Nuevos relatos publicados: 18

4. No enamorarse de un alumno

  • 8
  • 10.508
  • 8,88 (8 Val.)
  • 1

Tal vez se podria esperar mucho mas de todo esto, pero asi fue como tuvo que haber terminado la historia de Nota, mas bien no tuvo que haber terminado asi, pero me hubiese gustado que si, locuras mias. Mi forma de pensar es un poco distinta ahora, trato de hacer algo menos tragico, mas fantasioso, pero tambien real, "No me gusta pensar que hay tanta crueldad en el mundo, y prefiero hacer algo con final feliz, el cual te de una esperanza al final del camino".

...............

No podía siquiera poder verlo a la cara, estaba en la cama, como todos los días, conectado a ese montón de aparatos. Sentía impotencia, quería levantarlo y decirle que nos fuéramos juntos y dejar todo atrás.

Tome una silla y la acerque hasta la cama, me senté y empecé a acariciar las yemas de sus dedos, estaban frías como siempre, pero su respiración me daba señales de vida, aunque débiles. No podía describir lo que sentía, era como algo en pecho que no me dejaba respirar.

……………………………………………….

Habían pasado 5 meses, me recuerdo el día que me entere de la noticia, yo pensaba irme, estar lejos de ti, y jamás volver a verte, dejarte a tu suerte, y lo más seguro, recordarte todos los días como la única persona que pudo cambiar mi actitud, que entro repentinamente y cuando más lo necesitaba.

No podía contralar mi odio, estaba seguro de lo que te habían hecho, de cómo te habían lastimado y quien había sido el culpable de tanto dolor. Cómo a veces ignoraba todo lo que te pasaba y tú, sin decírmelo, tan solo con tu mirada me pedias ayuda, pero por miedo nunca lo hice, siempre el maldito miedo que no me dejaba hacer nada. Siempre me impidió decirte con palabras justas lo que sentía por ti.

Eduardo, que te puedo decir de él, él te quería tanto o más que yo, lo podía notar en sus ojos, pero el miedo lo vendo y los celos de solo tenerlo para el eran enormes, no supo cómo quererte y no estuvo el tiempo necesario haciendo las cosas que te hacían sonreír cada día, cosas que tampoco yo sé, porque fueron muy pocas las veces que te vi reír, que pude ver esa sonrisa, que era agradable, con un olor a menta que tanto me gustaba.

Sabes, después de todo esto, el alboroto en la escuela fue peor, yo estaba furioso. Eduardo fue expulsado y ya no hay noticias de él, le encontraron la droga, pero gracias a su maldito padre, no paso a mayores. No lo culpaba, como ya te dije, él te quería y mucho, pero nunca supo expresar nada de lo que sentía.

Por otro lado, estaba yo, fui despedido, a causa de Eduardo, invento un montón de cosas, cosas que yo en el fondo hubiera deseado que fueran verdad, que hubieran pasado entre tú y yo, pero que nunca y espero algún día puedan pasar.

Ese era lo que me temía, perderlo todo, pero ahora no me importa, lo único que quiero es tenerte a mi lado, que me sonrías, poder ver de nuevo el color rosado en tus mejillas, no estar en este maldito cuarto de hospital, no sé si ahora me puedas escuchar, porque cada vez te lo repito, espero que me perdones por todo lo que te hice pasar.

Me gustaría ver de nuevo tus ojos como la otra vez, cuando te dije que te vendrías conmigo a casa y que nada malo podría pasarte, que yo te protegería. No dejaría que estuvieras solo bajo la lluvia mientras esperabas un transporte que jamás llegaría.

Seria tus ojos cuando no hubieras podido ver, estaría contigo cada vez que me necesitaras, por que sea como sea, yo siento algo en el pecho y esto me dice que algún día vas a despertar y todo estará bien, solo podremos ver al presente, simplemente enterrar lo que paso.

Jamás te pregunte como te sentías, que era lo que te movía a seguir junto a mí, a buscarme a quedarte, jamás me atreví, porque tal vez y tú no sentías lo mismo que yo siento por ti, no puedo describirte que es, porque eso solo sería un molde que la sociedad construye, pero es uno de los sentimientos más grandes que haya podido sentir.

Jamás supe tu versión de la historia, pero estoy seguro que estaremos viajando por la carretera mientras me hablas de todas las cosas que te preocupan, de cómo podamos ser felices juntos y salir adelante los dos, aunque haya una diferencia de edad enorme, eso no importa, nos tenemos a los dos y allí donde estas sé que me apoyas.

