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El fin de mi virginidad

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Mi nombre es Cony. La historia que les voy a contar ocurrió el año pasado. En ese entonces yo tenía 18 años y todavía era virgen. Realmente esto me tenía alterada buena parte de tiempo ya que realmente tenía la necesidad de acostarme con alguien. Era frecuente que mirara películas y fotos porno, las cuales hacía calentarme y masturbarme constantemente.

El hecho de haber llegado a mis 18 y sin acostarme con alguien no se debía a mi apariencia, de hecho he tenido la suerte de salir con muchos chicos debido a mi belleza (no es de agrandada). Mido 1, 70 y mis medidas son 95-62-92. El único inconveniente era que desde chica mi única fantasía sexual fue dejar de ser virgen en una orgía. Suena un poco raro pero creo que no está bien reprimir los deseos de alguien.

Una vez, estando en mi piso de las Cañitas, donde vivo con mis padres, decidí concretar mi fantasía sexual. Por esta razón disqué el número donde se ofrecen muchachos para una noche, saben a que me refiero. La verdad, que los strippers siempre me calentaron y es por eso que decidí recurrir a ellos. Hablé con la telefonista y le pedí que quería que enviara a mi casa 5 hombres bien musculosos, por supuesto le pedí total discreción ya que en el barrio que vivo, realmente es lujoso y no quería ocasionar ningún tipo de comentarios entre los vecinos, especialmente por mis padres.

La verdad es que no sentían ningún tipo de nervios y menos aún cuando antes de que llegaran los muchachos, me había estado calentando con un par de videos porno que pasaban por cable. Todavía estaba con mi uniforme de colegio ya que hacían un par de horas que había llegado, eran las 16:00 pero decidí dejármelo ya que sabía que esto los calentaría mas aún. El timbre sonó y corrí hacia la puerta, eran los mejores hombres que había visto en mi vida. Altos, musculosos, que más puedo decir. Salude a los primero cuatro con un beso en la boca y cuando fui a saludar al quinto, este, me montó en su cintura y susurró en mi oído: "esto es solo un adelanto". Luego mi bajó y dijeron sus nombres: "Martín, Leandro, Facundo, Enzo y Camilo". Después de la presentación, nos dirigimos a mi cuarto el cual estaba adornado con todo tipo de velas y una gran cama matrimonial.

Les sugerí cambiarme de ropa (recuerdan que tenía puesto el jumper de colegio) pero insistieron en que me quedara así ya que como era de suponer los excitaba bastante. Los chicos se acomodaron por los costados de la cama y yo me senté sobre ella en el borde, quitándome mis braguitas. Martín, se colocó detrás mío sosteniéndome las manos por detrás mientras tanto Camilo se colocaba de rodillas sobre el piso frente a mi sexo. Mientras tanto yo tenía las piernas cerradas ya que en ese momento comencé a sentirme un tanto nerviosa pero rápidamente los chicos me tranquilizaron y lentamente Enzo abrió mis piernas para permitir de esta forma que Camilo pudiera saborear mi coño. Facundo y Leandro se colocaron a mis costados introduciendo sus manos dentro de mi camisa y de esta forma comenzaron a jugar con mis pechos. Nunca había sentido tanta calentura. La forma en que Camilo metía su lengua en mi coño hizo que me mojara rápidamente además no había nada más excitante que sentir su arito de la lengua jugar con mi clítoris. Después de unos minutos sentí deseos de gritar tan fuerte que tenía miedo que todo el barrio se enterara que estaba teniendo el mejor orgasmo que se puedan imaginar. A todo esto mi camisa ya estaba en el piso.

Cuando los muchachos vieron que yo ya estaba demasiado caliente decidieron follarme. Quien tomó la iniciativa fue Martín quien hasta ese momento sostenía mis manos. Me recostó sobre la cama mientras que Facundo y Camilo abrían mis piernas. Primero Martín me mostró su gran pene y dijo que lo que iba a hacer no me dolería. Luego empezó a introducir su miembro, primero metió solamente la puntita realizando círculos en mi coño esto trajo como consecuencia que de mi boca salieran las palabras "metemela toda" de esta forma Martín con un movimiento brusco introdujo su pene por completo ocasionando en mi un éxtasis total. Leandro y Enzo al ver estas imágenes se calentaban más y decidieron jugar con mis pezones utilizando sus lenguas y tirarlos suavemente con sus dientes. Después de unos minutos los chicos decidieron cambiar de rol. De esta manera Enzo se recostó en la cama y lentamente introduje mi culo dentro de su pene, al principio fue doloroso pero luego comencé a sentirle el gusto. Después Leandro decidió metérmela por mi coño y así tener una doble penetración. Yo estaba totalmente agitada y no paraba de gritar "sigan así, hasta acabar dentro de mí". Era la mejor experiencia que había tenido en mi vida. Facundo fue a buscar un poco de champan que había quedado en la heladera, cuando volvió decidió chorrear todo el líquido sobre mi cuerpo y luego comenzó a lamerme de forma descontrolada. Camilo había encontrado un poco de crema la cual colocó en mis pies para luego comérsela toda, provocando cosquilleos en mis dedos. Por último Leandro jugaba en mi boca con su excitante lengua. Imagínense la situación estaba siendo penetrada por dos hombres a la vez y otros tres jugaban con mi cuerpo.

Esta situación duró mas o menos una hora, estábamos los cinco cansados. Cada uno se vistió y acompañé a los chicos a la puerta, se imaginaran lo que me costó mi hora de placer... nada porque los muchachos se negaron a cobrar ya que la habían pasado tan bien. Es el día de hoy que semana por medio los invito a descontrolarnos en mi cuarto. Espero que les haya gustado la forma en que perdí mi virginad.

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