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Un fin de semana. (Final)

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Al cabo de un buen rato nos quitaron el celofán y nos llevaron a un cuarto, allí nos hicieron lavarnos y de paso, tanto Marta como Rocío, nos curaron las heridas, nos mimaron, besuquearon y ns quedamos las cuatro dormidas hasta que la luz del día inundó la habitación, está luz me despertó y me encontré al lado de mercedes, ambas desnudas y solas en la habitación.

Mercedes se despertó, me miro y se abrazó a mi, estuvimos abrazadas hasta que entraron Marta y Rocío con una bandeja llena de un café humeante y unas cuantas pastas, nos la dejaron y se fueron para que desayunáramos tranquilas, me serví un café y lo fui sorbiendo poco a poco, después de tantos días sin comer no era cosa de ir deprisa, puede ser malo, despacito fui saboreando las pastas y tomando café, las fuerzas parecía que estaban volviendo, cosa que hacía ya unos días que no sabía donde estaban.

Entró Rocío en la habitación con una camiseta muy fina para cada una y una minifalda que sin agacharse dejaba ver parte de las nalgas. Nos ordenó que nos vistiéramos y nos fuimos a casa de Rocío, nos dejó allí y nos dijo que nos daba la mañana libre, pero que a las dos de la tarde vendría a comer junto con Marta y que querían que la comida estuviese a punto, esta vez la comida sería para las cuatro.

A las dos en punto llegaron, nos dijeron que sirviéramos la comida y que nos sentásemos a la mesa.

Así lo hicimos, pero no nos dieron permiso para comer, sólo para estar allí mirando como comían, cuando acabaron nos pusieron el plato en el suelo, nos ataron las manos a la espalda y nos hicieron comer como si de un perro se tratara y sin manos para apoyarnos, por lo que tuvimos que abrir las piernas mucho para llegar con la boca al suelo y no caernos.

Mientras tanto Rocío empezó a contarnos sus planes sobre lo que iba ha hacer con nosotras, mientras comíamos nos iba poniendo unas fotos en el suelo, estas eran de un hombre de unos 55 años y de una mujer de la misma edad. Fijaos bien con estas caras, el se llama Paco y ella se llama María.

Paco es cocinero, pero y es el marido de ella, con ella ni se habla, pero es muy buen cocinero y quiero convertirlo en mi cocinera personal, quiero travestirlo y que se olvide de que es un hombre.

A ella también la quiero tener como esclava pero quiero bajarle los humos que lleva, además, le gustan tanto los hombres como las mujeres y quiero divertirme con ella y su marido.

Tu Marta te encargarás de conquistarla por las buenas y convertirla poco a poco en tu esclava y quiero que venga voluntariamente contigo aquí en esta casa y que me la entregues, como lo hagas es cosa tuya.

Tu Susanita te encargarás de el, lo tienes que conquistar y además se tiene que enamorar locamente de ti para que haga todo lo que le pidas y ara entregármelo me lo tienes que traer completamente depilado, para ello voy a montar (simulación) una consulta de esteticién y me lo traes para que lo depile a la cera, todo el cuerpo hasta las cejas y la cabeza, otra cosa, en cuanto lo tengas un poco enamorado pídele que te deje ponerle un CB-3000 y que cada día venga a verte para que se lo quites y pueda limpiarse, luego se lo vuelves a poner, la intención es que cuando me lo entregues esté tan excitado que no diga que no a nada y acepte todo lo que yo quiera hacerle, si no lo consigues de esta forma consigue que se acueste contigo y lo acusamos de violación y yo como abogada llegaré a un acuerdo con él para no denunciarlo a la policía....

Estaba Paco sentado en la terraza de un bar tomando una cerveza, de pronto Susana se tropieza con el y hace que se le derrame la cerveza encima, Susana se disculpa con cara de niña buena y de no haber roto un plato en su vida, coge unas servilletas de las que hay sobre la mesa en un servilletero de estos ridículos con forma de botella y empieza a secarlo y de paso enseñando todos sus encantos e “involuntariamente y con discreción” tocarle su pene unas cuantas veces, el no para de decir que no importa, pero ella insiste en que ya que ha hecho que se le caiga la cerveza que mejor que le seque y que le invite a otra cerveza, de esta manera comienza una agradable charla entre Susana y Paco...

