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EL INCESTO EN MI VIDA (PARTE 5)

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Justo no había pasado ni una semana después de la comunión de mi primo, donde yo celebre junto con  mis primos mas una fiesta sexual que una celebración al uso, me fui con mis padres a otra provincia, para celebrar en esta ocasión una boda de una prima mía. Al estar lejos nos fuimos para pasar varios días allí. Nos hospedamos en casa de mis tíos, cuya hija se casaba, al llegar empezaron los saludos, aunque en aquella ciudad solo vivían allí ellos, hermana y cuñado de mi madre, eran una familia numerosa, constaba de 3 hijos y 5 hijas, se casaba la mayor de ellos, pero a mí lo que me llamo la atención fue mi prima Eli que solo me llevaba un año, ella contaba con 15, la última vez que nos vimos hacia 5 años, pero al verla casi me atraganto con mi propia saliva. Estaba riquísima, morena pelo largo, cara redonda, unos ojazos, unas piernas redondas y que se adivinaban fuertes, un culo muy redondo y respingón, pero sobre todo eran las tetas, eran enormes, casi querían reventar la camiseta que llevaba, en aquel momento me olvide las andanzas con mi tía y mi prima, solo tenía ojos para ella.

Si algo podía mejorar aquel momento fue sin duda cuando mis tíos dijeron que yo dormiría en la habitación con ella, ya que disponía de litera y el resto de mi familia se fueron distribuyendo por los restantes dormitorios. Aunque mi corazón se movía a un ritmo frenético por saber que estaría a solas con ellas por las noches, mi cabeza me decía que no pasaría nada, ya que sería como un milagro que se volviera a repetir lo mismo y para más inri con otra prima.

Cenamos y nos dirigimos a dormir, los mayores se quedaron charlando ya que todavía faltaban dos días para la boda, me dirigí al dormitorio, al estar solo me cambie allí mismo y me puse el pijama, me metí en la cama, el cansancio, tras el largo viaje en coche, se apodero de mi. Pero antes de que el sueño me venciera apareció ella. Ya llevaba puesto el pijama, pero mi di cuenta que no llevaba sujetador, tenia los pezones duros y se le marcaban en la camiseta, me encantaban, mi polla empezó a reaccionar lentamente y el sueño a desaparecer. Yo estaba en la litera de arriba, ya que abajo era su cama de siempre, ella se tumbo y empecemos a hablar. Nuestras preguntas eran triviales, de familiares, amigos..., pero al poco cambiemos al asunto novios, ella me pregunto a lo que le conteste que no tenia novia, me interese en si ella tenía y me negó también tener relación con algún chico. Cuando creía que la conversación había acabado e íbamos ya a dormir, me sobresalto la pregunta "¿primo, tú te haces pajas?", me quede en blanco, lo que menos me esperaba era eso, antes de que contestara se adelanto diciendo "mis hermanos están todos los días haciéndose", a lo que me apure a preguntarle si se la hacían delante de ella, ella me contesto rápidamente que no, que lo sabía porque los había escuchado y que claro esta ella sabía lo que era una paja. Debo decir que aquello me tranquilizo algo, no podría imaginarme que en mi familia en todas las casas los hermanos estuvieran liados. Volvió a insistirme con la pregunta de que si me hacia pajas, le dije que si, a lo que me pregunto que si me gustaría hacerme una delante de ella, le dije que porque razón debía de hacerlo y me dijo que nunca había visto una polla de carne y hueso, le dije que podrían pillarnos, ella salió de la cama y lentamente intentando no hacer ruido, deslizo un pestillo que tenía su puerta por dentro, yo baje de la cama y me senté en una silla de su escritorio, me baje el pantalón y ella pudo ver mi polla aun morcillona. Empecé a masturbarme mientras ella no dejaba de mirarla ni un solo momento, cuando llevaba algunos minutos le dice que sin algo que me excitara era mas difícil, ella en absoluto silencio se quito la parte de arriba del pijama, casi me corro ahí, al ver esos dos pechos, eran aun más grandes de lo que aparentaban cuando estaba vestida, con unos pezones oscuros y que al hacer un poco de frio aquella noche, despuntaban hacia delante como queriendo salir, no tarde mucho en eyacular sobre mi mano, ella seguía fascinada, al ir a coger un pañuelo de mi maleta para limpiarme la mano, mi prima me cogió mi mano y se la acerco a la boca, saco la punta de su lengua y lamio un poco de mi semen, puso cara de asco y dijo que estaba muy malo, yo me reí y termine de limpiarme, seguidamente nos fuimos a dormir.

Al día siguiente, estuvimos viendo la ciudad y haciendo tiempo hasta la hora de comer, después de comer los mayores dijeron de salir a un bar cercano para tomar café, mi prima Eli les dijo que se sentía indispuesta y no quería, mi madre me pido que si podía quedarme con ella para no dejarla sola, a lo que accedí, intentando que pareciera que me quedaba a disgusto.

Fue salir por la puerta, cuando mi prima se acerco  y me dijo que quería vérmela otra vez, le dije que se la enseñaría siempre y cuando ella se desnudara también para mí. Nos fuimos a su habitación , esta vez dejo la puerta entreabierta para poder escuchar si volvía alguien, comenzó a desnudarse, al ver que yo seguía vestido me dijo que yo también me tenía que desnudar, en silencio nos quedemos desnudos uno enfrente del otro. Estaba muy buena, mi polla se endureció al máximo al ver ese cuerpo, esas piernas, ese culo respingo, su coño con poco vello aun, pero sus tetas, esas tetas eran una debilidad. Nos tumbemos en su cama, ella cogió mi polla e intento empezar a hacerme una paja, tuve que coger su mano para ir enseñándole, en cuanto cogió el ritmo, yo metí mi mano entre sus muslos y pude palpar su coño que se encontraba ya húmedo y caliente, siguiendo el ritmo los dos nos pajeemos mutuamente, al rato note que ella estaba a punto de tener su primer orgasmo, sus piernas apretaban mi mano, yo acelere el ritmo y se corrió de una manera brutal, dio un grito de placer a la vez apretó la mano con la que cogía mi polla y casi me la estrangula, le dije de parar, ella me pregunto que si no lo hacía bien, le dije que sí pero que quería probar una cosa que había visto en una revista, la deje tumbada y me subí encima de ella, una vez allí coloque mi polla entre sus tetas, le dije que las apretara con sus manos y empecé a follarme sus pechos, era mi primera cubana, al rato no pude mas y me corrí, mi leche, lleno sus tetas y salpico su cara, a ella le dio la risa tonta, se levanto y fue a lavarse al cuarto de baño. Cuando volvió seguía desnuda, le propuse, como si fuera algo muy normal, de follar, a lo que me respondió que no, que era virgen y no veía bien hacerlo conmigo, no insistí por si las moscas, ya que sabemos que cada mujer es mundo, pero también pensaba que si supiera lo que nuestros primos Carmen y Fran hacían lo fliparía en colores.

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