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LO HICE CON MIS TRES HERMANAS

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La verdad necesitaba desahogarme y contarles mi experiencia que tuve con mis tres hermanas con quien en un momento determinado de mi vida hice el amor con cada una de ellas, ahora que el tiempo ha pasado y cada quien hizo su vida, siento todavia placer de solo recordar los momentos que viví con cada una de ellas, los que ha pesar del tiempo transcurrido no he podido alcanzar tanto placer sexual que con ellas, empezaré mi relato y evitaré dar nombres (los daré simulados) al igual que lugares, por una cuestión de reserva pero que los viví de eso no tengan ninguna duda.

Empezaré contándoles que provengo de una familia numerosa y creo que pueden ya darse cuenta que por la estrechez en nuestra vivienda, aun cuando teníamos orden de papá y mamá de tener muy bien delimitados los espacios, siempre hubo cercanía con mis hermanas, a las que llamaré a la mayor Esperanza, después Ema y finalmente Isabel que era la menor y de quien guardo mis mejores recuerdos por lo momentos de placer que compartimos.

Comenzaré justamente por Isabel era la época en que ella tendría aproximadamente 15 años y yo 17 años y como casi siempre se generaban pugnas entre los hermanos y las preferencias se dividían en parejas siempre eramos la cola por eso tuve mucha empatia con ella, y cuando comenzó a despertar en mi más que una simple relación de hermanos sino deseo sexual, se quejaba que por cualquier cosa nos dejaban de lado, ante ello en más de una oportunidad terminábamos encerrados en el mi cuarto y de los juegos inocentes al verla muy cerca a mi al comienzo no se si provocándome los rozamientos eran constantes, pues hablamos de un determinado tema y ya estábamos revolcándonos en la cama, donde podía sentir sus pechos recién empezando a tomar forma, su bien contorneada figura, su culito regordete, sus muslos y la frase que recuerdo perfectamente: “si no nos quieren, hay que vengarnos haciendo cosas malas” a lo que yo respondía ¿a que te refieres con eso? no teniendo respuesta, pero era continuo ello, hasta que se dio la ocasión, no se si yo la esperaba o fue porque tenia que ocurrir, un día en mi cama echado y viendo televisión casi en silencio comenzó agitarse diciendo que hacia mucho calor abanicándose con su falda, que era de esas pequeñitas de bombachas, igual con su blusa la que amarraba muy sutilmente y en cada acción que hacia la verdad que me comenzaba a poner caliente, verle la punta de su truzita o sus pezones pequeños pero erguidos en su puntita, empezaba a hacer efecto conmigo pues sentía (seguramente ella se daba cuenta) que mi verga se me comenzaba a poner dura a pararse de la excitación , era realmente una situación embarazosa para mi, Isabel notó rápidamente ello y me dijo ¿qué tienes si solo me ves un poquito y esa cosa (señalando mi pinga) ya va a reventar como será si me vez desnuda? ¿quieres que lo haga? me pregunto, la verdad que yo no aguantaba más creo que iba a explotar, volvió a insistir “sino nos quieren yo te prometí hacer cosas malas y creo que ha llegado el momento” ¿o no quieres me dijo casi susurrándome al oído? ante lo cual sentí que mi pene que ya no aguantaba más por salir comenzó a lubricarse a la velocidad del rayo, yo atine a decir ¿a ver que me vas a enseñar, más allá de lo yo no haya visto? (siempre la espié cuando se bañaba pero nada más de ello no pasaba)