Mientras tanto, en una tienda de ropa está Marta espiando la ocasión para contactar con María, para ello se ha vestido con una falda corta pero que en el fondo es sólo un trozo de tela liado al cuerpo y sin enganche alguno. Ve a María que entra a los probadores a probarse unos pantalones, Marta le sigue y la roza haciendo que la falda se le caiga dejándola sólo con un mini tanga que apenas tapa nada, María al ver este cuerpo tan bien hecho, pero con algunas marcas que todavía le quedan, se calienta e intenta devolverle la falda y ponérsela, pero el olor de su sexo hace que se detenga justo con la nariz y mirando casi extasiada lo que marta aprovecha para reprocharle ¿Que haces vieja, es que te gusto?

María toda avergonzada y mirando si había alguien le dice ¡Es que tienes un cuerpo maravilloso y no puedo dejar de mirarlo! Marta le coge del pelo, le tira la cabeza hacia atrás y hace que María se levante dándole un beso en toda la boca, luego le susurra, vas a ser mía y vas ha hacer lo que yo te diga si quieres tocar este cuerpo...

Paco y Susana, después de un buen rato de charla quedan otro día para tomar una copa y conocerse un poco más, se dan los teléfonos y se van.

Susana deja pasar unos días y le llama para quedar con el, Paco acepta, si bien se queda pensando que querrá una mujer tan joven con un viejo como yo, pero es un reto y, además, le gusta Susana, como rechazar una cita, sobretodo de la forma que se excitó cuando le estaba limpiando la cerveza,, tampoco le va a poner los cuernos a su mujer, al fin y al cabo la relación que tienen es una no relación, en realidad, viven bajo el mismo techo, pero ni se hablan y cada uno va por su lado.

Llega el día de la cita y Paco está nervioso, a su edad, pero es que hace ya bastante tiempo que no tiene ninguna relación con mujer alguna, pero tampoco está muy convencido de que pueda pasar algo interesante, ella es muy joven y le cuesta entender que quiera algo con el, amistad sí, pero algo más...

Llega Susana a la cita con una falda todavía más corta que la del otro día, una blusa que dejaba entrever todo lo que había debajo y unos zapatos de tacón, un tacón muy alto que la hacía más esbelta si cabe. Se dan un beso y sin avisar Susana le da un beso robado en la boca, esto excitó tanto la líbido como la mente de Paco.

Pidieron de beber, charlaron un rato y Susana cada vez se ponía más cerca de él para que pudiera oler su perfume y ver mejor las piernas cada vez que le miraba para contestarle o hablar con ella.

Era casi medio día y Paco le invita a comer, le pregunta si prefiere ir a un restaurante o probar su comida su casa, no la que vive con su mujer, sino otra que tiene por otros motivos ajenos a su mujer.

Susana se lo piensa un poco, pero sabe que le queda poco tiempo para cumplir lo que le ordenó su ama Rocío, también Se fía de Paco, no parece una persona que le vaya a hacer nada que ella no quiera, tiene que arriesgarse y le dice que en su casa, es un buen sitio para calentarlo lo suficiente como para anularle la lógica de su pensamiento.

Van a su casa, que no estaba muy lejos de donde estaban citados, una casa normalita, un piso con dos habitaciones y comedor cocina. Paco prepara una suculenta y rica comida para los dos, monta una mesa muy romántica y trata a Susana como si fuera su enamorada, en el fondo ya lo está siendo, pues él se está enamorando, a pesar que no entiende lo que ve Susana en él, 55 años y una buena panza, si bien con la altura que tiene no se le nota demasiado. Susana se desabrochó algún botón más de la blusa para dejar entrever un poco más sus pechos mientras comían, él había sacado una botella de vino y, si bien había llenado las dos copas, Susana le estaba vaciando la botella en su copa cada vez que tomaba un sorbo, hizo que se acabara la botella, el que no bebía desde hacía muchísimos años empezó a estar bastante borracho, pero sin violencia, lo suficiente para hacer todo lo que Susana quisiera con el, empezó para darle a beber el vino que le quedaba a ella con la boca a sorbitos mientras le estaba excitando y tocando sus intimidades, con cada sorbo de boca a boca le estaba excitando más y más, incluso empezó a desabrocharle la camisa y los pantalones, lo tenía a su merced.

Después de un buen rato jugando con él lo llevó a la habitación, destinándolo y desnudándose ella, pero el con el efecto del alcohol encima no fue capaz de tener una erección lo suficientemente buena para hacer el amor con ella, lo que ella aprovechó para chantajearle emocionalmente diciéndole que quería hacer el amor con el, pero que no quería que se masturbara ni que hiciera otras cosas con su miembro, así que si quería hacer el amor con ella tenía que hacer lo que ella quisiera. Él aceptó, estaba demasiado excitado, aunque no tuviera erección lo deseaba.

