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Recuerdas... ¿?

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Me encanta... me encanta regresar a casa y tan solo pensar en ti… solo en ti.

Mientras me cambio de ropa… mis pensamientos están muy lejos… a muchos kilómetros… y al entrar en mi habitación, tú fragancia esta prendada por todos los rincones… es como si estuvieras presente… no te hubieras marchado… sigues conmigo… solo conmigo.

Con las yemas de los dedos… recorro cada lugar donde tú has estado… la almohada guarda un poco de ti, las sabanas… y voy recordando tus besos, tus caricias… tus palabras entre cortadas y todo eso me hace volver a la noche anterior… cuando estabas a mi lado.

He querido retener, cada minuto contigo… desde que llegaste.

Era media tarde… una tarde muy agradable, apenas calurosa… yo vestía una falda ibicenca blanca y una camisa combinada entre el azul y el blanco… 

Tú… un pantalón de lino azul oscuro y una camisa en tonos azules más claros… que te sentaba muy bien… olías a fresco, a esas fragancias que recuerdan los miles de perfumes entre mezclados con la primavera… 

Yo… me perfume con agua_de_rosas… esa fragancia que te gusta tanto.

Frente a frente… mientras nos mirábamos me acerque a ti, incline levemente mi cabeza y acerque mis labios a los tuyos… en un primer instante te quedaste parado y apenas respondiste a mi beso… pero, poco a poco tus brazos me rodearon con suavidad y tus labios se entreabrieron junto a los míos.

Te dije… me dijiste… que hacemos ¿? Donde podemos ir ¿?

Y yo respondí… me dejas que te lleve de mi mano… confías en mí ¿? 

Tú… moviendo la cabeza dijiste… sí, llévame contigo.

Decidí que diéramos un paseo por la zona de la playa… en esta época, siempre ponen un mercadillo que ocupa todo el paseo marítimo… objetos de decoración, abalorios, música, alguna chuchería, ropa, calzado… gente de paso que viene y va… ese enjambre humano, que de vez en cuando a mi… me gusta visitar.

Y nos mezclamos entre ellos… mientras el sol se iba retirando… escondiendo.

Durante ese paseo que nos invitaba a esquivar a las gentes para poder pasar… tus manos apenas se atrevían a rozarme… como si tuvieras miedo a molestarme, pero no se si fue por un descuido, tal vez casualidad… alguien tropezó conmigo y tú, me cogiste de la mano… tus manos tan fuertes me sujetaban y me retenían junto a ti… con miedo a que pudiera escapar… 

La noche se ha hecho la dueña de la playa… del mercadillo, aunque las gentes vienen y van sin cesar… corre una suave brisa, nada molesta… al contrario, nos trae el olor a mar… que se mezcla con todo lo que nos rodea… es un conjunto extraño, pero agradable… así me lo has dicho.

Quiero cenar a la luz de la luna… y yo se de un lugar, donde la luna nos mirara descarada, mostrándonos su belleza… e invitándonos a soñar.

Pues vamos… decías, quiero conocer ese sitio, no tengo prisa… y te quiero acompañar.

Es un restaurante en primera línea de playa… no esta muy lejos de aquí, después de cenar, podremos pasear por la orilla de la playa… ó quizás quieras ver una película en un autocine cercano… veremos la película desde la fila de atrás… la mas solitaria…

Y mientras cenábamos… casi sin hablar, se fueron cruzando las miradas… esas miradas de deseos, de sueños… de complicidad, de saber que al final de esta noche ya nada será igual… yo te amare para siempre… tú, te dejaras amar.

Decidimos ir al cine… y buscamos un lugar, lejos de las miradas, de los ruidos… sentados en la parte de atrás… me has rodeado entre tus brazos y me recorres el cuerpo a besos, mi boca, mis mejillas, mi cuello, mis hombros… mientras me susurras… por fin solos!!

Tus manos frías y nerviosas… suben un poco mi falda para poderme acariciar… yo, lentamente desabrocho tú camisa… y me acerco para poderte besar, despacio me has dicho… te deseo, desde que te vi., esta tarde… te deseo!!

Tus manos ya tienen el calor de mi cuerpo van acariciando mis piernas, subiendo hacia mis muslos… hasta llegar a mi volcán, mientras tu boca ansiosa… que muerde mis labios despacio, casi sin apretar y eso me gusta, me excita… y tú lo notas, sabes que estoy empezando a excitarme porque mi cuerpo a empezado a estremecerse…

Tus manos desaparecen de mis muslos… y suben hacia mi pecho… empiezas a desabrochar mi blusa… miles de botones, miles… pero no tienes prisa y poco a poco… aparece mi ropa interior… un sujetador de encaje color rosa palo y gris… suave y ligero al tacto, invitándote a que disfrutes de su textura y te recreas sobre el… con las yemas de los dedos vas recorriendo mi pecho por encima de ese sujetador, dejando caer muy despacio mis tirantes hacia mis brazos… excitante, muy excitante y placentero…

Tus labios, tu boca acarician a la vez mis senos… y yo empiezo a sentir tu excitación… te noto muy excitado, mis manos desabrochan tu cinturón, tus pantalones… y entran entre tu ropa interior y tu cuerpo… si, estas muy excitado… tu polla esta erecta, dura… muy dura, nos vamos perdiendo por los deseos y las sensaciones…

Aquí no… te digo que aquí no, que temo a las miradas furtivas… vámonos a casa.

