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Al final lo hicimos

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Mi nombre es Alba, mi marido se llama Javi y mis amigas, Laura, intima hace dos años que esta separada, tiene una segunda vivienda en la costa a unos trescientos metros de la playa, Melisa con preferencias lésbicas y Lucia soltera, todos estamos entre los cuarenta y cincuenta años.

Con mi marido tenemos de hace tiempo fantasías de intercambio de parejas, hacer el amor en grupo y otras, con el deseo por ambas partes de ponerlo a la practica algún día, mi marido lo deseaba de verdad pero a mi me daba un poco de respeto y le iba dando largas.

Ellas me introdujeron en este mundo desconocido para mi, yo arrastre a mi marido, que no me costo mucho convencerle porque ya lo tenia asumido de hace mucho tiempo.

Laura nos había invitado muchas veces el fin de semana, en su casa de la costa.

Conocíamos solo de vista a sus dos amigas, Lucia y Melisa.

Todo empezó un fin de semana que mi marido tubo que ausentarse por motivos de trabajo, para no quedar yo sola yo en casa Laura me invito a estar con ella en su casa de la costa.

Salimos el viernes después de comer, solo distaba unos cien kilómetros, al despedirme de mi marido, medio un abrazo muy fuerte, entre besos decía.

Javi – Cariño, con tu amiga haber si te sale un ligue, te decides y me pones los cuernos, con lo que lleva sin pareja debe haber aprendido mucho.

Alba – Estas de broma lo hemos hablado muchas veces, ya conoces mi respuesta, pero si me sale alguno te prometo que lo intentare.

Javi – Si no quieres llegar asta el final, por lo menos déjate acariciar y morrear un poco, luego me lo cuentas.

Alba – No te hagas ilusiones, se que te gustaría verme follar con otro hombre,

sabes que me da respeto y corte.

Llegamos a media tarde, sus dos amigas nos estaban esperando, estuvimos hablando el resto del día de cosas de mujeres, es decir de hombres, de los ligues que tenían.

Melisa me aclaro que tenia inclinaciones lesbianas, sin animo de que me molestarla,

describió mis encantos.

Melisa – Alba no me había fijado en ti antes, tienes unos pechos pequeñitos y tiesos como a mi me gustan, buenas nalgas, bonita de cara y seguro que tienes un chochito que esta diciendo cómeme igual que el mío.

Alba – Me quede muda, seria y roja como un tomate, nunca me había dicho cosas así una mujer, ni mucho menos insinuarse, las otras dos reían a carcajadas.

Laura – No le hagas caso, siempre lo hace, para ruborizarte si no te conoce.

Lucia – La cara que has puesto es que ya te imaginabas tendida en la cama, desnuda y Melisa comiéndote el coño.

Alba – Pues si, al despedirme de mi marido esta mañana en broma me ha dicho, si te sale algún ligue aprovéchalo, si no quieres llegar al final lo menos déjate acariciar y morrear un poco, pero hablábamos de hombres no de mujeres.

Todas se echaron a reír.

Laura – Si quieres un ligue para satisfacer a tu marido te llevaremos a un lugar que seguro que follaras.

Melisa – Y si no quieres un hombre ya me ocupare yo de ti.

Lucia – Dejármela para mi, me gustan los grupos, te montare algo bueno, tu y yo y tres o cuatro hombres.

Alba – Se que estáis dispuestas a todo esto, pero lo dijo en broma.

Melisa – En broma o no mi oferta sigue en pie.

Lucia – Y la mía.

Laura – Y la mía.

Alba – Sois muy amables ya lo tendré en cuenta gracias.

Pasamos el resto de la tarde riendo y haciendo bromas sobre ni y mis hipotéticos ligues.

Durante la cena propusieron ir a un local liberal para continuar con la broma de la tarde, yo no sabia ni de que se trataba, ellas eran clientas habituales y con mucha delicadeza sobre todo Melisa me contaron todo asta el ultimo detalle, en principio rechace la oferta, Melisa insistía, como si tuviera un interés especial.

Melisa – Alba no tengas reparo en ir, allí todas las personas son muy correctas, si no quieres nada, con decirlo una vez basta.

