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MI DON (26)

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Ana y Lara – Honor.

A partir de ese fin de semana en que Lara pasó de ser nuestra esclava a ser la 3º pata de una relación extraña y morbosa,  las sesiones de sexo fueron así, animaladas que me dejaban medio muerto, de vez en cuando Ana y yo hacíamos el amor, recuperábamos cierta parte privada y romántica de nuestra relación, pero era inevitable volver a estar 4 o 5 horas follando entre los 3.  Ana era quien soportaba  mi empuje, cuando me pasaba Lara tomaba el relevo hasta dónde aguantara, logrando mejorar rápidamente, pero al final siempre cedía entre orgasmos y se desvanecía,   luego Ana volvía al poder.

Según pasó el verano nos sobraba una habitación, Lara, Ana y yo dormíamos y vivíamos juntos, Ana era mi novia,   eso estaba claro y era incuestionable, lejos del sexo Lara sobraba, no me aportaba nada, era un  polvo más, no podía competir con Ana en el aspecto sentimental, pero en la cama la cosa se puso tensa. Lara, en un par de meses, estaba siendo una loba insaciable, despertando alguna antipatía en Ana, sobretodo cuando Lara y yo follábamos sin Ana en casa, eran tonterías, piques entre ellas, pero Lara agachaba las orejas cuando me ponía serio a follar, no estaba a su altura, mientras que Ana ella sola podía aguantar a la bestia unas 3 horas y media, añadiendo el anal, Lara apenas llegaba a las 2 horas,  eso sin anal, y muchas veces sin sacar yo la bestia, cuando la sacaba solo con Lara, no duraba ni 30 minutos seguidos, algo respetable, si no fuera por el agravio comparativo con Ana.

La gente alucinaba cuando salía de fiesta con ellas colgadas de los brazos, si bien Ana por si sola merecía más atención que nadie, y yo igual para las mujeres, sumarle a Lara era ir empalmando a la gente sin querer. No pretendíamos hacerlo, pero éramos muy desvergonzados y cachondos todo el tiempo, salíamos de marcha a bailar y tenía que prestarlas atención a las 2, Lara no mostró interés alguno en los demás hombres, pese a que tenía nuestra bendición o incluso consejo, no quería a ningún hombre que no fuera yo. Si bien follando  hacía feliz  a Lara, para mí estaba sola, se conformaba con las migajas de relación que le dejaba Ana, y eso no era sano para ella, aún así disfrutaba de su compañía, y del vinculo tan raro que se había formado, raro y maravilloso a la vez. Estar bailando durante horas con las 2, metiéndolas mano y verlas jugar a ver quien me la ponía dura antes, con sus olores a coco y vainilla me tenían en una nube de erotismo constante.

Mientas Ana seguía igual, Lara cambió, dejó los porros, sin ser una orden nuestra se lo pedimos por su bien, se dejó  crecer el pelo y su forma de vestir evolucionó, paso de hippie a querer ser Ana, y de ahí, a convertirse en la típica pija de gran ciudad, vestidos ceñidos, tacones de aguja y escotes de vértigo, a menudo sin sostén, creo que todo guiado a querer superar a Ana, o provocarme sexualmente, esfuerzos inútiles. Más de una vez la tuve que llamar la atención para que nos dejara a Ana y a mí salir solos al cine o follar tranquilos.

Lamentablemente, le resto de mi vida no iba tan bien, me había pulido  la mitad de los 100.000€ que gané con Madamme, aún había margen, pero si comprobé que  mantener a una novia sale caro, mantener a 2 mujeres lo es más. Mi sueldo cubría mi parte del piso y mis necesidades básicas, pero para cualquier detallito o salida extra tiraba de aquel dinero ahorrado, más el que daba todos los meses a mis padres. Esto, siendo importante, era un tema secundario, Teo y Alicia volvieron a las malas, más de una vez Alicia pidió permiso para dormir en la habitación de Lara, ahora casi desierta.

Charlando con Teo y Alicia después de sus muchas broncas, ya en público, me di cuenta de algo, que con tiempo para pensar era evidente, Alicia se sentía atraída por mi, o mejor dicho, por mi forma de follar y mi polla, eso era claro desde el principio, no soy idiota, pero creía que era una fase o algo sin importancia, hasta que quedó claro que Teo lo sabía, o se había dando cuenta, ya que  tampoco era idiota. Un día de borrachera de  parte del que era mi mejor amigo me confesó que estaba perdiendo a Alicia por mi culpa, por que la estaba poniendo tan cachonda que él no podía sofocarla, y él la trataba peor por ello, sabiendo que era mi culpa, pero sin poder decírmelo, puesto que en el fondo, era él  el   que no podía competir conmigo. A mi me parecían chorradas, habían sido la pareja perfecta durante años, ¿Y ahora por que yo follara bien tenia a Alicia tan perdidamente loca  que iba a dejar a Teo?, esto me lo confirmó la propia Alicia al hablarlo con Ana. La dijo que estaba pensado en dejarlo con Teo, que ya lo habían hablado, que él se iría a casa de sus padres y ella se quedaría en el piso, por la universidad. Una excusa barata, o no, pero en el fondo presuponía que Ana la estaba metiendo la idea a Alicia de ser otro juguete a mi disposición, otro coño al que matar como Lara, ser una concubina más a mis órdenes. Como alguno habrá intuido Ana quería formar una especie de harén a mi alrededor, siendo ella la reina, pero aún siendo  Alicia un viejo sueño,  la respetaba demasiado, sabía que valía mucho más que eso,  y pese a que corté de raíz a Ana en esa dirección, la idea ya no era de Ana, si no de la propia Alicia, que viendo como acepté a Lara, creo que pensó que ella podía ser la siguiente.

Alucinaba por esa cadena de acontecimientos, y de ver, para mi desgracia,  como mi hermanita Alicia, la mujer más serena y con la cabeza mejor amueblada que conocía, se volvía una zorra descarada cuando nos quedábamos solos. Sabía aprovechar su culo y los roces “involuntarios”, y mi forma de tratarla, siempre tan gentil, amable, divertido y descarado, no ayudaba, pero me dolía en el alma, siempre había sido así con ella, siempre lo había sido con todas, pero solo ahora les atraía. Tenía que coartarme,    cuando Teo se pasaba con ella y me ponía de su lado, ya no me daba la razón de forma inocente, si no que sus palabras iban un paso más allá, amenazando con dejarle si no tomaba ejemplo de mí, y eso repateaba más a Teo. Me estrujaba los sesos buscando soluciones para todos, Ana era mi novia, pero estaba centrada en lograr que Alicia, su mejor amiga, fuera también cómplice de nuestro juego sexual. Lara era reacia a ello,  ahora que ella tenía lo que  buscaba de mí,  no quería competencia, pero tampoco   seguir con su vida buscándose un novio de verdad, así que aceptaría lo que fuera con tal de tenerme. Con  Alicia deseando entrar en esa tempestad, pensando en dejar a Teo, el amor de su vida, por echar unos polvos conmigo.

El día de mi 20 cumpleaños, lo pasamos en la piscina, Ana se iba a ir junto a Lara a Granada a pasar parte del verano con sus familias, así que aprovechamos bien los días previos. Al volver a casa de un día tranquilo de baño, Teo y Manu volvieron a salir de fiesta a beber y las chicas se vinieron a casa conmigo. La actitud de ellas me dio mala espina, tramaban algo, pero siendo mi cumpleaños esperaba alguna sorpresa o regalo.

Según llegué a casa, Lara me distrajo el tiempo suficiente como para que no me diera cuenta de su trampa, me cerró los ojos con una venda, también atándome las manos por delante con un brida,  y me llevó a mí habitación,  allí noté como Ana se ponía del otro lado de Lara y comenzaban a acariciarme, metiéndome la mano en la polla, pajeando con inusitada suavidad, notando sus labios buscando los míos con un beso largo y tierno. Me quedé quieto un segundo, su forma de besar y su olor me eran extraños, no olía a coco, ¡¡No era Ana ni Lara!! Me quité la venda al oír a Ana llamarme desde lejos, entonces vi como tenía a Alicia desnuda,  pajeándome,  mirándome con pasión,  y yo atónito.

-ANA: no te asustes, es mi regalo de cumpleaños…..- sonrío mientras se me echaba encima junto a las otras 2.

-YO: ¡¿Que haces Alicia?!

-ALICIA: lo que llevo deseando desde que te oí follar por 1º vez, desde que vi tu polla brillar y tu cuerpo sudoroso saliendo de tu cuarto cada noche…….- sus manos masturbaban con gusto.

-LARA: tú tranquilo, y déjanos a nosotras complacerte……..- casi instruidas, las 3 se pusieron de rodillas, y Ana comenzó a chuparme la polla.

-YO: quietas,  dejad que Alicia se vaya, no pinta nada aquí, tiene novio.

-ALICIA: no  hables como si no estuviera aquí, quiero esto, lo necesito, a Teo no le soporto más, le voy a dejar y te voy a dejar hacerme lo que quieras………- quitó a Ana y se puso ella a dar pequeños lametones a mi polla, agarrándola con ambas manos, traté de apartarlas, pero eran perras de presa, cuando quitaba a una la otra tomaba el relevo, me la pusieron dura y la verdad, mi mente se relajó pidiendo a gritos que me dejara.