Susana le dice, te voy a poner esta especie de cinturón de castidad, así no podrás usarlo nada más que para orinar y cada día cuando te llame vendrás para que te lo quite y te limpies, luego te lo volveré a poner y cuando yo quiera haré el amor contigo, y mientras le estaba hablando se lo colocó, le enseño la llave y se la colgó con una cadenita al cuello. Le dio un beso en la boca, lo dejó en la cama y se marchó, pero le dejó un regalo, su tanga, se lo tiró encima de la nariz para más morbo.

Marta mientras le tira del pelo le mira a los ojos y le pasa la mano por los muslos poco a poco hasta que acaba en el sexo de María y comprueba que está toda mojada, le dice que le siga y la lleva a los aseos, se meten dentro las dos y desnuda a María, empieza a acariciarla, besarla y a excitarla lo más posible pasando las manos y por sus nalgas y muslos mientras la lengua se divertía con sus pezones que poco a poco se fueron poniendo duros, cuando la tuvo lo suficiente caliente como para que le viniera el orgasmo se paró en seco y le dejó de esta guisa, María intentó masturbarse, pero Marta le paró y le dijo que de esto nada, que ahora iría a su casa y allí continuarían. María se quejó pero se ganó un buen bofetón de Marta, Esta le puso su falda que no tapaba casi nada y se puso sus pantalones y se quedo sus bragas y el sujetador, cuando María se puso la blusa Marta no le dejó abrocha la mitad de los botones dejando casi al descubierto los pechos, antes de salir del baño le cogió de los pezones y se los retorció, pasó su mano por su sexo, se la mojó y se la pasó por los labios de María y el resto se lo repartió por la cara y nariz.

Marta agarró a María de la mano y se la llevó a su casa, a mitad de camino le ordenó que se quitara los zapatos y los llevara en la mano amenazándola en quitarle la falda que sólo era un tirón y dejarla desnuda, se quitó los zapatos y siguieron andando, pero se desviaron, aposta, por un parque lleno de gravilla y ésta se clavaba en los pies descalzos de María, marta aceleraba el paso par aque pisara más fuerte y le izo dar un par de vueltas, luego siguieron su camino hasta casa.

Subieron en ascensor, le dio un beso en la boca y de un tirón le quitó la falda dejando a María casi desnuda, pues sólo le quedaba la blusa medio desabrochada. Se paró el ascensor y salieron, María miraba por todos lados por si alguien le miraba, pero tuvo suerte, no se encontró a nadie. Entraron en casa y marta le arrancó la blusa de un tirón, la tiró al cubo de basura junto con sus bragas y sostén.

María a cada momento se excitaba más, esto de sentirse de esta forma y humillada por una niña de 30 años no se lo había imaginado nunca, si acaso al revés, ella dominando a la niña, no tan niña, pero comparado con ella si lo era.

Marta le cogió de las manos y de un cajón sacó unas esposas y se las puso, María sintió escalofríos al sentir el metal que le sujetaba las manos, pero al mismo tiempo se iba excitando más y más, su capacidad de reacción había sido anulada y estaba a merced de Marta.

Con la manos atadas a la espalda y con total control Marta empieza a jugar con el vello de su pubis y a tirar de el, le arranca unos pelos y María se queja, le da un manotazo en la cara, se saca las bragas y se las pone en la boca, se va al cubo de la ropa sucia y saca de el un par de bragas más y también se la introduce dentro la boca, busca un poco de cinta americana y le sella la boca para que no haga ruido y ya que tiene la cinta en la mano se le ocurre coger el palo de la fregona y separarle los piernas hasta que le duelan y atarla la barra con la cinta en los tobillos manteniendo la posición de piernas separadas todo el tiempo. Ahora sí que la tenía a su merced y iba a jugar con ella hasta que se cansara.

Siguió arrancando pelos de su pubis uno a uno y con una sádica delicadeza hasta que cuando ya empezaron a llorarlo los ojos a María se paró diciéndole que o se depilaba y iba depilada de las cejas hasta los pies o cada pelo que le encontrara se lo arrancaría a lo bestia y encima le daría unos buenos azotes, cosa que ahora haría para que comprobara como sientan unos azotes en las nalgas y muslos.

