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Sex in Tokio 8: Y FINALMENTE... SEX IN TOKIO

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Luego de una caminata matutina para relajarse, y pasar la vergüenza de que medio Tokio-3 supiera que le habían chupado el pene. Shinji Ikari estaba finalmente frente a la puerta del departamento donde todo había comenzado hace solo unos días. Si, porque antes de que Misato lo descubriera echándose una paja, Shinji nunca en su miserable vida, se le hubiera ocurrido pensar que pasaría por situaciones tan subidas de tono, y mucho menos, que terminaría teniendo Sexo Oral con Maya.

"Y tan tranquilita que se veía" pensó Shinji, con una sonrisa. Miró la puerta del departamento, y luego de pensarlo un momento, decidió abrirla y entrar. "Ya no hay vuelta atrás" pensó Shinji, antes de cerrar la puerta detrás de él.

Al ingresar al departamento, se percató que la puerta del cuarto de Asuka estaba abierta y el lugar vacío. Le extrañó un poco, ya que era sábado y ese día no había clases, pero si la pelirroja natural no estaba en casa, mejor que mejor. No estaba de ánimo para pelear con ella por pequeñeces. Ya un poco más relajado, se dirigió a la cocina a prepararse algo de comer.

Misato sintió el ruido de la puerta principal y supo que había llegado alguien. Su corazón empezó a latir con fuerza. Asuka avisó que llegaría por la tarde así que el que acababa de llegar debía ser Shinji. Se levantó del futón y se paró frente al espejo de cuerpo entero que tenía en su habitación. Miró su cuerpo desnudo reflejado en el espejo, acariciando distraídamente la cicatriz que atravesaba su pecho.

-- ¿En verdad voy a hacer esto? –- se preguntó Misato. Cerró los ojos y dio un largo suspiro antes de emitir una pequeña sonrisa -– Parezco una colegiala antes de su primera cita. Bien Misato. Es la hora de la verdad –- dijo para sí la mujer, poniéndose la ropa que había dispuesto para este trascendental momento.

Shinji estaba en la cocina preparando algo de comer cuando se sintió observado, se volteo y se quedó congelado. Ahí, frente a él, estaba la mujer que había causado todos sus quebraderos de cabeza los últimos días.

-- Ho, hola, Misato –- dijo Shinji, tímidamente.

-- Hola Shinji –- dijo Misato, con una tímida sonrisa –- No llegaste anoche.

-- Eeeh si, yo.... pasé la noche en NERV –- respondió Shinji.

-- ¿Y eso por qué?

-- Si, bueno. Me sentí un poco mareado por los analgésicos, así que le pedí permiso a la doctora Ritsuko para dormir ahí –- respondió Shinji, dejando de lado la mayor parte de la historia, ya que no quería más problemas.

-- Oh, pero ¿Estás bien? -- preguntó Misato con interés.

-- Si, si, ya estoy bien. No hay problema.

-- Me alegra -– dijo Misato, un poco más tranquila –- Shinji... tenemos que hablar.

Shinji asintió con la cabeza. Estaba más que claro que debían hablar, luego de todo lo que había pasado entre ellos, y ese casi beso en NERV. Misato caminó hasta el sillón de 3 cuerpos, se sentó y dio unos golpecitos con la mano en el espacio junto a ella en el sillón. Shinji asintió y fue a sentarse junto a su tutora. Ambos se quedaron sentados uno junto al otro, sin saber qué decir, ni cómo decirlo. Finalmente fue Misato la que rompió el silencio.

-- Me llamaron de la escuela. Te suspendieron por una semana y quedaste Condicional. Una más y te expulsan de la escuela. Dijeron que estabas espiando a las chicas.

-- ¡¡Claro que no!! –- dijo Shinji, sonrojado -- Fue un accidente. Yo estaba arrancando de los chicos y......

-- Terminaste de panza en el suelo, entre las piernas de Asuka –- completó Misato, con una sonrisa divertida –- Solo a ti te podría pasar algo así.

-- Si... es verdad –- dijo Shinji, un tanto sonrojado al recordar la tentadoramente hermosa entrepierna de Asuka "¿Lo tendrá dulce?" pensó Shinji, sin poder evitarlo.

-- Shinji.... ¿Que piensas sobre lo que ha pasado entre nosotros?

Shinji fue sacado de su calenturienta ensoñación y traído de regreso a la realidad. La pregunta de Misato fue directa y precisa. Tal vez demasiado directa.

-- Mi, Misato.... yo.... sobre eso.... perdón. No quise.... -– dijo Shinji, pero se quedó sin voz.

-- Está bien Shinji. Si es por lo que pasó cuando te vi masturbándote, entonces soy yo la que debo pedir disculpas. Debí esperar a que respondieras antes de entrar. En todo caso, después quedamos a mano cuando tú me viste a mi –- dijo Misato, un tanto sonrojada.