Ver a Alicia y Ana besándose, usando mi polla como juguete, y a Lara comiéndome los huevos eran demasiado como para no dejarlas hacer, Ana instruía bien a Alicia en cómo meterse mi polla, pero ella ya tenía sus trucos. Me derretí al ver que Alicia era de las que usaba los dientes, pasándolos de forma tibia por mi glande, las 3 hacían oídos sordos a mis peticiones susurradas de que pararan, que no lo quería, pero mi cuerpo si, la barrera mental de Alicia cedía, y un pequeño Teo en mi cabeza gritaba cada vez menos.

Me llevaron a la cama y siguieron su duelo por ver quien comía más rabo, Alicia, sin estar entrenada por mí,  lo estaba haciendo de escándalo, pero yo seguí resistiéndome sin saber como, quería levantarme pero Ana me conocía bien, puso a Alicia a 4 patas sobre mi cuerpo, dejándome su espectacular culo a mi alcance, aquel con el que había soñado años, totalmente desnuda y goteando de placer. Mis manos hicieron caso del deseo, aquel que había aguantado años, clamando tener ese culo entre mis brazos, así que amasaron de forma suave y lenta aquel par de nalgas coronadas con una cintura de pecado, al notar eso, Alicia se estremeció dejando de comerme la polla, dando vía libre a las otras 2 mujeres. Se incorporó hasta quedar de rodillas con su coño metido en mi cara, olí su interior, saboreé sus fluidos y me extasié al verla frotarse con mi cara.

-ALICIA: vamos, no te resistas, sé que me deseas, lo sé por tu mirada, me has querido desde la 1º vez que me viste, te has portado bien conmigo, has sido un buen amigo y ahora quiero compensarte, cómeme el coño, sé que ansias follárme y te dejaré hacerlo, me follarás como  el animal que eres y me abrirás en dos, tú lo quieres y yo lo necesito………..- se acariciaba el coño masturbándose ligeramente, pero pude detectar cierta dosis de lastima en su voz, y su elección de palabras, “Lo necesito”, en vez de un  “Lo quiero” o un “Te amo”.

Todo lo que dijo era cierto, nada más conocerla, con 12 años, traté de acercarme a ella usando la excusa de enseñarla las conjugaciones,  pero precisamente le presenté a Teo, Alicia se convirtió en su novia, y a su vez, en mi hermanita. De golpe rememoré cada instante en mi cabeza, desde que la conocí hasta ahora, pasando mi vida a su lado, los momentos buenos y malos, cómo siempre había sido dulce y amable conmigo, cuando nadie lo era al estar gordo, cómo me trataba, y lo bien que me hacia sentir. Iba a follármela, lo tenia clarísimo, incluso abrí la boca besando su húmedo interior, pero algo hizo clic, en mi cabeza, por alguna razón vi a mi padre dándome una charla, era totalmente absurdo, tenia al amor de mi vida comiéndome la polla, con el permiso de poder tirarme a  la mujer de tetas más increíbles que conocía, y a la mejor mujer que había conocido, la novia de mi amigo, arrodillada en mi cara pidiendo que me la follara…………. ¡¿Y yo pensé en mi padre?! Estaba mal de la cabeza, pero aquello era demasiado, pero allí estaba mi padre, me miraba decepcionado, y eso me dolió, mucho más de lo que podía estar disfrutando.

-YO: quitaros de encima.

-LARA: ¿Que dices? Déjanos que te llevemos al paraíso.

-YO: apartaos, por favor -  era apenas un rumor, pero ya era titánico que saliera de mis labios.

-ALICIA: venga, no me hagas esto, ahora no – la tristeza oculta en su voz me dio las fuerzas necesarias, Alicia no me quería, solo restaba confundida.

-YO: no lo advierto más, PARAD - las 3 se tensaron y dejaron de moverse, Alicia se apartó de mi cara, mirándome a mí y a Ana,  sin comprender por qué.

-ANA: venga amor, no seas así, solo estamos jugando…….- pero me vio la cara, sabía que estaba enfadado.

-YO: ¡Esto no es un juego!, Esto es la vida de la gente, puedo entender que Lara esté así, pero no Alicia……..- la miré a los ojos -……… tú vales más que esto, no te mereces las migajas ni ser el 2º o 3º plato de nadie, eres la mejor persona que he conocido y te mereces ser feliz junto a un hombre que te quiera y te complete, y ese no soy yo, es Teo, yo estoy con Ana, y tú eras feliz con Teo, no cambies eso por mí, no merezco la pena, no si te cuesta tu relación – Alicia comprendió algo en su cabeza, y se  echó a llorar al entender que no iba a pasar nada, y la cruda verdad de mis palabras.

Me incorporé quitándome a Lara de encima, que me seguía masturbando, Ana se quedó de piedra sentada en la cama, me di la vuelta para ver a las 3 chicas mirándome incrédulas, ni yo me lo creía, tenia a 3 adolescentes  con culos y tetas de campeonato, deseando follárme y yo iba a salir de la habitación por……….¿Honor?. “Gracias padre” dije en voz baja de forma irónica.

Me enfadé tanto que al darme la vuelta, le di un puñetazo a la puerta del armario, la cual se rompió con un crujido horrible, dejando un agujero tremendo ante la cara de miedo o  asombro de las chicas, al sacar los puños con fuerza saqué la puerta del encuadre y se quedó colgando, con tal energía que se cortó la brida de mis muñecas, y de paso, me hice un pequeño tajo en la mano. Salí gritando algo que ni me acuerdo, con un enfado tan monumental que se me bajó el empalme. Me fui a la cocina a lavarme y desinfectarme la herida, a punto de echar a llorar, pasó un tiempo prudencial en que escuché susurros y portazos a mi espalda, y apareció Ana ya vestida, con más miedo que otra cosa.

-ANA: ¿Estás bien amor?

-YO: no,  no lo estoy.

-ANA: siento si te ha molestado, no pretendía……..- la corté con una mirada fugaz.

-YO: sé que no pretendías nada malo, pero te has pasado, no tenias derecho a hacerme esto, no con Alicia, ni tienes derecho a hacerles esto a ellos.

-ANA: yo no les he hecho nada, solo me aproveché de que Alicia estaba frágil, y algo colgada de ti.

-YO: pues como amiga tendrías que haberla apoyado y ayudado con Teo, no haberla llevado a esto, no está bien y no lo quiero………- Ana se iba acercando con cuidado, pese a que no estaba tan enfadado, mi tono era tan contundente que la provocaba estupor.

-ANA: está bien, no seguiré jugando con Alicia, ¿Vale?, Por favor, no te enfades con ella, es culpa mía, castígame a mi……. - se le humedecían los ojos,

-YO: no quiero castigarte, te quiero,  has cometido un error,   no pasa nada, todos los cometemos,  nada va a cambiar entre nosotros, pero esto hay que solucionarlo, no podemos dejar que Alicia siga así con Teo.

-ANA: ¿Que podemos hacer? Mientras vivamos juntos seguirá encoñada contigo, y Teo seguirá cabreado por ello………- de golpe la miré, había dado en el clavo.

-YO: pues habrá que dejar de vivir con ellos.

Solo había una solución, sacarme a mí y a Ana  de la ecuación, dejar que todos volvieran a ser ellos mismos,  sin mí, teníamos que dejar de vivir juntos. Ana y yo éramos un peligro………… yo era un peligro para cualquier mujer que viviera bajo mi techo.

 

Raúl – La solución.

Bien, os aviso, guardar los clinex o pañuelos, las cremas, los dildos o lo que sea que uséis cuando leéis un relato erótico/porno, esta parte no tiene nada de eso, pero es vital para el devenir de los acontecimientos.

No sé que mierda le pasaba a mis cumpleaños, los 18 los cumplí en la cama de un hospital, los 19  dejando a mi 1º novia,  y los 20 habían empezado con un desastroso intento de Ana por regalarme a Alicia, rompiendo la pareja de mi mejor amigo, y enfadándome de tal manera que abandoné la habitación con Ana, Lara y Alicia desnudas, suplicando sexo.

La sensación ahora, visto con espacio y tiempo de por medio, es que desaproveché una grandísima oportunidad, como la gente que aparece en los telediarios “Un joven se encuentra un maletín con 1 millón de € y la devuelve a su dueño”, sin duda un ejemplo de honradez, carisma y sobriedad, pero os aseguro  que ese chico se pasará el resto de su vida soñando con qué hubiera hecho con ese dinero. Ese  era mi caso, después de curarme la mano, (Al romper el armario de un puñetazo me hice una herida más importante de lo que pensaba, en el ambulatorio me dieron 5 puntos en el dorso), y hablar con Ana, me di cuenta de que no podíamos seguir viviendo todos juntos, después del esfuerzo y el trabajo que me costó esa casa, sin llegar a hacer el año dentro,  ya tenía que marcharme.

