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Obedeciendote

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Me gusta tu estilo, tanto que la relación virtual que manteníamos empezó a derivar hacia lugares escabrosos y excitantes, eras un clásico, te gustaba sentirte macho alfa, dominarme te excitaba y yo me dejaba, me resultaba fácil y excitante hacerlo, vivíamos lo suficientemente lejos el uno del otro para sentirme segura...

Las cosas aún en la virtualidad se desbocaron, ya no todo era tan virtual, las llamadas por teléfono, tu voz pidiéndome que te obedeciera, que visitara aquel sex-shop de mi ciudad, que saliera a la calle sin ropa interior, que me exhibiera en aquel parque... todo mientras al otro lado del teléfono me dabas instrucciones... me resultaba especialmente excitante y morboso.

Me dijiste que tenías un buen amigo al que habías hablado de mí y de mi sumisión a tus deseos, que viajaría a mi ciudad en breve y querías que me entregara a él pues ese era tu deseo...

Aquello iba demasiado lejos pero seguí tu juego que ya también era el mío...

El día anterior al señalado para que viniera tu amigo abrí mi correo... bandeja de entrada:

 

“remite: [email protected]

para: [email protected]

 

asunto: cita

 

viajaré a tu ciudad mañana mi amigo me ha dicho que eres una mujer muy ardiente, obediente y complaciente, que te pida lo que quiera en su nombre, no sé si creerle...

quiero estar contigo, no te pongas pantalones por favor, quiero que lleves vestido, cuanto más liviano mejor, cuando anochezca vete a la calle xxx nº 69 piso 4º no hay más puertas toca el timbre y espera...

sqp.”

Llena de dudas mientras leía el correo de tu amigo recibí tu llamada me pediste que te obedeciera a ti y complaciera a tu amigo y te obedecí, a las 10 de la noche estaba frente a aquella puerta nerviosa e indecisa, vestido estampado amplio con escote generoso en donde mis pechos luchaban por liberarse del escaso sujetador, pequeñas braguitas bikini que mis nalgas se comían continuamente convirtiéndolas en tangas...

Unos segundos de indecisión en la puerta... creí ver que alguien me observaba desde la mirilla... mas nervios junto a una excitación extrema... no podía decepciónate debía obedecerte, sabía que solo me proporcionaría placer hacerlo, un placer que nadie más me daba con aquella extrema morbosidad...

Piqué al timbre... esta vez vi claramente como alguien te observó por la mirilla... mi corazón galopaba desbocado y mi sexo palpitaba humedeciéndose...

Una voz masculina te dijo sin abrir la puerta: "quítate las bragas"... entre miedo, excitación y un morbo que me impedía pensar obedecí... metí mis manos bajo el vestido y me bajé las braguitas, los nervios me impidieron quitármelas del todo, quedaron allí envolviendo mis tobillos... el señor desconocido tras la mirilla me observaba... y volvió a hablar: "metete dos dedos en tu sexo y muéstralos ante la mirilla... creí morir de excitación, miedo y deseo, no sabía si salir de allí corriendo u obedecer... el deseo y el morbo ganaron al miedo... obedecí, mis dedos se introdujeron en mi sexo estremeciéndome de placer y arrancándome un primer suspiro...  uhmmmm... convertida ya en una putita sumisa me dejé llevar por la situación, en mi cabeza solo estaba ya el deseo loco de complacerte y entregarme a la lujuria...

"date la vuelta, ponte de espaldas a la puerta y súbete la falda e inclínate para mostrarte" volvió a decir aquella voz... obedecí esta vez sin reservas y muy excitada... de espaldas a aquel desconocido que me miraba con el vestido levantado, las braguitas en los tobillos y mi culo desnudo en pompa ofreciéndose estaba deseando ser poseída...

Sentí la puerta abrirse, "-no te vuelvas-" me dijo, sus manos abrieron mi sexo "-estas muy mojada, mi amigo tenía razón, eres una putita ardiente y complaciente-" y acto seguido me penetró violentamente al tiempo que se me escapaba un gemido de placer... bombeó dentro de mi durante unos minutos en los que embriagada me desmadeje perdiendo mi voluntad y dejándome llevar hasta que sentí como me llenaba en lo más profundo de mis entrañas con copiosas descargas de su esencia...

Salió de mi pero...

Otra voz dijo "me toca"... de espaldas a ellos sin ver nada más que la puerta del ascensor en medio del rellano de la escalera loca de placer y deseo cerré los ojos... esperé al segundo... sus manos buscaron en mi sexo inundado por los jugos del primer desconocido mezclados con abundante semen y lubricó con ellos mi otra entrada, introdujo un dedo primero y después dos y tres... -ya estás bien dilatada puta pídeme que te folle el culo-

-ssssiiii, fóllame, folla mi culo- respondí enloquecida por la lujuria

Me penetró salvajemente, sentí su miembro abriéndose paso dentro de mí culo y mientras profundizaba me causaba un dolor que me resultó enormemente placentero, cuando empezó a bombear dentro de mí pasó una mano por delante y comenzó a masajear mí clítoris, entonces el primer desconocido que permanecía detrás mirando me puso un móvil en la oreja y te escuche decirme: -dime que te están haciendo-

Sin apenas voluntad para contestar en el umbral de un brutal orgasmo que empezaba a invadirme atiné a decirte: -me están follando por todas partes ahhhh-

-me gusta que seas una putita obediente-

Cuando el segundo se vació en mi recibí una fuerte palmada en las nalgas, al darme la vuelta para verlos, solo alcancé a ver como se cerraba la puerta de aquella casa...

 Me subí las bragas y salí de allí turbada, satisfecha y con una sonrisa perversa... seguro que pensaban que me habían utilizado...

 

ilusos...

(9,25)