-- Si.... yo.... bueno....

-- ¿Te sorprendió verme en esa situación, verdad? -- se animó a preguntar Misato.

-- Bueno.... la verdad si... yo, nunca creí que tú......

-- ¿Necesitara satisfacérseme a mi misma? -- terminó Misato. A lo que Shinji asintió con la cabeza –- Solo hago lo necesario para sobrevivir. Igual que tú.

-- Pero tú podrías tener al hombre que quisieras –- dijo Shinji, mirándola fijo.

-- Las cosas no siempre son tan fáciles, Shinji. Es verdad que podría tener compañía en la cama cada noche si quisiera, y hubo un tiempo en que lo hacía, pero ya no. El tiempo me hizo madurar y ahora tengo otra perspectiva de la vida. Aún si, lo necesito. Me gustas el sexo, me gusta mucho, pero no puedo darme el lujo de caer con cualquiera solo por un polvo. ¿Entiendes?

-- ¿Y Kaji?

-- Kaji es otra historia. Dice que me quiere, pero se mete con la primera que se cruza por delante. Incluso tuvo una aventura con Maya. Pero está bien. No dije nada, y no tengo derecho de hacerlo. Además, tanto él como yo sabemos que lo nuestro nunca va a poder ser –- dijo Misato con la cabeza gacha y el rostro un tanto melancólico –- Como vez, no es tan simple. Al final no somos tan distintos, Shinji. Ambos terminamos solos por las noches, autosatisfaciéndonos como único consuelo.... somos patéticos, ¿verdad?.

-- ....si..... –- dijo Shinji, encontrándole razón a las palabras de Misato.

-- Por lo que si debería pedir perdón, es por lo que pasó el otro día, cuando yo... te masturbé -– dijo Misato, furiosamente roja -– No sé que me pasó. No debí perder el control de esa manera, yo...

-- Está bien, yo.... no me molestó –- dijo Shinji sin pensar, tratando de arreglar las cosas.

-- ¿En verdad... no te molestó? -- preguntó Misato, mirando a Shinji directo a los ojos.

-- yo... si.... de verdad -– dijo Shinji atrapado por sus palabras y por los ojos de Misato.

Nuevamente quedaron atrapados en los ojos del otro, observándose mutuamente. Misato pudo ver nuevamente ese destello en los ojos de Shinji, esa añoranza, ese deseo. Shinji pudo ver lo mismo en los ojos de Misato, causando que un escalofrío le recorriera la espalda. Tan concentrados estaban en los ojos del otro, que ninguno se dio cuenta de que la distancia entre ellos se había acortado, solo supieron que de un momento a otro estaban compartiendo un tierno beso. Un beso que comenzó como un simple roce de labios, pero que fue haciéndose más profundo cada vez, hasta que sus lenguas se encontraron y comenzaron a masajearse mutuamente. Aún así, el beso nunca pasó al descontrol. Mantuvo la calma y la ternura.

Al separarse, ambos se miraron a los ojos con la respiración acelerada. Finalmente habían dejado salir lo que hace tanto guardaban dentro, algo que de no ser por el incidente de hace unos días, no habrían notado hasta qué punto era importante para ellos.

-- Misato.... yo....

-- Shinji.....

Ninguno pudo decir nada más, ya que quedaron atrapados en otro beso, solo que esta vez fue mucho más intenso que el anterior, un beso con el que finalmente dejaron salir todo eso que estaban conteniendo. Cuando finalmente se quedaron sin aire y tuvieron que separarse, quedando enganchados en los ojos del otro. En ese momento lo supieron. Pudieron verlo en los ojos del otro.

-- ¿Shinji, tú..... estás seguro de esto? –- preguntó Misato, con el corazón latiendo desbocado.

-- Yo....si. Lo estoy -– dijo Shinji, con voz firme, y mirando a Misato directo a los ojos -– Tú eres más que mi tutora o mi superior. Has sido una madre y una amiga para mi... y... yo... quisiera que fueras algo más.

Misato abrió grande los ojos, sin darse cuenta de que contenía la respiración.

-- Te quiero Misato -– dijo Shinji, furiosamente rojo -- No sé si esto sea amor. Nunca he estado enamorado, y no sé lo que se siente. Lo que sí sé, es que te quiero como nunca he querido a nadie en mi vida.

Shinji, sintió que se sacaba un peso de los hombros al decirle a Misato lo que le pasaba con ella. Ahora venía la parte más difícil. Decirle que la deseaba con locura. Pero no alcanzó a decir nada, ya que entró en pánico al ver las lagrimas en los ojos de Misato.