La tiró sobre el respaldo del sofá con las nalgas hacia arriba y la cabeza encima del sofá, la dejó un rato así y se fue a buscar algo para azotarle, encontró una caña de bambú que usaba para aguantar las plantas y le pareció que sería estupenda para poner la piel rosada a María, antes de empezar, jugo un poco con la caña introduciéndola por el ano y la vagina y dándole ligeros toquen en los labios vaginales de vez en cuando y siguiendo la amenaza por la parte interior de los muslos.

El corazón de maría latía a más de 140 pulsaciones por minutos y los jugos vaginales se le estaban escapando por lo muslos lo que Marta aprovechó para cogerlos con la mano y frotárselos por la cara. Acto seguido se detuvo jugando con las glúteos dando pequeños golpecitos y de pronto sonó uno muy fuerte que quedó todo marcado y bien rojo, acto seguido otro con la misma fuerza y otro más, así hasta cien, luego continuó con sus labios vaginales dándole ligeros y secos golpes, cuando acabó la arrodilló en el suelo, le sacó la cinta y las bragas de la boca y se orinó dentro de ella obligándole a que se lo tragara todo.

Le mira la cara y le besó en la misma boca con restos de su propia orina. Le preguntó si seguiría haciendo todo lo que ella dijera y con lo excitada que estaba maría le dijo que sí. Entonces marta le quitó todas las ataduras y le dio una falda muy corta y una mini blusa para que se la pusiera y se fuera a casa y que mañana la quería ver en casa a las 7 de la tarde con esta misma ropa y sin ropa interior, totalmente depilada.

Dejó que se marchara hasta el día siguiente....

Paco se pasó todo el la noche y el día pensando con Susana y como iban las cosas, cada vez que se ponía la mano sobre su pene se encontraba con un obstáculo y esto le excitaba aún más si cabe y cada vez que se excitaba veía las estrellas por la presión que sentía, su corazón estuvo todo el día latiendo a mil y no se despegaba del teléfono, iban pasando las horas y Susana no llamaba, tampoco se atrevía a ir al trabajo, por lo que llamó diciendo que no se encontraba bien.

Llegó la noche y al ver que no le llamaba se fue a acostar y rabioso para masturbarse. Cuando llevaba un rato sonó el teléfono, eran casi las doce de la noche, descolgó y oye la voz de Susana que le dice, seguro que ya estás en la cama, pero ahora te levantas y vienes a verme, sin calzoncillos y con cuidado a no mancharte los pantalones, tienes veinte minutos para llegar y si no llegas a tiempo despídete de mi y de la llave de tu pene.

Saltó de la cama enseguida, se puso los pantalones y la camisa y salió corriendo hacia la casa de Susana, llegó a la hora justa pero sudando a mares, toda la ropa estaba empapada de sudor y casi le faltaba el aliento. Llamó al timbre y oye una vos que le dice, la puerta está abierta, entró y acto seguido le dice Susana, a partir de ahora nada más entrar dejas toda la ropa sobre esta silla, te arrodillas con la cabeza gacha y esperas que te de las órdenes pertinentes.

Paco se desnudó y colocó la ropa sobre la silla, su corazón estaba a punto de sufrir una taquicardia por la tensión a que lo tenía sometido, se arrodilló y agachó la cabeza. Esperó un buen rato hasta que Susana apareció, le puso un pene hinchable en la boca y empezó a hincharlo hasta que la boca parecía estallar. También le colocó un collar de perro alrededor del cuello con una cadena, lo arrastró literalmente por el suelo ya que no daba a basto a caminar de rodillas y lo llevó a un salón donde tenía un potro colocado, le ató las manos y la cadena del cuello al potro, luego los pies quedando con el trasero al aire y a punto de ser penetrado. Lo dejó un rato en esta pose y se fue a buscar algo, volvió con un mini cubo que colgó de su pene para que no se cayera nada de sus fluidos, acto seguido se colocó un arnés con un buen pene y le fue dando por el ano por más de una hora, Paco se corrió varias veces, pero todo cayó dentro del cubito.

