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Tragando lefa: Historia de una traición (2 de 2)

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Las escenas que Nacho, Guillermo y Ricardo imaginaban para nosotras cada vez eran más y más exageradas, cada vez más extremas… habían pasado dos meses desde aquel primer vídeo (el que les relaté en mi anterior relato), y había hecho un total de ocho vídeos con sus correspondientes galerías de fotos: el primero con Ricardo y Guillermo a la vez (el que les conté); el segundo un lésbico con Laura, la prima de Guillermo; el tercero con un chico nuevo; el cuarto con otros dos chicos, nuevos también; el cuarto un trío lésbico con Ana Mari y con Carla; el quinto con otro chico nuevo; el sexto con Guillermo y con su prima Laura; el séptimo con Ricardo y Ana Mari; el octavo con Nacho, Carla, Ana Mari y Laura (Nacho consiguió así follarnos a las cuatro)…para el noveno vídeo no sé lo que me reservaban, pero yo iba dispuesta a gozar, como había disfrutado con los vídeos anteriores, como una perra en celo… llegué a casa de Nacho vestida casi sin nada, como la puta más tirada, aunque con un abrigo por encima para que los vecinos no murmuraran… allí, aparte de Nacho había siete chicos más… tres ya me habían follado en vídeos anteriores, pero cuatro de los chicos eran nuevos…

Nacho me los presentó, tomamos algo, hablamos relajadamente un rato, pasamos al estudio entre risas y a los pocos minutos estaba desnuda, de rodillas en el suelo y rodeada por un círculo de chicos desnudos cuyas tiesas pollas mamaba con avidez… me encantaba lamerles los huevos y comerme el mango entero hasta el hinchado capullo… pensé "ay, si me viera mi marido", pero ese pensamiento duró apenas una fracción de segundo, porque me levantaron en peso y me tiraron a la cama… enseguida me encontré rodeada de chicos que me lamían, besaban, mordisqueaban… era maravilloso, me abrían la raja a lengüetazos, me tiraban de los pezones, me metían dedos ensalivados por el ojete, me chupaban los dedos de los pies, me comían la boca buscando mi lengua con las suyas, me azotaban las nalgas, me palmeaban el hinchado coño, me besaban el vientre y las axilas, me daban chupetones en el cuello, me apretaban las tetas hasta hacerme daño, me restregaban el clítoris con sus abultados y ensalivados capullos… mis manos mientras tanteaban carne de macho joven, dura piel de corzo, abdominales firmes, duras vergas, hinchados testículos vellosos chorreantes de mi propia baba, cuerpos efébicos, Príapos de carne encendida, la sal del mundo…

Siguieron besándome y lamiéndome mientras el primero traspasaba, sediento, la puerta de mi chocho con su verga…un caudal de placer empezó a anegarme cuando empezó, salvaje, a dar culadas. Pollas ocupaban mis manos, mi boca, mientras el zagal me follaba… la sacó sin correrse y otro ocupó su puesto… así se fueron alternando en mi chumino hasta que los siete hubieron pasado por él…entonces uno de ellos, al volverle el turno, se tumbó en la cama y yo, encima de él, me clavé su cosa, de un grosor considerable, en mi culo…yo la entraba despacio, pero él, impaciente, me agarró de la cintura con su brazo y sin sacarla me volteó, dejándome boca abajo en la cama. Entonces me metió todo el resto de su cipote de un solo golpe, sin importarle si me desgraciaba el culo… grité, y más cuando él empezó a dar culadas frenéticas, a una velocidad insoportable.

El culo me ardía, el sable de carne parecía querer reventar su vaina, la carne de mi culo se bamboleaba frenética por los impactos contra su carne, sus huevos rebotaban contra mi abierto coño. Finalmente, se corrió, siete, ocho, nueve latigazos de crema se volcaron en mis entrañas…Sacó su maza de carne envuelta en su propia lefa y con hilillos de mi sangre… definitivamente, aquel bruto me había roto el culo.

Quedé como grogui unos segundos, hasta que noté otra verga jodiéndome el culo, más despacio y suave esta vez… fue un buen cambio, mi culo escocido agradeció el nuevo ritmo más sosegado, y me dediqué, de mientras, a chupar pollas para que no decayeran.

Alcancé un orgasmo delicioso justo cuando él se corrió dentro de mi culo, uniendo su lefa a la de su compañero… así fueron pasando todos por mi ojete, que acabó rebosante de la abundante y espesa lefa de siete vergas…el primero que se había corrido en mi culo ya estaba con la picha tiesa otra vez, su enorme, casi grotesca cosa… me senté sobre él y me la metí en el chochete… subí y bajé hasta alcanzar otro orgasmo delicioso, y poco después otro chico, también recuperado y erecto otra vez, me la metió por el culo otra vez, fácilmente de tan abierto que me lo habían dejado.

