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Formación de Hogar

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Debido a la profesión de mi padre, que era ingeniero en minas, mi madre mi padre y yo vivíamos en una mina que estaba en el primer periodo de explotación, en el norte del país. Ahí la vida era muy dura, pero teníamos un muy buen pasar económico. Yo estaba internada en un colegio de Antofagasta y tanto para las vacaciones como los fines de semana, subía a ver a mis padres. Todo iba muy bien hasta que mi madre enfermo gravemente, falleciendo al poco tiempo. En esa época yo tenia 15 años y cursaba el primer año de enseñanza media.

Por supuesto debido al impacto que provoco la muerte de mi madre, decidimos con mi papa que por ese año, yo me quedaría con él y me sometería al régimen de exámenes libres, para que así ambos nos pudiéramos acompañar en tan dolorosa transición.

Nuestra vida transcurría prácticamente uno junto al otro compartiendo todas nuestras actividades, ya que en el lugar no había mucha gente. A los pocos meses nuestra vida se fue normalizando, ya que el dolor poco a poco fue pasando. En este periodo el acercamiento con mi padre se había hecho muy estrecho ya que solo contábamos el uno con el otro.

Fue en esas circunstancias que comenzaron a ocurrir los siguientes sucesos. Mi padre en ese tiempo tenia 37 años y era un hombre muy buenmozo, con pinta de gringo. La cual yo también había heredado, ya que soy muy rubia de ojos verdes intensos. Mis padres se habían casado muy jóvenes, y como dice el chiste, se habían casado debido a que mama se había embarazado de mí, cuando apenas tenia 18 años.

Un día sábado, a la hora de la cena, noté que mi padre no aparecía. Me dirigí a su dormitorio pensando en que quizás se habría quedado dormido. Abrí la puerta muy despacio con la intención de comprobar si efectivamente estaba durmiendo, cuando quede totalmente sorprendida con lo que vi. Papa estaba acostado en la cama boca arriba, con los ojos cerrados, y con una de sus manos sobre su pene tremendamente tieso, masturbándose, la cabeza de su miembro estaba terriblemente inflamada. Debido al sigilo con que yo me había acercado a la puerta, él no se dio cuenta que yo lo había sorprendido y continuo su masturbación ensimismado. Al comienzo quede sorprendida sin saber que hacer, pero enseguida reacciones y junte la puerta dejando apenas un espacio para observarlo sin interrumpirlo.

Me quede ahí observando el sube y baja de su mano sobre su inflamado miembro, en tanto alcanzaba a escuchar sus gemidos y suspiros. Era la primera vez que yo observaba un pene en estado de erección, y me producía una indefinible curiosidad y atracción por lo que no pude evitar seguir espiándolo. De pronto apretó firmemente el tronco de su miembro y movió compulsivamente las caderas soltando un increíble reguero de semen por los aires. Pude apreciar nítidamente como su mano, sus testículos y su estomago quedaron bañados con esperma. Pasaron unos instantes y él lentamente fue recuperando su respiración.

Me aleje de la puerta sigilosamente y me dirigí al baño. Cuando entre cerré la puerta y me quede ahí muy quieta, pensando y recordando en lo que habia observado. Recién entonces cai en cuenta a que se debian, las manchas en las sabanas y los manchones amarillentos apelmazados que con cierta habitualidad yo encontraba en su cama, sin duda alguna eran los restos del semen que mi padre, derramaba intentando aliviar sus necesidades de hombre.

No pude dejar de sentir una gran tristesa pensando en lo mucho que papa debia sufrir al necesitar las atenciones de una mujer. Durante estos instantes en que pensaba en mi pobre padre, note que entre mis piernas se acumulaba un agradable calorcillo, eran mis fluidos eroticos que habian comenzado a fluir independientes de mis pensamientos.

Desde hacia muy poco tiempo yo habia comenzado a sentir cada vez con más asiduidad este calorcito durante las noches, y me habia dado mis primeros placeres masturbatorios, intruseando mi vagina. pero aún desconocia casi todo lo relacionado con el sexo.

En ese momento y quizas influenciada por mi creciente excitacion, me propuse que yo debia integrar a mis funciones, la tarea de satisfacer a mi padre tambien en lo referente al sexo. Ya que debido al lugar en donde viviamos, a él no le seria facial encontrar una mujer, con quien poder llenar sus necesidades.

