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MI DON (15)

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Susana -  La socorrista.

Quiero hacer un ejercicio de humildad. Muchos que sigáis esta  larga historia, que solo va por un tercio de ella,  empezareis a pensar que tiene  más de ciencia ficción que de relato erótico, que describo situaciones imposibles en las que yo mismo parezco un dios del sexo más allá del bien o del mal, con una capacidad inusitada y capaz de “domar”  a cualquier mujer. Tal vez sea por que solo voy narrando los fragmentos más morbosos e importantes de mi historia. Por ello voy a realizar un sacrificio en forma de relato, y voy a escribir un ejemplo de todo lo contrario mostrado hasta ahora. Para que veáis que no siempre las cosas salían bien, y que por el simple hecho de que no tengan relevancia, sensualidad, o importancia como para hacer  llegar sus palabras a ustedes,  eso quiera decir que no existieron situaciones en que me vi superado.

Como os venia contando, estaba disfrutando del verano como un crío, e iba a la piscina pública casi a diario. Entre semana con los amigos, llevándonos mochilas con bocadillos y bebidas congeladas para aguantar el día. Los fines de semana con la familia, con todo el campamento base encima. Incluso algunas veces coincidían los 2, iba con la familia y los amigos a la vez.

Siempre que iba me pasaba por la tienda y me trajinaba a Alex, la dependienta, era como una rutina más después de comer, pero a finales de agosto cerraron la tienda y no la volví a ver. Así que tenia que llevarme a Yasmine, la hija de mis colombianas favoritas, como juguete.

Yasmine y yo éramos como un árbol y una flor nacida de su tronco, había cierta simbiosis, ella vivía socialmente de mí, y yo me la beneficiaba. Lo cierto es que en público era más recatada que en su casa con su madre, al irnos de la piscina casi siempre me iba a su casa y me  tiraba durante horas a ambas. Pero el marido, y padre, de aquellas sudamericanas volvió de vacaciones durante un mes a casa, así que dejamos de vernos un tiempo, y Yasmine salía menos, así que busqué nuevos objetivos.

Me tiré a la del  puesto de helados, fue la primera opción, una rubita de ojos claros y buen pecho, pero era una niña pija que no se movía nada y lloraba cuando me la follé. Así que fui buscando hasta que me fijé en la socorrista.

Era una mujer joven de unos 24-25 años, se pasaba horas en un puesto al borde de la piscina, sentada en un silla de plástico y una mesa con sombrilla, a 40 grados. Iba con gorra y gafas de sol, una camiseta blanca con el logo de socorro,  y siempre andaba con un silbato llamando la atención de la gente cuando se tiraban en zonas poco profundas o los juegos de piscina se desmadraban, más de una vez nos llamaba la atención a nosotros cuando iba con los amigos, y de tanto hacerlo, mi afabilidad me llevó a charlar con ella más de un vez usando de excusa que no nos diera tanto la tabarra y nos dejara divertirnos.

La saqué el nombre, aún con el sonido chirriante de las lágrimas de la del puesto de helados en la cabeza. Susana, así se llamaba, se lo arranqué a cambio de que no la distrajera más. Al inicio no me fijé en ella, y salvo una coleta de pelo moreno que le pasaba de los hombros a duras penas, no veía más que sus piernas, muy torneadas, casi musculosas. Al principio llevaba unos short abiertos y se los iba quitando y poniendo según tuviera  calor, al final optó por ir sin ellos y llevar solo la camiseta, de vez en cuando se le veía la parte  de abajo del bañador,  era rojo, no me dio para más la intuición.

Un día estaba en el agua, aburrido viendo como jugaban mis amigos, y me fijé en ella, en su cara. Durante una hora vi como se le acercaban los típicos chulos de playa, y se los quitaba de encima, pero siempre charlaba con ellos, supongo que eran una distracción de esas largas  horas tediosas.  El calor era tan asfixiante que se abanicaba con una revista que tenia, viendo como se terminó una botella de agua, y jugaba con ella en sus fuertes manos.

Tanto calor hacia que al final se levantó,  se quitó la gorra, las gafas, y se sacó la camiseta, lo hizo sin exagerar ni gestos sensuales, pero  atrajo la mirada de muchos,  entre otros, de mí y mis amigos. Charlamos viendo lo buena que estaba, llevaba un bañador rojo de cuerpo entero, pero gran parte de la espalda al aire, tenia un culo de 1º nivel, muy trabajado, como sus piernas, sin duda hacia mucho ejercicio, un cuerpo rudo pero femenino, con un pecho que hacía inflarse su bañador, de hecho se le veía el nacimiento de sus senos pegados al cuerpo por los costados, y al agacharse para quitarse las zapatillas, nos regaló un canalillo enorme, era un espectáculo de escote.

Susana se colocó al borde del agua y se lanzó a la piscina, lo hizo con tanta clase y estilo que tenia que haber sido nadadora profesional, sobretodo por la posición de sus manos que puso. Buceó bastante antes de  emerger y darse un par de largos en la piscina, con mucho estilo y realmente rápido. Al salir se apoyó en el borde de la piscina apretando sus tetas una contra la otra y quedándose sentada con los pies dentro del agua, de inmediato acudieron tíos como pirañas, tanta atención atraía que se tuvo que poner de pie y ponerse la camiseta después de repasar su cuerpo con una toalla. Eso alejó a los animales de carroña, pero me había entrado por el ojo a mi, algo mucho peor. Mis amigos ya me notaban en la mirada cuando veía un objetivo, y se reían, o me retaban a ir a por ella. Aposté con ellos a que antes de irnos ese día, la besaría, y ellos se burlaban de mi, no hacia falta, pero eso me animó a ir a por ella.

No podía ir sin más, me espantaría como un moscón de tantos, así que planeé una idea tal como Eli me enseñó. Me salí de la piscina y me dejé secar, para luego ponerme la camiseta, tenia que diferenciarme del resto de payasos con tableta  marcada, y me fui a comprar un par de bebidas frías. Susana estaba con una toalla encima, pero sin ponerse la camiseta ni la gorra,  solo las gafas de sol,   me acerqué a ella por sorpresa dejando una botella en la mesa.

-YO: toma, que tienes que estar seca - me miró sorprendida, casi asustada por mi aparición.

-SUSANA: no…..gracias ya tengo yo una botella - me la enseñó, pero estaba vacía como ya sabía, y al decirlo ella mismo se dio cuenta.