Dos pollas, pues, me jodían ahora, más la que chupaba mi boca… mis dos folladores me provocaron otra dulce corrida y el chico al que mamaba me llenó la garganta de crema…el follador de mi culo me lo rellenó de lefa justo un segundo antes que su compañero empezara también a correrse en mi coño… y digo "empezara" porque fue una corrida larga, con numerosos chorros… todo mi coñazo, rebosante de leche, tanta que se desbordó fuera… fuera de combate mis más recientes folladores, vi a tres chicos que ya estaban erectos de nuevo… me lancé a chuparles las vergas hasta que me cubrieron de lefa la cara, resbalando por el cuello hasta mis tetas… ahí se les acabaron al parecer, las ganas de guerra… me tumbé en la cama, rendida, entre ellos, miré el reloj de uno de ellos y me di cuenta de que nos habíamos tirado tres horas follando…¡debía darme prisa en volver a mi casa, debía ducharme, cambiarme y hacerle la cena a mi marido!

Corrí y corrí para no llegar tarde... sin embargo fue en vano, pues cuando llegué a casa mi marido ya me estaba esperando… esperaba una escena de celos, pero en vez de eso me besó con avidez, me abrió el abrigo "Dios, vas como una cerda, y apestas a lefa"… me besó el cuello mientras me sobaba el coño, subiéndome la minifalda "he visto la web, he visto cómo follas con todos esos chicos" "perdóname, yo…" no me dejó terminar "ssssssh, calla, si me encanta, mira cómo me has puesto"… cojió mi mano y la puso sobre su paquete… bajo su pantalón se notaba su verga muy hinchada… me cojió en brazos y me dijo "pero tu marido soy yo, y ahora voy a darte el castigo que mereces"… me llevó a la cama, me tiró en ella como si fuese un trapo… "desnúdate, perra"… me desnudé entera… tenía el coño escocido, hacía poco tiempo, ese mismo día, me habían follado siete chicos… "mira cómo estás, llena de marcas y chupetones y con el coño hinchado de tanto follar… eres una cerda… a cuatro patas ahora mismo, perra"… me puse a cuatro sobre la cama…

él puso su mano sobre mi cabeza… "agacha la cabeza, que sobresalga el culo" yo me incliné, reposando la cabeza sobre la almohada… "qué abierto te han dejado el ojete, realmente eres una perra"… vi cómo se quitaba el cinturón de cuero y lo doblaba, subiéndose la manga de la camisa… "tendrás tu castigo, pedazo de cerda"… primer golpe, el cinturón restalló sobre mi culo, segundo golpe, tercero, cuarto, así hasta 15 correazos en mi enrojecido trasero. Yo mordía la almohada para no gritar, un dolor agudo venía de mis palpitantes e hinchadas nalgas… "bueno, creo que es suficiente… cómeme el nabo, perra" me di la vuelta y obedecí, metiendo su hinchado rabo en mi boca… nunca le había visto la polla tan dura, las venas hinchadas, el capullo a punto de reventar… me puso a cuatro otra vez en la cama, él de pie, sin subirse a la cama todavía…

lo tenía entre las piernas, su verga apuntando a mi coño… "métetela, tú sola"… hube de coger su polla con una mano, abrirme el coño con la otra y metérmela, el pecho y la cabeza reposando sobre la cama, el culo elevado en el aire… "ahora muévete" él se quedó parado, se encendió un cigarro, se puso a fumar tranquilamente… hube de moverme yo adelante y atrás, literalmente yo me lo estaba follando a él "más rápido, perra, no siento nada"… aumenté el ritmo, su verga me llenaba el chumino, mi incansable y sediento chocho… la de mi marido era la octava polla que me follaba ese día y estaba igual de sedienta que al empezar el día… aumenté más y más el ritmo, quería más lefa… "para" "no, mi amor…" dije yo, suplicante "he dicho que pares, perra de mierda"… hube de parar "sácatela" con todo el dolor de mi alma, obedecí, sentí esa maravilla de polla salir de mi escocido y enrojecido coñazo… él se tumbó sobre la cama, boca arriba…

"cómeme los huevos"… empecé a lamer y chupar sus huevos mientras él se pajeaba el rabo… me tuvo cinco minutos comiéndole las pelotas… "ahora, cerda asquerosa, súbete sobre mí y métetela por el culo"… le obedecí… los chicos me habían roto el culo, así que el rabo de mi marido entró sin problemas… "vamos, muévete"… empecé a subir y a bajar sobre su palo… mi coño rezumaba zumo de coño, nunca me había sentido tan jodidamente excitada… los 17 centímetros de mi marido entraron por completo en mi culo… "te voy a rellenar el culo de leche, guarra"… yo subía y bajaba cada vez más caliente, cada vez más rápido... no sé cuánto tiempo estuve cabalgándole así… al final se corrió, noté su leche en mis entrañas mientras su verga seguía deslizándose dentro de mi ojete…

 

Fin

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