Esta es la historia de Carla, una mujer a la que una convención de su trabajo le cambió la vida.
Carla es ejecutiva de una empresa de publicidad y eventos, una mujer de 35 años muy atractiva y sexy. 1,65 delgada pelo castaño, piel blanca. Felizmente casada desde hacía 12 años con el único y gran amor de su vida, Andrés un abogado exitoso de 45 años.
La vida de Carla era más bien tranquila, muy hogareña, de pocas amigas. Era una mujer recatada y sencilla.
Todo cambió cuando Carla fue invitada a un festival de publicidad que se desarrollaría en Rio de Janeiro, debido a su excelente trabajo. Carla tenía sentimientos encontrados con el viaje, por un lado le agradaba la gran oportunidad profesional pero por otro dejar sus hijos y en especial su esposo Andrés de quien no se separaba nunca. Pero como era parte de su trabajo no tuvo más remedio que asistir.
La noche antes del viaje, Carla y Andrés hicieron el amor como lo hacían siempre… y se durmieron.
Ya en Río la situación era algo totalmente nuevo para Carla, glamour, playa, diversión, y por supuesto trabajo pero en un entorno casi de vacaciones… estaba fascinada, pero no dejaba de concentrarse en lo suyo.
Ella estaba vestida con un vestido corto, sencillo y ajustado, pero que realzaba su figura y por supuesto no pasaba inadvertida entre los participantes.
Todo iba tranquilo hasta que se acercó uno de los productores del evento a saludarla y felicitarla por su trabajo, lo que Carla recibió muy orgullosa…hasta que aquel hombre la invitó a una fiesta esa noche…cosa que le pareció extraño porque se suponía que al día siguiente había que trabajar nuevamente, y además ella era una mujer casada, por lo que prefirió declinar la invitación.
El productor, un hombre de unos 45 años, exitoso y además guapo, no aceptó un no por respuesta por lo que se contactó con el jefe de Carla para indicarle que ella debía asistir a la fiesta, ya que era parte del evento. Y así fue, Carla recibió la instrucción de su jefe que debía estar en la fiesta, y que además se preocupara de estar muy atractiva porque ella era representante de su empresa.
Carla no tuvo más que aceptar, y se preocupó de verse bien para la fiesta. Se puso un vestido negro ajustado y corto, con lo que se veía muy sexy… y decidió ir con la mejor disposición para conocer gente y pasar una velada agradable…sin descuidar de su trabajo como representante de su empresa.
Estaba conversando y bebiendo un trago con unas chicas que había conocido en el día cuando el Luis el productor se acercó para invitarla a bailar… ella aceptó y se fueron a bailar… Luis no dejaba de mirarla y ella se sentía cautivada por ese hombre, que tenía un encanto que no podía explicar el por qué le provocaba eso.
Luis un hombre de fama de conquistador, se había propuesto conquistar a Carla, más sabiendo que era casada y muy recatada.
La noche iba avanzando, y las diversas técnicas de Luis no funcionaban con Carla, quien a pesar de adivinar las intenciones de Luis seguía bailando con él porque se sentía distinta, hacia mucho que no se sentía así deseada por un hombre y más encima guapo.
Cerca de las 3 de la mañana, Carla se da cuenta que es tarde, su sentido de responsabilidad la obliga a irse porque al día siguiente debía trabajar y así se lo hace saber a Luis, quien se ofrece a acompañarla a su habitación… Carla se niega, pero eso no fue impedimento para que Luis lo hiciera.
Al llegar a la habitación, Carla notablemente nerviosa se despide de Luis… y éste aprovecha que cuando Carla abre la puerta y se mete en su habitación mientras Carla lo observa atónita…
Luis se acerca… la toma de la cintura y le da un beso en la boca… Carla se separa, y le da una fuerte cachetada a Luis diciéndole que si no se iba gritaría.
Luis la mira, sonríe, y nuevamente la besa ahora manteniéndola firme….pasaron unos segundos y la boca de Carla se fue abriendo para recibir ese beso…el cual respondió.
Se besaron apasionadamente por unos minutos…cuando Carla nuevamente entra en si… y le pide que se vaya… que era una mujer casada, y que eso no podía ser… Luis la observa y le dice… “si no te gustó lo que pasó…dímelo y me iré”
Carla lo miró…y guardó silencio…
Luis se acercó y la volvió a besar….pero esta vez sus manos comenzaron a recorrerla… sus pechos pequeños… su trasero…. Carla estaba en éxtasis…. Sólo su esposo la tocaba… pero era distinto… estaba sintiendo cosas que no sentía habitualmente
Luis la desnuda… sabía entregarle una mezcla de suavidad, pasión y lujuria que Carla nunca había vivido.
Luego Luis se desnuda…hasta quedar sólo en bóxer, pidiéndole a Carla que se los baje… Carla de una manera obediente los baja, y sale a relucir un pene prácticamente erecto… que era mas grande y grueso que el de su esposo (el único que conocía).
Luis la tiende en la cama y comienza a hacerle sexo oral…. Carla estaba en excitada muy caliente, ya se había olvidado de todo y se había entregado a disfrutar de un placer que no había sentido hasta que tuvo su primer orgasmo.
Al sentirlo, Luis se incorpora y le dice “ahora te toca a ti” a lo que Carla tomo su pene…y comenzó a meterlo en la boca con suavidad…y tal vez inexperiencia, lo que a Luis le excito más…poniéndose cada vez mas duro.
A Luis le gustaba esa sensación de inexperiencia de Carla, pero más le gustó cuando le confesó que sólo había tenido a un hombre…su marido.
“ahora verás lo que es bueno…” le dijo Luis…y comenzó a penetrarla de distintas formas…primero él se puso arriba con las piernas de Carla en sus hombros…la penetro con fuerza hasta hacerla gritar al acabar…luego Carla se puso arriba…y se movía como nunca lo había hecho…gimiendo como loca hasta que rápidamente acabo y luego Luis la puso a lo perrito…tomándola de las caderas y penetrándola con fuerza.
Así estuvieron unos minutos hasta que Luis acabó dentro de Carla…soltando un gran chorro de semen caliente logrando el último orgasmo de Carla.
Quedaron tumbados un rato en la cama…luego Luis se paró y le dijo a Carla… “aprovecha de dormir… ya va a ser hora que inicie el trabajo”… luego se visitó y con un beso se despidió.
Carla se quedó acostada…no sabía que hacer…una mezcla de remordimientos y de placer infinito la rondaban… sin duda esa noche cambio su vida.