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Noche de copas

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Hola que tal a todos mis amigos lectores. Este relato me fue contado por un amigo que fue quien tuvo esta experiencia amor filial.

Todo ocurrió después de una noche farra y llegar totalmente ebrios que hizo que perdieran la cordura.

Era una familia compuesta por la señora Aura y su hijos Alexander de 30 años, Iván de 24 y Ana Lucía de 18. Junto a ellos en su casa vivía su prima Fabiola de 13 años.

Alexander era doctor. Iván recién culminaba sus estudios de ingeniero civil y ejercía el cargo de gerente de una cotizada empresa de construcción. Por su parte Aura a pesar de quedar viuda a temprana edad sacó adelante a sus hijos y siempre les enseñó moral y buenas costumbres que a su vez el alcohol acabó.

Alexander en su rol de ginecólogo siempre atendió a su madre Aura, a su hermana Ana Lucía y a su pequeña prima Fabiola.

Todo ocurre cuando Alexander tuvo una ruptura nupcial con su prometida que le causó entregarse al alcohol desmedidamente. Como siempre había atendido a las mujeres de su núcleo familiar, por supuesto las conocías a plenitud. Su madre Aura era mujer de 50 años quien se mantenía conservada. Su hermana Ana Lucía ya no era virgen y lo sabía. En una consulta de ella con Alexander le confesó que sabía que había tenido relaciones sexuales por lo menos alguna vez. A Ana Lucía no le quedó más remedio de confesarle que todo era cierto porque ella tuvo relaciones varias veces con un compañero de colegio a los 15 años.

Alexander e Iván eran muy unidos y siempre compartían todo lo que tenían.

La vida de Alexander cambió radicalmente al finalizar su noviazgo y empezó a visitar bares de la ciudad donde se embriagaba hasta altas horas de la madrugada. Llegaba a su casa y dormía casi hasta el mediodía. Todo era ya una rutina.

Pero una noche de copas donde se le pasó la mano Alexander llegó a su casa con ganas de hacer el amor porque no encontró con quien. Así que se fue hasta el cuarto de su hermana Ana Lucía quien dormía plácidamente. Al llegar la vio y se acostó a su lado. Comenzó a tocarla en sus senos y bajaba a su cuca momentáneamente. En eso Ana Lucía se despertó sobresaltada cuando vio que era su hermano quien era que le tocaba sus partes íntimas.

―Qué haces Alex, preguntó Ana Lucía asustada.

―Algo que ya tú sabes como se hace, respondió.

―Pero Alex yo contigo no puedo porque somos hermanos y sería incesto, replicó.

―Si lo sé, pero si tu lo deseas lo podemos hacer. Además sé de varios casos reales que me han llegado a mi consultorio, dijo Alexander.

―Si, pero yo contigo no lo pienso ni quiero hacer, así que por favor vete antes de que mi mamá se den cuenta de que estás aquí todo borracho. Vete tranquilo a ti cama y mañana hablaremos cuando estés más sobrio, te parece hermano, contestó Ana Lucía.

―No me voy a ir porque hoy serás mías quieras o no, exclamó.

―No, no, lo hagas hermano, decía Ana Lucía, pero ya era tarde porque Alex ya estaba bastante animado para proseguir.

La tomó por la fuerza y se montó encima de ella y le quitó sus pantaletas y la atravesó con su miembro que hizo que Ana Lucía lanzara un grito.

Ana Lucía quedó a su merced y no tuvo más remedio que dejar que su hermano siguiera con su propósito. De repente Alexander vio como su hermana correspondía a sus deseos de sexo. Tanto así que ya no forcejeaba sino que gemía placenteramente.

Al cabo de unos diez minutos Ana sintió como su hermano Alexander acababa su semen dentro de ella.

Se paró y se marchó a su cuarto a dormir. Nadie se enteró de lo ocurrido, pero Alexander y Ana estaban marcados por el hecho.

Al día siguiente Ana se fue hasta el consultorio de su hermano y le pidió que la atendiera. Como no tenía casi pacientes la dejó de última y le dijo a su secretaria que se marchará y cerrara todo.

Ana le preguntó el por qué pasó todo anoche. Alexander le pidió disculpas y le dijo que nada volvería a pasar. Pero Ana le respondió diciendo, "acaso no te gustó hermanito, porque a mi si. Al principio tuve miedo, pero después de sentirte me llenó inmensamente".

