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La primera vez con un hombre mayor....

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Ya tenéis una idea aproximada de cómo soy físicamente y sobre todo de lo que me gusta el sexo, disfruto practicándolo y no suelo ponerme limites si bien aun me quedan muchas fantasías por cumplir, hay gente que piensa que soy una zorra sin sentimientos, una niñata consentida…que piensen así, lo que tengo claro es que yo solo voy a vivir una vez, y mis tetas no siempre estarán duras y tersas como ahora, que llegara un momento en el cual los vaqueros no me sentaran igual, que mi marido cuando le tenga se inventara mil reuniones o partidos de paddel para tener citas fugaces con jóvenes preciosas como un día fui yo, mi madre bien sabe a lo que me refiero con esto, pero antes de todo eso he decidido disfrutar de mi, de mi cuerpo, de mi sexualidad, de mis hormonas alteradas…..de las ganas que tengo de rabo las casi 24 horas al día. Esta historia ocurrió hace un par de años ya, justo a los pocos días de cumplir la mayoría de edad. Era el mes de agosto y aunque mi ciudad es bastante fría en esa época del año el calor es insoportable, hace que estés la mayor parte del día sudando, estaba recién llegada de mi estancia habitual en Inglaterra, y me quedaban los últimos días de vacaciones antes de empezar un nuevo curso, los días transcurrían entre la entre la piscina y las terracitas de los bares, por aquella época no tenía novio, y mi vida sexual ya empezaba a dar muestras de un furor incontenido, raro era el día que no salía y tenía a algún nuevo pretendiente que me llevara a casa, cierto es que no me acostaba con todos, pero tampoco se iban de vacio cuando me dejaban en casa como una niña buena, hace tiempo que perdí la cuenta de las bocas que he besado, las pollas que he pajeado, y en menor medida las muchas que me he comido.

Relaciones sexuales completas debería de llevar unas 15 aproximadamente numero que no esta nada mal si pensamos que solo tenia 18 años y me habían desvirgado un par de ellos antes. Era viernes estábamos en una de las terracitas de moda del verano, había salido con mi habitual grupo de amigas, todas reunidas de nuevo, contándonos nuestras aventuras vacacionales, los grupos de chicos se volvían para mirarnos y los mas atrevidos se acercaban para invitarnos a unas copas que pensaban que los daba derecho a podernos magrear. Parecíamos sacadas de un catálogo de ropa joven de el corte de ingles, porque si una cosa nos hacía destacar sobre el resto de chicas de nuestra edad era el estilo, siempre íbamos perfectamente arregladas y conjuntadas, podría haber chicas mas guapas, con mejor cuerpo pero nunca con tanto estilo como el nuestro, si a eso le unimos que tan poco tenemos nada que envidiar a otras….como no la conversación en ese momento giraba sobre polvos y conquistas, cada una relataba con todo lujo de detalles y hasta de tamaños las pollas que habíamos conocido ese verano, y las que nos faltaban por conocer ya que aun teníamos una quincena por delante. Desde luego no habíamos perdido el tiempo y ninguna de nosotras se había quedado sin engrosar la lista de amantes al mismo tiempo que se ensanchaban nuestras caderas de tanto follar. La noche fue pasando y ya cada a una a nuestro rollo tuve una conversación con Ana que hizo que se despertara la bestia que llevo dentro.

  • ―¿Te das cuenta Cris, que somos tan normales como cualquier otra tia que este aquí?
  • ―Ni de coña niña nosotras somos únicas

He de decir que Ana es mi mejor amiga, es una preciosidad rubia, un año mayor que yo, su cuerpo es prácticamente perfecto y si yo no tengo queja del mío, se le cambiaria con los ojos cerrados, pasa del 1.70 por lo que es mal alta que yo, y su larga melena rubia por la cintura es la envidia de toda la universidad, al igual que yo adora el deporte y su figura esta moldeada a la perfección, viste con mucho estilo y su cuerpo es aun mas deseado gracias a sus finos tatuajes y piercings estrategicamente colocados sin caer en la vulgaridad de otras que parecen unas poligoneras baratas. Pero bueno ya os hablare de Ana en otra ocasión y de su cuerpo, cuerpo que por cierto alguna vez he disfrutado.

