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La colombiana que conocí en Puerto Vallarta

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Venía de regreso al hotel en que me alojaba en Puerto Vallarta, corrían días de abril del año 1986, había ido solo a pasar unos días en esa ciudad de la costa del Pacífico mexicano, caía la tarde.

Al llegar al hotel veo delante de mi a una señora, de las jóvenes, acompañada de sus dos pequeños que llevaba de la mano, entrando al mismo. Pide su llave en la recepción (eran épocas en que las llaves no eran tarjetas, sino llaves a la antigua), y yo hago lo propio y cada cual se dirigía a su habitación, cuando de repente veo que esta señora abre su habitación y entra, pero deja colgando del lado de afuera su llave.........

A mi me había encantado esta señora, llevaba un vestido flojo de playa, que bamboleaba a su andar, se veía gran parte de sus piernas bronceadas y torneadas, su cabello oscuro caía por debajo de sus hombros, y su andar era cautivante........y al ver que había olvidado su llave del lado de afuera pensé en avisarle......y también pensé si esa no fue una señal para que yo tuviera la excusa de hablar con ella.

No me detuve mucho en analizar y toqué a su puerta, abriendo ella enseguida y le dije que su llave estaba puesta del lado de afuera, que le quería avisar, me agradeció, nos presentamos y al oirla hablar noté en ella un acento extranjero, y me comentó que era colombiana, María Eugenia su nombre, y hablamos algunas tonterías más y quedamos en salir esa misma noche.

Colombiana, de cuerpo esbelto, bonita, bronceada, el calor de la playa, los vestidos flojos y seductores, el ambiente era perfecto y la cogida sería espectacular. Estaba solo en mi habitación, me había bañado y estaba viendo algo de televisión, rogando que las horas pasaran más rápido para volver a estar con Eugenia. Me fumé uno o dos porros, me puse cachondo, fue peor. No había manera de calmar mi calentura.

Mi mente no podía dejar de imaginar como cogeríamos la colombiana y yo..........fumando porros pasó el tiempo, lentamente claro, entre mi ansiedad por coger y el efecto de la "fumata" las agujas del reloj no avanzaban nunca!!!

Hasta que por fin llegó el momento de tocar su puerta, era la hora indicada y ahí me presenté luego de desandar el pasillo del hotel rumbo a la habitación de Eugenia, la colombiana que me cogería tan pronto como pudiera. Al tocar su puerta salió, me dijo que sus niños ya se habían dormido y que no había problemas porque usualmente dormían de un tirón toda la noche..........

La tomé de mi mano y la llevé a mi hablitación con la excusa de charlar acerca de lo que queríamos hacer, de donde ir, y ahí fuimos, entramos y la besé, beso que fue correspondido con mucho calor por la boca de mi compañera, boca de labios gorditos, de amplitud considerable, con lengua de fuego............nos abrazamos y nos fundimos por varios minutos en un beso prolongado, acariciándo nuestras espaldas mutuamente.

Mientras la besaba mi calentura que era impresionante pasó a ser de locura, estaba a punto de estallar y pensé en coger en ese preciso instante, entonces empecé a tocar sus tetas, su culo, pretendiendo disimular mi desesperación, ella trató de persuadirme de salir a cenar y luego regresar a la habitación, que teníamos toda la noche para nosotros.

Insistí en lo mío, en que luego de cenar podríamos regresar.......y cedió a mis impulsos, nos desvestimos, y le chupé las tetas, la concha, le metí los dedos, y le metí la verga, y...........

Qué papelón, que mal momento, mientras le metía la verga, al primer centímetro de verga que entraba en su concha, salía el primer chorro de leche, traté de frenarla: imposible! Metí un poco más, y salía más leche, incontrolable........terminé de meterla y terminé todo, ya no había más.........

Ni como explicarlo, ni lo intenté........las palabras huelgan en esos momentos. Preferí callar y tumbarme a su lado, abrazarla, prendí un cigarrillo y al terminarlo le dije de ir a cenar.

Fuimos a cenar, charlamos animosamente, ella en ningún momento se puso en plan de crítica, es más, el tema ni lo tocamos y la charla se desenvolvió normalmente, como si nada hubiera pasado, me hizo sentir bien, cómodo, y volvimos al hotel.

Una vez en mi habitación nos tumbamos en la cama......ya sin ningún tipo de desesperación. La desvestí lentamente, recorriendo todo su cuerpo con mis manos, la recosté y empecé a chuparle sus tetas, una a una, lentamente, disfrutando su cuerpo, rico cuerpo colombiano, de piernas muy bien formadas, que remataban en su parte posterior con un trasero duro, redondo y firme, divino, de piel blanca. Recorrí sus dos pezones con mi lengua, la gocé como antes no había podido. Bajé desde sus tetas hasta su concha, haciendo un caminito de besos, y le metí la lengua entre sus labios, abriéndolos, para comerme el clítoris, húmedo y sediento de una buena mamada, que le dediqué largos minutos hasta hacerle alcanzar un sonoro orgasmo, ayudado con mis dedos pajeándole.

