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Timida pero anal

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Llevaba tiempo conociendo a esta chica del relato, pero nunca había ocurrido nada con ella o se me atravesó por la mente que tendría mis mejores sesiones del mejor sexo de mi vida junto a ella…

Ella con 19 y yo con 28 años… Siempre fue una chica tímida, de pocas palabras hasta que fuimos a una fiesta con unos amigos la cual estuvo bastante picante, luego de unos tragos, bailes y juegos bastante desinhibidos entre todos, en los cuales incluso besé a más de una chica a la vez, ella fue una de esas, llegó la hora de la despedida y al retirarnos ella me dijo al oído que quería portarse muy mal conmigo a solas.

Al día siguiente después de unas conversaciones por teléfono bien candentes, en las que le decía que no creía que era capaz de ser una niña mala por su timidez, quedamos en vernos en la noche, cenamos  y luego fuimos a un hotel…

Cuando pasamos a la habitación había muchos nervios entre los dos por ser primera vez que estábamos juntos, fui al baño de la habitación a darme un duchazo ya que había pasado todo el día trabajando, mientras lo hacía, seguía el nerviosismo y hablábamos yo desde el baño y ella desde afuera de cualquier tontería menos a lo que realmente habíamos ido, pensaba en cómo romper el hielo y salí decidido a romperlo con mi pene bien erecto secándome con la toalla me acerqué a ella, que estaba de pie recostada a una peinadora junto al baño,  la tomé por la cintura, metí mi erección entre sus piernas rozando su pantalón y empecé a decirle cosas sucias al oído.

Aun no la besaba, mientras la acariciaba y amagaba a besarla meto mis dedos entre su escote y jugaba con sus divinas tetas, le beso el cuello y comienzo a rozar mas mi erección contra su pantalón, disfrutaba de sus nervios y de lo roja que se ponía, de su fuerte respiración,  acariciaba sus nalgas deliciosas, estaba totalmente desnudo ante y ella completamente vestida, hasta que por fin la beso en la boca y pierde totalmente el control, me abrazo y nos sumergimos en ese beso…

Mientras ella recorrió con sus manos todo mi ser, yo le daba pequeños mordiscos e iba sacando toda su ropa, empecé por su camisa, la cual al quitarla cayeron desnudos ante mi dos divinas tetas naturales, de buen tamaño, como para hacerse una rusa cómodamente, luego voy por su pantalón y al voltearla quedan ante mi unas nalgas tal cual como sus tetas, grandes, como para darle nalgadas hasta el cansancio y con aquel hilito se veían más excitantes aun, disfruté por un momento de aquel cuerpo curvilíneo, demasiado bien proporcionado, ni gorda, ni flaca, de su piel blanca, de su carita angelical, termino de desnudarla y lo rozo contra sus nalgas, la tomo del cabello fuertemente y acerco su cara a la mía para seguir besándola…

Ya dispuesto a penetrarla, rozando todo mi miembro en sus labios húmedos por la excitación y con la cabeza justo en su entrada, ella dice “Quiero que me lo metas por el culo sin compasión”… Quedé atónito, la primera vez que estaba con ella y pedía que fuera por detrás la primera vez que la penetraba, lo saqué de entre sus piernas ya bastante lubricado y puse mi glande en su culito rosadito, lo escupí  y jugueteaba rozándolo buscando dilatarla un poco, a lo cual ella sin dejarme hacerlo me tomó por las nalgas, lo hundió en su culo hasta el fondo y puso sus manos en la peinadora nuevamente…  Viendo su cara de maldad total en el espejo, la tomo por la cintura y comienzo a moverme dentro de ella, que llevaba saliva de su boca a mi miembro con sus dedos, la embestía y la embestía una y otra vez y le daba fuertes nalgadas mientras la halaba del cabello casi que quedándose toda su cabellera en mi mano…

Me salí de control, era un salvaje, y ella una niña muy mala, lo saque la voltee y la besaba mientras le daba cachetaditas, la lleve a la cama cacheteándola y la acosté boca arriba, puse sus piernas en su pecho y se lo hundí nuevamente en su culo mientras la besaba, sus gemidos eran sonoros, retumbaban la habitación, me rasguñaba la espalda y me pidió más cachetadas, yo la complacía mientras la embestía, el placer era total!

Me enredó con su piernas y brazos y hace que nos volteemos sin sacárselo del culo, comienza a cabalgarme y yo apreciaba con morbo todo aquel monumento curvilíneo penetrado por mi pene moviéndose de arriba abajo, aquellas tetas divinas meneándose y esa carita angelical retorcida de placer, hasta que comienza a moverse en círculos y ya yo estaba a punto de derramar todo mi semen dentro de su culo, la bajo y la pongo a cuatro patas, volvía a apreciar todo aquel cuerpecito divino con sus curvas perfectas y la penetro nuevamente, nalgueándola y escucharla gemir y decir “Que rico como me estas partiendo toda maldito” Aquello me ponía más malo y  haciéndome mover de manera más salvaje y brutal aún.

Después de un rato así comenzó a mover su culo en círculos, yo deje de moverme para disfrutar de aquello, mi pene entraba y salía de su culo con aquel movimiento, ella hacía todo el trabajo hasta que me repetía “Déjame bañada en leche”.  Me concentré en complacerla, aunque la excitación mía por cómo se movía era tanta que no me dejó más opción que sacarlo y desparramar una cantidad impresionante para mí de semen por toda su espalda y nalgas, se recostó de la misma manera, quedé exhausto viendo aquel cuerpo bañado con mi semen, con mis manos marcadas en sus nalgas en rojo ardiente, me recosté a su lado y con una sonrisa picara me pregunta: -¿Te gustó? Yo solo atiné a sonreír y contestarle, si esto va a ser así de rico siempre entonces no hace falta que te responda eso…

Y así nos quedamos tomando fuerzas para otro round y a lo que fue la mejor mujer que he tenido en mi cama y que les iré relatando más adelante…

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