  • ―Me refiero que no hemos hecho nada , que cualquier chica no pueda hacer, tu te tirastes al hijo de tu madre de acogida en Londres, menudo logro, lo hubiera podido hacer cualquiera, yo al chulo de todos los veranos en Gandia, Miri se enrollo y pajeo a su primo y paso de seguir con las demás porque aun es mas deprimente.
  • ―En eso tienes razón parecemos monjitas de la caridad, no ha habido nada realmente excitante o prohibido. Esta noche se nos ocurrirá algo que poner en practica.

La noche acabo sin pena ni gloria y me marche sola a casa, algo raro en mi, dándole vueltas a lo que me había dicho mi amiga, y tuve una idea, nada mas entrar en mi habitación conecte mi pc abrí esa maravillosa pagina que es mas útil que un diccionario y teclee en el buscador imágenes sexo prohibido, había decidido que lo primero que viera sería mi próxima experiencia, me daba miedo que saliera algo relacionado con la zoofilia es algo que me da mucho respeto y además no tengo perro así que tendría que buscarlo, pero estaba decidida a hacer lo que fuera. Casi cerré los ojos antes de que el buscador me devolviera las primeras imágenes ¿que me depararía en suerte? Y casi me muero de risa cuando vi la foto de una jovencita con un hombre que podría ser su abuelo. Mi mente comenzó a trabajar a mil por hora pensando si eso sería posible y si realmente se salía de lo común como quería Ana, pensé en pros y contras y no veía nada negativo en ello, así que mentalmente analice mis conocidos y contactos, y encontré la persona perfecta el Sr. Vicente nuestro antiguo vecino. Ya dije que la economía familiar era buena y eso nos había permitido salir de aquel antiguo barrio donde nos criamos viviendo en un piso en una sexta planta sin ascensor y de sesenta metros cuadros, para trasladarnos a una urbanización de nueva construcción con todo tipo de lujos y detalles, pero aquella antigua casa había sido nuestro primer hogar, y en ella nos habíamos criado, allí comenzó nuestra familia y aun nos pertenecía, había temporadas que la teníamos alquilada y cuando no era así la usábamos mis hermano mayor y yo para hacer fiestas y botellones , aunque desde que Javi se casó solo la utilizó yo. Vecinos de puerta eran una pareja adorable de ancianos que nos han visto crecer, que ayudaron a mis padres con nosotros cuando éramos pequeños, nos trataban como miembros de su familia ya que solo tenían un par de hijos y ambos estaban fuera, María y el Sr. Vicente eran sus nombres, era extraño porque a la mujer la tuteábamos y a el siempre de usted, deberían rondar los ochenta años. Me quede dormida con la idea en mi cabeza y organizando el plan para que diera resultados.

Cuando desperté a la mañana siguiente no te como mi pequeño pijama en forma de culotte se había mojado, y maliciosamente sonreí pensando si habrá tenido un sueño cerdo con mi futuro y venerable amante, no tardé en coger el teléfono y contar la idea a Ana, al fin de cuentas ella era la instigadora del plan y cual fue mi sorpresa cuando me dijo que la parecía una idea estupenda y que a ella también la seducía el plan, que ella no contaba con un vecino así pero que si era necesario se tiraría a su abuelo, cosa que desde luego que consiguió y me a autorizado contar, pero eso será en otra historia.

No tenía muy claro como lograrlo pero me puse unos vaqueritos miss sixty que me quedaban como un guante marcando el culo de forma genial, dejando salir la parte superior del tanga de forma totalmente estudiada, taconazos, realzando mas mi figura y una camiseta de desigual, asimétrica de las que deja parte del cuello, un brazo y la espalda descubierta por supuesto que iba sin sujetador, buscaba que en cada movimiento y sobre todo cuando me agachara se pudieran ver parte de mis tetas, cogí las llaves del antiguo piso ya que ahora no teníamos inquilinos y allí me dirigí. Una vez en la casa subí todas las persianas, puse un cd de música dance intentando que se dieran cuenta de que la que estaba allí era la niña de sus ojos, eso siempre me decían, cuantas veces María nos había salvado de quedarnos solos cuando eramos peques, cuantas veces ha ocultado nuestras fiestas y borracheras, cuantos consejos me ha dado de que tuviera cuidado con los chicos cuando me había visto salir con alguno de la casa, y el Sr. Vicente no era típico anciano desagradable y gruñón todo lo contrario su cara era bondad, no tenía nada suyo. Allí estaba yo maquiavelando un plan para convertirme por un rato en la puta de un viejo. Era extraño aun no había venido la buena mujer a verme, mi plan era que una vez que viniera a preguntarme por mis padres y demás, contarla que había ido por abrir un rato el piso, ya que no estaban mis padres y alguien tendría que hacerlo, entonces al ver que estaba sola no me dejaría marchar sin que me quedara a comer, y ahí tendría tiempo para estar con el e improvisar. Pasaba el tiempo y nadie iba así que decidí ser yo quien fuera a saludarnos no sospecharían de nada. Llame al timbre y escuché la ronca voz de mi vecino al otro lado de la puerta