-- Misato.... yo.... ¿Dije algo mal? -- preguntó Shinji, temeroso de haberlo arruinado todo, pero repentinamente se vio atrapado en un fuerte abrazo.

-- No Shinji.... claro que no –- dijo Misato, abrazando fuertemente a Shinji –- Es lo más lindo que me han dicho jamás -– dijo la mujer, se separó un poco de él, tomó su rostro con las manos y le dio un profundo beso, que a Shinji le remeció hasta el corazón -– Yo también te quiero, Shinji.

Ambos se miraron a los ojos y sonrieron de felicidad, mientras Shinji le limpiaba las lágrimas a Misato.

-- Esto no será fácil. ¿Lo sabes? -- dijo Misato, a lo que Shinji afirmó con la cabeza –- Lo que vamos a hacer técnicamente es un delito. Debemos ser muy cuidadosos con esta relación, porque si nos llegaran a descubrir......

-- No pensemos en eso ahora. ¿Si? -- dijo Shinji, entendiendo la preocupación de Misato –- Solo sigamos adelante. Si pasa algo por el camino..... entonces veremos que hacer. ¿De acuerdo?

-- De... de acuerdo –- dijo Misato, con una renovada sonrisa, que perdió cuando debió recuperar la seriedad otra vez, ya que debía tocar el último tema pendiente, y el más importante -– Shinji.... hay algo más que falta aclarar.

Shinji tragó sonoramente, intuyendo ya para donde iba la mujer. Misato se levantó del sillón, se paró frente a Shinji, abrió la bata que llevaba puesta, y la dejó caer al suelo, revelando que vestía un infartarte y sexy conjunto de lencería negra de encaje. Sujetador, portaligas, bragas y ligas negras, que daban a Misato un aire sexy que Shinji solo había imaginado en sus fantasías masturbatorias.

-- ¿No vas a decir nada? -– preguntó Misato.

-- Te... te ves..... hermosa.... –- dijo Shinji, aturdido por la belleza de Misato.

-- Shinji. Si no te sientes listo aún.... lo comprenderé –- dijo Misato, al ver como Shinji estaba sentado sin atinar a hacer nada. Esas palabras despertaron a Shinji de su ensoñación, y se levantó del sillón.

-- ¡¡NO!!... yo... si quiero –- dijo Shinji, furiosamente rojo, y con una excitación en franco aumento.

-- ¿Estás seguro?

-- Si. Lo estoy.... yo.... te deseo Misato. No sabes cuanto –- dijo Shinji más rojo aún, sobre todo por la erección que ya amenazaba con reventar el cierre de otro de sus pantalones.

Misato observó los pantalones con nariz de Shinji, y sonrió con picardía y satisfacción, al saber que era ella la causante de esa reacción.

-- Vamos a mi cuarto. Ahí estaremos más cómodos –- dijo Misato con una sonrisa, tomando a Shinji de una mano. Al entrar a la habitación, y para total sorpresa de Shinji, el lugar estaba limpio y ordenado, y con un futón ya listo y dispuesto en el centro de la habitación.

Ninguno dijo nada, las palabras estaban de más. Caminaron hasta estar sobre el futón. Misato estiró sus manos y le quitó la camisa a Shinji, mientras este se dejaba sumisamente. Luego fue el turno de Shinji de quitarle el sujetador a Misato, el cual se deslizó por los brazos de la mujer hasta caer al suelo.

Misato tenía una piel blanca y a simple vista suave como la seda. Sus pechos eran grandes y firmes, coronados por unos hermosos y ahora erectos pezones, rodeados por grandes aureolas. Entre ellos había una gran cicatriz, pero que no quitaba en nada el atractivo a la mujer. Su cintura era estrecha y sus caderas pronunciadas, sus piernas eran largas y torneadas. Todo eso, sumado a esa lencería negra de encaje, era para causarle un infarto a cualquiera.

Nuevamente las palabras estuvieron de más. La distancia entre ellos se acortó y en cosa de nada estaban abrazados y besándose una vez más, experimentando esa deliciosa sensación de piel contra piel. Mientras se besaban, fueron poniéndose lentamente de rodillas, hasta que finalmente terminaron sobre el futón, Misato de espaldas y Shinji sobre ella besándola con pasión, a la vez que la mujer le acariciaba la espalda.

Las lenguas de ambos estaban trabadas en combate y se masajeaban y exploraban mutuamente. Era una sensación electrizante, pero Shinji rompió el beso para comenzar a besarle el cuello de Misato, descendiendo lentamente, hasta llegar a sus senos. Shinji acarició ese hermoso y turgente par de senos antes de acercar su rostro a uno de ellos, para besarlo y succionar el erecto pezón que lo coronaba, arrancando fuertes gemidos de Misato, que experimentaba una mezcla de placer y felicidad, al estar haciendo aquello que era su placer y vicio, con una persona que quería con todo su corazón.