Esa noche en la soledad de mi cuarto y mientras pensaba como hacer para ayudar a mi padre. Por primera vez mi excitacion se hizo presente en toda su magnitud, me masturbe como nunca lo habia realizado antes, obteniendo el primer orgasmo de vida. La maravillosa sensacion del orgasmo, me dejo totalmente perpleja, no podia explicarme como era posible sentir tanto placer y tranquilidad, recuerdo que apenas me recupere de mis intensas sensaciones, pense que mi tarea de colaborar con mi padre, podia resultar algo realmente maravilloso, y esto se transformo casi en una obsesion.

En las mañanas cuando me dirigía al cuarto de mi padre para hacer el aseo, lo primero que hacia era revisar las sabanas, cuando encontraba las características manchas del semen seco, invariablemente venían a mi cabeza las imágenes de mi padre masturbándose y eyaculando.

Además a un lado de la cama en el suelo, generalmente encontraba algún pañuelo higiénico arrugados, con el característico color amarillento del semen seco. Cuando tomaba uno de ellos, y lo llevaba a mis narices, oliendo el penetrante aroma a esperma. Cerraba mis ojos, extasiándome con el afrodisiaco olor, esto lograba excitarme de tal forma que necesariamente terminaba pajeándome, mientras olorosaba el olor a semen.

Mientras me masturbaba, fantaseaba con eróticas imágenes del miembro de mi padre entre mis manos, pajeándolo repetidamente en búsqueda de su acabada. Generalmente obtenía mis orgasmos fantaseando que el moco de papa mojaba todo mi cuerpo, bañándome en su leche.

Otra de mis actividades preferidas consista en espiar a mi padre, fue así como logre ver su miembro mientras se bañaba, pero lamentablemente no lograba sorprenderlo con su miembro erecto, que era lo que yo deseaba observar. Mis pensamientos cotidianos se enfrascaban en la tarea de cómo conseguir mirar otra vez su pene duro e inflamado, hasta que llegue a la conclusión de que solo había una forma y esa era acostándome con él.

Comencé a fraguar un plan que me permitiera acostarme en su cama, y una vez ahí, bueno ya vería lo que tendría que hacer. Debido al intenso frío que comenzaba a hacer durante las noches, se me ocurrió que esa debía ser la excusa ideal. Fue así como una noche después de cenar y mientras mirabamos la televisión, le dije:

-¡Papa hace tanto frío que mejor podríamos llevar a tu pieza el televisor!

-¡Y así estar más abrigados!

El me quedo mirando y me dijo:

-¡Pero tesoro si tu tienes una tele en tu pieza!

-¡Si pero no es lo mismo, porque a mi me gusta estar contigo!

Entre risas y mientras bromeaba de lo regalona que yo me habia puesto, acepto y nos fuimos a su dormitorio. Estuvimos recostados sobre la cama y yo inocentemente me acurruque sobre su pecho. Su olor y cercania me excitaron rapidamente, entonces le dije:

-¡Papa dejame dormir aqui esta noche, no quiero estar sola en mi cama!

El me pregunto muy preocupado si me pasaba algo, obviamente no pude responderle que lo que me pasaba era que estaba enferma de excitada, por lo que solo me defendi con mis tipicas mañoserias de regalona, pero sin permitir que él se negara, hasta que por fin me dijo:

-¡Ya esta bien duerme conmigo hoy dia, pero no te acostumbres!

Yo realmente estaba feliz, y para mis adentros pensaba que esa era una gran oportunidad, para atender a mi padre, pero a la vez, yo sabia que fuese lo que fuese lo que intentara, tendria que hacerlo con mucho cuidado, ya que si me equivocaba podria perder para siempre mi oportunidad de hacer realidad mis sueños.

Fui a mi habitacion a buscar un pijama, y elegui un camison bastante amplio, pero que a la vez era de una tela que se pegaba a mi cuerpo notoriamente, haciendo resaltar mis formas, que aunque juveniles, ya insinuaban mis curvas de mujer.

Cuando regrese al dormitorio, para mi pesar mi padre ya se habia acostado. Lamente haberme descuidado ya que deseaba verlo desnudarse, pero no habia más remedio. Comence a desvestirme en su presencia, en ese momento él me dijo que fuera al baño a cambiarme, pero yo sin echar pie atras, termine de sacarme la ropa quedando solo con los calzones puestos y mis tetas al aire, mientras le decia que no fuera anticuado, total yo era su hija y no le tenia ninguna vergüenza.