  • ―Ya va

La puerta se abrió y su sorpresa fue mayúscula, si bien clavo sus ojos en mis tetas de forma descarada, será muy buena persona pero un tio es un tio y es lo mas fácil de conquistar, un buen cuerpo, unas zalamerías y lo tienes babeando detrás de ti.

  • ―Cristina ,¿ hija que haces por aquí? Cuanto tiempo, ay malvada ya se por lo que vienes, el otro día fue tu aniversario y quieres tu regalo.
  • ―Oh no para nada Sr. Vicente, vine por ventilar un poco la casa y quería saludarles

Cierto es que siempre nos hacían algún regalo por nuestro cumpleaños, ya os digo que para ellos éramos como sus nietos

  • ―Pues hija María no esta, sabes que nos vamos de vacaciones con nuestros hijos, y se ha quedado en Barcelona, a mi me ha traído Arturo para ir al médico al tema del sintrón como ya sabes que padezco de corazón, y mañana volvemos a marchar.
  • ―Lastima porque me hubiera gustado verla.
  • ―Pero bueno hija pasa no te quedes en la puerta.
  • ―No ya me voy porque estará usted con su hijo, y no quiero molestar.
  • ―Que va si el salió, fue a los servicios sociales del ayuntamiento por que dice que como ya estamos muy mayores, tenemos que contratar a alguna chica para que este cono nosotros.
  • ―Muy mayor, pero si usted está como siempre, yo siempre le veo igual.

L e estaba hablando mirándole directamente a los ojos y a la boca, sacando cuidadosamente la lengua, y tocándole el brazo y la mano de forma cariñosa, era parte de mi juego de seducción.

  • ―Hija tu si que te estas haciendo mayor, estas echa toda una mujercita.
  • ―Vicente (le tutee, premeditadamente, cosa que debió extrañarle por la reacción de su cara) usted esta echo un chaval, bueno paso un momentito para hacerle compañía.

Les ahorrare cerca de una hora de conversación de lo mas tribal, acerca de mi familia, estudios etc…,lo que si les digo es que mientras hablábamos no dejaba de agacharme, mostrando una maravillosa vista de mis pechos, contornearme intentando marcar mis curvas, mirarle y en cuanto tenía la mas mínima posibilidad tocarle.

  • ―No tendrá una cerveza este calor me esta matando, le dije mientras agarrando mi camisa la descoloque de tal forma que pudo ver mis tetas en su esplendor, el juego me estaba calentando y mis pezones rosados se estaban empezando a hinchar y poner duros.
  • ―Hija pero, ¿no eres muy pequeña para beber ya alcohol?

Me levante y fui a la cocina moviendo el culo de forma sugerente, al tiempo que le contestaba

  • ―He crecido y ya hago mas cosas de mayores, al tiempo que girando mi cabeza, le sonreí y guiñe un ojo.

Busque en el frigo las tres que estaban mas frías y sin llevar vaso volví al salón donde se estaba desarrollando la escena.

  • ―¿Tres hija?
  • ―Ahora vera.

Abrí dos de las cervezas y me metí el morro de la botella en la boca de forma mas que sugerente, desplazando mi lengua lentamente por el cuello de la botella, el pobre hombre me miraba y no daba crédito a lo que veía pero no decía nada disfrutando del espectáculo, un espectáculo que seguro que nunca había disfrutado. Pensaba que la botella era una buena polla y simulé una mamada, al mismo tiempo que le decía que tenía calor y cogiendo la cerveza que aun permanecía cerrada la frotaba por el interior de mi camiseta. Abrí los ojos y mire su paquete, le había crecido y mostraba un gran bulto en su pantalón, pare intencionadamente y mentí haciéndome la avergonzada.