Era por el bien de Teo y Alicia, mi forma de vivir con Ana no era compatible con mujeres emparejadas, quería tanto a Alicia, y respetaba tanto  a  Teo, que estaba dispuesto a sacrificarme por ellos, e irme de esa casa. Ana y yo lo hablamos, largo y tendido, me quería convencer de que Alicia y  Teo iban a dejarlo, ¿Que más daba irnos?, pero para mí no había vuelta atrás, me creía culpable, e iba a evitarlo a toda costa. Y si yo me iba, Ana dejó claro que me seguiría, pese a que el piso le venía perfecto para la universidad, ya fuera a vivir debajo de un puente o volver a casa de mis padres, ella me seguiría. Lo hablábamos solos, sin que Lara supiera nada, era otra a la que le debíamos devolver su vida, era un mero coño para mí, y quizá imponiendo mi criterio groseramente, decidí que ella también merecía tener una relación normal, y debía dejarlo con ella, era demasiado joven para conformarse con las migajas. No sé por qué pensaba que mi forma de pensar era la correcta, y daba igual la opinión de ellos, si Alicia quería dejar a Teo, o si Lara quería seguir siendo el perro al que le das las sobras, ¿Quien era yo para decidir por ellos?

Pues era el causante, el fallo de base de toda la estructura, mientras las mujeres pudieran verme, oírme o intuir como follaba y como la tenía de grande, era una provocación imposible de evitar, no quiero dármelas de chulo o prepotente, aunque por aquel entonces creo que lo era, pero había un hecho innegable, Alicia era la mujer más sensata, lista y recta que había conocido,  amaba y quería con locura a Teo, y le había sido fiel hasta cuando muchos tíos de mejor porte o físico la habían intentado separar de él. Teo era mono y muy divertido, pero físicamente no era nada del otro mundo, un tío normal, y si analizamos la belleza exterior de ambos, Alicia era un 8, y Teo un 6 raspado. Y si ella, después de todo eso, en menos de 11 meses viviendo juntos, había sucumbido, cualquiera lo haría.

El plan era claro, Ana y Lara se volvían a Granada en unos días a pasar el final del verano con sus familias antes de volver para el inicio de la universidad, para cuando volvieran yo debía encontrar algo donde vivir con Ana, a ser posible no muy lejos de allí, por su cercanía a la universidad dónde Ana iba a seguir estudiando. También quería seguir manteniendo a mis amigos cerca,  evitar la tentación de vivir bajo el mismo techo, pero no cortar de raíz la relación con mis mejores amigos. Aparte, debía buscar gente para ocupar la habitación vacía que íbamos a dejar, y así  cubrir el piso, aunque de eso se podían ocupar ellos mismos, el piso se vendía solo y habría cientos de estudiantes desando pagar por esa habitación. Pero todo eso era prematuro,  nadie sabía nada aún, y así debía ser, hasta que tuviera al menos un principio de idea de lo que demonios fuera ha hacer.

Estudié la 1º opción, volver a casa de mis padres, la idea original al saber que Ana vendría a estudiar a Madrid, pero era inviable, era a las afueras,  hora y media en transporte público a mis amigos y la universidad para Ana, y aunque ahora yo tenía coche y moto, era un gasto en combustible  casi peor. Sin nombrar que, en casa de mis padres, no podríamos follar como ya estabamos acostumbrados. Rechazada esa idea, sopesé mirar pisos de 1 dormitorio o estudios por la zona, pero todo se iba de precio y las condiciones eran horribles, la verdad, acostumbrados ya a nuestra gran y cómoda casa, meternos en una caja de zapatos con goteras no nos atraía,

Tenía los casi 50.000€ que me quedaban de Madamme, pero si tiraba de ello ¿Cuanto duraríamos? ¿Y que pasaría cuando se  terminara el dinero? Ni yo ni Ana queríamos eso, así que me puse a buscar ideas, ¿Pisos compartidos solo de chicos?, ¿Volver a la prostitución?, ¿Pedir dinero? Todo nos sonaba o muy mal, o rematadamente mal, hice llamadas, sacando la vieja agenda, pero nadie me daba soluciones, hasta mi leona, a la que después de tantos meses llamé para quedar, se presentó con un hombre a la cita,  por aquel entonces, su  prometido. Me pilló de sorpresa,  tampoco esperaba que una mujer  de unos 38 años estuviera en su casa encerrada esperándome de por vida, había hecho su vida, como cualquier mujer, y tenían planes de casarse pronto, bastante lío tenían como para ayudarnos. Eso si, en un momento a solas me susurró.

-MERCHE: tranquilo, sigo siendo tu leona, lo seré siempre, solo tú me dominas, él solo me hace el amor, tú me follas como jamás  soñaría - nada que no supiera ya.

La sonreí por cortesía, su mirada echaba fuego al palpar mi polla por encima de la ropa, pero fue fugaz, y yo no estaba para fiestas, llevaba 1 semana follando a desgana. Ana me mataba y hasta Lara se sentía poderosa ante mí, no recuerdo ni si llegué  a tirármelas de nuevo juntas. Mi última bala, la que seria el suicidio, era llamar a Madamme y que me ayudara en lo que fuera, pero eso conllevaría varias cosas, lo 1º volver a la prostitución, seguro, y lo 2º y peor, sacar a Zeus del abismo dónde le dejé, y eso era lo último que quería.

Pero aún había un halo de esperanza, acudí a la única persona con dinero y recursos que nos podía ayudar, (Algo que nunca fue una buena idea). Eleonor, la madre de mis colombianas, era la mujer florero de un magnate millonario, a la que me follé junto a su hija en su día. Desde que me las tiré a ambas  justo antes de la mudanza, dejándolas una nota, no había tenido contacto con ella, si con Yasmine, que había encontrado un buen chico, y según tenía entendido les iba bien. La llamada la pilló por sorpresa, y nos invitó encantada a su casa, un ático de lujo,  a Ana y a mí. La comenté un poco de que iba la historia por teléfono, pero insistió en quedar para vernos, así que quedamos en ir a verla el viernes previo a que Ana se marchara a Granada  el lunes. Ni tuvimos que coger el coche, la casa de Eleonor estaba a 2 o 3 paradas de metro, no más de 20 minutos andando, como comprobamos al ir ese día. Al subir, Ana alucinaba con el edificio, era de alto copete, y nos dirigíamos al ático dónde Eleonor vivía, opulencia y clase por dónde miraras. Al abrir la puerta de casa nos recibió Eleonor con una sonrisa enorme, y pidiéndome un abrazo dándome una serie de besos en la mejilla, totalmente ilusionada. Ana fingió cortesía saludando, al recibir también una serie de halagos protocolarios de Eleonor, Ana sabía al detalle de mi historia con ella, y al verla, tenía motivos para andar celosa. Eleonor seguía siendo una diosa latina, embutida en un vestido azul brillante,  ceñidísimo,  elástico,  que no pasaba de medio muslo y poco escotado para lo que la recordaba,  de cóctel casi, totalmente arreglada,  incluso demasiado maquillada para mi gusto, y con unos buenos tacones, como si estuviera grabando un anuncio o una telenovela.

-ELEONOR: venga pasen, no se queden ahí como pasmarotes, por favor,  que delicia de joven, mire que Yasmine me habló de usted, pero Ana, sois hermosa y venís preciosa…...- su forma de hablar y de tratar a la gente siempre era así de abierta y extrovertida

 

Tampoco mentía, sabiendo dónde íbamos, Ana se puso un traje blanco, con pantalones algo ajustados en su culo pero de campana en las perneras, con un chaqueta abierta a juego, y una de sus blusas rosas chillonas escotadas, con unos buenos tacones, bien peinada en una melena larga,  con un ligero maquillaje y un bolso de mano que le daban un aire a hija de famosa. No sé si es que no quiso desentonar, o pretendió no desmerecerse ante Eleonor, pese a no verla más que en alguna foto, mis palabras sobre ella siempre fueron de respeto hacia una mujer con clase, elegancia y bien arreglada, puede que hasta la sobre estimara, o que al hablar de ella  me brillaran los ojos, y    Ana no quería ser menos. Las 2 eran un escándalo de bellezas y elegancia, cada una a su manera, mientras que yo…..bueno, digamos que no iba preparado, en bermudas y una camiseta vieja y zapatillas. Siempre he tenido mucho calor y en pleno verano no iba a arreglarme para sudar como un pollo, siempre he sido más práctico que coqueto.

Nos hizo pasar hasta el gran salón donde nos sentó ofreciéndonos algo fresco de beber, que aceptamos gentilmente,  sedientos de la caminata bajo el sol, y sentándose enfrente,   cruzándose de piernas y cogiendo una postura tan elegante como sensual, empezamos ha hablar.

-ELEONOR: mírenlos, que parejita más linda, agarrados de la mano como primerizos jajaja, ¿Que tal les va todo?

-YO: bien, la verdad es que estamos en un momento precioso y la quiero con locura…. - mirando a Ana a los ojos queriendo hacerla ver que, aunque estuviéramos allí  con Eleonor, en mi cabeza solo estaba ella -….. y quiero pensar que ella a mí también, aunque no sé por qué, si soy un desastre - rieron ambas.

-ANA: es un bobo, pero es mi bobo, le quiero más cada día,  cuando creo que no me puede enseñar más, me sorprende, y me hace mejor persona…..- me la quedé mirando, no parecía una frase hecha, si no algo que realmente sentía, la besé la mano con ternura.

-ELEONOR: ains, que gusto da ver que  el amor sigue en este mundo.