Misato gemía y se retorció mientras Shinji disfrutaba de esos senos sin restricciones, pero con el correr del tiempo comenzó a descender besando su estómago hasta que una prenda de ropa le impidió seguir. Shinji miró a Misato, como pidiéndole permiso, y ella asintió con una sonrisa.

Con una tranquilidad que había ganado en su experiencia con Maya, Shinji quitó los broches del portaligas, para luego quitar las ligas de ambas piernas de la mujer, mientras las acariciaba y besaba cuan largas eran, causando que Misato enterrara la cabeza en la almohada. El portaligas siguió a las ligas y finalmente llegó el turno de las pequeñas y excitantes bragas negras de encaje.

Shinji tragó sonoramente al quitar esa íntima prenda y ver la húmeda y excitante intimidad de una deseosa Misato. Nuevamente vino a su mente el dulce sabor de Misato, un sabor que ni siquiera Maya, su nueva amiga y amante accidenta, podía igualar.

"DULCE" decía la mente de Shinji una y otra vez, hasta que sin darse cuenta, ya estaba sumergido entre las piernas de Misato, lamiendo y disfrutando finalmente a esa mujer que tanto significaba para él. Por su parte, Misato juntó las piernas en un acto reflejo mientras arqueaba la espalda y echaba la cabeza para atrás, lanzando un fuerte gemido al momento de sentir la lengua de Shinji pasar por entre sus pliegues, saboreándola sin restricciones.

Luego de pasar una y otra vez la lengua por la húmeda abertura de la mujer, Shinji decidió que era hora de subir un nivel, y al igual que con Maya, hundió su lengua dentro de ella, causando que los gemidos de Misato se hicieran más fuertes y resonaran por todo el departamento. La respiración de Misato pronto se transformó en jadeos, hasta que repentinamente fue asaltada por una seguidilla de orgasmos, que la hicieron revolcarse en el futón, mientras juntaba fuertemente las piernas en un acto reflejo, atrapando la cabeza de Shinji, que era recompensado con más de ese dulce néctar que tanto lo había fascinado.

Misato respiró profundamente tratando de recuperar el aliento, mientras que Shinji, ya libre del agarre de las piernas de la mujer, comenzó a subir por su cuerpo besándole el vientre y senos, hasta que Misato tomó su rostro con las manos y lo beso con pasión, pudiendo saborearse a si misma, en la boca de Shinji.

-- Gracias Shinji, eso estuvo grandioso –- dijo Misato, con un suspiro de contento, mientras Shinji se tendía junto a ella en el futón.

-- No... no hay nada que agradecer -- dijo Shinji, furiosamente rojo, lo que le encantó a Misato.

-- Si que lo hay, Shinji –- dijo Misato con una sonrisa sensual –- Y yo sé como agradecértelo.

Shinji se sintió repentinamente atrapado de espaldas contra el futón, mientras Misato se subía sobre él, besándolo con pasión, antes de comenzar a descender acariciando y besando su torso, cosa que causó que Shinji se estremeciera. Al llegar a los pantalones, Misato se deshizo de ellos con una destreza que solo da la experiencia, dejando a Shinji desnudo y con una palpitante erección.

-- Es una gran erección la que tienes ahí, Shinji. Habría que hacer algo con ella ¿No crees? –- dijo Misato divertida inclinándose sobre Shinji, tomando su miembro con las manos, dándole un par de lamidas en la punta, causando que Shinji se estremeciera por completo –- ¿Qué te pasó aquí? –- preguntó Misato al ver la pequeña herida en el pene de Shinji.

-- Un accidente con el cierre del pantalón -– dijo Shinji, apenas en un susurro.

-- Que mal –- dijo Misato, comenzando a besar el miembro de Shinji -– Debes tener más cuidado, Shinji.

-- Si... lo, aaaahhhh, tendré –- dijo Shinji, apretando la quijada al sentir como Misato le pasaba la lengua desde la base hasta la punta.

-- Shinji....

-- ¿Si? – preguntó Shinji levantando la cabeza, para ver a Misato.

-- Buen provecho –- dijo Misato, y se metió el miembro de Shinji en la boca y descendió hasta la raíz.

Shinji echó la cabeza hacia atrás mientras arqueaba la espalda, lanzando un liberador y agónico gemido de placer. Era una sensación increíble. Podía sentir como se deslizaba dentro de la boca de Misato, por sobre su lengua hasta tocar su garganta. Ella subía y bajaba una y otra vez, tragándose su masculinidad. Luego de un rato, ella se lo sacó de la boca y lo sujetó con una mano por la base y comenzó a lamerlo como si fuera un caramelo.