…………………………………………

Ha pasado un año, ahora te ves mejor, más mejorado, no necesitas de tantos tubos para poder respirar, te miras más sano, y poco a poco el color vuelve a ti, eres un luchador, eres un campeón, eres lo mejor que me ha pasado en toda mi vida.

………………………………………..

Han pasado 2 años, los médicos me acaban de decir que no hay alguna solución alterna, que lo mejor sería desconectarte, que no hay esperanza, que lo único que haces allí es estar sufriendo, que no es justo.

………………………………………...

Han pasado 4 años, mire cómo puedes salir adelante, no te rindas, jamás te desconectare, no permitiré que lo hagan, gaste todo lo que tengo, ten por seguro que algún día despertaras y que no estarás solo, mantente fuerte.

…………………………………………

Hoy te traje flores, no encontré las blancas de siempre, pero estas de color violeta son hermosas, has el esfuerzo y abre los ojos para verlas, no te pierdas de este maravilloso espectáculo, ya han pasado 6 años pero espero y este cambio, aunque sea pequeño te ayude.

…………………………………………

No podía entender lo que pasaba, todo estaba blanco, el techo solo contenía un ventilador que daba vueltas muy lentamente, estaba un poco confundido, había muchas cosas conectadas a mi cuerpo, eso hizo que me alarmara un poco, estaba en el hospital. Todo daba vueltas, así que comencé a gritar, estaba desesperado.

Habían entrado dos enfermaras, y trataron de calmarme, yo aún seguía agitado, y me dolía mucho la cabeza, no permitieron que me moviera más y poco a poco me sentí más cansado, no sabía que habían inyectado en mi brazo, pero hizo que me cansara más.

…………………………………………

Había pasado días en el hospital, me sentía desesperado, no encontraba como salir, pero me habían avisado que estaba a punto de irme, era raro, parecía que no tenía alguna familia o algo por el estilo, miraba como a los demás enfermos siempre recibían visitas y yo era el único que no recibía nunca alguna.

-¿Recuerda algo de lo que paso? –Decía el doctor mientras apuntaba algo en su libreta

-Bueno, no, solo sé que me llamo Carlos y pronto estudiare la universidad en Estados Unidos

-Sí, tiene razón, pero no es lo único, lamento ser yo quien le diga, pero usted permaneció en coma por 9 años –Decía fríamente el doctor.

-Debe de estar mintiendo, no me recuerdo de nada –Yo estaba demasiado asustado, ¿sería verdad lo que me decía?- Bueno, pero ¿y mi familia? –Cuestione-

-No tenemos registro de su familia, su madre está fuera del país, y el único señor que lo visitaba dejo de venir como hace 3 años. –Me decía mientras seguía apuntando-

Era todo extraño para mí, solo había sentido como una película, era difícil que algo como esto pasara en la vida real, no estaba preparado y sobre todo, desconocía como había llegado allí y por qué aquel señor había dejado de visitarme.

………………………………………..

Tuve que salir del hospital después de 2 meses, no hubo visita alguna, pero hice alguno que otro amigo, era algo triste tener que salir, pero desgraciadamente la cuenta había expirado desde hace 8 meses atrás, así que no podía quedarme más.

-Estas son sus pertenencias –Me dijo la joven que estaba en la recepción. Estaba algo asombrado no sabía si había traído algo conmigo al llegar al hospital.

Recibí un sobre, había muchas hojas, estaban escritas con tinta a mano, eran demasiadas, pero lo que más llamó mi atención fue solo la pequeña nota que tenía encima donde decía decía ‘No enamorarse de un alumno’ bajo el nombre de Alberto Sánchez Valle y el sello de ‘Falleció 04/Noviembre/2008’ remarcado con rojo.

……………………………………………

Hoy te traje flores, no encontré las blancas de siempre, pero estas color violeta son hermosas, has el esfuerzo y abre los ojos para verlas, no te pierdas de este maravilloso espectáculo, ya han pasado 6 años pero espero y este cambio, aunque sea pequeño te ayude.

Unas lágrimas cayeron por mis ojos al leer estas últimas palabras, estaban marcadas, tal vez fue la última vez que me visito al hospital y que de alguna manera me acuerde de él y ese sentimiento de debilidad se apodere de mí, no recuerdo su cara, pero aun puedo sentir su mano sobre mi hombro, es solo que esta vez, no hay viento.

……………………………..

Fin

(8,88)