Alba – Es que me da corte y me pondré muy nerviosa, si algún hombre se acerca para pedirme que folle con el no se cual será mi reacción.

Laura – Alba iremos solo al bar de la entrada, es un bar normal, como ya te hemos contado, es en los locales del interior donde se practica el sexo, solo para que veas el ambiente.

Melisa – Y si no quieres ningún hombre puedo hacerte compañía toda la noche.

Alba – Melisa si no me dejas sola entrare, aunque sea por curiosidad.

Laura y Lucia no paraban de reír, Alba no sabia que Melisa tenia preferencias lesbias, Melisa quería estar a solas con Alba en aquel ambiente para intentar seducirla.

El local era en apariencia un bar musical, mediana iluminación, butacas y sofás para recrearse en el ambiente, una pequeña barra, en la puerta una señora, atendía a los clientes, si eras habitual solo te saludaba, si eras nuevo te colmaba de explicaciones y de las normas básicas a cumplir en los distintos recintos.

Elegimos una mesa bien situada, dominábamos la puerta de entrada, la puerta que daba paso a los distintos recintos privados.

"una vez pasada dicha puerta todos los vínculos de pareja desaparecen, allí no ay maridos ni esposas solo hombres y mujeres que quieren disfrutar de sus cuerpos".

Melisa me hizo sentar en el sofá, que era de donde mejor se dominaba el recinto, ella a mi lado y Laura y Lucia una en cada butaca

.

Había parejas que entraban directamente a los recintos privados, otras quedaban en el bar a la espera de formar grupo, también había mujeres y hombres solos, los cuales eran invitados a participar en grupos o tríos.

Solo de pensar que toda aquella gente estaba allí para follar con el que les apeteciera ya me ponía cachonda, cada vez que veía entrar una pareja, pensaba en los hombres que seguramente le follarían a ella, esto me ponía a cien.

Entraron un grupo de cuatro hombres conocidos por ellas, se dirigieron directamente a nosotras, nos invitaron a formar grupo, Laura y Lucia se apuntaron enseguida, yo dije que no con la cabeza, entraron ellas dos, con los cuatro, Melisa se quedo para hacerme compañía.

Durante un buen rato tubo la palabra ella, explicándome aventuritas que habían tenido en aquel local, los tíos que se habían tirado, que en mas de una ocasión habían sido mas de cuatro, en una sola noche.

Conforme pasaban las horas entre las historias de ella y las personas que desfilaban hacia la puerta, me entro una curiosidad irresistible de traspasarla y así se lo dije a Melisa.

Alba – Melisa estoy deseando pasar la puerta pero por mera curiosidad, no para follar, pero me da miedo que se acerque algún hombre a pedírmelo.

Melisa – Tengo una idea, entramos abrazadas como su fuéramos pareja, creerán que somos lesbianas y por respeto no se acercara ningún hombre, nos sentaremos, tomaremos unas copas, y disfrutaremos del espectáculo, solo tienes que admitir una cosa.

Alba – El que.

Melisa – De vez en cuando hemos de besarnos y acariciarnos un poco, como si fuéramos amantes.

Alba – De acuerdo pero besos en la mejilla.

Melisa – en todas partes menos en los labios si quieres decir esto.

Alba –Si.

Melisa – Primero vamos al lavabo, entraremos sin sujetador y sin bragas, las tuyas son blancas y tradicionales, se vería de lejos que no vas preparada para el sexo.

Entramos según lo acordado, buscamos una mesa un poco escondida de las miradas, Melisa me abrazo dándome un beso muy calido en la mejilla yo le respondí con otro, su brazo rodeaba mi cuello, con el otro me acariciaba los muslos, yo hacia lo mismo, entre las caricias los besos y el espectáculo, estábamos las dos al rojo vivo, yo había tenido fantasías con mujeres, Javi me había propuesto algunas veces un trío con otra mujer, ahora sin buscarlo estaba allí con la blusa desabrochada, medios pechos al aire, la minifalda subida y una mujer me acariciaba, todo el cuerpo, no pude mas y rompí mi silencio.