  • ―Disculpe Sr. Vicente, no se que me ha pasado, lo siento.
  • ―Tranquila hija, fingiré que no he visto nada, entiendo que a tu edad empieces a sentir cosas en tu interior, y quieras demostrar que eres mas mayor, pero algún día tendrás un novio y podrás soltarte con el.

Que ingenuo si el supiera, pensaba que era virgen y sin embargo era una zorra de cuidado.

  • ―Sabe lo que ocurre, me da miedo, que se quieran aprovechar los chicos de mi edad de mi, que me vean como un simple objeto, y luego hablen y se inventen cosas, le dije mientras le miraba con cara de niña buena y corriendo me acerque a el y sentandome sobre sus rodillas como había echo tantas veces cuando era una mocosa, fingí llorar mientras le abrazaba.
  • ―Venga Cristina, no pasa nada sabes que yo soy como una tumba, no contare nada de tu juego con la botella, ahora deberías irte a casa.
  • ―No, no quiero, usted es tan bueno me hace sentir protegida.

Y comencé a besarle por el cuello, primero besos castos y puros para después utilizar mi lengua y dientes, lamiendo su cuello y nuca, mordiendo los pliegues de su carne mientras le acariciaba los brazos con la yema de mis dedos, suave muy suave apenas rozando su dura y curtida piel, piel que empezaba a responder a mis estímulos poniéndose como se dice vulgarmente de gallina, el vello del brazo se le erizaba, y su respiración se volvía mas profunda y su voz se entrecortaba.

  • ―Hija no esta bien esto, para te arrepentirás nada mas salir por la puerta de esto, no te humilles de esta manera.

Seguía sin saber que todo estaba perfectamente estudiado, que la única presa que había en esa vieja habitación con las paredes empapeladas de flores, que olía a rancio y humedad, era el, que yo no era la niña que el creía, que estaba como una fiera por que me la clavara, que estaba deseando probar esa polla casi octogenaria.

  • ―¿De verdad que no me ves como una mujer? ¿Qué tu también piensas que solo soy una niña?

Me levante y me quité la camiseta, mis tetas se mostraban desafiantes, duras producto del deporte, de la edad y por supuesto de la excitación, pezones duros y afilados, me miraba y no debía dar crédito a lo que veía, por un lado estaba su lado bueno el que me veía como la niña que había sido, niña a la que había dado biberones y cogido en su regazo, pero por otro lado no dejaba de ser una tia escultural, delante de el algo que nunca había visto, una mujer a la que quería follar, y el aun no sabía que la próxima leche que me iba a dar no era en polvos y de crecimiento si no que iba a tragar su semen y el recipiente ya no iba a ser esos biberones de cristal, si no que iba a beber de su pene.

  • ¿T e gustan? ¿quieres que sean tuyas?

Le dije al mismo tiempo que me baje los pantalones, y girando sobre mi misma le ofrecí una panorámica de mi culo en tanga que nunca olvidara.

  • ―¿Alguna vez había visto unas braguitas así? ¿quiere ver lo mojaditas que están?

Me metí dos dedos dentro de mi coño ya mojado, y acercándome a el, las puse en sus narices para que oliera, después deje que me chupara los dedos. Estaba rojo y el pantalón a punto de reventar, me arrodille ante el, y le dije que se relajara tranquilamente en su cómoda, estaba a cuatro patas delante de el, y le descalce lentamente mientras levantaba el culo para que pudiera ver bien el hilo de mi tanguita negro, le quite los calcetines e hice algo que nunca esperaría me metí el dedo gordo de su pie en mi boca, y chupe con ganas mientras con mis manos subía tocándole las piernas por encima de los pantalones, me saque el dedo de la boca y puse la cara justo delante de su miembro y desabroché los botones con la boca, y le baje los negros pantalones de tergal, estaba acostumbrada a desnudar vaqueros pero no esa tela, pero que mas da debajo de cualquiera de las prendas se encontraba mi perdición, es algo incontrolable para mi es ver una polla y perder mi vergüenza.

