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Papi, a la orden!

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Sucedió durante unas elecciones internas en Honduras, para escoger los candidatos para las elecciones generales. Esta actividad genera un entusiasmo desmedido y desborda las pasiones en los activistas de los dos principales partidos del país. Y yo deseaba aprovecharme de estas circunstancias, consiguiéndome una linda verga que me hiciera pasar bien las elecciones, no importando que esta fuera colorada o cachureca (modismos que se le dan a los dos principales partido políticos catrachos, el Liberal y el Nacional).

Ha mi me toco ir a votar a una escuela, en el centro de Tegucigalpa (la capital de Honduras) y después de esa cívica labor, me fui la casa a arreglarme un poco, para ver que ¨candidato¨ me escogía o me cogía esa noche.

Ya la ley seca había terminado y todos los bares y restaurantes estaban llenos de gente, expectantes para conocer los resultados de las elecciones, que poco a poco iban reportando.

Me senté en la barra de un pequeño, pero confortable bar, en el centro de Tegucigalpa, cerca del parque central. Siempre me ha gustado ese lugar, ya que llega mucha gente joven, profesionales en su mayoría, gente con todo el ánimo de vivir y con la energía suficiente, como para pasar culeando toda la noche. Ahhhhhhhhh!. Mi culo se esta poniendo caliente sólo de pensar en ello!

Pero lo más interesante, es que los baños y urinarios quedan un poco retirados del bullicioso local, como a unos 5 metros y lejos de miradas indiscretas. Y parece que fue hecho para mí deleite. El urinario es una simple pila de concreto, de unos tres metros de largo, sin ninguna división. Allí pueden estar unos 6-7 machos, trastocando sus deleitable y deseadas pijas y al acecho de mi ojo atrevido. Mejor dicho, de mis tres ojos¨ , ya que mi ¨ojo trasero¨ también se deleita con sentirlas tan cerca, aunque más le gusta tenerlas adentro!!. Y allí pueden ocurrir cosas tan sabrosas, porque el tiene dos baños con puertas, en el que uno sólo se mete con el amado y ya. A gozar se ha dicho!!.

Bien, volviendo al relato, Llegué a la barra y pedí una Port Royal, cerveza nacional suave. Recorrí visualmente el lugar y allí mucha gente, sin embargo y vaya coincidencia, a mi lado estaba un joven, de unos 20 y tantos años, un poco más alto que mí, de 1.70 metros. Era un tipo de piel trigueña clara y pelo crespo, negro. No era un ¨adonis¨, pero tampoco era feo. Lo que me agrado, es que él andaba con una camiseta del candidato presidencial por el cual había ido yo a votar y que llevaba un candidato a alcalde, que se había hecho famoso, por su frase de ¨papi, a la orden¨.

Por ello, comenzamos una plática, sobre política, buenos y malos candidatos, la expectativa de Martín, que así se llamaba, mi futura conquista, sobre como el tenia la esperanza que su movimiento ganará, porque el era un buen activista y podría contar con chamba (trabajo) en el próximo gobierno, etc.

La platica estaba muy animada y así pasaron algunas horas, entre cervezas, alegrías al escuchar los resultados de las urnas y yo que no paraba de tirarle algunas miradas coquetas, de rozarles los muslos y de pegarme a él, cada vez que iba al baño, ya que lo estrecho del lugar, me permitía esos privilegios.

Una vez que el fue al urinario, yo me le peque detrás y llegue en el justo momento en que el estaba orinando. Y que espectáculo señores. Tenía ante mi vista una linda verga, de unos 8 centímetros que le colgaba completamente flácida y tenia unos huevos bien proporcionados,(ya que es de los que se bajan el pantalón y se sacan la pija con todo y blanquillos para orinar). Todo ello rodeado de una selva negra de largos y rizados vellos. El tronco de su pene se miraba bastante surcado de gruesas venas en todas direcciones. Que ganas de daban de pegarme allí y pedirle que me diera de su sabrosa leche, pero habían más personas en el lugar y simplemente platicamos de el impulso de botar las cervezas, de los tamaños de vergas, de la pena de unos por que otros se la vieran y otras cosas triviales.

Regresamos de nuevo a la barra. Mi amigo, ya estaba preocupado, porque los resultados estaban dando como ganador al movimiento contrario al suyo y el sufría más, por la esperanza de trabajo. Y estaba tomando más de la cuenta. Eran las diez y media de la noche.

Estando en el urinario, lo veo llegar, me dice que ya se va, que va a ver que encuentra, que esta decepcionado y yo me digo… es ahora o nunca. Me le insinuó diciendo que en donde la quiere meter y el me dice, que en cualquier agujero, lo que quiere es desahogarse. Aprovechando esa confusión de sentimientos (no es que siempre ocurra así. Sin embargo, cuando ocurre, hay que aprovecharlo, sino lo hará otro), alargo mi mano y le tocó la punta de su paloma, todavía flácida y con gotas de orín. Se la sacudo suavemente y empiezo a aprentarla, con movimiento a lo largo del tronco.