Misato sonreía complacida, al ver como Shinji se retorcía con cada lamida, así que comenzó a lamerlo con más lentitud, desde la base hasta la punta. El chico gemía y respiraba aceleradamente mientras la mujer le pasaba la lengua por toda la extensión del pene una y otra vez, causándole un tormento insoportablemente placentero.

-- Avísame cuanto estés por correrte –- dijo Misato entre chupada y chupada, asumiendo que Shinji, ya no aguantaría mucho más.

Comenzó a lamerle la cabeza arrancando más gemidos de Shinji, el cual sujetó la cabeza de Misato con una mano para que ella siguiera en lo que hacia hasta que finalmente llegó al límite.

-- Misato.... aaahhh, ya no aguanto más.... –- dijo entre dientes.

Misato sonrió, y con un rápido movimiento, se tragó el pene de Shinji hasta la raíz, causando que este liberara toda la carga en su boca. Misato saboreó y tragó ese espeso y caliente líquido como si fuera el más delicioso de los manjares, teniendo cuidado de no derramar ninguna gota, luego procedió a estimular a Shinji con suaves chupadas para sacar los restos de la carga, luego de lo cual, comenzó a limpiarle con esmero el pene usando la lengua. Cuando hubo terminado, levantó la cabeza y miró a Shinji con una sonrisa traviesa.

-- Gracias Shinji. Estuvo delicioso –- dijo Misato, aumentado su sonrisa traviesa.

Shinji no supo que hacer o decir. Solo se sonrojó hasta las orejas y se limitó a darle una tímida sonrisa a Misato, mientras pensaba "Bien, si ella lo dice...."

Misato comenzó a subir a gatas por el cuerpo de Shinji, como si fuera una gata en celo, lo que causó que Shinji comenzara a excitarse otra vez. De pronto estaba atrapado en otro profundo y desenfrenado beso con Misato, sintiendo otra vez esa electrizante sensación de piel contra piel. Se abrazaron y rodaron por el futón hasta que Misato quedó debajo de Shinji, mientras seguían con sus besos y caricias, y Shinji volvía a atacar los senos de Misato. Una sonrisa se formó en el rostro de Misato al sentir una fuerte presión en su bajo vientre, lo que le indicaba que Shinji ya estaba listo para lo que venía.

Misato atrajo con las manos el rostro de Shinji y lo besó con pasión, mientras le acariciaba la espalda y abría las piernas, acomodándose para recibirlo. Shinji sintió su corazón acelerarse al acomodarse para entrar en Misato, y sintió un repentino temor de no poder hacerlo bien y decepcionar a la mujer.

-- Shinji.... no tenemos que seguir si o te sientes listo -– dijo Misato comprensiva, al ver el repentino temor en el rostro de Shinji.

-- No... yo... si quiero. Quiero hacerlo –- dijo Shinji con decisión.

-- ¿Seguro? -- volvió a preguntar Misato, a lo que Shinji respondió con una afirmación de cabeza.

Misato sonrió tiernamente antes de darle un suave beso a Shinji, para después ayudarle con una mano a guiar el pene, hasta su abertura.

Shinji cerró los ojos con fuerza y lanzó un potente gemido al entrar en Misato, perdiendo finalmente su virginidad. Shinji se sintió como en el cielo al entrar en esa mujer. Contra todo pronóstico, Misato era bastante estrecha, así que el roce y la presión que le producía al entrar en ella eran increíbles. Podía sentir como su miembro era aprisionado por esa gruta de carne, caliente y resbaladiza. Era una sensación impagable. Una vez que ya había llegado al fondo, Shinji comenzó a entrar y salir de Misato, imitando lo que había visto en las películas Hentai de Kensuke.

-- Así, Shinji..... vamos. Adentro y afuera, vamos, con más fuerza.... -- decía Misato entre jadeos.

Tal como le pedían, Shinji comenzó a aumentar el ritmo y la fuerza de sus embestidas, lo que causó que los gemidos de Misato reflejaban un profundo placer por lo que estaba haciendo. Su respiración se había acelerado hasta convertirse en jadeos y se mezclaban con sus gemidos, que aumentaron cuando la mujer comenzó a mover sus caderas para aumentar el estímulo. Era una sensación increíble. Shinji por momentos sentía que se quedaría sin aliento.

Misato comenzó gemir con cada embestida que recibía. Sentir el simiente de Shinji entrar y salir de ella, le provocaba un placer indescriptible. Su entrepierna se había humedecido hasta el punto que cada vez que Shinji entraba en ella, se escuchaba un sonido húmedo y resbaladizo que la excitaba aún más. Era una sensación alucinante. Sentía el cuerpo ardiendo y un ligero mareo al experimentar un placer que nunca antes había sentido. Un placer que estaba segura sentía porque era Shinji el que se lo estaba proporcionando. Lloró de felicidad. Finalmente estaba haciendo lo que más le gustaba, con la persona que más quería en el mundo. ¿Podía haber algo mejor?