Alba – Melisa pareces muy excitada, quieres ir con algún chico.

Melisa – No, perdona, quizás me he pasado, soy lesbiana, como te dije esta mañana te encuentro preciosa, eres muy apetecible, perdona.

Yo sin decir palabra pongo mis manos en sus mejillas, y muy despacio acerco mis labios a los suyos, que abre de inmediato dándome su lengua, el beso es largo, durante el mismo me acaricia los pezones, yo le toco las nalgas por debajo de la minifalda, nos acariciamos el coñito, al rato nos separamos mirándome a los ojos me invita a ir a las taquillas a desnudarnos y ir a un camerino solas sin nadie mas.

Buscando el camerino encontramos en una sala mas grande llena de colchonetas, a Laura y Lucia, con un grupo, tenían cada una polla en la boca y otras esperando turno para ser mamadas, ni se dieron cuenta de nosotras.

Entramos en el camerino Melisa me echo en la colchoneta, se tiro encima mío, abrió mis muslos y empezó a comerme el coño, yo me situé en medio de sus piernas haciendo lo mismo, tuvimos un par de orgasmos, me invito a salir del local he ir a dormir a su casa, accedí envié un mensaje por móvil a mi amiga.

"No me esperes a dormir estoy en casa de Melisa nos veremos mañana al medio día.".

Por la mañana desayunando, me pregunto porque con ella si y con hombres no, acaso también eres también era lesbiana.

Alba – No soy lesbiana, tenia esta fantasía de hace tiempo, allí metida en ambiente decidí llevarla a la practica,

Melisa – Y como te sientes.

Alba - No se si lo haría con otra pero contigo siempre que me lo pidas.

Se levanto emocionada y me dio otro morreo.

Melisa – Pero, te ocurre algo con los hombres a excepción de tu marido.

Alba – Creo que si, no se lo he contado a nadie, pero tengo una fantasía de antes de ser novios, siempre me viene a la cabeza.

Melisa – Cuenta.

Alba – Mi mente me pide que cuatro hombres me piden para follar, les digo que no, me cogen me amordazan la boca, me tapan los ojos con una venda, me atan por las muñecas con los brazos alzados, y me hacen todo lo que quieren.

Melisa – De verdad quieres poner en practica esta fantasía.

Alba – Si, pero no me atrevo.

Mientras yo me duchaba Melisa hizo algunas llamadas telefónicas a sus amigos, no le di ninguna importancia.

Salimos a media mañana a pasear, ella quería presentarme un amigo suyo, vivía en una torre en medio de una urbanización, llegamos a la casa, situada en medio e un gran jardín, muy espeso de árboles, mucha vegetación, totalmente libre de miradas de los vecinos, entramos en un pequeño sendero que llevaba a un pequeño claro, una mesa unas sillas y bebidas frescas, licores, muchas mas de las que necesitábamos los tres, observe una especie de postes clavados a unas distancias irregulares entre dos, o cuatro metros con un poste horizontal que los unía por encima, y rodeaban casi todo el pequeño claro, alguno también estaba puesto en el medio, con no se que excusa me dejan sola en el claro.