El se encuentra entre incrédulo y asombrado. Yo, el conocido de hace unas horas y que a pesar de lo raro en el sentido de que mucho le miraba la pija en el urinario y que me le pegaba a su paquete cuando pasaba detrás de mí, cuando iba al baño, el no imaginaba que le haría eso. Pero Martín lo disfrutaba. Cuando acerque mi boca y pegue mis labios a su paloma, semirrecta ahora, dio un suspiro, como para tragarme y cerró sus ojos. Pase un instante así, hasta que ruidos de gente que se aproximaba, nos hizo volver a la realidad y a la compostura.

Martín me dijo que nos fuéramos a su cuarto, el cual estaba a unas 3 cuadras de ese lugar, que quería que se la mamara así de rico y con cierto temor y ansiedad lo acompañe.

Su cuarto era pequeño y con lo indispensable. Luego supe que el vivía con un hermano, en Tegus, ya que su familia era de Choluteca, al sur del país. Su hermano andaba votando en esa ciudad, por lo que él estaba sólo.

Pero basta de palabras. Ahora con algunas fotos que nos tomamos, quitando en lo posible los rostros, por aquello de los amigos que talvez puedan conocernos, les presente un resumen de lo que pasó en la siguiente hora.

Aquí está Martín y su linda tranca. Como les dije, tiene una bella y abundante mata de vello, que le rodea, como un muro, su linda verga y sus redondos huevos. El es delgado y con un barriga plana y bien formada. Pero lo que más me llamó la atención es su mástil. Un tronco venoso, largo y no tan grueso que remata en una cabeza rosada, muy puntiaguda y del mismo grosor que el resto del miembro. Rica al chuparla, porque los labios se deslizan mejor.

Aquí estoy yo, teniendo ese bello placer de chuparle toda la hermosura a Martín. Tiene un olor peculiar a talco, sudor y loción. Empiezo mamándole la cabeza, llenándosela de saliva con movimientos envolventes, subiéndole y bajándole su gorra con mis labios. Su paloma va creciendo y aprovecho para deslizar mis labios más profundamente, hasta la raíz de su paloma. El no deja de gemir de placer y su pija se estira hasta su máximo. Como se puede apreciar, su vello le cubre hasta la retaguardia , cubriéndole su rico ano, el que de vez en cuando le toco y una vez aproveche para mamárselo. No me dejó avanzar allí, pero se que sintió buen placer!!.

Con una verga bien parada y una calentura que te recorre de pies a cabeza. ¿Qué viene después?

Claro, una buena metida de termómetro, para medirte la calentura.- Y Martín lo sabe hacer muy bien.

Aquí esta cogiéndome muy sabroso. Le dije que sacará un poco la verga, para la foto. Y aún así siento el calor y ricura del resto de su ser dentro de mí. Y la posición ayuda, ya que estoy como sapo en experimento, con las piernas abiertas, para sentir mejor las embestidas de mi macho. Y que embestidas, señores!. Se nota que hace algún tiempo, mi ¨men¨ no cogía. Bien para mí.!

Aquí estamos en otra posición. Esta vez, no hubo oportunidad de foto, para ver su pija penetrándome, y no quiero que me la saque también. Siento un placer que recorre todo mi cuerpo y quiero retener lo más que se pueda su verga dentro de mi ano. UFFFFFFFFFF! , es cansado el estar subiéndome y bajándome, pero ese cansancio se compensa con las siete pulgadas de carne que entran y salen con rapidez de mis entrañas.

De vez en cuando, con movimiento de remolino de mi cadera y metidas a lo más profundo de mí ser, le arranco suspiros de verdadero placer. No lo hago muy seguido, para que mi macho, no acabe muy ligero. Deseo placer a término medio, pero duradero. Lástima que sus colgantes blanquillos, no puedan ser introducidos en mi culo, sino, no los verían en la foto! Jajajajaja!. Estoy muy goloso esta noche.

Esta culeada, que Martín me esta dando, hace que le diga, en este placentero momento: ¡PAPI, A LA ORDEN!, para todo lo que tu quieras hacer conmigo hoy. (Aunque no haya ganado nuestro candidato!)

Después de pasar, unos deliciosos treinta minutos, desde la etapa de excitación y mamada de verga hasta la corrida que Martín se dio, buena corrida por cierto, pero que no tengo foto, ya que en esos momentos, quién piensa en tomar una?. Nos acostamos exhaustos. El enciende un cigarro y me dice, que es costumbre de él, fumarse uno, después de una buena pisada. Le pregunté si la pareció buena y el me dice que sólo había cogido mujeres y sólo por delante, que no le permitían que las agarrará por detrás, por miedo, ya que se la miraban muy grande.

Pero al tenerla dentro de mí, sintió un placer nuevo, ya que la sensación de ir por un canal más estrecho y con varias nuevas posiciones, aparte de la mamada tan rica que le había dado, era algo de no olvidar. En respuesta yo, acerqué mi boca a su paloma y empecé a jugar con ella, dándole algunos mordiscos aquí y allá, chupando sus huevos y chupándole su puntiaguda cabeza. Y ese ¨inocente juego¨ hizo que la tranca de Martín se fuera poniendo enojada de nuevo, como se aprecia en la última foto. Yo lo volteé a ver y él, con una malicia en su rostro me dice: - Ya me la estás parando de nuevo y no respondo. Te gustaría que volviéramos a coger?. Y yo como respuesta le digo: ¨PAPI, A LA ORDEN¨…

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