-YO: ya, pero te la has acabado, y no vas a ir ahora con todo este calor a rellenarla o a por otra, anda cógela que hoy te invito yo, no me hagas el feo que la he comprado para ti - me abrí mi bebida y le di un trago,  de pie, a su lado.

-SUSANA: bueno, muchas gracias, la verdad es que hace mucho calor.

-YO: ya te digo, y más tú que llevarás aquí……. ¿Horas?

-SUSANA: pues unas 6, y ahora aprieta, me he tenido que dar un chapuzón para refrescarme un poco.

-YO: no te lo tomes a mal, pero ya te vi….- me miró tapándose con  las manos de forma inconsciente - ……….jajaja no, me refiero a que te he visto lanzarte al agua y nadar, lo has hecho genial, ¿Has dado clases o algo?

-SUSANA: ahhhhhhh eso, si,  bueno más que clases, era nadadora de cría, casi llego a ser profesional, he competido a nivel nacional.

-YO: se te nota, sobretodo en la posición de las manos y como estiras los tobillos al nadar.

-SUSANA: vaya, si que te has fijado bien jajajajaa pues si, muchas gracias, mis horas me costó de aprendizaje - cogió la botella que le traje y le dio un trago, comenzaba a fiarse de mi.

-YO: y si no es mucha molestia ¿Por que no seguiste? Eres bastante rápida.

-SUSANA: por la dictadura de mi entrenadora, me dijo que había…..crecido mucho, y que ya no daba el perfil.

-YO: ¿Cómo?

-SUSANA: si, me dijo que me había desarrollado mucho y que mi cuerpo no era apto para la alta competición - viendo mi cara de confusión hizo el gesto de bulto sobre sus pechos.

-YO: ahhhhhhhhhhh, ¿No me digas que por eso se echa a gente?

-SUSANA: pues ya ves, me dijo que   generaba resistencia en el agua y me dificultaba los movimientos, pese a que seguía haciendo los mismos tiempos.

-YO: pues que mala suerte para el deporte nacional jajajaja …..– reímos los 2 levemente, ella más por cortesía -…..oye, me puedo sentar aquí a tu lado, es la única sombra libre que queda.

-SUSANA: si,  si, claro, deja que quite las cosas - estaba encantada con poder charlar un rato,  la había demostrado ser amable y que me había fijado en ella de otra forma.

-YO: muchas gracias …..- me senté en una silla de plástico como la de ella, al otro lado de la mesa - ….¿Y como es que has acabado aquí?

-SUSANA: pues como todo, he terminado ahora la formación de monitora de campamento y ya estaban todas las plazas ocupadas, así que me tocó hacer el cursillo de socorrista y buscar algo para pagarme sola el piso.

-YO: ¿Sola? ¿No tienes familia, amigas o compañeras de piso?

-SUSANA: que va, ahora vivo sola, estaba con un chico pero se largó este verano, no quería pasarse aquí aburrido todas las vacaciones conmigo,  así que le mandé a paseo - noté cierto resentimiento así que cambié de tema, ya conocía el dato relevante, estaba soltera y llevaría, por lo  menos, los  2 meses de verano sin pareja.

-YO: ¿Y te ha tocado ir a salvar a algún vejete o algún niño en apuros?

-SUSANA: que va, algún crío que se ha perdido, el resto es estar aquí con el silbato,  vigilando.

-YO: joder, pues vaya aburrimiento, como se caen los mitos, y yo que te imaginaba a cámara lenta con uno de esos cacharros de plástico que flotan, tirándote al agua para salvar vidas, como en la TV jajajaja.

-SUSANA: jajaja si ya supongo, pero no, tengo un corcho/pan que le doy a los niños pequeños para que aprendan a nadar, poco más jajajaja. – se fijó en el agua y vio a mis amigos mirándonos fijamente y haciendo bromas - ¿Y esos que, amigos tuyos? - le era una situación familiar.

-YO: claro, si ya nos has visto juntos, andan picándome para que te pida algo pero después de  lo que me has dicho no me atrevo -  puso cara de entender por donde iba y de estar cansada de aquello.

-SUSANA: a ver…- suspiró hastiada- …. ¿ Que te han dicho que hagas? - estaba cansada de eso, de que chavales le tiraran los trastos.

-YO: no han sido ellos, es que……..al verte nadar….hemos pensado que eras muy rápida, pero yo he vacilado un poco, y he dicho que te podía ganar en una carrera….. – le cambio la cara, no se esperaba eso –….. pero ahora ni loco, no quiero quedar en ridículo.

-SUSANA: jajajaja eso te pasa por vacilón, ¿Y por que creáis que podías ganarme?

-YO: bueno, de pequeño también he hecho natación un par de años, no como tú, y se me da bien ….- era cierto, otra clase extra escolar en que me apuntaron para perder peso. No sé si por estar gordo o no, pero siempre he flotado con facilidad y en el agua me movía genial, sin hacer carreras, los monitores me decían que era el más rápido de la clase, y ahora sin tanto peso y bien tonificado el cuerpo, me sentía mucho más ligero y veloz, era una bala, o eso creía - ….no sé, quise impresionar y ahora me tendré que comer mis palabras. ¿No?

-SUSANA: hombre, tú verás, por mi encantada de darte una paliza jajajaja – tenía orgullo, algo aprovechable.

-YO: hombre, una cosa es que me ganes y otra que me des una paliza, ya te digo yo que a 2 largos de la olímpica no me sacas más de un cuerpo - me miró sorprendida por mi terminología.

-SUSANA: jajaja mírale, y sigue vacilón, ten cuidado por que te puedo llegar a deprimir.

-YO: ¿Quién vacila ahora? ¡Me has picado en el orgullo y esto no va a quedar así! Ahora mismo nos vamos para allí y  echamos esa carrera - me miraba un poco abrumada.

-SUSANA: mira que no quiero abusar…….- su orgullo escondía algo de vergüenza.

.-YO: no,  no,  como caballero que soy no permitiré esta afrenta a mi persona sin ser juzgado, mi señora,  la reto a un duelo - me puse en pie y extendí mi mano para sellar la apuesta.

-SUSANA: jajajaja pues nada,  así será - se quitó las gafas y se puso en pie cogiéndome de la mano y sonriendo, por 1º vez pude verle los ojos. Eran de un verde esmeralda chillón, la luz del sol le tenía el iris enorme, casi ni me percaté de que al sellar con la mano la apuesta, se le movió una teta, casi.