Tardaban bastante con lo que empecé a gritarles por si estaban cerca, a mis gritos salen de la espesura cuatro hombres con antifaz vestidos de negro, sin darme tiempo a reaccionar, me tienen con la boca amordazada, los ojos vendados y mis manos atadas a la espalda, intento gritar pero no puedo, tengo miedo, dicen que no me pasara nada si hago todo lo que ellos quieren, si estoy de acuerdo que haga sí con la cabeza, digo que no, uno saca una correa y me dio unos azotes, vuelven a preguntarme, digo que si, me arrodillan sacan la mordaza de la boca, acercan sus pollas a mi boca para que se las chupe, uno a uno, ya no son cuatro son seis, vuelven a taparme la boca, levantan mis brazos abiertos en cruz de San Andrés, igual mis piernas, atada de muñecas y tobillos a los postes, estoy llorando no se si de miedo o satisfacción, adivino ver cumplida hoy mi fantasía, rasgan toda mi ropa, no veo nada solo siento una suave brisa en mi piel desnuda, de pronto un ejercito de manos acaricia todo mi cuerpo, insistiendo sobre mis partes mas sensibles, el placer es inmenso, no solo las manos ahora noto también sus lenguas, lamiendo todo mi cuerpo, pezones, coño, ano, labios, orejas, no dejan un solo centímetro, mis piernas flaquean, quedo colgada solo de brazos, noto la frescor de liquido en mi coño y ano, lo introducen también dentro, me están lubricando, noto entrar unos dedos en mi ano, juegan con el, lo ensanchan, separan mis nalgas y un pene apoyado en el, a punto de entrar, mi cuerpo tiembla, es la primera vez que me enculan, nerviosa, espero que entre con la mayor suavidad posible, aprieta, va entrando, en mi cara se nota una expresión de dolor, por unos segundos, lubrican mas, vuelve a entrar, esta vez el dolor es menor, los demás no paran con sus caricias y besos, la tengo teda dentro, me abraza por la cintura apretando fuerte para que no salga con algún movimiento mío inesperado, noto otra que se apoya en mi coño, va entrando, esta parece mas grande.

Mi cuerpo no para de temblar, es la emoción, el placer, esto es solo el principio, esperan cuatro pollas mas para satisfacerme.

Javi tendría una satisfacción enorme si pudiera verme, las dos pollas están dentro, empezando su danza ritual, entrando y saliendo las dos a la vez, con movimientos muy lentos al principio, mas rápidos al final, tengo el primer orgasmo, estoy abrazada por las nalgas y cintura tan fuertemente que mis pies no tocan el suelo, jadeo continuamente de placer, el que me encula llega al orgasmo, la saca para correrse fuera.

Lo que yo no sabia es que allí estaba Melisa dispuesta a chupársela a todos para tragarse todo su semen, otra de sus debilidades, sin parar el que me folla, noto otra vez mas lubricante en mi culo, otra polla entra en el, este me coge por los pechos para empujar, pellizca mis pezones, tengo otro orgasmo, noto salir la polla de mi coño, otra estaba a la espera y así han ido pasando los seis, todos con su orgasmo.

Soy liberada de las ataduras y sentada en una silla con apoyo brazos, donde vuelven a atar mis muñecas y los tobillos a las patas de la misma, mi boca queda libre sin la mordaza, pero no los ojos que siguen tapados, muy amablemente me dan algo de beber y comer, descansamos no se el tiempo, ahora uno me saca de la silla y me acuesta en una colchoneta, en la posición que tenia antes, piernas abiertas brazos en cruz, ata mis tobillos y muñecas a unas estacas clavadas en el suelo, ahora ya puedo hablar, pregunto que van ha hacer conmigo, no me contestan, se lo suplico, estoy muy cansada, no puedo mas, uno se reclina sobre mi, besándome los labios, jugando con mi lengua, mientras noto el frió lubricante en mi coño, otra vez no, les suplico, pero no obtengo respuesta, noto el contacto de su piel, su peso encima de mi, su polla abriéndose camino, suplico otra vez, lloro, grito, me tapa la boca con sus labios, sus codos apoyados en el suelo para liberarme de su peso, empieza a meter y sacar, poco a poco estoy entrando en otro orgasmo, no se los que he tenido, pero asido fabuloso, le debo una a mi amiga, después del primero han pasado todos otra vez, pero ahora de uno a uno, con mucha suavidad y cariño.

Noto que liberan de mis ataduras, me retuerzo varias veces en la colchoneta buscando una posición cómoda, unas manos suaves deshacen el nudo de la venda de mis ojos, es Melisa, esta sola, han desaparecido todos, ya nunca conoceré a los seis que tanto placer me han dado, ella me acaricia, me besa, nos fundimos en un abrazo, yo no paro de darle las gracias, camino con dificultad, me ayuda a ir al baño, entramos las dos en una gran bañera, me enjabona y me lava todo el cuerpo, después de secarme y un buen masaje, me da ropa nueva, la vieja la rompieron para sacármela.

Nos esperaba su amigo en el comedor con la mesa puesta, comimos los tres, la conversación rodó en torno a la experiencia, Toni que así se llamaba el amigo, tenia la palabra.