El clímax los alcanzó en forma repentina y al mismo tiempo. Misato experimento otra vez un placer indescriptible al sentir como Shinji la inundaba con su líquido espeso y caliente, que la quemaba por dentro, mientras los orgasmos la recorrían por todo el cuerpo, causando que gimiera con fuerza, enterrando la cabeza en la almohada, a la vez que le clavaba las uñas en la espalda a Shinji.

Para Shinji también fue algo indescriptible. Nunca imaginó que el sexo fuera algo tan increíblemente placentero. Podía sentir como su descarga inundaba el interior de Misato, mientras esta estrechaba la presión que ejercía en su miembro haciendo que la sensación de placer fuera aún mayor. Arqueó la espalda y dio un ultimo y poderoso gemido, antes de caer sin aliento sobre el cuerpo de la que ahora era su mujer.

Ambos se quedaron así por unos momentos, abrazados, jadeantes y con una delgada capa de sudor cubriéndoles el cuerpo. Las respiraciones de ambos fueron lentamente recobrando la normalidad. Con el dolor de su corazón, Shinji salió lentamente de Misato y se dejó caer pesadamente de espaldas en el futón. Inmediatamente sintió como Misato giraba para recostar medio cuerpo sobre él, mientras lo rodeaba con un brazo. Un nuevo beso no se hizo esperar, un beso tierno y suave, como agradeciéndose mutualmente por el momento y el placer que habían compartido.

-- Felicidades Shinji. Ahora eres todo un hombre –- dijo Misato casi en un susurro, aún recuperando el aliento, con la cabeza recargada sobre el pecho de Shinj, y rodeándolo con un brazo.

-- Gracias -– dijo Shinji igual de cansado, pero con una pequeña sonrisa –- ¿Sabes? Me alegra que mi primera vez haya sido contigo. No puedo pensar en nadie mejor para perder mi virginidad –- dijo Shinji, mirando un techo que ya no le era tan desconocido, mientras que Misato esbozaba una dulce sonrisa.

-- Y bien, Shinji..... ¿Qué te pareció? ¿Era lo que imaginabas? -- preguntó Misato con voz suave y la cabeza aún recargada sobre el pecho de Shinji, mientras que con una manos lo acariciaba distraídamente.

-- ... bien.... yo... fue lo más hermoso que he experimentado jamás -– Señaló Shinji, colocando una mano detrás de la nuca y descansando su cabeza en ella -– Nunca imaginé que fuera tan......

-- ¿Placentero?

-- Si.... Placentero... y delicioso –- dijo Shinji con una sonrisa soñadora, recordándose entrando y saliendo de Misato, y sobre todo, el dulce sabor de Misato, la mujer que ahora era "SU" mujer. Se sonrojó al pensar en eso -– Ahora sé porque te gusta tanto hacer esto –- comentó Shinji, más rojo aún.

-- ¿Si, verdad? Ten cuidado, o se puede transformar en un vicio -– dijo Misato entre risas.

-- No me molestaría que fuera un vicio... mientras que pueda hacerlo contigo -– dijo Shinji, sin poder creer que esas palabras hubieran salido de su boca.

-- Eso que dijiste fue algo muy lindo, Shinji –- dijo Misato con una hermosa sonrisa, antes de incorporarse y sentarse sobre el vientre de Shinji -– Entonces vamos a transformar esto en un vicio, Shinji –- dijo divertida, comenzando a frotar su entrepierna sobre el pene de Shinji para estimularlo, y tal como esperaba, dentro de poco ya estaba listo otro vez.

"Bendita juventud" pensó Misato.

Lo siguiente que supo Shinji, es que estaba arqueando la espalda mientras enterraba la cabeza en la almohada, dando un fuerte gemido, al sentir como se volvía a hundir en la estrecha, húmeda y caliente intimidad de Misato.

Misato abrió los ojos y se dio cuenta de que se había quedado dormida. Miró a un lado y sonrió llena de felicidad. Shinji estaba dormido junto a ella, con una leve sonrisa en los labios. Misato le acarició el cabello, mientras observaba el desnudo cuerpo del chico, lo cual comenzó a excitarla otra vez. Estaba tentada a despertarlo para tener otra sesión de sexo, pero al ver la hora, lo reconsideró. Eran las 2 de la tarde. No creía que Asuka llegara antes de las 4, pero era mejor no arriesgarse. Con una sonrisa, Misato se acercó a Shinji, y le dio un tierno beso en los labios.

-- Despierta dormilón. Es hora de levantarse –- dijo la mujer, revolviéndole el cabello.