-YO: ¿Y tu que tal? No he hablado mucho con Yasmine, y no suelta prenda de tu vida jajajaja.

-ELEONOR: bien, muy contenta por que mi hija por fin tenga a un chico tan amable y tal dulce, es un cielo de hombre y la está haciendo feliz…….. - se abrió de ojos mirándome -……..aunque no quiero decir que…….- me miró, y a Ana,  sin saber muy bien como seguir, yo la entendí.

-YO: tranquila, Ana sabe todo, y cuando digo todo, es todo lo que ocurrió entre nosotros…..- Ana asintió  con una media sonrisa, mientras Eleonor tenía su risa de cara de póker, le sorprendería que le hubiera hablado de todo, de hecho, estaba sentada en el sofá contra la que la folle por 1º vez.

-ELEONOR: bueno, pues sin querer parecer muy atrevida, tu hombre nos dio mucho cariño a las 2 cuando más lo necesitábamos, y la verdad es que lamentamos mucho su marcha…….- vaya forma más dulce y delicada de decir que me las había follado hasta reventarlas, que fueron  sodomizadas hasta yo ser su macho,  dominándolas con la mirada, y que echaba de menos mi polla abriéndola en 2.

-ANA: jajajaja ya supongo, es muy especial cuando se pone……..- se había dado cuenta perfectamente de lo que quería decir.

-YO: la verdad, ha sido un placer volver a verte, pero tengo que ser sincero contigo, no he venido por placer, tenemos una situación delicada dónde vivo, y necesitamos ayuda para encontrar piso, he intentado mil cosas pero no sé a quien acudir - siendo en parte cierto, la acentué para dar algo de pena.

-ELEONOR: ¿Y puedo saber el motivo?

-ANA: la verdad es que es Raúl el que insiste en irnos de dónde estamos, vivimos bien, pero han surgido algunos problemas de convivencia con las demás chicas del piso, y quiere irse de allí.

-ELEONOR: entiendo.

-YO: no te molestaría si no lo creyera importante, me conoces, solo quiero tener un sitio dónde poder hacer mi vida sin molestar a nadie por culpa de mi……….carácter - me salió esa palabra como podía haber salido cualquier otra, en realidad me refería a mi polla, y ambas lo sabían, pero manteníamos las apariencias.

-ELEONOR: ¿Y que se supone que puedo hacer por ustedes?

-YO: no lo sé, sé que eres una mujer rica y con influencias, quizá si fueras tú quien va buscando el piso y no 2 críos como nosotros, podrías encontrar algo mejor de precio, o yo que sé, la verdad es que he venido con las manos vacías, estoy desesperado.

-ELEONOR: ay cariño, ojalá pudiera ayudarte, pero estoy atada de manos, no soy rica ni tengo influencias, soy la esposa del hombre rico y con influencias, vivo en este palacio encerrada y atormentada por un esposo que ya ni pasa por casa.

-YO: lo siento, no sabía que hubiera ido a peor.

-ELEONOR: jajaja no se preocupe, son cosas de adultos que gracias a dios ustedes no conocen… - me levanté y me arrodillé frente a Eleonor, a quien se le humedecían los ojos, tratando de aguantar el tipo.

-YO: ¿Sigue saliendo de juerga?

-ELEONOR: si solo fuera eso, antes al menos disimulaba en casa, pero ya ni eso, bebe mucho y se pasa meses sin venir, y cuando viene………..déjenlo, son cosas de mayores - me dio tanta lastima que la fui a acariciar la cara con dulzura, pero ella reaccionó con un gesto reflejo apartando la cara con susto, había visto demasiadas películas y anuncios contra la violencia domestica,  que lo reconocí al instante.

-YO: tranquila, no quería asustarte…...- me miró a los ojos a punto de echar a llorar, dándose cuenta de que yo me había dado cuenta.

-ELEONOR: no, por favor, perdónenme, ando muy tonta jajaja - quiso disimular, pero ya era tarde, hasta Ana se percató y se sentó a su lado, abrazándola.

-YO: Eleonor, sé que no es de mi incumbencia, pero dime, ¿Te ha puesto la mano encima?

-ELEONOR: no……….. por dios……….¿Cómo se le ocurre?, jajaja……… no es así - balbuceaba sin admitirlo, tenía que saber la verdad, saqué al macho que ella recordaba en mi tono de voz.

-YO: ¡ELEONOR, MÍRAME Y DIME LA VERDAD! - me observó como un cachorro al que riñen.

-ELEONOR: no es culpa suya………….- me levanté mordiéndome el puño -……..no se enfade con él,  es culpa mía, yo le provoco y le hago enojar…….. - sonaba  demasiado irreal y típico, como para ser cierto.

-ANA: no entiendo, es como cuando estabas con Raúl, ¿Algún azote o cachete de más? - suspiré por que fuera eso.

-ELEONOR: no, bueno, no es esa forma, Raúl es fuerte y viril, mi marido no lo hace en la cama o para jugar, solo quiere que le respete, y le entiendo.

-YO: una cosa es respeto y otra que te pegue, ¿Que te ha hecho?

-ELEONOR: nada, si casi no está por casa, son solo broncas que tenemos, y yo le enfado por que quiero que esté más conmigo  y se comporte mejor,  pero él me tacha de mantenida y de estúpida, que dónde estaría yo sin  él, cuantos hombres me estrían montando por unas monedas en Colombia  si no fuera gracias a él………… y tiene razón.

-YO: como vuelvas a justificarle el que te cruza la cara soy yo,  ¡¿Cómo permites que ese mierda te pegue? Si se va de putas y todo!

-ELEONOR: es mi marido,  no puedo hacer otra cosa.

-ANA: dejarle.

-ELEONOR: cielo, ya lo he pensado miles de veces, pero mi niña necesita tener una buena vida, y solo la tendrá si yo sigo con él.

-YO: pero puedes divorciarte, y sacarle algo de dinero, ¿No?

-ELEONOR: ya lo miré, pero al casarnos me obligó a firmar un acuerdo prematrimonial muy estricto, si yo le dejo no veré un solo €, y todo está a su nombre.

-YO: pero eso es una locura, si se va meses de casa, se va de fulanas,  ahora llega a casa ¡¡Y te pega!!  ¿Me dices que no se puede hacer nada?

-ELEONOR: ya lo hablé con una abogada, pero todos le tienen  mucho miedo a mi marido, es muy poderoso y controla transacciones de miles de millones, tiene un ejercito de abogados, y nadie se va a enfrentar a él sin tener algo sólido en la mano con lo que poder presentarse.

-YO: vaya mierda de justicia.

Ana fue la lista, y desvió un poco la atención, rebajando la charla, usando el piso como objeto para que se lo enseñara y la distrajera, alucinando con él, la verdad. Mientras ellas deambulaban por allí, yo estaba sentado en el sofá mirando como Eleonor se mantenía entera, con su elegancia y su clase intacta pese a su situación.

Eleonor se disculpó cortésmente para ir al baño a retocarse, unas pocas lagrimas habían hecho perder la posición a su rímel, se metió en uno de los baños, dándola algo de tiempo prudencial me metí a buscarla, estaba de pie frente al espejo, retocándose con algún tipo de esponja con polvos, se dio prisa en terminar al verme,  para que no me percatara de su morado, me acerqué y con cuidado ante su silencio me dejó  desmaquillar todo el ojo.

No me equivocaba, es increíble lo que logran las mujeres con esos botes y polvos, tenía todo el contorno del ojo morado y ligeramente hinchado, con el aspecto de haber estado mucho más grande, y a simple vista no se le notaba nada. Al verlo Ana, que entró detrás de mí,  lloró, y yo por poco no reviento otra puerta de armario, me calmé y fui fuerte por ellas.

Ahora,  tan cerca de ella en el baño, y siendo algo más baja que yo,  vi su exiguo escote, ahora me preocupaba, así que sin mucho disimulo la bajé uno de los hombros del vestido hasta ver como desde su hombro hasta uno de sus pechos había una marca larga, con un dibujo claro, un cinturón de hombre. La tapé con cuidado y respeto, no sé si tenía más marcas, pero con eso era suficiente, mis problemas habían quedado en 2º plano, mi prioridad ahora era ayudar a Eleonor a quitarse a aquel hombre de encima, y con una simple mirada, Ana no solo me entendió, si no que me dio su apoyo y consentimiento, le brillaban los ojos de rabia, mientras acariciaba la gargantilla que le regalé. Puse a Eleonor mirando al espejo, para que se viera, con el ojo hinchado.

-YO: ¿Que necesitas para hundir a ese cabrón? - se miraba en el espejo empezando a darse cuenta de lo que ocurría de verdad, ese golpe no era un accidente.

-ELEONOR: no lo sé, un abogado con  valor…..

-YO: le tengo, el padre de Teo es abogado,  y de los buenos - nos había llevado el tema de Ana con su profesor y pertenecía a un bufete bastante respetable.

-ELEONOR: y pruebas….

