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Marilyn (Parte 2)

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Me afeitaron totalmente el cuerpo solo me dejaron mi cabello castaño largo nada mas que después lo tiñeron de rubio, decían que les encantaban acariciarme con la piel suave, y me obligaban a bañarme todos los días  con jabón perfumado y usar cremas humectantes para toda la piel porque querían que tuviera la piel suave como la de una niña. Los hombres se turnaban para tener sexo conmigo y eso era un infierno no me dejaban en paz un minuto. Doce se quedaban a la mañana mientras los otros trece iban a trabajar a la fábrica de la cárcel y así sucesivamente.

Yo estaba arrodillado en una cama, los brazos al costado del cuerpo la cabeza apoyada en la cama y la cola bien  parada mientras un hombre me penetraba se movía rítmicamente era bastante violento. Los otros hombres formaban un circulo alrededor de la cama de seguro esperando usarme yo antes había intentado huir pero no había podido el jefe había dicho que si no hacia lo que querían  ellos podían golpearme me golpeaban también cuando cerraba mis nalgas o me daban como ganas de hacer caca cuando me estaban penetrando si hacia fuerza en esos momentos también me pegaban.

Estaba claro que mi cuerpo no me pertenecía era en todo caso un envase para que lo usen. Lo único que podía hacer era gritar y llorar nada más. Uno  de estos hombres me dijo.

- Marilyn quiero que me hagas una mamada.

Me mostró su miembro  bien parado  no prestaba atención a el hombre parado enfrente mío con su miembro en la mano este se sentó a mi lado con las piernas abiertas.

- Es para que chupes el glande nada más.

- Ay no quiero – Grite con asco – No quiero.

-Obedece carajo – Me dijo el hombre pegándome una cachetada.

Yo me  levante un poco pero el hombre que tenia atrás me toco la espalda y me dijo.

- Ponte en la posición que estabas antes si no quieres que te golpee.

- Si amo. – Dije sumiso.

 Me tuve que volver a inclinar. El hombre que quería que se la mamara me acerco el miembro.

- Marilyn quiero que uses tu lengua para chupar el glande.

Me mostró su glande rojo yo quise hacerme para atrás pero me sujeto de la cabeza y me hizo acercar tomándome del cabello me introdujo el miembro en mi boca yo hacia fuerza para alejarme ese hombre tenia un olor a pis insoportable al rato el hombre empezó a gemir mientras me movía la cabeza rítmicamente.

- ¡Hummm...¡ Marilyn que rico. - Después hablando con los otros les dijo. - ¡Ah! chicos esto es vida.

Esteban entro en la celda acompañado por los otros hombres ya volvían de trabajar.

- ¿Cómo se porta Marilyn

- Muy bien jefe – Dijo el hombre que me estaba montando me tomaba de la cintura mientras se movia ritmicamente.

- Estamos deseando hacerle la cola.- Dijeron los otros.

- Si – Dijo el hombre que me obligaba a hacerle una mamada –Lastima que sea una sola Marilyn se imagina si llega otra.

- No tenemos dinero para eso – Dijo Esteban riendo.  

- Nena – Me dijo cuando habia terminado de tener sexo con esos hombres con los que el me vio y un hombre me tomaba ya de la cintura - Te compramos todo esto para que mientras estés con nosotros te vistas como una buena mujercita.

Me quedé helado. Esteban  me infundía miedo. Pánico. No me atrevía ni a mirarlo. Me entregué, resignado, a mi destino. Esteban mostró una a una las cosas que había traído un sostén azul con relleno, un camisolín muy corto de seda roja con encajes, medias negras y portaligas blancas, zapatos de tacón alto color amarillo, maquillaje y bijou bastante berreta.

Esteban se me acerco me agarro de los cabellos.

- Espera – Le dijo al hombre que me había tomado de la cintura - Espera hay que vestirla como una chica.

 El jefe tomo el sostén y me lo puso le costo abrocharlo en mi espalda me trataba casi como una muñeca después me puso las medias con las porta ligas.

- Levanta los brazos.

- No quiero – Le dije a Esteban gritando.

– Levanta los brazos – Me dijo pegándome una trompada.

Después se quedo esperando que obedeciera. Por miedo a que me vuelva a pegar levante los brazos. El Jefe me puso el camisolín negro que tenía encajes en la zona del pecho y faldas de seda.

- El peine.– Les dijo a sus hombres - Estos se lo acercaron.

  Procedió a peinarme pero como mi cabello estaba muy enredado se hacia difícil que me peinara pero lo consiguió después procedió a maquillarme con cosméticos que saco de una bolsa. Luego me puso los zapatos de tacón alto. Después se aparto un poco para observar el resultado final sorprendido.