-YO: está bien, pero habrá reglas de competición, los dos saldremos a la orden de un tercero del bordillo, ida y vuelta, si ganas tú y me sacas más de un cuerpo, te invito a algo todos los días que esté aquí - sin soltar su mano.

-SUSANA: muy bien, me parece justo, ¿Y si se da el caso improbable de que ganes tú, o no te saque más de un cuerpo?

-YO: un beso, no pido más, un beso de tus labios en los míos, y quedará cumplida ……–   me miró abriendo la boca medio ofendida, medio halagada - …..el esfuerzo debe merecerme la pena, pero, ¿Cómo has dicho?, eso sería solo si se da el caso improbable, ¿No? - sonrío viéndose pillada.

Sellamos el pacto y por fin soltamos nuestras manos. Nos fuimos andando rodeando la piscina hasta llegar a la zona de la olímpica, siempre había poca gente, aún así charlamos con el socorrista de ese lado,  con los silbatos despejaron la zona central,   y él haría de juez.

Se generó cierta expectación, mis amigos hacían correr el bulo y con los silbatos, casi parecía una competición real. La piscina era de dimensiones olímpicas, pero sin las borlas separando las calles, nos pusimos uno al lado del otro, a suficiente distancia para no chocarnos en el agua, y ella empezó unos ejercicios de calentamiento, muy profesional, y yo,  como payaso que soy,  la intentaba imitar de forma torpe, sacando las risas de todos, incluyendo la suya.

Me asusté cuando con los dos pies bien plantados y juntos se agachó tocando los pies con las manos, sin doblar ni separar las piernas, si no hubiera tenido ese par de tetas se podría dar con la nariz en las espinillas sin problemas, “Joder, me va a costar un dineral esta tontería”, pensando en tener que invitarla todos los días con los precios de los puestos de las piscinas. Me puse un poco serio y calenté bien mi espalda, me di cuenta cómo ella miraba mi cuerpo al quitarme la camiseta, y alguna chica más igual. Ya os he dicho que mi cuerpo era normal, con el pecho algo más trabajado que el resto, pero no marcaba tableta ni brazos, no sin hacer fuerza, y cuando la hacia tampoco es que se viera mucho, pero se empezaban a notar en mí las horas de ejercicio, sexo y natación. Algún amigo soltó alguna grosería sobre mi espalda haciéndose el gay.

-SUSANA: ¡A ver! Date la vuelta,  quiero ver esos deltoides y trapecios …..-  me levantó los brazos en línea recta en varias posiciones,  palpando con sus manos mi piel -…… vaya, no va a ser tan fácil como creía.

-YO: ¿Estás de coña? ……- me di la vuelta cogiéndola de un brazo y estirando hacia arriba,  haciéndola girarse un poco sobre su cadera, la agarré de las costillas - …. ¿Tú has visto estos dorsales? ¡Me vas a follar! - la lancé con toda la poca 2º intención que pude.

Nos preparamos ante el silbato del socorrista que haría de juez, yo copiaba los movimientos de Susana para no perder ventaja. En esos 20 segundos se pasó todo mi entrenamiento en la piscina por la cabeza, y la 1º ley, era que para ser rápido, tenias que generar poca fricción, y yo llegaba 2 bañadores, el 2º era ancho con tela sobrante, no iba a permitir que aquello me frenara y me los quité, dejándome solo con el mal llamado marca paquete. Las risas y los suspiros de asombro sonaron por toda la piscina junto con silbidos de ánimo a los dos. Me coloqué en el borde con ella mirándome bien el marcado miembro, se me notaba un montón, pero me daba igual,   llevaba los 2 bañadores por los reparos de mi madre, y ella no estaba allí ese día. Pese a que la mirada de Susana me hubiera excitado, estaba concentrado,  no podía permitirme que se me hinchara y ganar fricción en el agua, además nos pusieron unas gafas de agua para darnos aún más aspecto de profesionalidad.

Me cuadré bien en posición, mientras el socorrista silbaba a Susana para que saliera del trance en que  había quedado al mirarme, y yo gritaba las normas tal cual eran para que, aunque perdiera por menos de un cuerpo, supieran que ganaba.

Dio la cuenta atrás, y dejando unos segundos tensos en que casi me lanzo al agua varias veces, el “juez” pitó. Salimos los 2 como balas pero ella me ganó al entrar en el agua, tenia más técnica, sabía de sobra que al inicio tendría que bucear bastante, “cuanto más tiempo por debajo menos tiempo por arriba”, me decía un profesor de pequeño. Con mis manos bien juntas rompiendo el agua hacia delante movía mi pelvis y los pies bien estirados, clavé mi mirada en la pared, era mi objetivo, ni veía ni quería ver por donde iba ella. Salí a la superficie a mitad de piscina, y con gran estilo daba brazada tras brazada, al llegar a la pared quise hacer lo de dar la vuelta y empujarme con los pies, pero no me sentí seguro así que según la toqué con la mano me di la vuelta y empujé tirando de mis gruesas piernas, esas que habían soportando tanto peso años atrás y que ahora eran 2 jamones llenos de energía.

Pude atisbar al iniciar la 2º vuelta que Susana aún no había llegado a la pared, de la emoción no me lo creía, pero no quería distraerme y seguí dando brazadas de vuelta. Al emerger después de bucear solo ¼ de piscina, para mi horror vi de reojo como Susana se me había echado encima, su técnica al dar la vuelta en la pared debió ser casi profesional, así que inicié un acelerón para evitar que me superara, pero por más fuerte que iba, notaba como me iba comiendo terreno. Oía, entre hundidas de mi cabeza, los gritos de los espectadores, y notaba claramente como con cada brazada ya no avanzaba tanto, había gastado mucha energía en la 1º vuelta y me estaba pasando factura,  Susana me recortaba distancias poco a poco, hasta que me adelantó quedando aún unos metros.

Apreté sacando fuerzas de dónde no tenia para que no se me fuera más de 1 cuerpo,  pero casi no lo lograba, cuando llegó a la pared primero, y yo unas décimas más tarde ante el aplauso  de los demás,  ella estaba riéndose mientras se quitaba las gafas de agua. Yo aguanté debajo del agua, retomando fuerzas sin saber si me había sacado un cuerpo o no, emergí y me quité las gafas buscando al socorrista, que nos miraba confuso, no podía decir cuanto me había sacado.

