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Alegrando al suegro

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Soy un hombre en los treintas, casado con una mujer muy linda que se ha acoplado a mí en todo sentido, tiene la misma edad que yo y es sumamente complaciente, hemos hecho de todo en el plano sexual, sin embargo ella siempre está dispuesta a experimentar, por eso quizás es que el relato que quiero compartir con Uds. se hizo realidad en una tarde que jamás olvidaremos.

En una visita que hicimos a mi padre que vive solo desde hace un buen tiempo, lo encontramos sentado en el patio trasero de la casa, estaba un con un semblante triste. Mientras mi esposa estaba en la cocina de la casa, platique con él, le mencione que lo veía un poco cansado, y él me contesto que más bien se sentía aburrido, que hacía tiempo que la rutina diaria lo hacía sentirse triste, que le hacía falta tener nuevas actividades, incluso pensaba en hacer nuevas amistades, pero que estaba indeciso pues no sabía cómo acercarse a la gente en especial a las mujeres. Ese comentario me hizo ver que la tenía necesidad de una mujer, aunque tenía mucho tiempo solo y ya tenía bastante edad, 65 años, era obvio que estaba necesitado de compañía. De regreso a nuestra casa le platique el asunto a mi mujer, ella se preocupó un poco y me pregunto qué sería bueno que hiciéramos para aliviar la pena de mi padre, le comente que algo se nos ocurriría.

A la siguiente semana, cuando volvimos a casa de mi padre, lo encontramos de nuevo melancólico, pero esta vez estaba en su habitación viendo el TV Se encontraba con un short, playera y tenis deportivos, sentado en una silla cómoda con las piernas abiertas, platicamos un rato y vi que por un lado de su short se le salía un poco su miembro, no le di importancia y no le dije nada, fui a ver a mi esposa que estaba en la cocina preparando un platillo que había llevado para mi padre, ella iba vestida informal con jeans muy apretados y una blusa apretadita y muy escotada, le pedí que al atender a mi padre, le concediera unos minutos de platica para animarlo, ella estuvo de acuerdo y fue a la habitación mientras yo atendía la correspondencia y algunos pendientes que había en la casa, cuando me acerque a la habitación escuche risas y conversación animada, me detuve antes de llegar a la puerta, me asome con cuidado y vi a mi esposa agachada frente a mi padre colocando una taza de café junto a él, desde la posición que tenia se le veían muy bien sus voluminosos pechos bamboleando y su canalillo que se forma entre ellos, mi padre no le quitaba la vista y no era para menos, al verlo animado me sentí mejor, mi esposa tomo asiento delante de él y entonces me recordé el short de mi padre con su pene de fuera, me acerque a la puerta detrás de él y haciendo una seña de silencio a mi esposa le indique con mi mano el short de mi padre, ella sonriendo asintió con la cabeza y me hizo un ademán dándome a entender que estuviera tranquilo.

Entonces desde fuera de la habitación, dije en voz alta que iría a la tienda por unas cosas para la casa, mi esposa aprovecho para salir y decirme que se la estaba pasando bien con mi viejo, le pregunte si le había visto su short y ella me contesto que sí, pero que ahora mi padre se había animado y el miembro se le había parado un poco y que se le salía más, le dije que siguiera con él y le animara un poco más, lo que fuera necesario para hacerlo sentir bien, ella me miro con sus picaros ojos y sonriendo entro de nuevo a la habitación, mientras yo abría y cerraba la puerta de entrada a la casa, haciendo como que salía, me acerque a la puerta con cuidado para oír la plática de mi esposa y mi padre, esto fue lo que escuche:

Ella- así que ahora se fue a hacer un poco de ejercicio.

Él- sí, salí a caminar un poco, para distraerme

Ella- y que fue lo que vio para distraerse.

Él- mucha gente caminando y haciendo deporte.

Ella- de seguro vio a muchas señoras paseando por allí

El- pues sí pero nada especial.

Ella-nada especial, a que vio muchas señoras guapas por ahí.

Él- pues sí pero, lo mejor que vi fue cuando ustedes llegaron.

Ella- así? Y que fue lo que vio que lo animo tanto.

Él- pues algunas cositas exuberantes.

Ella- como qué?

Él- pues vi un par de lindas cosas que me hicieron sentir muy bien.

Ella- le hicieron sentir tan bien que, lo pusieron duro?

El- pues sí, aunque me gustaría ver un poco más.

Ella- que tanto más?

Él- quizás un poquito más.

Ella- tal vez así? Se jalo un poco su escote hacia abajo dejando ver

Casi la mitad de sus senos.

El- uff, así está mejor, pero sería mejor ver sin ningún obstáculo

Ella- le gustaría ver todo, al natural?

Él- si fuera posible, sería mucho mejor.

Ella- (levantando su blusa y desajustando el brassier.) Así debe estar mejor verdad?

Él- (viendo sus aureolas color vainilla y sus pezones rosados)

Están deliciosos, se ve que están muy cargaditos de nutritiva leche

Ella- dicen que la leche le hace mucho bien a las personas adultas.

El- me gustaría seguir nutriéndome, pero creo que tengo otro problema.

Ella- (apuntando con su dedo al short de mi padre) Creo que hay algo que también esta cargadito.

Él- sí, muy cargado por el poco uso, pero que pudiéramos hacer para solucionarlo?

Ella- (dirigiendo su mano al miembro de mi padre) Tal vez si lo tratamos bien, pudiera aligerar un poco la carga.