Se contorneó, se estremeció.....se lo merecía, le debía mucho en el plano sexual dada mi primera terrible intervención con ella hacía rato, antes de cenar. De solo recordarlo me avergonzaba.

Luego de recuperar su ritmo respiratorio me agarró la verga con sus manos y pasó inmediatamente a chupármela, se la metía en la boca, se la sacaba, recorría toda su extensión, me acariciaba los huevos, prácticamente me estaba cogiendo con la boca, la succionaba de una manera que sus labios y su boca entera me hacían gozar tremendamente.....pensé que iba a estallar en su boca, pero no quise.....retrasé la eyaculación y gocé de esa mamada tan rica que me estaba haciendo volar.

Mientras me la mamaba le metí un dedo en la concha, para ir preparando la entrada de mi pija, quería cogerla otra vez, o mejor dicho, quería cogerla (porque la vez anterior fue lo más distinto a una cogida)..........

La recosté boca arriba, le besé su concha otra vez, y coloqué la cabeza de mi verga en la entrada de su concha, no la metí, sólo la dejé en la puerta y me acosté sobre ella, la besé en los labios, y nuestras lenguas comenzaron a danzar mientras mi verga se abría paso en esa deliciosa vagina. Besándonos y abrazándonos se produjo la penetración, lenta y larga, mi verga estaba muy dura, dispuesta a enmendar tremendo error. De a poco la fui metiendo toda, y una vez dentro de ella mi pija alcanzó tremenda dureza y erección y comenzamos el rico mete y saca delicioso.

Ella se arqueaba y bailaba al ritmo de salsa, haciendo ochos alternados con un sube y baja de sus caderas, yo seguía serruchando lenta y rápidamente, alternando los ritmos. Estuvimos largo, muy largo rato cogiendo en esa posición, y sus gemidos no se hicieron esperar más, estaba teniendo un orgasmo prolongado y muy alto, de niveles extremos, gritaba y pedía que siguiera que no parara hasta que ella quedara exhausta......lo hice y fui feliz, inmensamente feliz....su orgasmo era para mi el mejor premio que podía recibir...............luego de que recuperara otra vez su ritmo normal, le pedí que se pusiera en cuatro patas, para poder observar ese hermoso culo y esas hermosas piernas, quería tomarla así.

En cuatro patas la penetré de una sola vez, la lubricación y la calentura permitían un movimiento sensual caribeño divino, la humedad escurría de entre sus piernas y la muy caliente recuperó sus bríos inmediatamente y en esa posición comenzó a gozar más que antes, ví que con una mano se frotaba el clítoris, y yo preferí que fuera mi mano la que hiciera ese trabajito tan dulce, por lo que me pegué un poco a su cuerpo para llegar con mis dedos a tan erógena zona de mi querida compañera colombiana, y lo logré, y me regaló otro orgasmo más, este mucho más suave, pero rico, gemía dulcemente por lapsos de largos segundos, que delicia de colombiana..............

Me dijo "ahora te toca a ti", y se salió de su posición de cuatro patas, para indicarme que me recostara y ella se sentó en mi, ensartándose la verga de un empujón. La tenía sentada sobre mi, su figura preciosa y su cara tierna con mirada libidinosa y movimientos furiosos en su cabalgar contrastaban eróticamente y me hacían gozar como el que más........se movía frotando su clítoris en mi pelvis, y mi verga que estaba al máximo sentía como las paredes de su concha la apretaban y la bañaban con sus jugos............con tanto movimiento de roce y de mete y saca, esa cabalgata me hizo acabar en un chorro interminable de leche tibia que llenó sus entrañas, al tiempo que ella alcanzaba otro orgasmo más.

Gritamos y gemimos, nos sacudimos juntos, hasta que de mi verga cesó de salir leche y los choques eléctricos de su orgasmo terminaron por apagarse. Juntos, así, ella sentada y mi verga adentro de su concha, nos quedamos largos minutos. Ya nuestra ansiedad de sexo estaba cubierta, completamente exhaustos y felices.

Al rato, ya descansando sobre la cama ella tocó el tema de mi eyaculación precoz en el primer encuentro sexual, y viendo que yo me quedaba escuchandola dijo: "no diste ninguna excusa ni ninguna explicación, eso me gustó mucho, no tenía ganas de teorías, me diste la mejor explicación: tremenda cogida".

Gracias María Eugenia por los días que me regalaste en Puerto Vallarta.....pasamos 3 días más juntos, yendo a la playa, cogiendo, fumando porro (que calentura me produjo el primer día, y eso que ya estaba acostumbrado a fumar porro y coger y no había tenido problemas de eyaculación precoz por eso).

Gracias colombianita preciosa, espero que estés bien.....nunca nos volvimos a ver, espero que la vida nos encuentre.

Historia real 100 %

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