  • ―Cristina……
  • ―Llamamé Cris, le dijé mientras bajaba los calzoncillos tamaño xxl, que le llegaban por debajo de las rodillas.
  • ―Nunca mi señora me la chupó…..
  • ―Disfrute y tranquilícese abuelito que se lo que me hago, no va a tener ninguna queja

Metí esa polla en mi boca, no era distinto a otras veces, era un trozo de carne duro dentro de mi boca, el tamaño no era muy grande pero si gorda y aunque no estaba muy dura, podría metérmela en el coño y sentirla bien dentro, llenando mis paredes, el sabor si era distinto, era un sabor mas amargo, no con ese sabor dulzón del semen y aunque el olor no era bueno tampoco llegaba a ser desagradable, que cojones pensé en esos momentos esa era la polla que tenía y era mi amante, así que saque mis mejores artes y comencé una mamada digna de un verdadero putón, lamia todo su tronco subiendo y bajando, me entretenía en su frenillo, y mordisqueaba sus peludos huevos a la vez que le pajeaba, me metí todo el glande en la boca y succionaba glotonamente tanto que no me di cuenta de que mi amante estaba apunto de correrse, note como mi boca se llenaba de semen y me gusto su sabor, semen que trague mientras le miraba y me sonreía.

  • ―¿Quiere que este sea nuestro secreto Vicente?

Apenas pudo articular palabra y sus ojos brillantes expresaban una sensación de no saber muy bien que le había ocurrido.

  • ―Tranquilo relájate que esto aun no ha acabado.

Quite mi tanga y se lo lance de forma sensual, no podía demorar mucho mas aquello, ya que tenía miedo de que llegara su hijo y podía delatarme aunque si le ofreciera una buena mamada a cambio de su silencio, no diría nada seguro.

Al ver mi coñito perfectamente depilado su gruesa polla recupero parte de dureza y tamaño, desde siempre me ha gustado no tener ni un pelito en mi chichi por estética y sobre todo higiene, por aquella época me lo hacía con cera, ahora ya lo hice con laser y me he quedado como un bebe para siempre, es mas cómodo pero también es cierto que es muy excitante que te depile tu pareja con espuma y una cuchilla, pero a lo que íbamos me fui hacia el y poniéndole el coño en la boca le agarre la cabeza para guiarle en una comidita de coño que aunque era inexperto consiguió que me corriera de forma escandalosa, siempre grito pero cuando me comen me vuelvo loca. Su polla ya estaba dura y sentándome sobre el comencé a cabalgarlo mientras mordía sus labios, y arañaba su espalda, no tenía miedo de que le descubrieran seguro que su mujer llevaba años sin verle desnudo, y con cada uno de mis movimientos pélvicos, mordía y mordía con mas fuerza hasta que note el oxidado sabor de la sangre en mi boca, cosa que me excite de sobremanera, me movía de arriba abajo, en círculos, mas deprisa mas despacio, me lo estaba follando había conseguido mi propósito y la excitación del sexo y de la victoria, de haberme vuelto a salir con la mia me tenían loca. Tanto que volví a notar calambres dentro de mi, calambres que eran preludio de una nueva corrida, me di la vuelta y mostrándole mi culo me agache poniéndome a cuatro patas en medio del salón sobre la vieja alfombra que tantas veces me había visto jugar, ahora también jugaba pero este juego era distinto, es un juego que me acompañara toda la vida, note su embestida desde atrás, y parecía que su tamaño había crecido de forma cosiderable notaba como si se me partiera el coño, era genial, estaba dentro de mi, moví mi duro culo de adelante hacia atrás, provocando sus gemidos, estaba apunto de correrse, pero no quería que acabara aun asi que me la saque de dentro y me puse de pies le agarre la polla con la mano, y sentándole de nuevo en su sofá me puse espaldas a el y metiéndomela de nuevo empecé a culear, pensé que aguantaría un poco mas pero rapido note el calor de su semen en mi interior, no me había corrido así que me tumbe en el suelo y acabe la tarea frotando mi clítoris con los dedos, estaba como endemoniada gritando…….cerré los ojos, recupere respiración e incorporándome empecé a vestirme.

  • ―Cris, ¿no es la primera vez que hacías esto?, ¿me has engañado?
  • ―Vicente, a partir de ahora siempre que quieras seré tu zorrita, y la próxima vez será en la cama de tu mujer.

Me fui con una sonrisa en los labios y 150 euros de regalo de mi cumple, nunca me habían dado tanto en ninguno de mis 17 cumpleaños anteriores pero desde luego se sentía en deuda conmigo.

  • ―Ana misión cumplida
  • ―Jaja no lo dudaba yo también.
  • ―¿con tu abuelo? Que puta eres jajaja
  • ―¿Y tu con tu vecino, es de ser santa?
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