Él- (cerrando los ojos e inclinando su cabeza en el respaldo de la silla) Uff, que bien se siente, hacía mucho que no sentía algo así

Ella- (acariciando con una mano el miembro y con la otra sobando los testículos) Están muy cargados, dicen que la lechita de aquí, también es muy nutritiva.

El- te gustaría que nos nutriéramos mutuamente?

Ella- (recostándose de lado en la cama) A ver, acuéstese aquí.

Él- (quitándose completamente el short) Vamos a ver como se nutre mi hijo.

En ese momento me asome a la habitación y los vi acostados, en una posición semejante a la posición del famoso 69, pero mi padre lamía y chupaba los tremendos pechos de mi mujer, mientras ella hacia lo mismo con el pene de mi padre, lo tragaba, lo besaba y de sus labios corría un hilito de líquido, sus mejillas estaban rosadas, y apretaba las piernas como masturbándose, estuvieron así un largo tiempo, hasta que mi padre empezó a gemir muy fuerte y exploto en un orgasmo intenso que hizo que su semen saliera de los labios de mi esposa, escurriendo hacia su barbilla y llenándole sus mejillas de caliente líquido.

Estuvieron un rato acostados abrasados y reponiéndose de sus orgasmos. Finalmente mi esposa se levantó y tomando una toalla se limpió diciendo:

-vaya que estaba cargadito, me alimento bastante bien, espero que Ud. también se haya nutrido.

El- como no, si tus pechos están deliciosos y bien cargaditos de miel espero que me sigas nutriendo, que tanta falta me hace.

Yo espere un rato para abrir la puerta, simulando que entraba a la casa, cuando entre a la habitación de mi padre, los dos estaban arregladitos como si no hubiera pasado nada.

El resto de la velada estuvimos muy animados y alegres, platicando y riendo y haciendo planes para visitas futuras. Mi padre y mi esposa se dirigían miradas muy especiales de complicidad, ella sabía que yo me había dado cuenta de todo y que estaba feliz.

Al despedirnos, mi padre le dijo a mi esposa que estaba muy agradecido por sus atenciones

Y que esperaba que pronto regresáramos, para seguir conviviendo, yo le conteste que nos gustaría mucho llevarlos a nuestra casa para que pasara unos días con nosotros, la idea le gusto y dijo que cuanto antes mejor. En el camino a casa mi esposa me abraza y me dijo que se sentía muy bien haciendo una buena obra, pero que le había gustado probar el miembro de mi padre, que saborear a su suegro pensando que ese pene, había sido el causante de mi nacimiento le había provocado un morbo tremendo, que saborear dos miembros iguales pero a la vez diferentes le había gustado mucho.

Al llegar a casa, está por demás decir que tuvimos sexo maravilloso, lo hicimos de todas formas y en todas partes, terminamos exhaustos pero muy contentos.

Yo meditaba sobre lo que había pasado y tenía sentimientos encontrados, por un lado sentía algo de celillos y por otro sentía una excitación enorme al recordar la conversación y el trato entre mi padre y mi esposa.

Al paso de los días, mi esposa y yo convivíamos cada vez mejor, lo que nos llevó a replantearnos nuestra relación de matrimonio, lo que llevo a la siguiente conversación:

Yo- mi vida, desde que estuvimos con mi padre, he notado que nos llevamos cada vez

Mejor como pareja, me gustaría preguntarte, si a ti te sucede lo mismo.

Ella- pues, debo decirte que el hecho de haber tenido una relación con mi suegro, me ha llevado a descubrir una parte muy íntima de mi misma, que no conocía, debo confesarte que me ha gustado muchísimo, y que me gustaría poder abrirme más en el plano sexual, tal vez vivir una nueva relación de pareja contigo sin tabúes ni secretos, me gustaría experimentar más cosas entre tú y yo.

Yo- como que cosas?

Ella- Quisiera que me permitieras explotar más mi sexualidad, siempre y cuando tus disfrutes conmigo, que me permitieras cumplir algunas fantasías que tengo.

Yo- (reflexionando, pues no era nada fácil asimilar lo que ella me confesaba) ¿Cómo que fantasías tienes?

Ella- (dudando un poco) tú me satisfaces mucho pero ha notado como que tu cada vez me pides cosas más atrevidas, más audaces y eso me ha abierto el apetito de probar.

Yo- probar? ¿Cómo que cosas?

Ella- si no te molesta, me gustaría que compartiéramos nuestra cama entre tu, mi suegro y yo.

Yo- (excitándome) me encantaría, así mi padre estaría más tiempo con nosotros y se encontraría más feliz.

Ella- te imaginas compartir cada noche, las cosas que haríamos entre los tres? Pasearíamos juntos, iríamos al cine juntos, nos bañaríamos juntos, dormiríamos juntos, tal vez desnudos y entre los dos me acariciarían.

Yo- bueno, es cierto que eso a mí me haría feliz por mi padre, pero también a mí me gustaría sentir placeres, que ya te estaré dando a conocer.

FIN

Sé que esta situación suena muy fantástica y que es el anhelo secreto de muchos hombres, pero es real, tener una esposa así de complaciente no es algo que se vea todos los días, sin embargo mi esposa así es y juntos hemos experimentado muchas cosas, para despedirme le diré que nos llevamos a casa a mi padre y hemos tenidos muchos juegos y muchas fiestas.

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