Nos quedamos unas horas más charlando, animándola un poco, distrayéndola, me enteré que Yasmine casi no pisaba esa casa ya, harta de que su madre fuera tan pasiva ante su padre, no se había emancipado  por no dejar sola a su madre,  pero estaba con el novio todo el día. Me contó que se enfada mucho con su padre y una vez tuvo que “mediar”, lo que entendí fue que recibir golpes, para que su padre no pegara a la hija, no se soportaban y discutían hasta irse de casa días seguidos mientras su padre estuviera viviendo allí. Eleonor  se sentía sola, y  el marido volvería en una semana a casa, no necesitaba más, nos despedimos con un saludo y la dije que sabría pronto de mí.

La verdad, ese fin de semana fue raro, hice el amor y follé con Ana, era la despedida antes de su marcha, fueron sesiones ambiguas, los 2 con la mente en Eleonor y su problema, hablando más que teniendo sexo. Incluso me desahogué con Lara un par de veces como despedida, iba a echar de menos aquellas tetas, y hasta Alicia volvió a intentar meterse por medio al oírme con Lara. Entró en la habitación pero la saqué sin un ápice de duda. Siendo todo erótico, lo dejo pasar sin narrarlo, no era nada que no lleve 2 relatos contando, y me parece más entretenida la consiguiente trama.

Según me despedí de Ana en el coche del tío, que las fue a buscar el lunes a ella y a Lara, con Ana dejándome claro que me quería, y que sin ella, no me acostara con nadie, incluso Eleonor estaba vetada por mal que estuviera. Algo que pese a que me parecía ridículo recordármelo, me pareció correcto y un bonito detalle.

Comencé a maquinar, lo 1º fue hablar con Teo, el cual se vio menos enfadado al verme centrado en otras cosas,  y con su padre, el cual conocía el nombre y vivencias del esposo de Eleonor. Por seguridad y por lógica, todos los nombres y detalles son ficticios e irreconocibles, pero por esos azares del destino, resultaba que el bufete del padre de Teo le tenía ganas al esposo de Eleonor, más que por otra cosa, por que él era el  principal activo de la empresa de exportaciones que estaba dejando molestos al resto de exportadores, clientes del bufete.

No solo aceptaron llevar el caso, si no que contrataron a un par de asesores de divorcios, incluyendo a la abogada que consultó Eleonor, ya que su bufete no llevaba esas cosas. Le pedí una copia de todos los papeles firmados de Eleonor de su boda y los estuvieron trabajando durante días, el resultado era el esperado, no había por dónde meterle mano, todo estaba atado y bien atado. Eleonor no podía dejarle sin tener nada en contra suya, y los abogados no se iban a meter en medio de una guerra de ese tamaño sin tener nada sólido, me trataban como si fuera un crío de 13 años, y si, tenia 20 y era un niñato a sus ojos, pero siempre he parecido más tonto o lento de lo que soy en realidad,  así que pregunté, ”¿Que necesitáis?”, “Pruebas fehacientes de infidelidades o maltrato, el acuerdo prematrimonial está tan bien cerrado de su lado, que no se preocuparon del lado de él, es tan simple que podemos usarlo en su contra, si le pillan con otras o pegándola, no solo puede divorciarse, si no que le podría arruinar y quedarse con todo su patrimonio y su dinero”.

 Me dejaron claro que, hasta que no tuvieran esas pruebas, no moverían un solo dedo. Todo lo llevé yo y a espaldas de Eleonor, no podían relacionarla directamente viéndola pasar por allí, alguien podía irse de la lengua, es un mal ejemplo, pero las horas de cine  y series me habían llevado a  aplicar conocimientos ficticios a la vida real, no quería que Eleonor “Desapareciera” el día que encontramos pruebas, y me llamara diciéndome que tenia algo gordo y al acudir,  no encontrarla. Lo iba a  hacer bien, y por lo visto, lo iba a hacer solo, los abogados no ayudarían a encontrar pruebas, y no podían contratar a detectives, podrían venderse a la primera de cambio o hacer ruido que llegara  a los oídos de gente no deseada, prácticamente me insinuaron que me buscara la vida yo solo, eso fue lo que hice.

Pues así sería, me fui a la tienda dónde compré el bolígrafo espía de Ana, cuando me temí que su profesor la tiraba los trastos, y me hice con todo un equipo, grabadoras  de vídeo y audio disimuladas en bolígrafos, flores, osos de peluche, cajas de cigarrillos……me dejé una buena cantidad de dinero, pero todo merecía la pena, y la verdad, la sensación de 007 atrae bastante. Fui a visitar a Eleonor con todo aquello, y sin explicarle demasiado, fui colocando las cosas, no quería que supiera mucho, si no podía desmoronarse, sobreactuar o mirar a cámara, y eso, no solo podía echar al traste cualquier intento, si no que podía ponerla en peligro si su marido se daba cuenta. Lo dejé todo listo y preparado para la llegada de su marido al día siguiente, dejando en la habitación de matrimonio, el salón y la cocina, gran parte de los aparatos, pero al final tenía toda la casa cubierta de alguna u otra manera, sobretodo con las cámaras, que aparte de grabar, emitían en directo a un PC portátil enlazado. No eran tan pequeñas como podía esperarse de cámaras espía, así que las ubiqué bien alto, el marido no llegaba al   1,78, no las vería encima de un armario o de la nevera. Esa era la parte del maltrato, si se daba quería tenerlo documentado, demasiado trabajo para algo que puede que no pasara, según decía Eleonor, pero un instructor de esgrima de ayudó en su día, me enseñó una frase de marketing que se me quedó grabada, “Ten en cuenta todos los escenarios,  y una vez analizados empieza preparándote para el peor, así siempre estarás listo si se da.”.

Ahora tocaba la parte del adulterio, menos sufrida en caso de darse, pero mucho más complicado de probar, pensé e ideé como ponerle escuchas o videos encima todo el tiempo al marido, pero eso no me aseguraba nada.

 1º Tendría que serla infiel, que podía no serlo,  y estar 3 o 4 días detrás de él sin lograr nada.

2º Tener aparatos de vigilancia encima, pensar en como ponérselos, y que los llevara todo el tiempo.

3º Tenía que recuperar los aparatos sin que se diera cuenta, algo difícil si logras que lleve algo encima.

4º Lo peor, es que yo no podía saber dónde y cuando pasaría, como para poder reaccionar, tenía mucho tiempo libre y solo trabajaba los fines de semana por la mañana después de unos cambios de turno, pero no podía estar encima siempre, inicialmente por que soy un ser humano,  necesito comer o dormir, y principalmente por que él podía reconocerme si me ve más de 3 o 4 veces.

Soluciones, la más obvia, darle algún regalo que llevara encima siempre, duplicado, así al darle el cambiazo no lo notaria, o bien meter vigilancia en algo que llevara siempre, aposté por los 2. Compré 2 plumas bastante elegantes, a una la llevé a la tienda espía para que la modificaran y le pusieran una grabadora de larga duración con enlace a mi PC, la otra idéntica la guardé. Eleonor me contó que él siempre iba con traje,  la ropa podía cambiársela, pero su maletín no, llevaría muchos documentos importantes y siempre llevaba el mismo, incluso esposado a la muñeca, tenía que hacerme con él las horas suficientes como para ponerle algo y devolverlo sin percatarse. Eso era lo “sencillo”, ahora tocaba pensar en cómo pillarle, el principal problema es que no podía saber cuando  seria infiel, hasta que me di cuenta de que si podía, como cuando invité a mis chicas a la fiesta dónde Madamme me hizo el examen, si bien no podía controlarle a él, si podía controlar con quien, o al menos tentarle en entornos controlados, solo necesitaba a una mujer dispuesta a ligárselo y tirárselo sin reparos.

Tenia claro que 1º obtendría las pruebas y se las llevaría a los abogados, ellos decidirían si eran suficientes antes de descubrirnos, no podía arriesgar a Eleonor antes de estar seguros,  presentarnos en mitad del polvo o cosas así no era una opción. Tenía una larga lista de mujeres a las que podía llamar y pedirles que lo sedujeran, pero todas lo harían si me las follaba, o  hasta podía formar a una cualquiera de la calle hasta tenerla tan sumisa que aceptara aquello, pero Ana me dejó claro que nada de sexo para mi, eso complicaba las cosas, necesitaba putas, y no había otra mejor que Madamme para ayudarme, de hecho, si era tan putero y adinerado apostaría un dedo a que ya se conocían. Me debatí internamente, mucho, si quería y precisaba la ayuda de Madamme, debía de hacerlo como Zeus, ordenando, no pidiendo, pero no quería volver a ser él, así que probé con mensajes de texto, si la llamaba me notaria en la voz que no era Zeus.

-YO: “Te necesito” - un mensaje corto y claro.

-MADAMME: “Soy tuya, ¿Que puedo hacer?”- parecía que seguía a mi servicio, ni preguntó nada de mi adiós,   ni mi tardanza,  ni de mi regreso.

-YO: “Tengo que pillar a un marido poniéndoselos a su mujer, necesito una puta que lo seduzca, se lo folle y se vaya, necesito saber donde y cuando con antelación, y él no debe enterarse de nada,”

-MADAMME: “Alguna preferencia respecto a la chica”

-YO: “No lo sé, ¿Conoces a xxxxxxxx?” – le di el nombre del marido.