Para él le fue imposible no reparar en mi cuerpo, ya que intencionadamente demore todo lo que pude en desvestirme, cuando me gire para colocarme el camison, note que sus ojos recorrian atentamente mi trasero, o por lo menos asi me parecio a mi. Enseguida me acoste a su lado y lo abrace, pretextando el frio que hacia.

Cuando suavemente comencé a acariciarle su peludo pecho, hubo un silencio tremendo, puse una de mis piernas sobre su cintura y note claramente el bulto de sus genitales rozandome. Mi pobre papa de verdad estaba incomodo, intento separarme cariñosamente, pero yo no deje, al contrario segui acariciandolo y moviendo suavemente mi pierna. En un instante percibi que su miembro comenzaba a endurecerse y él intento acomodarse hacia una lado, con el claro objetivo de evitar el roce con su incipiente ereccion.

Me di cuenta que no seria tan facil conseguir lo que yo deseaba, asi que hice uso de otro tipo de recursos, y le pedi que me revisara una de mis piernas justo debajo de una nalga, con el fin de que viera "que era lo que me estaba provocando escozor". Me puse boca a bajo y levante mi camison, dejando mi trasero y mi hendidura a la vista. El hizo como que me revisaba pero despues de una rapida inspección, me dijo que no observaba nada.

Pense que mis intentos habian sido en vano ya que muy pronto observe que mi padre se habia quedado dormido, muy frustrada tambien fui lentamente por el sueño. En mitad de la noche senti una leve pero constante vibracion en la cama que me desperto.

Mi padre estaba acostado de espaldas a mi y era obvio que se estaba masturbando suavemente, pensando que yo estaba dormida. No me pude contener y pasando mi mano por sobre su cadera, le agarre el miembro, al tiempo que le decia:

-¡Dejame ayudarte papa!

El se sobresalto y trato de quitar mi mano de su dura estaca, mientras me decia:

-¿Pero que estas haciendo?

Yo no solte su miembro y comence a acariciarselo, mientras le decia:

-¡Dejame papa, yo quiero hacertelo!

Hizo otro esfuerzo por sacar mi mano de ahi pero yo le dije:

-¡Papa quiero hacerte feliz en todo lo que yo pueda!

-¡Estamos aqui tan solos que yo se que tu necesitas una mujer que te satisfaga, y esa mujer quiero ser yo. No soportaria la idea de que reemplazaras a mama con otra mujer!

-¡Quiero que tu me enseñes a ser mujer!

-¡Si no lo haces te juro que me voy a comenzar a entregar a todos los trabajadores de la mina que andan por ahi!

El intento regañarme, pero con mi mano agarré nuevamente su miembro y comencé a acariciarsela, mientras le volvia a repetir:

-¡Dejame hacerlo papa, por favor!

-¡Disfrutra papa, no te preocupes de nada!

Intento una vaga respuesta pero las caricias de mi mano sobre su endurecida estaca fueron más convincentes. Empece acariciandole todo el tronco, recorriendolo de arriba a abajo, su miembro era bastante largo, ya que a pesar de tener mi mano firmemente empuñada alrededor de su pene, sobraba un buen trozo libre. En mi mano sentí el calor que emanaba y la suave textura de su verga lo que me excito terriblemente. Despacio pero con movimientos firmes comencé a moversela, con mi otra mano lo tome de un hombro y lo fui girando hasta dejarlo boca arriba.

Todo era silencio, lo único que se escuchaba era unos suaves gemidos y el sonido que hacia mi mano al mover las ropas de la cama, él con una de sus manos levanto las sabanas para permitir el libre desplazamiento de mi brazo. En ese momento supe que mi padre ya se habia entregado a mis caricias, y me propuse darle la merecida recompensa.

Acerque mi cabeza hacia su vientre e intente meterme su miembro en la boca, él intento nuevamente evitar lo subsiguiente pero era tarde, pues mis labios ya habian atrapado el esponjoso y ardiente capullo de su verga.

Mientras comenzaba a pasar mi lengua a lo largo de toda su verga. Aunque era la primera vez que mamaba una miembro, hay cosas que no necesitan lecciones previas. Chupé y relami su verga apasionadamente, durante un buen rato, mi padre solo gemia y acariciaba mis cabellos, mientras sus caderas se estremecían, comencé con un rapido sube y baja intentando a cada vaiven meterme lo más posible de su aparatp en la boca.