Isabel se retiró de mi lado y se puso de pie al borde de la cama en contraluz y comenzó lentamente a despojarse de su ropa, primero la blusa dejándome al descubierto sus senos tiernos aun en formación, si que me sentía en el paraíso, luego hizo lo mismo con su faldita, la que cayó rápidamente quedándose en una truzita de encaje blanco y no le tapaba nada y podía apreciar su incipiente vello púbico, que sensación indescriptible verla después totalmente desnuda, una figura de ensueño, yo respiraba agitadamente con mi corazón y más que mi corazón, mi verga por estallar, ella me dijo, “ya lo hice yo, ahora te toca a ti” yo asenté mi cabeza, pero tenia cierto pudor, total era mi hermana y ni en sueños pensé que eso pasaría, me despoje de mi polo, mi trusa y después mis calzoncillos, quedando completamente desnudo y solo tenia tapado mi pene, con su dedo me hizo una seña que lo dejará libre, al hacer eso lógicamente que pudo ver mi pinga en todo su esplendor y me dijo “así me lo imagine que era, ahora lo quiero todo dentro de mi”, la verdad que me desconcertó un momento pero me sorprendió, porque casi de inmediato se abalanzó sobre mi cogiendo mi verga comenzó a succionarmela de poco primero a un compás lento, para emprender arremitadas continúas que me hacían volar y pensar que no era cierto lo que pasaba y que estaba soñando, ella se echo a mi lado y jalándome mi rostro me dijo “te quiero dentro de mi si querían cosas malas, nosotros ya los estamos complaciendo”, no pude esperar más y me monte en ella, su chuchita ya estaba lubricada suficientemente que mis arremetidas y mi falo en su máxima expresión, al comienzo con alguna dificultad y acompañado de algunos quejidos de placer, se lo metí hasta sus entrañas, ese sube y baja, entra y sale, fue realmente único e irrepetible, no resistí la tentación de tenerla a mi merced que me desesperaba, pues no sabia si chuparle sus senitos, meterle toda mi pinga, cogerle su culito, total mi torpeza era también parte de mi inexperiencia pues no era que digamos un experimentado en las lides amatorias y con mi hermanita Isabel era lo que más estaba durando y gozando al máximo, mi ímpetu tuvo su recompensa aun con cierto temor de terminar en su vagina (porque podría dejarla embarazada eso que siempre nos metían en la cabeza) pero ella no quiso desperdiciar nada y me dijo “no lo saques quiero sentir tu semen caliente dentro de mi” y cada vez me agarraba más fuerte, hasta que llego el momento y tuve una eyaculación que ahora en el tiempo y los años que han pasado no recuerdo haber experimentado como aquella vez, fue un chorro de semen inacabable ( o no quería que acabara nunca) al final solo escuchaba mi respiración agitada y la de ella de satisfacción por la tarea cumplida, estuvimos así por algunos momentos hasta volver a la realidad y arreglar todo y guardar nuestro secreto de los “chicos malos” de la familia, mi hermana Ysabel antes de retirarse de la casa y viajar ha establecerse en otra ciudad, fue mi “mujer” por cerca de 6 años tiempo en el cual por cualquier motivo por pequeño que sea, era suficiente para terminar enculándola, lo hacíamos en todos los lugares de la casa, en el cuarto de mis padres, en el baño, en la cocina, en la sala, por eso con el paso de los años y cada quien con familia, se me metió en la cabeza de insinuarle que volvamos hacer “cosas malas” cosa que jamas ha vuelto a darse, solo queda como nuestro secreto bien guardado y del que creo los dos mientras lo vivimos lo disfrutamos al máximo, que solo recordarlos mi pinga se me pone al palo, grande mi hermana querida.