-MADAMME: “Si, tengo a su chica preferida, de hecho nos ha llamado para decirnos que estaría por la ciudad y que la preparemos, te avisaré con los detalles”

No me extrañó que estuviera en la cartera de clientes de Madamme, pero sí la facilidad con la que obtuve lo que buscaba, como era lo que pretendía,  no le di más vueltas.

Preparando una maleta con todo, me fui a casa de Eleonor, y me instalé en la habitación de invitados, nunca la habían usado, y el marido jamás entraba allí, solo tenía que hacer poco ruido y ni se enteraría de que estaba allí. Así tenía buena conexión con los dispositivos, y me daba margen para intervenir si el marido se pasaba de la raya y llegaba a pegarla demasiado, de hecho Eleonor me dio la llave para que cerrara por dentro y evitar sustos, y otra llave del piso para poder salir y entrar. Conecté todo y me preparaba para el show advirtiendo a Eleonor de que no dijera ni actuara de ningún modo distinto, yo no estaba allí a todos los efectos, para bien o para mal,  si queríamos que saliera bien no podía descubrirme,  incluyendo Yasmine, que no supo nada, que vendría con el novio a ver a su padre los días que estuviera allí.

Llegó la tarde y Yasmine entró en casa con su chico, yo, pertrechado en la habitación de invitados, veía y oía todo desde las cámaras y los micros, con unos grandes cascos puestos en el portátil que tenía todo conectado. Después llegó su padre, con una actitud socarrona y de felicidad, la verdad, me sorprendió la farsa de actuación de Eleonor, saludándole como una esposa devota, a Yasmine le costó disimular. Se sentaron a charlar de trivialidades con algún amago de bronca entre Yasmine y su padre, sofocada por su madre y el novio, las horas fueron pasando hasta la hora de cenar, todo iba bien, hasta que a Yasmine le dio por levantarse de la mesa antes de que terminara su padre,  que habiendo bebido ya alguna copa de vino, elevaba la voz a cada frase, llevándolo a una discusión que no se pudo calmar. Eleonor trataba de sosegar a su marido y solo lograba enfurecerlo, dando golpes en la mesa sobre que él era el hombre y se le iba a respetar, me mordía la lengua y me contenía las ganas de salir y darle de hostias. Mi padre me enseñó muchas cosas de la vieja escuela, una de ellas era que el respeto se ganaba, no se imponía, y su forma de tratarlas me ponía muy nervioso.

Al final Yasmine se fue al cuarto con el novio, y no se supo de ellos hasta el día siguiente por la mañana. Vi como retozaban en la cámara que puse en su cuarto, ver su trasero de nuevo desnudo me animó la noche, pero estaba centrado en Eleonor. Seguía charlando acaloradamente con su marido, que estaba harto de llegar a casa y que le trataran así, sin dejar de beber, ahora ya pasando al whisky en el salón, y se puso algo sobón con su mujer. La bebida y el hecho de que Eleonor era una belleza, y su mujer, le daban completo derecho, pero su forma de tratarla era poco delicada y muy burda, la cogió de la mano, y metiendo la otra por debajo de su vestido, la subió al piso de arriba casi a la fuerza rebuznando palabras calientes que no encendían nada. Vi la 1º oportunidad, se había dejado el maletín abajo, pero dudé en salir, lo que le dio al marido a pedir a Eleonor que bajara a por él, ciertamente no se separaba nunca, ni  antes de dormirse. Al bajar Eleonor salí a hurtadillas.

-ELEONOR: ¿Que haces?

-YO: necesito el maletín y un par de horas para meterle una cámara y un micro.

-ELEONOR: imposible, lo quiere en la habitación ya.

-YO: súbeselo, pero tienes que lograr distraerlo y que se duerma profundamente, me tienes que dejar margen.

-ELEONOR: ¿y como quiere que lo haga? Si se despierta y le ve,  nos mata.

-YO: eres su mujer, algo se te ocurrirá……………. sube ya antes de que sospeche.

Se llevó el maletín andando con dudas, en el PC vi como lo dejaba en una silla cerca de la puerta, ante la mirada de su marido, algo tambaleante ante el alcohol ingerido. Eleonor se rascaba la cabeza pensando, hasta que sin más se abrió el vestido y lo dejó caer ante la mirada atónita de su marido y la mía, se echó encima de su marido y comenzó a besarlo como parecía que no hacían hace tiempo, en la cara de su marido se notaba, pero poco le importó, se centró en acariciar y desvestir de ropa interior a su mujer, y haciendo lo mismo comenzaron a follar.

De inicio con una mamada de escándalo de ella, que se la puso dura, era difícil con la posición y la cámara averiguar el tamaño, por las manos de ella deduje que serian entre 14 o 17 centímetros, me costaba ver el capullo ya que estaba siendo engullido con pasión. De eso, pasaron  a follar, y allí ya no había otra, era mi oportunidad, Yasmine y el novio dormían cansados de su amor y el maletín estaba sin vigilancia. Subí como el rayo hasta pegarme al marco de la puerta, e intuyendo los mayores momentos de pasión en los gemidos que oía, abrí la puerta con cuidado, solo un poco, vi a Eleonor montando a su marido, que estaba tumbado en la cama boca arriba disfrutando de su mujer mejor de lo que recordaría, estando la puerta de lado a la cama, no podía hacer nada sin que me vieran, así que esperé.

Eleonor ayudó, su cadera era fuego y se recostó en la cama, echándose a su marido encima,  ahora,  dándome la espalda, llevando el ritmo de su cadera. En un instante abrí la puerta cogí el maletín y cerré despacio, creo que Eleonor me vio, pero me daba igual,  aquel hombre estaría ocupado unos minutos al menos. Bajé a mi habitación y allí comencé el bricolaje del maletín, haciendo un fondo falso imperceptible pegándole una especie de grabadora con membrana muy fina, y atornillando en uno de los laterales una mini cámara espía diminuta, disimulada metida dentro del forro de piel. Quise darme prisa, pero Eleonor llevó a su marido a correrse antes de lo previsto, y sabiendo que el maletín no estaba, se dedicó a chuparle la polla a su marido 40 minutos hasta volver a ponérsela dura, la bebida y su edad no ayudaban a rápidas recuperaciones, pero lo mantuvo distraído una hora. Eleonor lo mató, dejándolo destrozado en el final del 2º polvo,  cayó dormido y ya no me preocupé, estaría así hasta el día siguiente, su cara me era familiar, de agotamiento al  follar.

Para cuando pasaron unas horas  Eleonor bajó,  se había dado una ducha energética y solo llevaba una bata de seda pegada a su cuerpo húmedo. Yo ya tenía el maletín listo, en peso y forma no se notaba nada, había ensayado y visto muchos tutoriales para ello, se lo di advirtiéndole que lo dejara igual, y que no actuara de forma diferente. Me dio un beso en la mejilla  y luego otro en los labios, casi instintivo de la emoción.

-YO: toma, regálale esto a tu marido mañana, es un pluma de buena factura, invéntate lo que sea pero logra que la lleve encima - asintió sin entender mucho, estaba algo avergonzada y perdida, pero confiaba en mí.

Nos fuimos a dormir, por ahora no pasaría nada, lo hice con los cascos puestos, así que con los primeros ruidos de la mañana, desperté con ellos. Eleonor y su esposo hablaban del “espléndido” sexo que habían tenido, allí aprovechó para regalarle la pluma, algo que le encantó a su marido, ella se inventó un historia bastante creíble de por qué le quería tanto, y de que esa pluma sería su amuleto, y que no se separara de ella, así al menos una parte de ella le acompañaría siempre.

Una vez hecho, el día pasó largo, se fueron a comer fuera para celebrar el regreso del marido, aproveché para comprobar el vídeo y audio del maletín que se llevó consigo, resultó perfecto. Yo comí también y volví a mi cueva, por la tarde la verdad es que parecían una familia querida y cordial, pero a la hora de la cena otra discusión, mayor que la noche anterior, llegando a agarrar de malas maneras a Yasmine, que gracias a su novio se liberó, siguieron gritándose hasta que Yasmine se fue arriba, pero su padre la siguió, empezando a beber  otra vez. Tanto la gritó, que al final Yasmine y el novio se fueron de casa, llorando y llamándole de todo, eso dejó a Eleonor sola con su maltratador, el cual comenzó a gritarla a ella por no poder hacerlo con la hija, bebiendo e increpando a partes iguales.

 Eleonor esa vez no se cayó al ser su hija la acusada, elevando el tono también, eso chocó con un macho herido que quiso volver a dominar, de forma grosera y animal se echó encima de Eleonor en el sofá, forzándola a besarlo. Eleonor se resistía pero no podía más que ceder, yo  me até mentalmente a la cama para no salir disparado a matarlo. La había bajado las bragas e intentaba follársela sin siquiera bajarse los pantalones, le costó un mundo poder tener una erección por la bebida y por que Eleonor no quería, pero estaba aprisionada. Entonces levantó la mano con toda la intención de pegarla, ella reaccionó instintivamente, dejando de forcejear, sintiéndose poderoso gritaba que solo era una zorra  a la que le gustaba que la pegaran  para demostrarle quien mandaba, no podía quitarle razón, eso mismo había usado yo con ella, pero el encuadre era distinto, ella quería ser dominada por mí, ahora estaba siendo violada, bueno, no, forzada a follar, o la pegaría.