Toni - Espero que hayas disfrutado esta mañana, realizando tu fantasía.

Alba – Si mucho, nunca pensé que se aria realidad, ha superado la ficción, gracias por todo.

Toni – Gracias a ti, mis amigos lo han pasado muy bien, follándote, están dispuestos a repetirla, cuando quieras.

Alba – No te digo que no, cunado venga mi marido, nos raptáis a los dos, lo atáis a el y que lo vea todo.

Toni – Si ya me ha contado Melisa que el te propone siempre esto, cuando vengas con el os prepararemos una de especial.

Alba – Gracias.

Melisa – Ya no tendrás reparos de follar con otro ahora.

Alba – Ya no, ahora estoy dispuesta en cualquier memento.

Toni se levanta viene hacia mi, me da la mano, me lleva al sofá, me sienta, levanta mi falda, quita mis bragas, saca su polla, abre mis piernas, abraza mis nalgas, levanta mi culo, la entra toda dentro, empieza a follarme a mitad de la comida, me retorcía otra vez de placer, Melisa viene corriendo, arrodillada espera el momento para chuparla y tragarse toda la leche.

El resto del fin de semana lo pase con Melisa, tumbadas en la cama, parte para agradecerle, parte porque a mi también me gusta ella.

Llego a casa, Javi hacia poco rato que había llegado, me abrazo dándome un fuerte beso.

Javi – Has follado mucho este fin de semana.

Melisa – Si lo menos trece o catorce veces.

Javi – Mas quisieras tu y yo también.

Melisa – El fin de semana que viene estamos invitados otra vez, tu mismo juzgaras.

Javi – Fantasmadas.

No se hablo mas del tema en toda la semana, con Melisa estamos en contacto diariamente, ella preparo el plan, me lo contó y me pareció genial, teníamos que ir a cenar a casa de su amigo Toni, todo un especialista preparando situaciones, sino que me lo digan a mi.

Estamos a viernes ocho y media de la tarde, estamos en el salón de Toni, tomando un aperitivo, esperando la hora de cenar, Melisa sentada en una butaca, Javi también, yo i Javi en el sofá, llaman al timbre, Toni se extraña no esperaba a nadie, abre aparecen tres encapuchados, armados, era un atraco, entran en la sala de estar, Javi con los brazos en alto, yo i Melisa chillamos, uno se acerca y nos pega dos bofetadas, callamos de golpe, nos sientan a todos en el sofá atados de manos atrás, yo en un extremo, a mi lado Toni, después Javi y en el otro extremo Melisa, le piden a Toni la llave y combinación de su caja fuerte, no la da, le pegan, se niega, uno de los tres, que atendía por el apodo "Duro" parecía ser el que daba las ordenes.

Duro – Tengo otro sistema para que hables, mucho mas convincente y mas agradable para nosotros, amordazar a estos dos "Melisa y Javi" para que no chillen.

Me confundieron, creyeron que era la mujer de Toni.

Duro – Traerme a la palomita de este.

Me levantan y me sitúan en el centro de la sala, mi marido sudaba asustado.

Duro – Te iré preguntando por la combinación de la caja y la llave, a cada negativa iremos sacando una pieza de ropa a tu mujer, nosotros tenemos mucha paciencia, fuera tenemos tres elementos mas vigilando.

Duro – Nos das la combinación.

Toni – No

Duro – Quítale este pulóver tan bonito que lleva, pero sin desatarla.

Uno de los tres saca una navaja, Javi nervioso acojonado, me corta el pulóver a tiras, muy despacio, como si de una ceremonia se tratara, quede con el sostén a la vista, pequeñito casi se me veías los pezones.

Duro – La combinación.

Toni – No

Duro – La falda.

El mismo de antes primero me quita el cinturón, abre la cremallera, baja mi falda asta los pies, quedan a la vista, el tanga, medias y un liguero precioso, que me había comprado para la ocasión.