Susana al ver todo lo que había en el cubito, lo cogió y lo puso dentro un preservativo, al cual le hizo un nudo y lo puso en la nevera, luego se dirigió a Paco muy enfadada porque se había corrido sin tener permiso, empezó a amenazarlo con más de doscientos azotes y empezó a darle algunos con el cinturón suyo, primero por la parte sin hebilla, luego con la hebilla, cuando llevaba unos 25 le propuso un trato, se paraba de darle los azotes pero al cuando ella dijera le iba a llevar a depilar todo el cuerpo, desde la cabeza a los pies, el asintió con la cabeza. Lo desató del potro y le puso unas esposas en las muñecas y en la espalda, lo llevó al baño, le quitó el cinturón de castidad, e limpió y se lo volvió a colocar, pero esta vez también le colocó una anilla con otro candado que le sujetaba los testículos, dicha anilla tenía otra anilla colgando a la que añadió una pequeña cadenita y para comprobar que funcionaba le pegó un buen tirón a la cadena lo que hizo que pegara un chillido de dolor y se doblara sobre si mismo, le ordenó vestirse y que se fuera, y que ya lo llamaría.

María llegó puntual a su cita con Marta con la misma falda y misma blusa, esto sí, por el camino hubo que soportar los insultos de algunas mujeres que le llamaron puta vieja y otros insultos peores, se sentía ridícula con esta ropa a su edad y en algún momento se puso hasta colorada, pero esto no hacía más que excitarla. Nada más entrar le ordenó que se quitara toda la ropa para ver si se había depilado bien, le pasó las manos por todo el cuerpo y le encontró algunos cerca del ano, cosa que izo enfadar mucho Marta que le dio un par de bofetones en ambas mejillas, llamándola puta barata, no sabes ni tan siquiera depilarte, voy a tener que hacerlo yo, le cogió las manos y le puso las esposas en la espalda, le cogió de los pezones y la izo entrar en una habitación, pero en la habitación había alguien, era Mercedes, que en principio era quien tenía que conquistar a María, pero Marta se le adelantó y Sofía se enfadó mucho con Mercedes y le dijo que quería tener a María en menos de una semana, depilada, sumisa y humillada, quitándole toda personalidad. Y si no lo conseguía ella también sería castigada y humillada como María, mejor dicho, sería María quien la humillara y vejara y los castigos de María serían para ella también, aparte de los suyos. María cuando vio a Mercerdes, se asustó, pero ésta le cogió del pelo y le besó la boca hasta casi ahogarle mientras le excitaba su sexo hasta que estuvo a punto de tener un orgasmo, pero en este momento se paró y preparó todo para depilarla con cera desde las cejas hasta los pies pero a lo bestia y con la cera muy caliente, incluso su sexo, así estaría más sensible y así lo hizo dejando toda la piel rosada y sensible, le ataron las manos y los pies a la cama con las piernas abiertas y le pusieron unas pinzas en cada pezón y en los labios vaginales, enchufando dichas pinzas a un generador de corriente y empezaron poco a poco dándole voltaje y haciendo que se retorciera durante bastante tiempo.

Luego, sin dejar que se duchara, la vistieron como una puta mostrando las nalgas y una camiseta a la que le cortaron dos círculos para que le salieran los pezones, y unos zapatos de tacón de unos 20 cm que casi le impedían andar, le ataron las manos a la espalda y le colocaron una chaqueta corta encima para que dejara ver su trasero a los viandantes, también un collar y la correa por dentro la chaqueta, pero que le colgaba por delante la falda, estaba que se moría de vergüenza y de miedo, pues tampoco sabía donde la llevaban, tardaron casi dos horas caminando y dando vueltas hasta la casa de Rocío, donde el primero en recibirlas fue un gran labrador que metió su hocico un buen rato dentro de su concha lamiendo y lamiendo, se estaba excitando, pero lo apartaron y la hicieron entrar en una especie de garaje subterráneo, el perro detrás todo el tiempo, en el garaje había toda clase de instrumentos de tortura, miraras donde miraras había instrumentos, cada cual más raro para María. Al llegar al fondo del garaje, la detuvieron, le quitaron la chaqueta y las esposas y la ataron del techo, la terminaron de desnudar y empezaron a manosearla tanto Marta como mercedes, incluso le pasaban la cadena del cuello pasándola por se sexo, incluso le se la introdujeron dentro y la dejaron ahí hasta que Rocío bajó y les ordenó que se apartaran, se acercó a María y esta le reconoció, la miró a la cara y le dijo, te acuerdas cuando tu y tus amigas me desnudabais en el colegio y me quitabais la ropa?? Te acuerdas cuando disfrutabas de humillarme ante todas?? Pues ahora me toca a mi, pero también te voy a hacer sufrir porque ahora quiero hacer que toda tu piel esté completamente colorada y tan sensible que no puedas tocarte, y esas tetas que tiene medio caídas lo van a pasar muy mal, piensa que desde ahora me perteneces y voy a hacer contigo todo lo que quiera.