Shinji se revolvió en el futón emitiendo sonidos somnolientos, y abrió lentamente los ojos.

-- ¿Misato? –- preguntó Shinji, al ver a su desnuda y hermosa tutora sentada junto a él -- ¿Entonces no fue un sueño?

-- No tonto –- respondió Misato, entre risas.

-- Me alegra –- respondió Shinji, con una sincera sonrisa.

-- A mi también –- dijo Misato, aumentando su sonrisa.

-- ¿Me quedé dormido? –- preguntó Shinji, sentándose en el futón.

-- "NOS" quedamos dormidos –- señaló Misato -– Me encantaría quedarme aquí acostada contigo teniendo sexo el resto del día, pero ya son las 2 de la tarde y Asuka podría llegar dentro de poco. Lo mejor será levantarnos.

-- Si, creo que tienes razón –- dijo Shinji con un ligero sonrojo, ante el tentador comentario de Misato, ya que no era para nada una mala idea.

-- Shinji..... ¿Debo suponer que eso significa que no quieres levantarte? –- preguntó Misato divertida, al ver la nueva erección de Shinji.

-- Aaaahhh.... -– Exclamó Shinji, al sentir las manos de Misato, acariciándole su ahora oficialmente estrenado Camarada de Armas.

-- Parece que te gustó eso, Shinji –- dijo Misato, divertida, mientras empujaba del pecho a Shinji con una mano, haciendo que se recostara otra vez en el futón.

-- ¿No que podía llegar Asuka? -- preguntó Shinji, viendo como su mujer se subía sobre él.

-- Entonces debemos apurarnos –- respondió Misato, con una sonrisa traviesa, guiando el miembro de Shinji hasta su entrepierna.....

Luego de un último y rápido polvo, Shinji y Misato, decidieron que ya era hora de levantarse. Para aprovechar en tiempo, Shinji fue a darse un baño, mientras Misato ordenaba un poco su cuarto. Lo primero que hizo fue abrir las ventanas para que saliera el olor a sexo que inundaba toda la habitación, y luego recoger su ropa, que estaba tirada por todas partes. Miró el futón considerando qué hacer con él, ya que presentaba algunas manchas que sería vergonzoso de explicar en la lavandería. Finalmente decidió dejarlo a un lado para darlo de baja, tomando una nota mental de tener más cuidado la próxima vez.

Cuando Shinji salió del cuarto de bañó, fue derecho a la cocina a preparar algo de comer, ya que estaba muerto de hambre, y estaba seguro que Misato estaría en una situación similar, considerando todo el ejercicio que habían hecho esa mañana.... ejercicio que había valido la pena en toda su expresión. Mientras la mente de Shinji comenzaba a pasar retrospectivas de lo que había hecho con Misato, la aludida entró al baño para tomar una necesaria y reponedora ducha caliente.

Cuando Misato salió del baño, Shinji la esperaba con una contundente comida para reponer las fuerzas. Ninguno dijo ni una palabra mientras comían, era como si no fuera necesario. Con solo verse podían entenderse a la perfección, así que se lanzaban miradas y sonrisas traviesas mientras que Shinji le daba de su comida a Misato, y ella le daba de la suya a Shinji.

Una vez que terminaron de comer, Shinji se dedicó a lavar los platos, mientras que Misato buscaba algo de buena música en su colección de CDs. Finalmente encontró algo de su agrado y lo puso en su equipo de música. El clásico "I WANT TO BREAK FREE" del ya desaparecido grupo QUEEN, comenzó a escucharse por todo el departamento, mientras que Misato se sentó en el sillón de tres cuerpos a esperar a Shinji para conversar un rato. Shinji no tardó en unírsele.

La tarde estaba deliciosa, y los rayos del sol se colaban alegremente por el ventanal que daba al balcón, dando una agradable sensación de calidez, sumado esto a la buena música que estaban escuchando, se creó un ambiente muy acogedor. Incluso ellos estaban vestidos de forma bastante casual. Misato llevaba solo con una camiseta amarilla corta que dejaba ver su perfecto y plano abdomen y unos pantaloncillos cortos. Shinji llevaba una camisa negra manga corta, que mantenía abierta dejando ver su torso desnudo y unos pantalones vaqueros de color claro.

-- Te vez feliz –- dijo Misato, observando a Shinji, que tenía un rostro radiante.

-- Si, lo estoy –- dijo Shinji, mirando un punto imaginario frente a él, perdido en sus recuerdos por unos momentos -- ¿Sabes? Esta es la primera vez en mi vida, que puedo decir que estoy feliz.

-- No sabes cuanto me alegra escuchar eso Shinji –- dijo Misato con una sonrisa sincera –- Cuando te conocí, eras un niño tímido e infeliz. Pero sin darte cuenta, poco a poco te has transformando en un hombre. Y ahora, finalmente te veo sonreí de felicidad. Eso me hace feliz a mi también.