Papa se tenso y se puso rigido altiempo que empujaba levemente mi cabeza contra su miembro, dirigiendome para que me lo comiera todo, yo chupaba a cada momento con más deseo. Me gustaba el sabor de su verga, a él le temblaba todo el cuerpo. De pronto su miembro comenzo a brincar dentro de mi boca y mi padre sacando la voz me dijo:

-¡Sacatela de la boca que me voy a correr!

Yo no le hice caso y chupe más fuerte. En ese momento su miembro empezó a soltar la leche dentro de mi boca, inundando mi paladar con su dulce sabor, como me agarro de sorpresa esta parte de la accion, ya que era la primera vez que me llenaban la boca con moco. Abri un poco mis labios intentanto no atragantarme y por entre mis labios se escaparon unos abundantes grumos de semen, pero reacionando al instante comence a tragar sin cesar el moco que mi padre me regalaba en abundancia.

Segui chupandosela hasta que su miembro ceso de eyacular, continue con mis lamidas hasta dejarsela totalmente limpiecita, sin ningún rastro de la tremenda acabada que acababa de darse. La verdad es que me encanto recibir su leche, lo disfrute intensamente, mientras aún en mi boca se mantenía esa sensación acida y dulce del semen.

Mi padre recuperando el aire y acariciando mis cabellos me dijo:

-¡Ah tesoro eres maravillosa!

Con voz de inocente le pregunte:

-¿Te gusto papa?

El me abrazo y me dijo:

-¡Fue delicioso tesoro!

El intento comenzar a explicarme que lo que habiamos hecho no era normal, y que teniamos que dejarlo hasta ahi. Pero yo no lo deje continuar y le dije:

-¡Haceme tuya, por favor!

-¡Si no lo haces tu, mañana mismo lo hare con cualquier tipo!

Fue justo en ese momento cuando nos dimos nuestro primer beso de amantes. Su boca recorrio mis labios con pasión y su lengua jugeteo con la mia, ardientemente. Muy pronto vinieron las caricias y sus fuertes manos se apoderaron de mis senos, luego liberandolos por el escote, sus labios comenzaron a recorrer mis pezones exquisitamente.

Yo estaba en el septimo cielo, sentia un placer inigualable y era nada menos que mi padre el que me lo otorgaba. El me pidio que me sacara el camison y su lengua comenzo a recorrer todo mi cuerpo, hasta quedar acomodado entre mis piernas.

Con ambas manos me saco los calzones. Mi concha y mi culo, quedaron expuestos a sus caricias orales. Me puso una mano a cada lado de mi vulva y separo mi sonrosado capullo intimo, dando comienzo a una lamida a todo lo largo de mi rajita, llendo desde mi clitoris hasta mi ano. Con su lengua iba de un agujero al otro, haciendome estremecer de placer a cada lamida.

Todo mi cuerpo estaba en tension y mis sentidoa percibian cada desplazamiento de su lengua sobre mis entradas. En un momento atrapo entre sus labios mi clitoris y comenzo a chuparmelo freneticamente, eso fue demasiado para mi y comence a gritar y gemir de placer como una loca. Sin dejar de chupar mi clitoris, senti que uno de su dedos comenzaba a desplazarse por entre mis nalgas buscando mi agujero anal. Esto hizo que mi placer aumentara, sobre todo cuando senti que su dedo comenzaba a penetrar mi culo estimulando mi ano maravillosamente.

Papa incesantemente, lamia mi conchita, chupaba mi clitoris y me penetraba el culo con sus dedo, acariciando mi esfinter en todas direcciones. Llegue a tal estado de excitacion que agarre el rostro de mi padre con ambas manos y comence a refergarle mi concha por toda su cara. Todo mi cuerpo se convulsiono, por unos segundos senti como que me desvanecia, y un orgasmo indescriptible se apodero de mi, temble, grite, goce y me corri estrepitosamente.

El siguio acariciandome hasta que quede tendida totalmente desmadejada en la cama, su rostro brillaba cubierto por mis abundantes jugos. Entonces se recosto a mi lado y en mis muslos pude sentir la poderosa ereccion que tenia entre sus piernas. Casi como un poderoso resorte, ambos agujeros palpitaron, sintiendo la necesidad de dejar de ser virgenes, esa misma noche. Besé a papa y le pedi:

-¡Papa, hazme mujer, tomame ahora por favor!