Toni les suplicaba que me dejaran, hacédmelo a mi, ella no tiene ninguna culpa, mi marido estaba cada vez mas asustado, salían murmuros de su boca amordazada, el miedo se le esta transformando en excitación de ver como me desnudan, el encapuchado me tira al suelo, Javi disimuladamente, intenta mover su entrepierna para dar gusto a su polla, tendida en el suelo el otro encapuchado, me manosea el culo.

Encapuchado – Que buena que estas, aunque nos de la llave creo que te follare.

Alba – No, por favor, dejarme, Toni dales la llave, que me dejen en paz.

Toni – No.

Duro – Las medias y empieza a jugar un poco con ella,

El encapuchado me da la vuelta, de cara al suelo, arranca las medias de un tirón, una en cada mano, aparta la tira de mi tanguita, me pone los dedos en la boca, para que los ensalive bien, seguidamente me los mete en el ano, primero uno después dos, al final tres, moviéndolos de derecha a izquierda, arriba y abajo, dentro y fuera, yo jadeaba de placer, Javi no sabia lo que le pasaba, su excitación era al máximo, ver a su mujer en manos de otros hombres a punto de ser violada, esto era mas de lo que esperaba de mi, note una erección también en Toni.

Duro – No te las pido mas, al final las darás cuando hayamos follado a tu mujer, chicos haced lo que queráis con ella, chica te desatamos si intentas algo o no haces lo que digamos, alguno de ellos lo pasara mal, de acuerdo.

Alba – Si, haced lo que queráis pero no nos hagáis daño.

Encapuchado – Túmbate cara arriba, ábrete de piernas, bien abierta.

Todos me miran atónitos, mientras el encapuchado se desnuda, la tiene totalmente tiesa, se sitúa encima de mi, acaricia mi coño con su gruesa polla, miro a mi marido esperando una aprobación, dijo no con un ligero movimiento de su cabeza, acto seguido, abrazó al encapuchado besándolo en los labios, el rodea mi cintura con sus brazos, a cada movimiento empuja fuerte, yo hacia rato que estaba muy caliente, el enmascarado también, le noto muy excitado, se mueve deprisa, muy rápido, llegamos los dos al orgasmo al mismo tiempo, otro se estaba masturbando, al quedar el sitio libre se abalanza sobre mi metiéndola toda dentro de golpe, hago una exclamación de dolor, tampoco tarda en llenar mi coño de leche, Duro tiene otras preferencias, me da media vuelta, lubrica mi culo con su lengua, me penetra el ano asta los mismísimos huevos, se mueve lento, como el que no quiere correrse, lame mi cuello, mejillas, cuando esta a punto se levanta, me pone a mi de rodillas entrando toda su polla en mi boca, casi me ahogo, la succiono fuertemente, apretó con mis manos sus cojones y descarga toda su leche en mi boca obligándome a tragarla toda.

Duro – Con esta he terminado, a quien le toca ahora.

Javi creía que seria Melisa pero se equivocaba, le señala a el, lo tiraran el suelo, se retuerce continuamente, lo desnudan rompiendo su ropa, no queda ni una pieza entera, lo ponen de rodillas y se disponen a encularlo, uno pone su polla tocando su culo, aprieta un poquitín, Javi sudaba, temblaba como lo había hecho yo, en este punto no podemos mas, echamos todos a reír, desatamos a todos, muestran las pistolas de fogueo sin munición, Javi ni sabia lo que pasaba, lo abracé y bese profundamente.

Alba – Te ha gustado cariño la representación, lo hemos echo por ti, al final me decidí la semana pasada, a follar con otros.

Javi – Entonces lo que dijiste de haber follado 12 veces era verdad.

Alba – Si mi amor.

Toni – Ha sido idea mía, me guardas rencor.

Javi – No solo no te lo guardo, sino que te lo agradezco, ha sido una experiencia fabulosa, espero repetirla sino ésta, parecidas.

Toni – Ya puedes contar con ello.

Alba – Cariño esta noche dormiré con Toni.

Javi – Y yo con quien.

Melisa – Tu conmigo, tenemos una habitación con dos camas de matrimonio.

Los tres hipotéticos atracadores se despiden, Javi les da las gracias por todo y nos disponemos ha pasar la primera noche con cambio de pareja.

RoF

(9,36)