Alguien tuvo la idea de grabarlo en el móvil, así que nos lo ofreció como “foto finish”. Salimos de la piscina, Susana como una rosa, y yo medio muerto, se tapó y secó con un toalla mientras miraba mi polla marcada ahora bajo el bañador húmedo, no me molestaba en taparme  ni secarme, dejaba que el agua escurriera por mi cuerpo con el otro bañador grande en la mano. Siendo consciente de todo eso, me acerqué a darla la mano.

-YO: muy buena carrera, se merece usted mi respeto, me ha ganado - ni me miraba a la cara, tenía los ojos clavados en mi miembro, y yo en sus pezones que se dejaban notar.

-SUSANA: nada…….es más…….te felicito yo, has aguantado una enormidad……- ¿Iba con doble intención  o fue un cruce de palabras en su mente? -…. pero no sé si he ganado.

-YO: ¿Cómo que no? Has llegado 1º.

-SUSANA: pero no sé si te he sacado un cuerpo o no, no saben, ha sido muy justo, aquel está con el móvil, dice que lo tiene grabado - lo sabia de sobra, pero quería que ella lo dijera, que no escurriera el bulto para no besarme.

Nos acercamos al del móvil mientras buscaba la parte final y trataba de parar el vídeo en el momento que ella tocaba la pared. Ella estaba muy atenta a la pantalla, pero yo me pegaba a ella fingiendo por el poco espacio de la pantalla,  rozando mi pecho con su brazo y algún roce extra de mi polla con su cadera. El vídeo era bastante bueno, pero no lográbamos dilucidar cuando pararlo, en la última brazada yo estaba a menos de un cuerpo, pero Susana al tocar la pared debajo del agua, no se podía saber con exactitud.

-YO: mira, no se ve, y como no se puede saber, has ganado tú.

-SUSANA: ¿Y por que yo? Si no se sabe,  se anula y punto.

-YO: ¿Después del lío que hemos montado? No, tiene que haber un ganador.

-SUSANA: pues entonces ganas tú, en la última imagen clara estás a menos de un cuerpo - estaba haciéndola rogar por perder la apuesta, o lo mismo ella quería que la besara.

-YO: no puedo permitir que una mujer pierda una apuesta sin estar seguro - la tiré con efecto, y cayó.

-SUSANA: mira al machista este, ¿Y sí me vas a dejar ganar como a una niña? Si no se puede anular…- aopesó lo que iba a decir -…….. ¡Pagamos los 2!

No sé como lo había logrado, pero la tenía discutiendo fervientemente por aceptar tener que besarme. Como era mi objetivo, remoloneé un poco hasta aceptar su conclusión, nos dimos la mano y la abracé, notando sus pechos bajo la toalla con la que se tapaba, y ella mi polla rozando sus piernas.

La gente se fue disolviendo, mientras nos trataban como a estrellas, querían hacerse fotos y darnos la mano. De forma incomprensible, (Nótese la ironía), a mí se me pegaban las chicas, y a ella, los chicos. Me di cuenta que mi paquete era un imán para las mujeres llevando solo el slip, vamos, no es que me diera cuenta, ya lo podía intuir o pensar, pero fue la sensación de que ocurriera la que me convenció de que si no estaba mi madre ni la familia delante,  podía ir solo con ese bañador. Me fui de allí con varios números de teléfono de algunas chicas de mi edad, o mayores, los de las menores los rechacé de plano, pero me gustaba verme toqueteado y acariciado por tanta mujer en ropa de baño.

Cuando acabamos la ronda de entrevistas, casi media hora después, agarré de la cintura a Susana y volvimos a su puesto. Ella al inicio hacia como que quería que quitara mi mano de su cintura, pero desistió un poco entre mis comentarios y risas de lo ocurrido. Nos sentamos como antes,  nada más hacerlo ella se puso las gafas de sol, y esa premura, unida a mi imaginación, dedujo que lo hacia para poder mirarme  sin disimulo. Intuyendo aquello se lo facilité,  cogí la silla de plástico y la puse a su lado, alegando que allí haba más sombra en ese instante.

-YO: ¡Joder, me lo he pasado genial!

-SUSANA: y yo, va a ser una suerte que tengas que invitarme a algo  siempre que vengas, así podemos charlar y pasárnoslo bien jajaja hasta podemos repetir la carrera - no lo podría asegurar pero me jugaría un dedo a que no apartaba sus ojos verdes de mi polla, aquellas gafas le ocultaban bien la mirada.

-YO: ya, que graciosa, me vas a arruinar, ¿Sabes cómo están los precios aquí?

-SUSANA: pues no haber apostado si no querías perder - me sacó la lengua  de forma cariñosa.

-YO: ya, pero la recompensa era demasiado apetecible….– se me había casi olvidado -…. ¡Espera,  pagamos los 2!, ¿dónde está mi beso?

-SUSANA: jajaja no se te olvidará, no - era delicioso ver su pecho vibrar con su risa, aparte de que eran de gelatina, su tórax hacia temblar su cuerpo.

-YO: cómo se me va a olvidar si casi me saco los hombros del sitio, he acabado muerto - hacia claros y amplios gestos con los brazos, moviendo los hombros, eso solo facilitaba su visión de mí.

-SUSANA: ¿No te habrás hecho daño? - calculé mucho la respuesta, si decía que si,  podía dar paso  a, o un contacto directo con ella que terminara en más, tipo masaje,  o a que me llevara al puesto medico de la piscina y que se acabara todo antes de empezar,  y ya había jugado suficiente por hoy.

-YO: que va, y aunque me lo hubiera hecho, merecería la pena - rebajé el tono cómico, quería que eso calara en ella.

-SUSANA: ya claro, como sois los tíos, daríais la vuelta al mundo por un polvo con una cualquiera.

-YO:   es posible que otros si, pero yo no, y tú no eres ninguna cualquiera,  si el cálculo que hago de  un beso me ha costado 2 largos de piscina a tu ritmo, para un polvo no sé que tendría que hacer… - la broma era clara - …..pero lo haría - sonreí, quería que el comentario fuera gracioso, pero no demasiado.