Marta, saca el látigo y dáselo a Mercedes que le de 200 latigazos, y si no se los da con la suficiente fuerza, la atas a ella y le das trecientos y terminas de dar los doscientos a María, con esto tienes trabajo para toda la noche.

La piel de maría ya empezaba a estar más que roja, los latigazos hacían que empezara a desmayarse y Mercedes empezó a bajar la fuerza con que le estaba azotando, Marta la coge y la ata también del techo, le arranca la ropa y empieza a azotarla, sobretodo en las tetas, le encanta azotarla ahí, es una pasión que tiene, pero también afina el látigo para azotarle en su sexo, lo que hace que marte tenga casi un orgasmo de placer de ver como se retuerce y levanta las piernas hacia arriba y las vuelve a bajar, así una y otra vez.

Al cabo de un buen rato ya no quedaban fuerza a ninguna de ellas, no las que recibían ni la que daba.

En estos momentos Sofía les dice a las tres que hagan el amor entre ellas, pero sólo usando la boca y la lengua y hasta que ella diga basta.

Se pasan así hasta que amanece y las ata alas tres con las manos en la espalda y con unas pinzas en los pezones los de una con los de la otra y les dice que descansen que más tarde será más duro.

Son las seis de la mañana y suena el teléfono de Paco, era Susana que le dice que vaya enseguida y sin calzoncillos. Paco sale corriendo y se va a casa de Susana, entra y se desnuda como le había dicho, y se arrodilla con la cabeza gacha, llega Susana con ropa de mujer, unos pantis una falda corta, una blusa y zapatos de tacón, esto si, grandes y el tacón muy alto. Hace que se vista, le pinta los labios y las cejas, le pone una peluca rubia y larga, le coge de la cadenita que lleva en los testículos, le pega un buen tirón, casi se cae al suelo de dolor y por la falta de estabilidad al andar con estos zapatos, se lo lleva por toda la ciudad hasta llegar a casa de Rocío y también se meten en el garaje, pero nada más entrar le dice que se pare y que espere hasta que venga a buscarle, por si acaso le ata las monos a la espalda, pe agacha la cabeza y le ata la cadenita de los testículos al cuello, de este modo estará con la cabeza gacha e incómodo para andar.

Susana se va a ver a Rocío y esta le dice que coja a María y la ate al caballete en un cuarto contiguo al garaje, pero que hay un espejo que se ve todo lo que allí dentro pasa, así cuando vea todo lo que le hacemos a Paco se excitará, ya que no lo soporta no se habla con el, sólo conviven en la misma casa, pero a ninguno de los dos le importa un bledo el otro, así lo hace y deja a Marta y mercedes en el garaje. Va a buscar a Paco y lo atan con los brazos y las piernas en cruz, le desabrochan la poca ropa que lleva y observan el cuerpo peludo que tiene y lo que van a disfrutar de depilarlo de la cabeza a los pies, incluso piensan vengarse con su peludo pena y testículos.

Le quitan el cinturón de castidad y la anilla de los testículos y empiezan a ponerle tiras cera muy caliente por todo el cuerpo esperando que se enfríe y coja consistencia y como en el garaje se puede chillar lo que se quiera que no lo escuchan fuera no le tapan la boca con nada, lo dejan que chille y se desgañite, al poco de empezar ya estaba afónico y las lágrimas parecían cataratas, rocío que estaba lejos y Paco no la veía estaba disfrutando de lo lindo de ver a su antiguo amorcito que le puso los cuernos por María, ahora era su momento y los tenía a los dos y, además, serían sus esclavos.

Al cabo de varias horas depilándolo decidieron hacerlo descansar, colocaron una barra muy fina sobre dos caballetes e hicieron descansar todo el peso de su cuerpo entre las piernas y sobre la barra, los pies no tocaban el suelo y la parte de entre las piernas estaban muy sensibles por la depilación a lo bestia. Lo dejaron ahí llorando todavía de dolor y por el dolor que le producía la barra justo donde descansan los testículos, al cabo de unos minutos ya era insoportable.

Fueron a ver a María y comprobaron que había tenido varios orgasmos solo de ver como depilaban a su marido, entonces empezaron a azotarle las nalgas hasta que las tuvo completamente coloradas, casi a punto de sangrar, la cogieron del pelo y la estiraron hacia atrás y empezaron a azotarle todo el vientre y las tetas hasta estar igual que su trasero, la dejaron llorando y sola, pero le taparon los ojos para que no viera nada más.