El se puso serio y mirandome a los ojos me dijo:

-¡Mira cariño, nunca debería haber echo lo que hice, pero la verdad que tanto tiempo sin una mujer me hizo perder la razón, pero es tiempo de terminar con esto!

-¡No debemos olvidar que soy tu padre, y esto no debe volver a suceder nunca más!

Por supuesto despues de haber alcanzado tal cantidad de placer, yo no estaba dispuesta a dejar hasta ahi las cosas, asi que insolentemente lo enfrente diciendole:

-¡Mira papa, no fuiste tu quien se aprovecho de mi!

-¡Fui yo la que deseaba satisfacerte, porque te quiero!

-¡Prefiero que lo hagas aconmigo, a que te acuestes con cualquier mujerzuela, y prefiero que tu seas quien me tenga por primera vez, que no cualquier desgraciado de esos que andan por ahi, mirandome y haciendome insinuaciones!

La discusion no termino ahi y seguimos conversando, hasta que me decidi a tomar la iniciativa y destapando me en la cama me mostre desnuda ante él preguntandole:

-¿Es que acaso no te gusto?

-¿A lo mejor no te hice feliz, y por eso me rechazas?

Sin saber muy bien que hacer, él me dijo:

-¡Tesoro tu eres preciosa, pero eres mi hija!

Lo abrace y lo bese, él intento rechazarme, pero yo casi al borde del llanto le rogé:

-¡Por favor papa no me rechaces, te lo suplico!

Me eche sobre él y comence a besarlo y a acariciarlo con pasión, papa no se atrevio a rechazarme y muy pronto su miembro me dio la señal de que otra vez se excitaba y comenzó a presionar contra mis ansiosas carnes. Comenzamos a revolcarnos en la cama, mientras nos repartiamos innumerables caricias, el roce de nuestros cuerpos desnudos pronto elevo el nivel de nuestra excitacion, su miembro adquirio su temible tamaño y mi vagina comenzo a humedecerse con mis jugos.

Fue en uno de esos instantes en que papa se acomodo y me enseño lo que era el famoso 69. Comenzo a lamerme la conchita, el clitoris y mi entrada anal, mientras yo me engolosinaba con su enhiesta verga. En seguida volvio a enterrar un dedo en mi ano, sin dejar de lamer mi abertura, esto hizo igual que la vez anterior que obtuviera nuevamente un exquisito orgasmo. A pesar de mi acabada segui lamiendo y chupando su estaca logrando que él llenara mi garganta con su leche, haciendome gozar aún más que la primera vez. Nos quedamos descansando muy abrazados uno al otro, hasta que el sueño nos fue venciendo.

Al amanecer desperte al sentir como papa me acariciaba mis nalgas con sus manos, le daba especiañ atencion a mi agurerito trasero, fue en ese momento en que le pregunte:

-¡Deseas penetrarme!

El interrumpio por un momento sus caricias, y me respondio:

-¡Sin duda que me gustaria tenerte, pero no me atrevo por las posibles consecuencias!

-¡Seria terrible pensar solo en la posibilidad de embarazarte!

Yo por supuesto estaba enterada de las relaciones anales y por lo que habia percibido, mi padre parecia ser un adicto al culo, asi que atrevidamente le ofreci:

-¡Entonces hacemelo por atras!

El suspiro de deseo y me dijo:

-¿Estas segura que quieres?

-¡Es posible que te duela bastante!

Solo pude contestar:

-¡Papa quiero hacer cualquier cosa que te haga feliz!

Mi ofrecimiento fue de masiado para él, y comenzamos nuevamente con los juegos previos de calentura, durante los cuales él le dio especial atencion a mi culito, intruseandolo repetidamente con sus dedos. En un instante en que sus dedos estaban totalmente empapados con mis jugos vaginales, él logro introducir en mi ano dos de sus dedos, senti un poco de dolor y pense que si apenas dos dedos me provocaban dolor, como seria cuando me metiera su gruesa lanza. Pero ademas del dolor mi ano sinceramente me hacia sentir un delicioso placer al ser estimulado por sus dedos, asi que pense que no podia ser todo tan desagradable.

En un instante él se incorporo de la cama y se dirigio al baño, cuando regreso traia un frasco de crema en su mano, me miro y me dijo:

-¡Te voy a lubricar para que no sientas tanta molestia!

