Nuevos relatos publicados: 6

En el instituto: capítulo 4 de 5

  • 5
  • 10.320
  • 8,50 (2 Val.)
  • 0

- Venga, ¿y qué más?... ¿En un callejón, a las tantas de la noche, con el grupito del chico que me quiere violar? Venga...

- Dani...Vete a la mierda, no te conformas con esto, si no que me tienes que raptar y rajarme la mejilla... Dani, no tienes compasión.- dije asustado y casi llorando con la voz temblorosa.

- Es verdad, chicos, vamos a dejarle, pobrecito, mirarle; atacado, tirado en el suelo, muerto de frío y sangrando... - dijo un amigo de Dani.

Daniel me miró, creo que le dí pena... Hasta que me cogió de mis manos atadas, me levantó del suelo y me empotró contra la pared, poniendo sus fuertes brazos a ambos lados, así acorralando me.

- Davicito, desde que abriste la puerta de convivencia para salir de ella y te ví... mi corazón se me encogió, y me asusté, porque nunca había sentido tal cosa por un niño, y por eso, te empecé a insultar, a empujarte cada vez que te veía, a tirarte por las escaleras, y lo que te hice en el baño... eso no tiene perdón, me gustas, y ahora lo digo enserio con la cabeza bien alta, me gustas, ¿vale?...- me dijo Dani susurrando me a la oreja izquierda.

- .... - no dije nada, me quedé con los ojos llorosos, creo que del frío, y con la boca abierta.

Sus amigos no le escucharon, porque ellos estaban en la entrada del callejón para que no entrase nadie para hacer sexo... O fumar... O yo que sé.

- Da-da-Dani... - 

- Suuuuuuuuuuuh... No digas nada.- me dijo Daniel.

Yo cerré los ojos lentamente, él poco a poco empezó a abrazar me con fuerza, posó su frente con la mía, dejando nuestros labios como a 3 centímetros... No lo pensé dos veces, y me abalancé sobre él bensando le apasionadamente. Él, respondió seguro a mi beso, nuestros labios no se separaban, sentía su calor, su sudor frío recorriendo le todo el cuerpo... Los dos nos apartemos, y abrimos los ojos, y me dijo:

- Anda... Ve a casa, que estarán preocupados.

- Muchísimas gracias, Dani.- dije firme pero suavemente.

Salí del callejón, y fui camino a mi casa, pero no sabía donde estaba, como ya dije, me había perdido, entonces volví donde estaba Dani y le pregunté que si me podría llevar al parque, y así ya iría yo solo a mi casa, y así hizo.

Al llegar a casa, seguía muerto de frío, así que me di un baño calentito con burbujas, me puso el pijama y me fui a dormir con la concienca tranquila, porque ya nadie me quería violar ni matar, solamente, que alguien me quería, y yo a él.

Al día siguiente, por la mañana me sentía fresco, aliviado, bien... Me levanté de la cama y fui hacia el ordenador, me conecté a FB y una amiga me empezó a hablar: Flavia.

Flavia: HOLA!

David: Hola:)

Flavia: Que tal estás?

David: Gnial, thanks.

Flavia: Yo tmbn, gracias x preguntar! JAJAJA

David: De nada ;) Jejeje

Flavia: Oye.

David: Oigo.

Flavia: El otro día te vi cerca de mi casa, por de noche, que hacías por allí?

David: Que dices!!?? Donde me viste? Por de noche? Cerca de tu casa? Tú donde vives?

Me quedé flipado, ¡mi amiga me vió cerca de su casa! ¡Y por de noche! 

Flavia: Si, te vi, por de noche, cerca de mi casa... Si quieres hoy quedamos, y damos una vuelta por mi barrio:)

David: Vale! :)

Flavia: Voy a timbrarte a tu casa, y vamos por mi barrio:) Tu estate preparado, que en cualquier momento, te timbro:)

David: Okkas:D

Me vestí con vaquero corto, unas Vans de piel blancas, y una camiseta negra de DC. Me asee, y esperé. Enseguida timbraron, y me dijo mi hermana que era Flavia, que bajase. Bajé corriendo, nada más que la vi la abracé y nos dimos un beso, en la mejilla.

- ¡¡HOMBRE!! Cabrona, ¡cuánto tiempo!- dije gritando de la ilusión de no verla en bastante tiempo.

- ¡Potorro! Genial, feo, estoy genial, ¿y tu? ¿Adelgazaste?- me dijo Flavia ilusionada.

- Si... Si que adelgacé un poco, por cosas...

- ¿Qué cosas?

- Chorradas. Pero venga, vamos llendo a tu barrio.

- Vamos.

Por el camino, hablamos y hablamos, yo estaba impaciente por saber por donde viviría Flavia, porque dijo que me vió por de noche, y así, yo, sabría donde estuve ayer por de noche.

- Ya hemos llegado.- dijo Flavia toda contenta.

- Que barrio tan bonito, me gusta la fuente de agua, y el jardinito del fondo.- dije pensando que ayer no vi ninguna fuente ni ningún jardín-. Oye Flavia, ¿tu conoces algún callejón cerca de por aquí?

- Si, hay uno pasando por detrás de ese edificio.

- ¿Podemos ir?

- Claro.- dijo Flavia-. ¿Pero para qué?

- Porque ayer por de noche fui allí con unos colegas, y por eso me viste, pero no me acuerdo donde era, y quiero saberlo.- le dije a Flavia esperando a que se lo creyese.

- Ah, pues es por aquí, mira, ven.

Fuimos al callejón, y si, era el mismo... Salimos de él y nos sentamos en un banco y le pregunté:

- Oye, ¿tú conoces a algún Daniel, de 15 o 16 años, fuertote, alto, buenas piernas, brazos, y guapete?

- ¿Daniel Campaña?- me preguntó Flavia.

- No sé sus apellidos.

- Si, conozco a uno, es mi vecino, vamos y te lo presento, es muy majo.

Nos levantemos y fuimos a su edificio, fuimos a la segunda planta y timbró en el "B", y de repente se abre la puerta, y era Dani sin camiseta, con un pantalón corto de pijama y unos cascos... Me quedé... me quedé... ¿Cómo decirlo? Patidifuso.

Continuará...

(8,50)