Volvieron a Paco, al cual lo colgaron con la cabeza hacia abajo y las piernas abiertas hacia arriba, esta vez Rocío quería vengarse del sexo de Paco y con una caña muy fina empezó a darle golpecitos al pena y a los testículos, cada vez más fuertes, luego entre las piernas, los muslos y volviendo a los testículos y pena, al cabo de un rato largo, interminable para Paco les ordena a Marta y Susana que lo bajen y lo cuelguen con la cabeza hacia arriba y que se diviertan con él durante todo el día. Susana que ya le tenía ganas al viejo lo azotó sin compasión por todo el cuerpo y también en su sexo, incluso algunas patadas en los testículos, cosa que tenía ganas desde el primer día, marta disfrutaba de lo lindo de ver como se azotaba y torturaba a Paco, se pasaron m´´as de cuatro horas jugando con él, ahora le tocaba el turno a Mercedes, la más jovencita, pero con muy mala leche cuando le dejaban jugar. Lo primero que hizo fue colocarle el cinturón de castidad y luego fue a buscar a María, y la colgaron otra vez pero esta vez delante de paco, Mercedes cogió unas pinzas conunos elásticos y junto lengua con lengua, pezones con pezones y y pene con labios vaginales de tal forma que cada vez que uno se movía, tanto la lengua del otro, los pezones y su sexo se estiraban.

Los dejó así, pero llamó al perro y lo dejó allí con ellos, el perro pronto empezó a lamer el sexo de uno y el otro e intentaba levantarse para poder penetrar por donde fuese, pero sus pies se enganchaban con las gomas que sujetaban tanto los pezones como ambos sexos y este juego se hacía cada vez más insoportable, sobre todo cuando entro por el ano a Paco que estaba desesperado y no se lo podía quitar de encima, María, con todo el dolor de las pinzas, cuando se enteró de que el perro estaba sodomizando a Paco se le escapó una gran carcajada de burla hacia a Paco, cosa que este se puso muy colorado, lleno de vergüenza y más cuando tuvo una buen erección mientras le estaban sodomizando, Rocío, Marta, Susana y Mercedes estaban observando y disfrutando del lindo viendo la escena, es como la había imaginado Roció al planear todo esto. Viendo lo bien que lo pasaban decidieron hacer entrar un dóberman que lo tenían viciado con el sexo a mujeres, es decir con ellas y lo pusieron en el garaje para que se se enganchara con María y no tardó mucho en cogerla, la escena era súper excitante, el sodomizado por un gran danés y ella con un dóberman, lo estaban grabando todo, esto serviría para chantajearlos si fuera necesario y para divertirse de una forma u otra.

Cuando los perros acabaron, los bajaron y los dejaron descansar, pero sin soltar las pinzas y los dejaron con los perros por si querían volver a tener sexo con ellos, cosa que no tardaron en hacer ya que cogieron tanto a Paco como a María por el cuello con la boca y los tenían acojonados, se dejaron hacer, no sin sufrir lo suyo cada unos, pues tirados en el suelo, con las manos atadas y con las pinzas puestas no era demasiado cómodo.

Mientras tanto Rocío estaba preparando la parte humillante de feminizar a Paco y hacer de María su esclava.

A la mañana siguiente fueron a buscarlos al garaje y los llevaron delante de Rocío, por separado, Primero fue Paco, Rocío le dijo, a partir de ahora vas a ser mi cocinera, no no me he equivocado, serás mi cocinero, mi puta y mi lo que yo quiera, le enseño las imágenes que había grabado en el garaje, y las del piso de Susana, si no aceptas esto será publicado por todos los sitios posibles y no podrás ir por la calle sin que la gente te mire, te vestirás con ropa de mujer, pero la que yo te de cada día y con la misma saldrás a comprar todo lo necesario para cocinar, si te digo que me beses los pies me los besas, si te digo que me lamas las suelas de los zapatos me los lames, da igual lo que haya en ellas, si te digo desnúdate te desnudas, da igual quien haya delante, no me puedes negar nada, tampoco puedes comer si yo no te digo que comas y comerás lo que yo te diga, beberás todo lo que yo te diga y cuando te lo diga, sino no beberás, si me voy al baño, vendrás conmigo y me servirás de papel higiénico o de lo que me de la gana.