Me hizo ponerme boca abajo y comenzo a repartir la crema alrededor de todo mi ano, enseguida me lubrico por dentro metiendome delicadamente sus dedos. Realmente yo no se si él tenia claro, que sus evoluciones lograban causar en mi una tremenda ansiedad y excitacion, a cada pasada que le daba con sus dedos a las profundidades de mi culo, mi grado de calentura crecia increiblemente.

Cuando deje de sentir tan agradable sensacion, vire mi cabeza y pude observar que papa estaba embadurnando toda su miembro con crema, la vision de su miembro erecto, rojo, endurecido y brillante debido a la crema me hizo desearlo con toda mi alma. Se recosto encima mio y apoyo su duro aparato contra mis nalgas, al tiempo que me las separaba con ambas manos, haciendo que su verga se deslizara por la canaleta de mi trasero.

Comenzó a frotar la dura punta de su miembro justo encima de mi ano, senti la presión y deseé que me lo enterrara, él apenas ubico la cabezota en mi agujerito comenzo a empujar y a sacarlo suavemente, pero sin meterlo. Solo la puntita dilataba agradablemente mi agujero, como preparando la arremetida final. Yo estaba ardiendo de deseos y movia mi culo levantandolo, para profundizar el contacto.

Entonces senti como la cabeza traspasaba mi esfinter, y si bien es cierto que senti algo de dolor, la verdad es que fue totalmente minimizado por el placer que me envolvia. Mi esfinter fue cediendo gradualmente, hasta que note que me habia introducido un buen trozo de su verga, la sensacion era como que me rellenaba, y me agradaba terriblemente sentir como su verga avanzaba hacia las profundidades de mi recto.

No pude vitar quejarme, pero no era exactamente por el dolor, sino más bien debido al placer que me proporcionaba, papa se detuvo y me pregunto sensualmente en un susurro al oido:

-¿Te duele tesoro? Solo pude responder:

-¡No papa sigue, me gusta! Entonces él agrego:

-¡Muvete tu misma el culito, metetelo de a poquito!

Hice lo que me pedia, balanceando suavemente mis caderas, su miembro se deslizaba dentro de mi culo, llenando con su grosor todo mis intestinos. El roce de su verga con el anillo de mi esfinter y con mi dilatado recto me daba un placer tan suave que me quede quieta gozando de las sodomiticas sensaciones que me producia la enculada. Despues de breves instantes papa logro encajar la totalidad de su bestial miembro. Siguio meneandose suavemente sin acelerar ni provocarme dolor, el mete y saca se transformo en algo realmente inolvidable, estaba gozando maravillosamente.

Gradualmente él comenzo a machacar dentro de mi culo, cada vez más fuerte y más rapido, el goce fue aumentando a cada embestida, no pude evitar que se me escapara un:

-¡Ah, Empuja papa, dale más fuerte, metemela toda!

El comenzo a moverse con todas sus fuerzas, recién en ese instante mi culo reclamo debido a la terrible presion que su verga ejercia en mi recto, pero ya era tarde para detenerlo, él segui empujando y profundizando en busqueda de su explosion. Mi dolor fue amainado al escuchar que él me decia entre agitados jadeos:

-¡Ah, ya esta toda adentro!

-¡Que rico se siente!

-¡Tu culito esta apretado, caliente! Papa estaba fuera de si, y bombeaba de manera incesante, loco de excitacion, mientras sus manos se apretaban a mis senos. En un instante empujo con mas fuerza que nunca y senti el temblor de su cuerpo sobre mi espalda, al mismo tiempo grito:

-¡Ah, me corro, te lleno el culo!

-¡Toma tesoro, te la estoy dando!

Senti nitidamente como su verga se engrosaba y en fuertes palpitaciones comenzaba a aroojar la leche llenandome los intestinos con su caliente moco, en sucesivas erupciones. Por lo menos logre contar seis o siete erupciones de semen, pero el seguia empujando contra mi culo, como queriendo profundizar más aún, cosa que era imposible ya que sus huevos estaban estrechamente pegados a mi chorreante concha y no era posible que me pudiera meter ni un milimetro más.

Papa se desmadejo sobre mi totalmente exhausto, jadeaba y me decia lo mucho que habia disfrutado, al tiempo que me besaba el cuelo y las orejas. Yo sentia como su miembro daba las ultimas palpitaciones. La verdad es que yo tambien habia disfrutado mucho, la penetracion habia sido algo realmente exquisito, a pesar de que en un momento mi esfinter parecio que se iba a rajar, la verdad es que habia cedido todo lo necesario para que la voluminosa verga de mi padre, me traspasara hasta el fondo.