-SUSANA: mira que galán me has salido ahora, podrías irte con cualquiera de esas niñatas que te ha dado su número mientras se restregaban contra ti, que han aumentado  el nivel de agua de  la piscina de  lo que chorrean por ti jajajjja podrías tirártelas sin ningún esfuerzo - se reía, pero aquello era una prueba.

-YO: sin duda, pero aquí estoy, contigo, rogando por un simple  beso  que me he ganado con esfuerzo…. – guardó silencio, sonreía sin decir nada, jugando con sus dedos con el borde de la toalla que rodeaba su cuerpo, y su lengua inquieta en la boca, algo pasaba por su cabeza, y no se atrevía a decirlo - …¿Que pasa?

-SUSANA: nada…….es que me da un poco de cosa.

-YO: ¿El qué? ¿Besarme?

-SUSANA: no, tonto, no soy ninguna frígida.

-YO: ¿Entonces?

-SUSANA: pues nada, es solo, vamos que sé quien eres.

-YO: ¿Y quien soy? - me sorprendí por sus palabras.

-SUSANA: pues, verás, son rumores, ya sabes,  cosas de compañeros de trabajo, se oyen historias, y me da que tú eres uno de esos rumores.

-YO: ¿Y cuales rumores  son?

-SUSANA: pues ya sabes, cosas que se dicen, de un día que alguien se le marcó demasiado el bañador, o de porqué Alex cerraba la tienda de la entrada, cosas así….

-YO: ¿Y que relación tengo yo con eso? - la entendí de sobra.

-SUSANA: pues eso, que ahí un tío por aquí últimamente que ..….va bien armado, y que se tiraba a Alex en la tienda siempre que venia, y de tantos rumores pues chico…- me señaló mi polla como algo evidente.

-YO: ¿Y por que supones que soy yo?

-SUSANA: joder……- se ponía roja- …..pues por que…tú ya sabes…..- fingía no entenderla con gestos confusos, lo tenía que decir -…….joder, que la tienes……grande, que no es que me fije, ojo…. –“no,  que va” -…… pero al quitarte el bañador…..vamos casi le tengo que hacer un RCP a un par de señoras jajajja - quería meterle humor para rebajar la tensión, y no lo iba a permitir.

-YO: vaya, gracias, pero solo por que la tenga grande no tengo porqué ser ese rumor - era una chorrada pero quería llevarla más en esa dirección, hasta que explotara con algún comentario que la pusiera vulnerable a mí.

-SUSANA: ya, pero una cosa es grande, como la de mi ex,  y otra esa barbaridad.

-YO: ¿Eso te parece? – “sutilmente”, separé un poco la tela de mi bañador de mi miembro.

-SUSANA: joder, como si no lo supieras, no te hagas el tonto, que la vas enseñando.

-YO: pues si, es enorme, pero no por ello tengo que ser yo.

-SUSANA: si lo eres, solo esa pedazo de……..podría hacerla gritar de esa manera - se le escapó, estaba cansada de andarse con remilgos.

-YO: ¿Gritar?

-SUSANA: si, vamos, que la tienda da por detrás a los vestuarios nuestros, y más de una vez hemos oído como gritaba, y asociando los días que te he visto con esos días, y ahora verte así……pues tienes que ser tú.

-YO: pues mira, si, era yo, me la he estado tirando en la tienda siempre que venia, no sabia que nos oíais………y ahora que los sabes ¿Podrías decirme que ha pasado con  Alex?

-SUSANA: pues nada, que la tienda no daba para más, no hacia caja, así que la echaron.

-YO: vaya, una lastima, nos divertíamos.

-SUSANA: ya, pero no te falta diversión, te he visto con la sudamericana esa que os acompaña.

-YO: si, pero es solo una chiquilla, una cría más como esas de antes………. - pensé que me había pasado de largo el tren con ella si sabia de mis líos -……. pero vamos, que me tienes bien vigilado.

-SUSANA: no hombre, ya sabes, hemos hablado antes, últimamente te pasas mucho, no sé, eres una cara familiar - se puso roja.

-YO: pues que divertido, ahora tenemos que besarnos sabiendo tú de mis andanzas sexuales,  y yo de tu acoso hacia mi jajajaja

Se hizo un silencio sepulcral, estuvimos así unos 10 minutos. Ya se hacia tarde y mis amigos y yo habíamos quedado después de la piscina, así que aceleré los tempos.

-YO: pues nada, en breve me tendré que ir, y tú terminar aquí, así que  toca despedirse, y que mejor que con un beso.

-SUSANA: ¿Pero……. ahora?

-YO: aquí y ahora, un solo beso y tú quedarás libre, no te quejes que yo tendré que gastarme dinero a diario por ti……

-SUSANA: está bien - se inclinó hacia mí, poniendo morritos de abuela.

-YO: ¿Que haces? No me he partido el espinazo por un piquito de mierda.

-SUSANA: ¿Y que quieres, que me abra de piernas? - lo dijo enfadada.

-YO: no, quiero un beso de verdad …..– me puse en pie ofreciéndole mi mano -…. de esos de película, contigo en mis brazos, de un par de segundos, me has dicho que no eras ninguna frígida, demuéstralo - se calmó un poco, estaba algo avergonzada, y me miraba fijamente, así que le quité las gafas con cuidado, dejándome a la vista aquellas piedras preciosas verdes que tenia por ojos.

La seguridad de mi mirada, y la firmeza de mi mano, la hicieron ponerse el pie cogiéndome por ella. Según lo hizo, de un movimiento le quité la toalla dejándola caer al suelo, y sin dejarla reaccionar la agarré por la cintura pegándola a mi, pasando sus manos por mis hombros,  clavándole mi mirada en sus ojos y mi polla en su vientre. Era algo más bajita que yo, nada raro debido a mi corpulencia, así que se tenía que poner de puntillas para alcanzarme.

Notaba sus pechos en mis pectorales, eran grandes, y estaban aplastados por la fuerza de nuestros cuerpos, los notaba subir y bajar debido a su respiración, y fui acercando mi cara a la suya,  lentamente. Susana hacia ademán de ir retirándose, sin girar la cara, riendo,  hasta que la curvatura de su espalda no le permitió más y mis labios la alcanzaron. Hubo un 1º beso tierno y sin malicia, con los ojos abiertos, movía un poco la boca sin que ella reaccionara así que apreté su cintura contra mi, eso la activó, y movió su boca, entonces empezó un 2º beso largo y pasional, allí vi que nuestros ojos se cerraban, y nuestros cuerpos disfrutaban de aquello, casi podía percibir sus pezones duros sobre mi. Un  3º beso comenzó al notar  su lengua moverse en sus labios y yo correspondía, nuestras cabezas cambiaban de dirección rozando nuestras narices, hasta terminar en un 4º beso iniciado por mí, y un 5º suyo,  corto y suave, como colofón.