-Muy bien ahora pareces toda una mujercita – Dijo encantado.- Cuando llegaste como eres el mas lindo le pedimos a los guardias que te manden para acá. Pagamos mucho por ti. Tú eres nuestra esclava y harás lo que se te ordena. ¿Entiendes? ¿Entiendes que eres nuestra esclava?

Me dijo cuando me pego una cachetada.

- Si lo entiendo amo.

No me animaba a decirle lo que pensaba. “Que fue lo que hice para que me traten mal”. El hombre que me había abrasado antes pero que el jefe se lo impidió para vestirme se puso boca arriba acostado en la cama.

- Sienten a Marilyn encima de mi miembro.

Me tomaron de los brazos y a pesar que yo gritaba no pude hacer nada me sentaron encima de ese tipo y querían que el miembro entrara en mi ano pero el miembro se salía.

El hombre frustrado dijo.

-No puedo hacerle la cola.

- Tal vez si usas crema – Dijo un hombre Le entre mejor.

- ¿Y la crema donde esta?

- Aquí – Dijo uno de los hombres entregando la crema que me ponían a mi después del baño. El hombre se unto bien el miembro con crema.

- Ahora levanten a Marilyn.

Yo quise evitar que me levanten pero me alzaron y me acercaron hasta el hombre con el miembro bien parado este empezó a guiar su miembro que rápidamente y por la crema se fue incrustando hasta lo mas profundo de mis entrañas. El hombre tenía un miembro fino pero largo y lo sentía clavarse en mi interior. A mi me dolía mucho tenia que levantarme para que no me molestara tanto.

Dos hombres se me acercaron para que les haga una mamada aprovechando mientras el otro hombre me hacia la cola.

- No quiero – Grite cuando me quisieron introducir el miembro en la boca.  

- Cállate la boca. Insolente – Me grito Esteban y empezó a pegarme. - Tu no entiendes putita desde que llegaste ya no tienes derechos a nada. Tus obligaciones son tener en la cola y en la boca un miembro y estar siempre bien maquillado. – Me agarro del cabello – ¿Lo entiendes?

- Si lo entiendo pero…Pero…

- No inventes Marilyn.

- Estoy cansado.

Esteban se echo a reír.

- No me importa - Me grito pegándome – A mamar.

- Toma la pija y chupala.- Me ordeno uno de los hombres que querían que le haga una mamada.

- Si amo.

Yo tuve que tomar el miembro con una mano y le pase la lengua pero con asco.

- Hacelo bien – Me dijo el hombre pegándome una cachetada – Como si estuvieras chupando un helado.

“Que comparación. Si esto es un asco”

- Dale Marilyn chupa.

- Si amo.

El otro hombre que estaba al lado me dijo.

- Mientras chupas ese miembro toma con la mano el mío.

Tuve que sujetar el miembro del hombre mientras chupaba el otro miembro simulando que chupaba algo que me gustaba.

- Ah no aguanto mas – Dijo el hombre al que le sujetaba el miembro un rato después – Háceme una mamada a mi también.

Cuando iba a dejar de chupar el miembro el otro hombre me dijo.

- Ni se te ocurra dejar de chuparmela.

- Pero no seas egoísta – Le dijo el otro hombre – Yo también quiero una mamada.

- Y bueno pero que no me deje de mamar a mí. No me importa como lo va a hacer pero que no deje de mamarmela.

Los dos hombres se empezaron a pelear hasta que Esteban los llamo al orden.

- Marilyn puede hacer las dos mamadas al mismo tiempo.

- Pero es que no puede.

- Claro que puede si no quiere que lo mate a golpes.

El hombre que tenia abajo me había tomado de la cintura y me movía el cuerpo en círculos mientras el gemía de placer.

Yo seguí  chupando el miembro del primer hombre lo dejaba un rato y chupaba el miembro del otro hombre.

Después de un tiempo el primero se separo un poco.

- Abrí la boca que quiero eyacular.

- No quiero – Grite  a mi la idea que me eyaculara dentro no me gustaba y este hombre me pego una trompada.

- Abrí la boca.

- Si amo.

Sabía que tenía que obedecer pero me daba asco. Abrí la boca y del miembro empezó a salir un líquido blanco que me inundaba la boca. El hombre tenia mala puntería y un poco de ese liquido me caía sobre la cara cuando termino de eyacular me dijo.

- Ahora trágatelo.

Me levanto de la mandíbula tapándome la boca con una mano y con la otra me tapo la nariz  no tuve  otra mas que tragar ese liquido horrible.  Después se acerco otro hombre con su miembro bien parado y me dijo.

- Mamamela a mi también.

Tuve que tomar ese miembro con una mano y empezar a chupar y también chupar el miembro del otro hombre que tenia al lado. Mientras hacia eso miraba a Esteban acompañado por otros hombres fumaban y tomaban cervezas. Esteban vio que lo estaba mirando levanto el vaso con cerveza.

- Así se hace putita.

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