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Un reencuentro lujurioso (2 de 2)

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Sonó su teléfono, y mi reacción fue de odio, era su novia,

Contesto (con la voz más relajada que podía pues la acción de unos segundos antes lo dejaba jadeando) Hola amor, que paso. …. Estoy bien te dije que estaba en casa… amor fue una pesadilla… ¿agitado?... no podía dormir y me puse a hacer abdominales… Duérmete… yo también. Y colgó

En ese momento su cara cambio me miró fijamente

-Enserio abdominales, te creyó esa locura?

-Sam no puedo seguir, perdóname no debí ni siquiera en pensar en esto, es solo que al verte, bueno quería oírte gritar, quería saber que era tener una aventura, no me pare a pensar si tu querías algo así, será mejor que me vista.-

Maldita vie… no podías llamar en otro momento.-pensé

-No te atrevas, aun me falta, si acepte y te dije que me hicieras lo que quisieras es porque quiero esto, quiero ser tuya todas las noches, yo puedo hacer tus fantasías realidad, no pediré más, que tu tiempo-

Me acerque a él y para mi suerte su miembro aún seguía erecto, así que empecé a besarle el cuello, para llegar a su oído, y al sentir sus manos descendiendo por mi espalda para llegar a mis glúteos, camine hacia atrás, cuando sentí el tocador  me senté en el, abrí mis piernas y deje mi sexo al descubierto.

-Seguro que quieres parar ahora, porque aún tenemos tiempo, y veo que aún me puedes dar bastante placer.-    Yo solo esperaba que la pose fuera lo suficientemente excitante para hacer que me clavara su pija de nuevo.

Se me quedo viendo por un momento pero en cuestión se segundos metió su miembro en mi coño, y con mis piernas envolví su cintura y mis manos rodearon su cuello, y mis dedos se entrelazaron, y pareció entender lo que quería porque en ese momento me cargo y con el movimiento empezamos a chocar en las paredes de la habitación, nuestras bocas se unían con furia, y en el momento que separe mis labios de los suyos le dije “Ducha”. Debo confesar que la ducha y una piscina o jacuzzi han sido parte de mis Fantasías eróticas. En este hotel hay una banca en la regadera, así que dejamos correr el agua en nuestros cuerpos, mientras él me seguía penetrando, y yo lo seguía besando, cuando me bajo me volví a poner en cuatro, y me volvió a montar, el agua, su cuerpo golpeado el mío, fueron mi afrodisiaco, estaba fuera de mí, era más de lo que había vivido, un hotel, una pareja muy activa y atractiva con buen cuerpo, y yo sin querer ni poder negarme a nada… jadeando me dijo:

-Puedo meterla por aquí- tocando mi culo

-Te dije que sería tuya, si es lo que quieres es lo que obtendrás, pero hazlo con cuidado soy nueva en ese lugar-

Pero creo que dejo de oír después de es lo que obtendrás, pues en ese momento saco su pija de mi vagina y la metió por mi culito, de un solo golpe, arrancándome un grito descomunal y unas lágrimas de dolor, fue cuando me di cuenta que eso era más doloroso por el hecho que lo hizo con lujuria y no por amor, pero en el momento que empezó a moverse, bueno, yo empecé a gozar.

Mis piernas temblaron, empezaba a tener mi orgasmo y el, él suyo,  al terminar juntos le dije-

-Tu y yo somos perfectos para esto, hagámoslo una tradición, solo tú y yo, sin preocupaciones sin responsabilidad-

Y en ese momento me beso –Sellemos el pacto, pero sin amor, porque si me enamoro de ti, bueno no dejare a mi bebe.

Nos duchamos, pues lo anterior solo fue parte de la experiencia, al terminar de bañarnos y empezar a secarnos, bueno me volví a calentar así que me acerque a él me quite la toalla y empecé a restregar mis senos en su espada, mientras que con  mi mano buscaba su pene para empezar a masajearlo y empezar una nueva experiencia esa madrugada.

Tuve mucha suerte pues mi amigo y su “amigo” seguían de un buen humor para continuar nuestra segunda ronda, al sentir mi mano él se giró me beso con mucha pasión, y yo solo me puse de rodillas…

-Sam eso me encanto, pero puedo ahora marcar el ritmo?

Me metí su miembro a la boca, lo mire a la cara y le dije

-como quieras cariño-

En ese momento retrocedió, se acostó sobre la cama, me subí, me puse en pose para empezar de nuevo mi trabajo, pero en ese momento él puso su mano sobre su pene.

-Ese ritmo no, dijiste que haríamos lo que yo quiera, y bueno con mi novia no solo no me la chupa, tampoco he probado su cuevita, y la tuya se ve tan apetitosa, tal depilada, y tan hermosa, quiero yo hacértelo a ti-

En ese momento gire mi cuerpo, le puse mi culo en su cara y metí su pija en mi boca, mientras el metía su legua tibia en mi concha y con su mano pellizcaba mi clítoris, esa era mi primera vez en un 69, pero me costó mucho trabajo hacer mi parte de la pose, porque lo que él hacía me volvía loca y mis piernas no soportaban mucho, sentía como me temblaban, y con mi boquita también quería gritar. Cuando estaba a punto de tener mi orgasmo recordé que debíamos usar protección, y como lo he dicho antes, bueno aunque sea el momento más inoportuno, prefiero no tener hijos; me detuve y le coloque el condón.

Cambiamos de postura, al tradicional misionero, pero, ya era más placentero, a decir verdad la calentura era menor, pero aun había deseo, seguimos teniendo sexo como locos, cambiamos de posiciones cada vez que teníamos más calentura, sentir su miembro dentro de mí era una sensación demasiado hermosa. Al regresar a la pose de perrito, terminamos juntos, gritamos  en ese momento nos volvimos a bañar, claro juntos, pues los besos bajo el agua, a pesar de ser en una regadera, son deliciosos, nos tardamos un rato, salimos, nos cambiamos, y nos fuimos, el me paso a dejar a mi casa, y él se fue a la suya; esa noche nos llamamos por teléfono y platicamos de cuando lo repetiríamos.

El pacto sigue en pie, aunque creo que empieza a haber algo más que sexo casual, pues es más delicado, pero seguimos experimentando y gozando plenamente, eso sí, jamás le pediré que deje su familia por mí, pero sé que en el momento que yo encuentre a mi persona ideal, bueno lo dejare, pues yo no podría serle infiel a la persona que ame.

 

FIN

(8,91)