Cuando por fin retiro su miembro de mi culo, fue el momento de mayor sufrimiento, ya que mi recien desvirgado culo, reclamo intensamente por el trato recibido, provocandome un consistente dolor. Fuimos al baño a limpiarnos y papa insistio en lavarme el culo y la vagina en el bidet. Por supuesto que lo deje hacerlo y fue sencillamente maravilloso observar como papa me enjabonaba y me lavaba mis intimidades. Regresamos a la cama y nos abrazamos como dos consumados amantes.

Muy pronto, él tambien tomo mi virginidad vaginal, eso sucedio a los pocos dias en que yo me habia transformado en su amante. Durante todos esos dias, nos habiamos limitado a mantener relaciones orales y anales. Pero una tarde él llego muy feliz a casa y me dijo:

-¡Tesoro, por fin podre tenerte totalmente!

Acto seguido, me mostro entre sus manos unos sobres. Por supuesto que yo no tenia idea de que se trataba, pero él enseguida me explico que esos eran condones, y que servian para evitar los embarazos, sin privarse del placer de una relacion sexual normal.

Yo casi estalle de alegria, ya que durante todos los dias anteriores, le habia suplicado a papa, que tomara mi virginidad, pero él se habia negado reiteradamente, y a lo más me habia frotado su verga por mi vulva y apenas si habia intentado unas suaves embestidas. Esos juegos solo habian despertado en mi la necesidad de sentirlo por completo en mi conchita, pero él se habia negado terminantemente.

Pero ese dia las cosas iban a ser muy diferentes, y yo lo supe cuando papa me dijo:

-¡Ahora tesoro si podre penetrar tu cosita, ya que me pondre los condones, para evitar que quedes preñada!

Al instante me abrazo lleno de excitacio y comenzó a acariciarme. Mi sexualidad reacciono enseguida y la temperatura subio entre nosotros rapidamente, cubriendo el ambiente de sexo. Comenzamos a agarrar, y la temperatura fue subiendo gradualmente. Muy pronto él comenzo a lamerme la tetas y nos fuimos poniendo cada vez más calientes. Estabamos con nuestras ropas totalmente desordenadas y logre liberar su miembro de entre sus ropas, cuando se lo saque lo mire y le dije muy admirada:

-¡Mira como se te ha puesto de tiesa!

Al mismo tiempo yo sentia mi concha mojada y con ganas de jaleo, debido a los manoseos que él me habia estado dando con desesperacion. Llena de pasion busque mi ración de verga, y mis manos rodearon el rigido aparato, mientras acariciaba y jugueteaba los hinchados y voluminosos testiculos. En ese instante me sentia casi como una alfarera, que estuviera modelando su mejor obra de arte. Se lo tocaba con pasion casi religiosa, era algo formidable. De pronto el interrumpio mis atenciones a su pene y me quedo mirando tiernamente a los ojos, mientras sus manos cubrian mis florecientes senos.

Enseguida papa chupo mis pezones con sus labios carnosos, obligandome a retorcerme de placer, en merito a sus succionadores y excitantes labios, que de un momento a otro saltaban de un seno al otro, mientras sus dedos se encargaban de pellizcar y apretar al pezon que se quedaba abandonado.

Me tenia en un grado tal de calentura que no pude evitar gritarle y exigirle:

-¡Por favor metemelo!

-¡Necesito tu cosa en mi conchita! Le suplique, sumida en un frenesi de excitacion, hirviendo debido a sus habiles maniobras.

Como me tenia despaturrada y sin calzones sobre el sofa, se acomodo entre mis muslos y comenzo a lamerme mi abertura y mi anillo anal. Me dio una mamada tan maravillosa a mi vulva, que rapidamente me corri entre sus labios.

En ese momento solo pude suplicarle:

-¡Por favor haceme tuya por completo papa!

El se levanto del lugar donde nos encontrabamos y fue en busqueda de uno de los sobres. Se acerco a mi y me mostro como se ponia el condon cubriendo su grueso y largo miembro. Era una experiencia extraña ver su maravilloso miembro cubierto por el latex, y lo que más llamo mi atencion fue un inflado globito que quedaba justo en la punta de su miembro. Papa me explico que ese era el receptaculo de su semen.