Aceptando su destino, y sabiendo que yo no podía acudir en su ayuda sin descubrirnos, Eleonor se colocó y dejó hacer al hombre, que seguía intentando follar sin quitarse la ropa, al final logró penetrar y mal follar,  puede que ni 10 minutos, antes de correrse, con gestos torpes y mal llevados. Le aba azotes en el culo pidiéndola que se moviera, preguntando que por qué no era la puta de la noche anterior y se la comía un rato, esta se negó increpándole groseramente, pero ahora no hubo amenaza, levantó su mano y la dejó caer sobre la cara de Eleonor. Ahora si se quiso quitar de encima a ese hombre, gritando pero este solo respondía con continuos amagos de bofetadas, tanto insistió que un manotazo  la dio de lleno. Mientras ella temblaba de miedo,  el reía jocoso moviendo su polla flácida como si de verdad la tuviera tiesa. No sé que hubierais hecho vosotros, pero a mí me estaba costando un mundo no salir, ni miraba ya a la pantalla, pero era peor oír a Eleonor suplicar que no la pegara  al otro lado de la puerta y no salir. Claro que podría haberlo hecho, pero eso desencadenaría muchas preguntas, y lo más probable, que hubiera sido peor para todos a la larga, a eso me aferraba como un clavo ardiendo.

Cuando volví a mirar el marido agarraba del pelo a Eleonor y tiraba de él con violencia, gritándola la zorra  que era, muchos términos colombianos que no entendía pero el contexto era claro. La agarró el cuello y la soltó un puñetazo que la dejó medio ida, me arrepentiré toda mi vida de no salir en ese momento y descuartizarlo lentamente. Tenía lo que había ido a buscar, nadie que viera esas imágenes podría opinar diferente, pero hasta tener el “Si” de los abogados, no podía actuar sin generar represalias. El marido siguió jugando ahora con el cuerpo medio inerte de Eleonor hasta que se cansó una hora después,  en la que no dejé de llorar de impotencia, él subió la escalera como pudo totalmente borracho y se quedó dormido en la habitación sin llegar a tumbarse del todo en la cama. Salí de inmediato y atendí a Eleonor, hasta que recobró el sentido, echándose a llorar, más que por lo ocurrido, por verme la cara a mí, no sé que pinta tendría pero la mezcla de rabia,  odio y vergüenza propia de mi cobardía,  me llenaba. Fui a por algo de frío para la hinchazón de la cara, le había dado en el mismo ojo que la última vez, “Que tino tiene el carbón”, la dejé  descansada y serena en el sofá de abajo, y volví a mi cueva.

Los siguientes 2 días pasaron igual, Yasmine no regresó y su madre pagaba las consecuencias, fueron los días más duros de mi vida hasta ese día, discusiones continuas, golpes, sexo forzado y una violación, clara y contundente. No la voy  a relatar, sé que a alguno le gusta, hasta he leído varios relatos muy excitantes de “No consentido”, pero esa no es de esas violaciones, de esas en que la mujer no quiere, se ve forzada por la fuerza o la situación, pero con el paso de los minutos y la excitación ante lo desconocido, una buena polla, un excelente follador o la necesidad de sexo de ella, disfruta de el polvo,   aunque se odie. No amigos, la verdad es mucho más cruda y brutal que eso. Lo que vi no me excitó, no hubo erotismo ni sensualidad por ningún sitio, era su marido pero no había afecto,  amor y complicidad, fueron  90 minutos de una mujer pidiendo clemencia,  rota de dolor y humillación, y eso cambió algo dentro de mi ser, algo murió, la decisión de no salir a socorrerla me costó tan poco,  que me dolió más que lo que estaba presenciando.

Ya tenia material de sobra para el maltrato, e igual que me quito el sombrero ante la actitud sobria y serena de Eleonor durante aquello,  soportando solo sabiendo que yo estaba con ella, confiando en mí ciegamente, me hierve la sangre de pensar cuanto tiempo podría haber aguantado eso, si no llego a intervenir, quizá siempre. Esto se puede extrapolar a todas esas mujeres que sufren abusos a diario, peores que estos, y aún así se mantienen calladas. Si odio al maltratador, jamás entenderé a la maltratada sumisa, no hablo de sexo ni de que a una le guste un tío con carácter que la haga sentir segura, o sucia, humillada y le ponga cachonda, hablo de mantener una relación en la que eres un saco de boxeo y poco más, pero contra toda lógica, lo defiendes.

Dejemos ese tema parte, no es el lugar. Llegó la parte del adulterio, al 4º día Madamme me mandó un mensaje, les había llamado el marido para concertar una cita, me dio fecha, hora,  lugar y acceso. Una conferencia de Latinoamérica en un hotel, una de la plantas totalmente reservada para putas, o comúnmente conocida “Zona vip”, a la que tenía acceso. Madamme me coló como seguridad de las chicas, había 4 o 5 como yo, no era raro, aunque si el único que no era de Europa del este.

No quiero alardear ni alargar,  así que simplemente os diré que salió de cine todo, ni hecho aposta, tan predecible como sencillo. Según acabó la conferencia, medio salón se subió a las habitaciones y casi como en un supermercado, elegían chica y a follar a la habitación reservada. El marido había ido solo, tenía preferencia y eligió a la chica que Madamme me mostró en una foto, ya se conocían según noté en su forma de hablar, la chica cogió el maletín y guiñándome un ojo pasaron a la habitación, estaba en el ajo y se iba a ocupar de tener un buen 1º plano. Salí disparado a una habitación reservada a mí, y con el portátil lo vi todo.

La chica no podía ser más distinta de Eleonor, una rusa de 1,84 se altura,  rubia platino y exageradamente delgada y sin curvas para mi gusto, aún así tenia su aquel, con 2 bonitos ojos azules y buenas piernas. Casi como de cine, sentó al esposo de cara a la cámara y se arrodilló delante a chuparle la polla. Con gestos tan hábiles como imperceptibles, lograba que se viera claramente la cara de él bebiendo, su polla y como se la comía, luego le tumbó boca arriba y se metió su miembro medio flácido por el alcohol, estuvo casi 50 minutos follándose una polla floja hasta que le hizo correrse casi por aburrimiento. Entonces, hábilmente le sacó unas cuantas frases, “Eres mejor cada día” “La última vez lo hiciste más largo” ”Con esta van 4 veces que lo hacemos” “Eres la más guapa de las 3 que me he tirado el último año”, todas admitiendo  infidelidades  con muchas chicas. La sesión de sexo no duró, la chica se vistió preparándose para irse, no comprendía, ni lo hago ahora, como ese capullo podía ponerle los cuernos a la pedazo de diosa latina que tenia en casa, por mal follar 1 hora con un puta sin moverse, y sabiendo como follaba Eleonor,  es más sangrante aún.

De vez en cuando, dios, el universo o como querías llamarlo, nos da un premio, merecido o no,  nos da la oportunidad de reivindicarnos o nos da justo lo que necesitamos o queremos. Esa fue una de esas veces, cuando la chica salía, el marido se puso en pie y se fue a por ella como un poseso, con la mirada de atacar a Eleonor, usando las  mismas armas y palabras, de nuevo estaba impotente ante aquello, viendo como la chica pasaba de quitárselo con clase a pedir ayuda, hasta que me di cuenta de que podía entrar a partirle la boca, era el gorila que vigila a las chicas ¡¡¡Estaba para eso!!!. Me levanté como el diablo y corrí hasta abrir la puerta de golpe pillando a la chica suplicando ayuda ante aquel capullo que la estaba  azotando, quizá un gorila normal lo hubiera hecho de otra manera, pero preocupándome de tirar el maletín al suelo para que no se me viera, los separé y con toda mi rabia contenida de varios días, cerré el puño y lo estampé en su cara, sujetándole de la pechera, dejándole tonto, el 2º golpe de mis nudillos le dejó inconsciente, el 3º provocó que la chica me parara el brazo por miedo a que el 4º lo matara. Le había abierto una brecha en la ceja, le partí el labio y le estallé 3 dientes, le rematé dándole una patada en los huevos que lo despertó, para luego hundir mi puño en la boca de su estómago, dejando que cayera al suelo sin aire, y dándole el cambiazo de la pluma aprovechándome de su inconsciencia.

Toda mi educación y adiestramiento en artes marciales de crío, me habían enseñado a no empezar peleas, a no cebarme y a ser honorable con el rival, pero fallé, estrepitosamente. Durante esos  30 segundos no hubo nada de aquello, solo hubo castigo, dejo en manos de ustedes si hice bien o no, lo que sé es que sentí como una losa enorme  caía por mi pecho dejando de asfixiarme, una sensación que me acompañó esos días y que en ese momento, se desvaneció.

Volví a  casa de Eleonor y recogí todo, tenia  suficiente y su esposo saldría de viaje en un par de días, que pasó en el hospital. Cuando se marchó, magullado con la cara hinchada y morada,   la boca mellada y heridas mal curadas. Llevé todo a los abogados, me dijeron que me llamarían en unos días, les di lo principal, cortando horas de vacío o escenas innecesarias, como a Yasmine follando con el novio, a mi correteando por la casa o la paliza. Teo ayudó, era muy bueno con los PC.