Mi hermana mayor Esperanza, era morenita y rellenita, chiquita pero con una figura agraciada, les cuento que siempre sentí predilección por la mujeres con senos grandes y si que era un premiada pues los tenia bien proporcionados que en más de una oportunidad al menor descuido ya sea en su cuarto o en el baño disfrutaba viéndolos, regordetes con sus aureolas oscuritas y sus pezones chiquitos y paraditos, yo soñaba tenerlos en algún momento en mi boca, tocándolos, acariciándolos o chupándolos, no perdía la “esperanza” como el nombre de ella Esperanza, y hasta que la oportunidad se dio y la verdad no recuerdo como empezó todo, creo que fue un día en que tuvimos visitas en casa y no se porque circunstancias termine durmiendo en su cama junto a mis sobrinos pequeños, previo a estar en la cama ella tomó algunas copas con las visitas y presumo que eso la puso calentona, lo cierto es que yo siempre le mantuve (como hasta ahora un respeto) al comienzo nada de malos pensamientos durmiendo como angelitos, pero ya cuando todos en casa estaban en el más profundo de los sueños, ella que se movía de un lado a otro, cuando derrepente siento su brazo en mi cuello lo que me paralizó casi de inmediato, primero por la cercanía de su cuerpo y segundo porque tenia a mi merced totalmente desnudos sus dos inmensos senos con los que masturbe en más de una ocasión de solo pensar tenerlos y acariciarlos para mi solo, presumo que mi hermana estaba soñando o era consiente de lo que haríamos minutos más adelante, pues me apretujo contra su pecho estaba en la gloria pero a la vez asustado por lo que podría pasar, lentamente comencé a acariciarlos sintiendo rápidamente como se ponían duritos sus pezones, lo que percibí también era que ella se frotaba su entrepiernas como una señal clara de que disfrutaba el momento, desplace mi mano hacia su vagina pero con miedo a que se despertará y me mandará a rodar, pero nada de ello ocurrió, más bien apretujaba con fuerza mi mano en su lechosa vagina que la sentía totalmente lubricada como si estuviera sudando al máximo, mi pene ya se había puesto en posición de ataque no muy grande pero si lo suficiente para dar placer, le daba a la altura de su vientre, trataba de bajar pero no me lo permitía, ya me estaba contentando con solo dormir bien apretujado con sus senos en mi cara, cuando de repente sentí su mano cogiendo mi pene, me paralizó por un momento pero comenzó con el vaivén arriba, abajo, primero lento después más rápido volviendo a ponerse duro que me parecía que explotaría, ella siempre con los ojos cerrados se ubico de tal forma que tenia y sentía su chucha que parecía decirme tómame soy toda tuya, empece le soy sincero con cierto temor, a introducir mi verga, lo que resultó más sencillo de lo esperaba cada empujada era acompañada de un quejido de placer solo para mi para mi oído, de repente escuche decirme, “mételo todo no lo saques termina adentro, que rico”… y salio la palabra que me tranquilizo… “hermanito”, Esperanza era consiente de lo estábamos haciendo y con esta palabra me dio prácticamente su aprobación, por lo que ni corto ni perezoso empece el sube y baja frenéticamente, pero como no podía olvidarme de que sus senos eran mi obsesión los agarraba, los chupaba, los mordía, una y otra vez que placer inimaginable, hasta que llego el momento cumbre y termine con una eyaculación que la llene totalmente creo que fue en simultaneo porque se dio el tiempo de bajar su cabeza y chuparme la pinga hasta dejármela totalmente limpia y lista para la acción nuevamente pero ya era demasiado tarde para ello porque los primeros rayos del nuevo día comenzaban aparecer, fue la única vez que estuve con mi hermana mayor Esperanza, pero que ha quedado como un recuerdo imborrable para mi, ahora con los años encima, nunca le insinué nada, nunca más hablamos de ello creo que era un secreto nuestro, pero increíble escribiendo estas lineas ocurre lo mismo, verga al palo y lubricada, grande también mi hermana.

Y cierro esta trilogía con mi experiencia sexual con mi hermana Ema, la más recatada de las tres, fue algo rápido pero no por ello dejó de ser placentero en mi vida, eran las épocas donde todos nos bañábamos juntos sin pizca de mala intención, pero siempre hay un pero, en una de esas oportunidades estuvimos en la tina recuerdo con mi prima Ester totalmente desnudos y no se como pero comenzamos a jugar a tocarnos y casi sin sentirlo ya tenia mi verga al palo y lista para entrar en acción y la más insistente en que la penetrará era mi prima quería ver como era y “sin son hermanos no pasará nada nos decía”, “porque no se van a casar” y bla bla bla, esa conversación me levantó el libido en una, por lo que le dije a Ema ¿quieres que la hagamos? al comienzo hubo negativa al extremo que quiso salir del baño, pero no se como o porque cambio repentinamente de opinión y me dijo … “pero me lo metes suavecito sin que me duela”… ante tamaña respuesta mis ojos brillaron y me dispuse a penetrarla atendiendo a lo que me decía, empujadita una y otra vez, un pedazito otro mas y después fin del mundo me olvide de todo y le metí una arremetida que tuve que taparle la boca porque gemía de la placer la condenada, la penetre todita y veía de reojo a mi primita Ester a la que se le salia los ojos y también se masturbaba creía que no me daba cuenta (pero ya les contaré mis andanzas con ella en otra ocasión) termine todito dentro de chuchita fue una sensación rara agua con sexo, al final nos quedamos mirando con un pacto secreto que nadie contaría nada a nadie de lo ocurrido esa tarde, por cierto nunca más volvió a ocurrir algo similar, mi hermana se caso y cada vez que coincidimos es para demostrarnos lo mucho que nos queremos como hermanos.

 

Espero les haya gustado este mi primer aporte pero tenia la necesidad de contarlo, cualquier comentario lo recibire de buena gana.  

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