e inteligente pero al mismo tiempo tierno e ingenuo como un niño.

Finalmente un día salio en una inspección y murió en un accidente de trancito al sur de Lima que es la ciudad donde vivo, fue muy difícil y la pase muy mal, durante unos meses me sentí sumergido en la tristeza pero poco a poco me acostumbre a no tenerlo cerca y decidí que debía quedarme con lo mejor de el, Manolo había enviudado como diez años antes de conocerlo y tenia un hijo, su hermano Álvaro se hizo cargo del negocio y yo trabajo ahora con él pero tengo un puesto muy bueno y vivo muy bien, me tiene mucho aprecio porque Manolo siempre le hablo muy bien de mi, de mi trabajo y de nuestra amistad.

Aunque no creo que alguna vez llegara a sospechar algo de lo que realmente ocurrió o que Manolo se lo haya comentado, he notado que algunas veces me observa mas de lo normal, se acerca mucho a mi cuando conversamos y no pierde oportunidad de tener contacto físico conmigo, esta posibilidad me esta volviendo loco y me atemoriza un poco pensar lo que ocurriría si pasara algo también con el, en todo caso, si alguna vez ocurre no se que haría y tampoco se si podría contarlo.

ADOLFH

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