-- Gracias –- dijo Shinji, acariciando una mejilla de Misato –- Tú tuviste mucho que ver en esto.

-- Me lo imagino. No todos los chicos de 15 años tienen la posibilidad de tener una relación con una mujer adulta, tan hermosa como yo –- dijo Misato con una sonrisa coqueta y de ninguna parte sacó unas bragas y se las lanzó en la cara a Shinji.

Shinji tomó la intima prenda de vestir y la reconoció de inmediato. Eran las mismas bragas negras de encaje, que Misato llevaba esa mañana, junto con ese sugerente conjunto de lencería, que casi le causa un paró cardiaco. Sabía que Misato era hermosa, pero nunca imaginó que podía verse tan devastadoramente hermosa..... y sexy.

"Y es toda mía" pensó Shinji con orgullo.

-- Considéralo como un regalo –- dijo Misato divertida, sacando a Shinji de sus ensoñaciones -- Presúmelo con tus amigos. De seguro se mueren de envidia. Pero no les digas quién te los dio. Eso queda entre nosotros.

-- Gracias. Y descuida. No les diré nada –- respondió Shinji, observando con una sonrisa orgullosa su primer "Trofeo de Guerra".

-- Te gustó el regalo ¿Eeeh? Per-ver-ti-do –- dijo Misato divertida y se acercó a Shinji hasta plantarle un profundo beso, mientras lo empujaba hasta que quedó tendido sobre el sillón y ella sobre él.

-- Asuka está por llegar –- dijo Shinji, cuando Misato terminó de besarlo.

-- Pero aún no llega. Hay que aprovechar mientras podamos -– dijo Misato con una sonrisa traviesa.

Shinji sonrió y cuando se aprontaba a devolverle el beso a su ahora amante, se escuchó un sonido proveniente de la puerta principal. La interrumpida pareja se separó de un salto y se sentó de forma menos comprometedora en el sillón, a la vez que Shinji guardaba su Trofeo de Guerra en un bolsillo de su pantalón. Pocos segundos después, una conocida pelirroja hizo acto de presencia en la sala y no pudo menos que arquear una ceja, al ver a Misato y al causante de sus desvelos y masturbaciones, sentados juntos en un sillón de forma muy relajada, escuchando música de antes del Segundo Impacto.

-- Hola Asuka. ¿Cómo la pasaste donde Hikari? -– preguntó una sonriente Misato.

-- Bien...... ¿Y ustedes qué se supone que están haciendo? –- preguntó Asuka, ya que por alguna razón le pareció que algo pasaba ahí.

-- Conversábamos un rato mientras escuchábamos algo de música –- respondió Misato, con una radiante sonrisa.

-- ¿Y por qué visten así? -– preguntó la pelirroja, al ver su escasa ropa. Bueno, ver a Misato semidesnuda no era ninguna novedad, pero ver a Shinji con la camisa abierta dejando ver su torso por completo, no era algo que se veía todos los días. Y precisamente por eso la estremeció por completo y causó un repentino ardor entre sus piernas.

-- Hace calor –- respondió Shinji, encogiéndose de hombros.

Asuka tuvo que reconocer que lo que decía Shinji era verdad, ya que hacia algo de calor. En eso, observó al chico por unos momentos con ojo crítico. Shinji se veía más..... ¿Adulto?. No estaba segura qué era, pero había algo diferente en él, y ese algo la atraía más aún. Si, la atraía. Y es que luego de una noche en vela quebrándose la cabeza, Soryu Asuka Langley, finalmente había reconocido que Shinji Ikari le movía el piso. Lo que aún no tenía claro, es qué hacer al respecto, aunque en el fondo de su corazón ya lo sabía. Era su orgullo el que le impedía tomar la decisión.

-- Bueno, como sea. ¿Pasó algo interesante mientras no estuve? -- preguntó la pelirroja, para tratar de pensar en otra cosa que no fuera Shinji.

Shinji y Misato se miraron entre ellos unos momentos, como considerando qué responder, y luego miraron a Asuka con una sonrisa -– Nada interesante -- dijeron al mismo tiempo.

Asuka pestañeó un par de veces por esta respuesta, mientras observaba a eso dos con detenimiento. No sabía por qué, pero por alguna razón tenía el presentimiento de que algo había pasado ahí. Algo muy importante. Lo que Asuka no podía imaginar, era hasta qué punto había sido importante lo que ocurrió en ese departamento.

Dándole una última mirada a esos dos, Asuka dio media vuelta y se encaminó a su cuarto a dejar sus cosas, mientras que atrás, Shinji y Misato compartían miradas y sonrisas cómplices, felices, como nunca antes.

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