Se acomodo encima mio y yo separe las piernas, llena de espectativa ante lo que estaba por venir. Papa mojo el condon con saliva y luego lo regrefo a la entrada de mi vulva. Enseguida dio comienzo a la penatracion. Lentamente la gorda estaca de papa, comenzó a intentar meterse en mi cosita. Empujo suavemente y parte de la cabeza se introdujo en mi abertura, provocandome un cosquilleo maravilloso, que yo intuia era solo un pequeño avance de lo que estaba por sentir.

Mientras intentaba metermelo algo hacia resistencia, era mi himen que se negaba a ceder. El me miro a los ojos muy tiernamente y me dijo:

-¡Aguanta un poquito tesoro, voy a empujar un poco más fuerte!

Senti claramente una embestida más poderosa y algo dentro de mi se rajo, cediendole paso a su estaca, que se enterro en mi vulva hasta que sus huevos golpearon mis nalgas, no pude evitar quejarme, pero él no me dio tiempo a pensar en el dolor, pues siguio profundizando y retrocediendo su aparato dentro de mi cavidad.

Entre el gusto y el dolor seguimos dandole, a cada instante el dolor le dajaba paso al placer. Papa empezó a bombear con celeridad, realmente esto era muy distinto a sentir su miembro en el culo, me provocaba sensaciones totalmente distintas, aunque no podia definir cual era más deliciosa, sin duda esta forma era mucho menos dolorosa.

El se movio sin cesar hasta que en medio de jadeos e intensos ayes de placer, él se corrio en mi interior. Nunca podre olvidar su rostro, cuando me dijo:

-¡Ah, me viene la leche, te la voy a dar! Siguieron unas fuertes y profundas embestidas y comenzó a estremecerse producto del placer.

El fue muy tierno y a pesar que yo me habia quedado con las ganas de acabar, él siguio besandome y acariciandome de manera tan cariñosa que sencillamente me hizo sentir que "la proxima seria la mia". Se quedo encima mio hasta que su pene perdio el vigor y lentamente fue desocupando mi inundada matriz.

Cuando retiro el miembro de mi interior, pude apreciar en la punta del condon, como se habia acumulado su abundante eyaculacion, lamente mucho no haber podido recibir en mi concha tan abundante emision de moco. Pense que debia sentirse muy rico estar bañada con su semen desparramado por toda mi vulva.

El me beso y me acaricio hasta la saciedad. Solo entonces pude apreciar que mi vulva y el silllon donde estaba recostada, estaba empapada en sangre. Mi vulva me ardia anunciandome, que mi virginidad se habia esfumado entre los jadeos de placer de mi padre.

Nos fuimos al baño a asearnos y mi padre me trato como a un bebe, atendiendome y limpiandome como a una diosa. Esa noche al acostarnos, ambos volvimos a gozar, pero solo con nuestras lenguas, ya que mi padre me dijo que debiamos esperar un par de dias para repetir la penetracion vaginal.

Dos noches despues, mi padre volvio a fornicarme. La sesion se prolongo por largo tiempo, logrando en esa oportunidad conseguir por fin mi orgasmo con penetracion vaginal, goce tanto que no solo consegui un orgasmo, sino que me corri dos veces durante el mismo polvo. Lo unico que lamente es que nuevamente fue el condon, el que me quito la abundante simiente de papa. Pero esta vez no quise perderlo por completo y le saque yo misma el preservativo, chupando todo el moco que encontre sobre la verga de mi padre.

Nuestras relaciones se hicieron cotidianas, habia dias en que nos pegabamos hasta tres polvos. Ya que mi padre no dejaba pasar nunca la ocasión de hacerme el culo. Era obvio que uno de sus preferencias era sodomizar mi abultado y empinado trasero. Por mi parte en cada sesion yo tenia que tragarme su semen, ya que era algo que realmente me gustaba disfrutar, asi que entre sus gustos y los mios, gozabamos como unos novios en plena luna de miel.

Cuando mi descansabamos despues de poseerme, yo lo llenaba de preguntas acerca del tema sexual, quería saberlo todo, quería experimentarlo todo, y mi padre, cual profesor guía, me explicaba con lujo de detalles, todos los secretos de la práctica sexual.

Esos fueron los inicios de una relacion con mi padre que continuo por espacio de nueve años, hasta que mi padre fallecio en un accidente. Sin duda fueron los años más felices de mi vida y nunca me he arrenpentido de nuestra incestuosa relacion.

Jacqueline

Santiago - Chile

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