-YO: vaya, sabes mejor de lo que hubiera podido desear.

-SUSANA: gracias, tú no lo haces nada mal tampoco, pero no ha sido uno, yo por lo menos he contado 4…..

-YO: tendré que dar otros 8 largos el próximo día - sonrío sin apartarse de mí, relamiéndose y clavando sus ojos en los míos.

-SUSANA: pues estaré deseando que vuelvas  - me separé de ella amagando con otro beso sin que ella se retirara, pero sin dárselo, y me fui orgulloso hacia dónde estaban mis amigos. Los muy cabrones no estaban mirando, así que cuando les dije que me había besado no me creyeron. Volví con Susana, la toqué la cintura estando de espaldas,  dándose la vuelta

-YO: perdona, que sean 10 largos…. - y la pegué otro beso de tornillo, esa vez al separarme noté como ella reía pero se mordida el labio -……hasta la próxima.

Ahora si, regresé con mis amigos, alucinaban y me vitoreaban. Terminamos de recoger, mientras yo no podía apartar los ojos del cuerpo de aquella socorrista mientras despejaba la piscina  a la hora del cierre, y nuestras miradas se cruzaron un par de veces antes de irnos. Habíamos quedado para salir a dar una vuelta con amigos, así que lo hicimos, pero al terminar me fui derecho a casa de mi Leona, aquel juego con Susana me había dejado trastocado, y las sesiones de sexo duro con ella me tranquilizaban.

Los siguientes días que volví a la piscina siempre la llevaba algo, un refresco,  agua o un helado, y charlábamos durante horas, ya fuera con amigos o con la familia. Siempre me pasaba por allí un rato a hablar, con el slip o los 2 bañadores dependiendo de mi compañía, o  echábamos a  nadar un rato, haciendo largos, si mantenía el ritmo nos besábamos una vez, y si no le tenia que invitar a algo más. Los besos ya eran sensuales, con lengua y acariciándonos la espalda, o la cara, no es que fuera una experta pero el hecho de ver sus ojos verdes brillando del reflejo del agua, antes y después de cada beso, me volvía loco, su verde en arropaba. Notaba como ella movía su cuerpo, su cadera, para restregarse contra mi, y más cuando solo iba con los slips, yo aprovechaba algún descuido y la metía mano en el trasero, era mármol, el ejercicio se lo tenía como una piedra.

 

Susana – Decepción.

Pasó una semana y andaba más caliente que un pollo en un horno. Las colombianas seguían con su padre, y marido, en casa,  y mi Leona se fue al pueblo de vacaciones. Yo necesitaba desahogo, y la mejor colocada fue Susana, así que en una de nuestras charlas,  tiré la caña,  a ver si caía.

-YO: oye, tengo que preguntarte algo.

-SUSANA: ¿Dime?

-YO: ¿Tú nos oíste a Alex y a mí, o solo el rumor? - se acaloró de golpe.

-SUSANA: bueno……al principio no, solo el rumor, pero luego, por curiosidad, me avisaron y fui para allá………..pobrecilla como gritaba jajajja

-YO: jajaja la verdad que si, no la metía nada de caña y la pobre sollozaba.

-SUSANA: no vaciles, si retumbaba la pared.

-YO: pues eso, si pillo a una mujer de verdad, como tú, derribo el edificio - se le abrió la boca ante mi comentario, mitad sorpresa, mitad excitación, sin gafas ya me miraba la polla sin cuidado alguno.

-SUSANA: ¿Te estás declarando?

-YO: ¿Quieres que lo haga? ……- ese par de segundos mirándonos a los ojos en silencio casi me la pone dura -…….solo te digo que si  lo hiciéramos, retumbaría medio planeta.

-SUSANA: pues…….en mi casa tengo una pared que me sobra…………..- me miró a la cara.

-YO: pues hoy la tiramos - me incliné para besarla y ella se dejó, mientras acariciaba su cintura y la atraía hacia mí, nuestras lenguas jugaban su propio partido.

-SUSANA: anda, vamos al agua - se levantó quitándose la camiseta y esperando que mi cuerpo la rozara al levantarme.

Nos tiramos los 2 al agua, y jugamos un poco a ver si la pillaba, pero no se esforzaba, la agarraba y la atraía hacia mi, se escabullía jugando, a la 3º me cansé y la agarré por la espalda pegándola a mi, haciéndome notar en su trasero, y mientras la iba besando por el hombro la llevé a una zona más profunda dónde solo se veían nuestras cabezas por encima del agua.

Allí mis manos repasaron su cuerpo por encima del bañador, parándome en sus pechos, no nos besábamos, solo repasaba su hombro con mis labios. Susana movía su cintura acariciándome  con su culo de mármol, allí me mató, y por la zona de sus costillas metí mis manos, acariciando ya directamente sus pechos, y palpando los duros pezones que ya había notado antes por encima del bañador.

La respiración se le agitó tanto que casi me reventaban las manos cuando se le hinchaba el pecho, ella se dio la vuelta y puso una mano en mi paquete, dejándome su cara a milímetros de la mía, y mirándome a los ojos, aquella mirada de mujer lujuriosa, ansiosa, mojada y esos ojos verdes me la pusieron dura al momento, y ella sintió ese cambio de tamaño en su mano. Si antes ya le parecía grande, ahora su cara era de incredulidad, pero su mano y su cuerpo reaccionaron con excitación, de hecho metió la mano por el hueco que mi erección había provocado en la cintura, y masturbaba lévente mientras hundió su lengua en mi boca. Metí mis manos en su trasero, por debajo de la tela del bañador, separando y juntado aquellas maravillas formadas a golpe de ejercicio.

Estuvimos así un buen rato, con algún crío con gafas de agua dándonos vueltas como tiburones hambrientos, sin duda apreciando lo que pasaba debajo del agua, pero Susana estaba disfrutando demasiado como para abrir los ojos y darse cuenta. Mis manos al final la elevaron subiéndola sobre mi, a horcajadas, y si en el aire me era fácil en el agua ni os digo, mis dedos penetraron a duras penas hasta llegar a su coño, el bañador y sus glúteos torneados me lo pusieron difícil, pero al llegar mereció la pena. Apenas la rocé, la oí suspirar, para cuando llegué y la metí un dedo ella me masturbaba con tanta energía que me sacó el miembro del bañador y lo hacia por fuera.