Alexander quedó atónito por la respuesta de su hermana quien esta vez fue ella quien lo buscó y lo beso profundamente en la boca. A los 5 minutos Alexander penetraba por segunda vez a su hermana. En esta oportunidad le desvirgó el culo a su hermana quien emanaba a gritos para que se lo rompiera.

Sin duda alguna Ana Lucía era una puta sumisa que escondía sus instintos en una cara de niña dócil.

Pasaron seis meses y Ana junto a su hermano seguían teniendo relaciones sexuales. Alexander había dejado la bebida de cierto modo gracias a su hermana.

Pero un día Ana Lucía se marchó a pasar unas vacaciones con su abuela a otra ciudad por espacio de tres semanas.

Instintivamente Alexander volvió a su problema de alcoholismo. Un día fue su madre a quien le tocó atender y a su pequeña prima. Al ver el cuerpo desnudo de su madre sintió una erección, pero mayormente la sintió cuando vio el himen intacto de su prima Fabiola.

Su mamá Aura le solicitó que le recetara un medicamento para dormir porque estaba sufriendo de insomnio.

Así lo hizo y se marcharon a su casa pero antes pararon por una farmacia donde compró las pastillas para dormir.

Por la noche después de cenar su madre se tomó una pastilla y se fue a dormir. Alexander sacó una botella de ron que tenía guardada y se le tomó completamente. A las dos horas le invadió la idea de cojerse a su madre. Se fue hasta su cuarto y la llamó par de veces pero no respondió porque estaba profundamente dormida. Le fue fácil quitarle la ropa, le chupó la vagina a tal punto que su madre soltaba dormida gemidos y se le humedeció su vulva. Seguidamente se le abrió más sus piernas y la penetró hasta el fondo.

Su madre sólo dijo dormida, "que rico me lo haces David", recordando tal vez su esposo.

Alexander le derramó todo su semen dentro de la vagina. Después al rato la volvió a penetrar y al llegar otra vez a la eyaculación se lo sacó y se lo metió en su boca donde culminó por segunda vez.

En la mañana un remordimiento lo invadía y a su vez un susto, pero todo se calmó cuando su madre con una cara sonriente se levantó sin decirle nada.

A la semana siguiente Alexander le dio a tomar una pastilla para dormir a su prima Fabiola, mientras que su mamá según ella hacía lo mismo.

Se fue hasta el cuarto de su prima Fabiola y le quitó la ropa, la besó por todas partes de su cuerpo y la chupó su vagina casi 10 minutos.

Sacó su miembro y se lo colocó en la entrada de la cuca de su prima y lo hundió todo. ¡Plaf!.. Fue el pequeño ruido que hizo la ruptura del virgo acompañado de un rastro de sangre.

Su prima se movía de un lado a otro pero sin nada que hacer porque estaba dopada.

Como Alexander sabía que no existía ningún peligro le acabó adentro su semen caliente.

La limpió y se marchó sin dejar rastros de su acto. En la mañana todo estuvo normal pero su prima le confesó delante de todos que sentía dolores en su vientre. Él le respondió que se trataba de un dolor mestrual y todo quedó así.

Faltando pocos días para llegar su hermana de vacaciones Alexander oyó que su mamá se iba a tomar la píldora para dormir y espero su turno para poseerla. Media hora después Alexander la tomaba nuevamente y la penetraba por su cuca. Su madre vibraba y se movía agitadamente respondiendo a sus ancadas. La volteó y le untó vaselina el ano de su madre y la penetró. Su madre se quejó dormida y Alexander acabó su semen y se lo sacó le dejó unos rastros de sangres en su culo.

Cuando procedía a limpiarla escuchó una voz de su madre que le dijo "hijo gracias por hacerme vivir nuevamente, pensaba que el sexo para mi no existía". Alexander se asustó y vio que su madre estaba lúcida completamente. "Acaso no estabas dormida mamá", preguntó Alex. "Esta vez te engañe, supe lo que pasó entre tu hermana y tu porque los vi. Después la hice que lo confesara y me lo dijo todo. Pensé que conmigo no te ibas atrever y por eso fui a tu consultorio porque quería darte una entrada, y lo logré solicitándote unas pastillas para dormir las cuales eran una absurda excusa. La primera vez que me hiciste el amor estaba despierta y me gustó como me cojiste hijo", señaló Aura.

Esto fue una sorpresa para Alexander que después de eso tuvo relaciones libremente con su hermana Ana Lucía, su madre Aura, pero no lo hizo más con su prima Fabiola a quien le rompió su virgo.

Nunca su hermano Iván supo, siempre estuvo ignorado, pero después ocurriría algo entre todos ellos.

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