Del trabajo no te preocupes yo ya te he despedido, y aquí tengo la liquidación, la guardo yo para lo que sea menester.

Aceptas??

Si mi ama, soy toda suya.

Llama a Susana y le da órdenes para que le vista, le enseña a maquillarse y pintarse y que le enseñe a andar con los tacones, que a partir de ahora siempre llevará los zapatos de tacón, hasta para ducharse, para ello los había hechos de acero con una suela forrada de caucho para no hacer tanto ruido, y con candado.

Susana se lo lleva y le dice, piensa que no puedes orinar ni defecar sin que te lo ordenen, el castigo puede ser muy grave.

Susana se pasó toda la noche dando clases a Paco, sin dormir, y vestido como una puta con cofia le hizo preparar el desayuno para Rocío, Marta, Mercedes y ella. Pero para servirlo le ató una bandeja a la cintura y por el otro lado por los pezones y las manos atadas a la espalda, cada vez que se ponía o quitaba algo de la bandeja le daba un buen tirón en los pezones.

Estando de pie y con el ridículo vestido se fueron a buscar a María, la cual al ver a Paco se puso a reír y no podía pararse.

Dos guantazos de mercedes hicieron que se callara, le ordenaron que se arrodillase delante de Rocío y le besara los pies, María se resentía, hasta que una patada en su sexo le hizo bajar la cabeza y besar los pies de Rocío. Marta ya había venido con unas tijeras y le cortó todo el pelo de la cabeza y luego se la afeitó, le pusieron un espejo delante para que se viera poniéndose a llorar de vergüenza cuando se vio. Rocío le explicó lo mismo que a Paco y que ella se encargaría de la limpieza de toda la casa, no quería aceptar pero Rocío le amenazó con seducir a sus hijas y llevarlas con ellas. Aceptó sin rechistar más, la vistieron con zapatos de tacón, los que había traído al venir, pero les pasaron una cadena con un candado, pero antes le azotaron los pies para que le fuera más doloroso.

Fue a coger una escoba para barrer y no le dejaron, bayeta y de rodillas y para fregar lo mismo, nada de fregona y para que estés más bella te pondremos un plumero en el ano para que no te olvides que aquí eres la fregona y si no lo haces bien lo vas a fregar con la lengua y no pienses en comer, sólo comerás cuando yo quiera y beberás cuando yo quiera lo que yo quiera.

Paco, llamó Rocío, quiero que te orines en la boca de María y si te cae algo no te preocupes, ella lo lamerá con la lengua, paco se acerca a María, con las manos atadas e intenta atinar la boca de María, cosa casi imposible con un pena que mira hacia abajo y no puede dirigirlo. Le orina todo encima y sin casi acertar, pero manchando toda la ropa de ella.

Rocío le ordena a Marta que le ponga un cinturón de castidad a María, no sea cosa que se masturbe.

Así se pasaron varios meses hasta que Rocío tuvo preparada la gran humillación de Paco, le hizo preparar una cena para unas 20 personas, el no había comido casi nada desde que entró en la casa, había perdido más de 20 Kg y se mantenía con fuerza porque con la orina de ellas le ponían vitaminas y minerales, sin el saberlo. Esta noche, después de servir la cena a los 20 comensales, 16 de ellos hombres Rocío les dijo que cogieran a Paco y que era todo suyo toda la noche y como llevaba muchos días sin comer que su semen sería una buena cena y si no quiere participar lo torturáis hasta que participe, cuando acabéis con el tiene que haberse convertido en una auténtica puta para cualquiera, que sepa chupar, lamer y joder con el ano, toda la noche estuvo Paco con los dieciséis hombres humillado, vejado, meado, aprendiendo a chupar y a ser un experto en felaciones, su ano ya no daba a más y los golpes que había recibido no le dejaban ponerse en pie, por la mañana estaba tirado en el suelo, todo lleno de semen, lo había follado toda la noche y como regalo se habían corrido encima de toda su cara y ropa. Cuando Rocío lo vio le hizo limpiar todo el suelo con la lengua azotándolo todo el tiempo hasta que acabo con toda la limpieza, pero con todo el semen encima, llamó a María y le hizo limpiar todo el cuerpo de Paco con la lengua y toda la ropa hasta que no quedara nada.

De esta forma Paco se convirtió en la cocinera y María en la fregona de Rocío y junto con marta, Susana y Mercedes hicieron su forma de vida.

Fin

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