Me besaba como si le fuera la vida en ello, juro que podría habérmela tirado allí mismo y no se hubiera negado, pero solo la penetré con un dedo, y luego con dos. Estabamos muy calientes, se subía a mi retorciendo su espalda para ponerme sus tetas en la cara y luego bajaba dejándolas ir a contra piel contra mi pecho, mi mano no daba más de si, le metí el bañador entre las nalgas, para que fuera como un tanga y tiré de él con fuerza para dejar sitio, eso la volvió loca. Su mano era un rayo masturbándome, y con esa pose en el bañador, mi mano ya podía penetrar sin problemas y con el pulgar acariciaba su clítoris. Susana no aguantó mucho antes de querer gritar por la explosión del orgasmo que sintió, pero mi boca la frustró, cuando terminó de temblar se bajó de mi y ahora con las dos manos terminó de pajear,  hasta que me corrí en el agua. Sus gestos eran claros, sus hombros aparecían y desaparecían en el agua, pero le dio igual, hasta que no notó mi falo flaquear no paró, y se lo agradecí con un gran beso doblándola la espalda hasta casi hundirla en el agua.

-YO: te voy a reventar en tu casa.

-SUSANA: lo sé.

Fuimos dando un paseo a su puesto por el agua, dejando que nos enfriara los ánimos, nos colocamos bien los bañadores y salimos a tumbarnos al sol un rato, sin dejar de mirarnos y sonreír, pensando en el futuro cercano.

Ya avisé a mis amigos que se fueran sin mi, la ayudé a recoger y echar a la gente del agua  a la hora del cierre, nos fuimos a duchar los últimos para estar solos, y en la duchas repetimos lo del agua, pero ya desnudos, con mi estaca libre y su cuerpo escultural a mi entera disposición. Masacré sus tetas con mi lengua, eran tan grandes e infladas que las dabas un toque y temblaban unos segundos, le trabajé los pezones hasta tenerlos duros sin dejar de penetrarla con mi mano, con ella  masturbándome. Al correrse ella primero se bajó y recorriendo mi cuerpo con su boca, llegó a mi polla, admirando de nuevo la comparativa  con las manos de otra persona, era insultante, aún así con ambas manos empezó a masajear y chupar el glande,  con sus enormes ojos esmeralda clavados en mí.

Trató de tragar más pero no tenia la boca tan grande, eso me genero cierto gusto, sus labios tirantes intentando engullir lo que no podían era placentero,  eso le dio movilidad a su lengua, que hacia maravillas en mi capullo. Como iba para mi 2º corrida se tuvo que trabajar bien la mamada, de hecho me cansé de tener las manos vacías y cogiéndola de forma invertida de la cintura la di la vuelta en el aire y me la cargué encima, dejándome su coño en la cara y sus pechos en mi vientre, con su boca aún lamiendo mi tranca boca abajo. Hundí mi cara en su vagina, penetrándola con la lengua y dándole pequeños lametones al clítoris, para luego chuparlo, sus risas iniciales ante la posición fueron cambiando con mis caricias, y se le notó en el ritmo de sus manos. La saqué el 2º orgasmo antes de que ella recibiera mi corrida en su boca, en dónde casi se atraganta. Al ponerla de pie tenia toda la casa manchada de semen y lo escupía.

-SUSANA: ¡Que mamón! La próxima avísame.

-YO: la próxima será dentro de ti -  agarré entre sus muslos metiendo mis dedos en ella, a lo que  casi cae al suelo.

Tenía ganas de follármela, así que en vez de seguir jugando le di un buen azote en el culo y la pedí que se diera prisa, casi me parto la mano, “¡Que nalgas  tiene!”, eran de acero, y casi ni se movieron ante mi golpe, todo lo contrario que sus pechos.

Salí de allí por que si la veía mojándose el cuerpo no llegaba a casa sin empalar. Nos fuimos al final vestidos con las ropas amplias y ligeras debido al calor, ese final de agosto fue criminal, llegábamos a los 45º o 47º grados en una ciudad sin mar, de hormigón y piedra,  como Madrid. Nos subimos a su coche, sin aire acondicionado, con  Susana,  que sin ningún pudor, o tenia una mano en el cambio de marchas o en mi paquete. Ahora solo llevaba el bañador grande, así que metió la mano por la pernera y me sacó parte de la polla para acariciarla por el trayecto, yo no fui menos y metí mi mano por debajo de aquella mini falda blanca con vuelo que llevaba, de mujer tenista, la sorpresa fue descubrir que tampoco llevaba ropa interior, así que mis dedos jugaron en  la entrada hasta notar como se iba humedeciendo.

Los semáforos en rojo se convertían en bacanales, y si no fuera por los cinturones de seguridad, que no ayudaban al apretar sus pechos y dejarlos bien marcados, y el claxon de los de detrás, hubiéramos hecho el amor allí mismo. El calor era sofocante, y   como era hora de salir había cierto atasco que no dejaba que cogiéramos velocidad para que entrara aire por las ventanillas. Me quité la camiseta y ella se la remangó dejando su ombligo al aire, con la falda también doblada dejando lucir carne, carne húmeda, del sudor, del calor que nos abrasaba por fuera y por dentro. Lo pasé realmente mal, pero la visión de ella con medio cuerpo al aire sudoroso me decía que merecería la pena.

Al fin salimos del atasco y por suerte fuimos sin más inconvenientes a su casa, de chiripa aparcó a la 1º, ella se recolocó la ropa pero yo solo me bajé la pernera, y me dejé la camiseta colgada de mi mochila. No había suerte, Susana vivía en un 3º sin ascensor,  eso me regaló 2 pisos de ver como su culo se contoneaba delante de mi, y digo 2 por que el 3º lo subió con mi mano metida entre sus nalgas y sus pechos, estaba ardiendo de pasión, llevaba como 4 días sin follar debido a las circunstancias de mis amantes.