Sin mediar palabra… sin apenas decir nada, nos vamos de ese lugar… pareces enfadado, pero yo se que es lo mejor… en casa, en nuestra cama, sin interrupciones, sin miedo a ser observados… solos tú y yo.

Mientras llegábamos a casa… desabroche tu cremallera y me facilitaste que mis manos siguieron acariciando tu polla y tus huevos… por eso hiciste el trayecto un poco más largo, para disfrutarlo un poco más…

Entramos en casa… y me coges entre tus brazos… con deseo, con pasión… besándome con fuerza, mordiéndome a la desesperada y a la vez con miedo, para no hacerme daño… me acercas a ti, me aprisionas junto a ti… siento tu miembro erecto, excitado… mas excitado que momentos antes.

Me llevas a la cama… y te despojas de tu ropa lentamente… mientras yo te miro expectante y sonriente… después me vas desnudando poco a poco… mi blusa, mi sujetador y paras… paras para besar mis pechos… sentir en tú boca mis pezones duros, erectos… con tu lengua los vas rodeando y mientras tus manos los acarician más y más…

Una de tus manos… va levantando mi falda… muy poco a poco, tu mano sube por mis muslos abriéndolos suavemente… y yo me dejo hacer, quitas mi falda… y ya solo queda la parte de abajo de mi ropa interior… primero me acaricias el pubis por encima y vas introduciendo uno de tus dedos, después otro… y otro, hasta que tu mano esta entre mi cuerpo y mi braga… jugueteas por mi vello púbico… haciendo que me excite mucho más.

Se que te gusta, que lo deseas… que para ti es parte del ritual amoroso… besar mi pubis, con tu lengua acariciar todo mi volcán… sentir en tu boca mi excitación… y también sabes que a mi… me vuelve loca.

Quiero sentirte dentro… que tu miembro entre dentro de mi, que se mueva y calme mi fuego… quiero llegar al clímax contigo, junto a ti, te lo dijo… te lo dijo con mi voz entre cortada y jadeando… cariño mío hazme tuya… hazme tuya no solo una vez… si no toda la noche sin descanso.

Abres mis piernas mientras yo me estremezco de placer… y levantas mis glúteos con suavidad y a la vez con fuerza… mientras tu miembro me espera va rozándome los muslos…jadeo sin descanso, sin tregua y te digo… adelante, no demores más… y empujo con mi mano a tu miembro… que entra dentro de mi… suspiro y te miro… contemplo tu cara, contemplo como te muerdes los labios, cierras los ojos… y lanzas un gemido, jadeas, jadeas… otra vez.

Te mueves despacio pero sin pausa… una y otra vez… sigues moviéndote, uff

Dios mío… quiero esperarte… para alcanzar el clímax… pero no puedo esperar más… necesito sentir todo el placer, el deseo que durante toda la tarde tengo acumulado… quiero correrme… lo necesito, te lo digo… quiero correrme y a la vez que tú… y tú me dices que espere solo un poco más… solo un movimiento más… que ya esta… me llenaras mi cuerpo de todo el semen que llevas acumulado… tanto que lo sentiré por mi vagina, mis labios, mi pubis… por todo.

Jadeas de nuevo… y esta vez lo haces una y otra vez… y caes con dulzura encima de mi cuerpo, mientras me abrazas y me besas… 

Todavía sigue tu miembro… duro y erecto, como si quisiera seguir más… pero la noche ha sido completa y deliciosa… como yo deseaba, como tú necesitabas… te recuestas junto a mi abrazado… y quedas dormido mientras me besas sin cesar.

Amanece… de nuevo amanece, de nuevo a mi lado estas… todavía estarás conmigo otro día más… despiertas y abres los ojos… me llamas y acudo a tu lado… me das los buenos días con un beso y me preguntas… 

Donde iremos hoy ¿? Saldremos a algún lugar ¿?

No… hoy no iremos a ningún lado… hoy quiero amarte, amarte tanto… que no me puedas olvidar.

Feliz regreso a casa… todavía no te habías marchado… y ya te extrañaba, sentía tu ausencia… bienvenido al hogar.

 

Dama.

(9,50)