Como siempre,  tardaban un mudo en abrir la puerta de su casa, en parte por que yo no paraba de jugar con ella por detrás, al meter mi mano debajo de su camiseta me quedé alucinado, no llevaba sostén tampoco, pero no era posible, no me había dado cuenta por que estaban tan bien colocadas y redondas que no pensé que fuera una posición natural, eso hizo bajar mi mano hasta la falda y levantándosela hundir mi mano en su intimidad. Ella se dejaba hacer, intentaba abrir la puerta pero mis caricias no se lo permitían, se le cerraban los ojos, para cuando abrió la enganché del estómago levantándola metiéndola en su casa, y mientras reía iba dejando caer las cosas.

Llegué a un salón dónde la tiré al sofá, me quité el bañador y vi su cara, era de pánico y excitación, ya me la había chupado pero mi cara ahora no era de jugar, era de asesino. Caí sobre ella abierta de piernas, y mientras mi polla golpeaba su vientre le arranqué la camiseta, le comí las tetas como nunca había podido, eran tan grandes y  bien colocadas que no me daban abasto mis enormes manos. Busqué sus labios mientras mis dedos la penetraron otra vez, estaba  empapada de sudor y de sus propios fluidos, la metí tanto ritmo que apenas en 5 minutos se corrió de nuevo, de remate la hice chuparme los dedos manchados por ella mientras iba bajando por ella, degustado su cuerpo,  con mi boca, hasta levantarla la falda y meter mi cara allí. Estaba desatado, la busqué el punto G  mientras le abría los labios mayores y le chupaba un clítoris enorme, a los 10  minutos la hice correrse como una fuente, empezó con espasmos pero no dejé de mover mi mano persiguiendo su inquieto cuerpo hasta que terminó de echarlos.

-YO: ahora estás lista par ser follada por mi, y si te crees que tendré compasión como con la de la tienda,  lo llevas claro.

-SUSANA: ¡Por dios, fóllame de una vez, haz que retumbe la casa!

La obedecí como palabras de mi señor, la quité la falda, la saqué la cadera al borde del sillón, poniéndome de rodillas, la abrí bien de piernas mientras jugaba con mi glande en sus labios mayores, al final encontré la posición y apreté hasta meter mi polla en ella. Me costó mucho, estaba bastante cerrada, así que según iba metiéndola dejaba que se acostumbrara. Como todas,  Susana hacia aspavientos en el aire, se agarraba a lo que podía mientras notaba cómo me iba abriendo paso, cuando le metí la mitad noté demasiada presión así que dejé de penetrar y comencé el bombardeo, eran golpes fríos y   secos, pero que la hacían retorcerse de placer, se agarraba las tetas para que no se movieran tanto, pellizcándose los pezones, por lo visto esto le ponía a muchas. La di sin parar, queriendo penetrar más,  pero no me dejaba, en media hora se corrió unas cuantas veces, rogándome que parara o que siguiera. Aquello me estaba cansando, la levanté sin sacarla de ella.

-YO: ¿Dónde está esa pared que quieres tirar? - me miró  riéndose, y señalo una.

La pobre se vio empotraba contra ella de espaldas, y eso provocó que mi rabo la abriera un poco más, gimió, con cierto dolor, pero mis besos la ahogaron. En esa posición solo tenia que levantarla y dejarla caer para coger buen ritmo,  entre mis besos notaba sus gestos de dolor, muecas apenas perceptibles, pero iban aumentando según lo hacia mi ritmo.

-SUSANA: ¡Para, para, por dios, me haces daño, bájame!.... - se dio la vuelta y se abrió las nalgas -…. métemela así, a ver si duele menos.

Encantado de la vida la obedecí, la ensarté sin piedad y la hacia rebotar contra la pared, estaba un poco fuera de mi, la hacia dar saltos con cada embestida para que no la penetrara tanto. Sus muecas de dolor volvieron, y si, la hice correrse, pero la dolía, ponía las manos hacia atrás para hacer de tope,  pero eran un par de veleros contra la fuerza de un océano, y no fue buena idea darse la vuelta, ver su duro trasero temblar,  abriéndose ante mis acometidas,  me turbó. Solo pensaba en golpearla con la pelvis en esas nalgas, pero ni así las penetraciones no eran tan profundas, sus gritos eran alaridos ya, pero de dolor, estuve casi media hora así, esperando que se acostumbrara, pero no lo hacia.

-SUSANA: ¡Para por favor, me estás partiendo, me duele mucho, no lo aguanto, sácala, te la chuparé, PERO SÁCALA! - ofuscado lo hice, pese a mi excitación noté suplica real, la di un buen azote por no aguantar, pero ella no era una de las colombianas.

Se agachó agarrándose el coño, sesteando con la boca,  le escocía de verdad. Me agarró la polla y la chupó como una profesional hasta sacarme el semen, después me pidió que me vistiera y me fuera, que otro día quizá. Salí de allí ofuscado y muy poco feliz, no era la 1º que se rendía, pero estaba muy buena, y tenía unos ojazos verdes que me volvían loco.

Volviendo a mi casa solo pensaba en si esa del bus me la podría follar o si esa mujer del cruce  se la metería toda, me enfadé bastante por lo de Susana. Por lo menos, llegando a mi casa recibí una llamada de Yasmine, su padre había salido con su madre unas horas y estaba sola en casa, di gracias al señor de los cielos y me fui derecho a su ático. La pobre recibió como si fuera mi leona, sin el apoyo de su madre se terminó desmayando, estaba fuera de mi y lo pagué con ella, apenas me duró 2 horas antes de irse,  pero aguantó lo suficiente para apagar mi fuego, y  al volver en si,  terminar una follada por el culo de más de 1 hora antes de tener que irme por el regreso de sus padres.

Lo malo fue que pese a seguir jugado y tener relaciones de masturbación y sexo oral con Susana, jamás me dejó volver a penetrar su cuerpo, era muy frustraste. Me tuve que hacer a una de las chicas del grupo para saciarme ante la escasez de coños que tenia en aquel momento, una bajita con gafas con la que no había mucha relación, era una borde y un poco creída, pero al menos  ella se dejaba follar como dios manda. La relación con Susana acabó antes incluso de cerrar la piscina a inicios de septiembre, y la mandé a paseo, para chupármela había 20 mejores que ella, y la mitad se dejarían follar.

Al inicio solo pensaba en la perdida de tiempo y esfuerzo que me había supuesto aquella socorrista,  pero mi mente ya no estaba centrada en aquello, si no en que quedaba 1 mes para el regreso de Ana.

(9,75)