Madamme me mandó un par de mensajes diciéndome que ya se ocuparía ella de que a su agencia no le afectara y de que a mí tampoco,  por la paliza, por la cual me felicitó. No era la 1º vez que se ponía tonto con las chicas, pero si la última.

Lo mejor fue que se llevó el maletín tal que estaba, y si bien tenía un número de horas de grabado seguido limitadas, cuando se llenaba, me mandaban un mensaje al portátil, yo las veía y si no había nada reiniciaba de nuevo. A la 4º o 5º  vez empezaron a aparecer putas,  alcohol y drogas duras, algunas reuniones de alto copete con mandatarios de la zona de centro América, no todas muy licitas, todo copiado,  pegado,  y enviado a los abogados, que a la semana me llamaron frotándose las manos. Tenían todo lo necesario, maltratos,  abusos,  evidencia de infidelidades y delitos varios, incluyendo una sorpresa final, siendo consumidor de drogas duras, llevaba  cierta cantidad siempre encima, y eso cambiando de país con la valija diplomática, le podían meter un puro por contrabando de drogas. Se pasaron otras 2 semanas preparando el caso, no ya de divorcio, el cual hasta contrataron más personal especializado como recompensa y agradecimiento, es que tenían material para hundirlo en la miseria de por vida si le llevaban a juicio y se sabia todo aquello.

Pero como es la justicia, mucha de esa información, no referente a Eleonor, acabó en manos de la competencia, que le chantajeó y manipuló desde ese día en adelante como le dio la gana, le daba pánico acabar en una cárcel de algún país del 3º mundo como escarmiento. Así que no se llegó a saber nada de eso,  ni hubo juicio ni denuncias, en  parte me parecía horrible, pero la verdad, si le arruinaba la vida la competencia, no quedaría nada para Eleonor. Así que cuando todo estaba por estallar, Eleonor le plantó la demanda de divorcio, sonó bastante en medios latinos, con los videos y grabaciones, el juicio duró 3 días, aún sin ser consentidas por él, al ser ella consciente, se aceptaron como pruebas.

(Algo que nunca entendí de los juicios,  si te graban matado a alguien, ¿No es una prueba válida por que no sabes que te están grabando?,  “Liberemos a ese asesino,  pobrecillo,  no sabía que había una cámara mientras acuchillaba 20 veces a ese hombre”…………….¿Justicia?).

 

Eleonor – Libertad.

Resumiendo, para cuando volvieron Ana y Lara de Granada, regalándome un desahogo descomunal de 1 día entero sin salir de la habitación con ellas 2,  después de 1 mes y medio sin follar, dejando a Ana otro día completo sin poder moverse, y a Lara 1 semana ida,   Eleonor era la dueña de todo el patrimonio y dinero de su marido. Nunca llegué a saber cuanto exactamente era eso, no me importaba, algunos medios decían que cerca de 200 millones, otros que solo 50, algún medio le sumó el dinero negro escondido en suiza o en paraísos fiscales, algunas cuentas  ciertas y otras falsas, y la cifra llegaba a los 900 millones de €. Eso solo en dinero, al “pobre” hombre le dieron una paga mínima al mes, lo que entendían ellos, casi 4.000€, un sueldazo vamos, pero acostumbrado a su mega vida,  una miseria. Se llegó a pedir  6 años de cárcel por abusos y lesiones, evitó la cárcel por que cedió todo su patrimonio y bienes a Eleonor.

El padre de Teo se esmeró,  representándonos pero dejando al mando a la abogada despiadada de divorcios de Eleonor, en dejarle en la absoluta ruina, en quitárselo todo, casi hasta parecía disfrutar humillándolo en el estrado. A esa abogada le gustaba su trabajo. Al final le quedó al esposo una de las casas que tenían en España, en el norte, creo que en Asturias, lo suficientemente lejos como para obedecer la orden de alejamiento de 10 kilómetros,  y otra de las casas en Colombia, dónde creo que se fue a vivir, el resto fue a parar a Eleonor.

A saber:

3 casas en Madrid

10 casas en España.

6 casas repartidas por todo el mundo, la mayoría en Sudamérica,  pero 1 en NY y otra en Japón.

8 coches de alta gama, 1 yate, una lancha motora, un pequeño avión, y ya  por meterlo en medios de locomoción, un par de caballos pura sangre.

Obras de arte por valor de millones,   hasta Eleonor vendió los derechos de su historia, retocando mi participación, a un canal Colombiano que hizo una película y una telenovela, más una serie de entrevistas y reportajes a prensa rosa latina.

Literalmente Eleonor estaba podrida de dinero y lujo, pero todo era secundario, aunque parezca tonto, lo mejor fue volver a ver sonreír de forma sincera a Eleonor. Cuando pasó un poco todo el boom,  volvimos Ana y yo a su casa, nos recibió Yasmine, que se me tiró al cuello abrazándome hasta casi ahogarme, llorando a moco tendido dándome las gracias por todo, y dándome una bofetada suave por no decirla nada. La hija, sabiendo que iban mal en casa, no sabía hasta que punto su padre   maltrataba a su madre hasta ver los videos del juicio. Yasmine casi odiaba a su madre por aguantar a ese hombre sin saber por qué,  pero  viendo como  mientras la forzaba,  la sometía amenazando con dejar a su hija en la calle, comprendió su error y volvieron a  ser uña y carne. Eleonor le había contado lo que sabía de mi actuación, que no era ni la mitad de lo que pasó, las dejé solo los detalles bonitos de la trama, ocultando mi trampa con Madamme,  por ejemplo.

Detrás de Yasmine estaba su novio agradecido aunque  comedido, y al entrar Eleonor se alejó de un par de abogados que reconocí del juicio,  se plantó en mitad del salón con los brazos abiertos y los ojos humedecidos, acudí a su petición encantando rodeando su cuerpo con mis brazos,  algo apabullado por su actitud, y unos aplausos fríos de los abogados, que me ofrecieron suculentas ofertas para trabajar para ellos como detective, “Lo que has hecho por esta mujer no tiene palabras”, repetían como un slogan barato. Aún así, la di un fuerte abrazo rodeando su trasero,  la levanté del aire dando una media vuelta con ella sonriendo, para evitar  lagrimas, ya no merecían la pena, ni aunque fueran de júbilo.

-ELEONOR: eres un ángel, me has salvado la vida……… y la de mi hija - la bajé al suelo con suavidad.

-YO: solo he ayudado  - ahora se dirigió a Ana, que permanecía en silencio con su eterna sonrisa, agarrándola de la mano.

-ELEONOR: no sabes la suerte de hombre que tienes, ojalá os vaya todo bien siempre.

-ANA: sé perfectamente la suerte que tengo - sonrió torciendo el gesto,   de forma dulce,  al mirarme.

-ELEONOR: por favor, pasad y senstaos, estamos con los abogados terminando de aclarar las cosas, es un lío del carajo.

Nos pasamos un par de horas  allí, charlando, hablando y distrayéndolas un poco. Yasmine y Ana hicieron buenas migas subiendo a las habitaciones o saliendo a la terraza a tomar el sol, Ana estaba negra, si de por sí,  su tono de piel era moreno, y en la piscina  en verano se había tostado, en Granada se acentuó, el contraste con sus ropas de colores vivos y chillones la hacían hasta………..feo. Mientras, Eleonor y yo charlábamos con los abogados de temas distendidos, por lo visto el proceso  aunque rápido en las decisiones, aún llevaría su tiempo, unos 6 o 7 meses hasta tener todo bien resuelto, en los cuales, Eleonor debería vivir en esa casa hasta tener el control de todo el patrimonio. Ya charlando todos juntos en el salón.

-ELEONOR: la verdad, no sabes cuanto le aprecio, nos has sacado de un agujero, no sé como pagárselo.

-YO: no hace falta, solo hice lo correcto, solo espero que ahora que no tienes a tu marido encima, puedas echarnos una mano con el tema de ayudarnos a vivir juntos - pese a que mi motivación inicial era ayudar, tampoco quería perder la oportunidad de lograr mi objetivo de estar con Ana en una casa sin peligro de romper parejas. No ambicionaba más.

-YASMINE: no sea bobo, puede pedir lo que quiera, ahora somos millonarias jajajaja - que pronto se arrepentiría de esas palabras.

-YO: muchas gracias, pero solo con un poco de ayuda para encontrar piso nos vale.

-ANA: hombre……….tampoco vamos a conformarnos, has hecho mucho por ellas - me miró teniendo algo en la cabeza, la lejanía de ese tiempo separados no cortó el vinculo mental que nos unía, mirándola a sus grises y verdes ojos intuí que tramaba algo.

-ELEONOR: claro que si, no se ponga tímido ahora después de todo jajajaja, pidan - los abogados la miraban con risa estudiada, pero sus ojos echaban fuego temiéndose lo peor.

-YO: en serio, no hace falta…..- Ana saltó y me cortó.

-ANA: quiero una de tus casas - la miré horrorizado por su atrevimiento.

-ELEONOR: hecho, ¿Cual? - miré a Eleonor sorprendido de la facilidad con la que aceptó,  a ciegas.

-YASMINE: ¡¡¿Mamá?!!

-YO: no, esperad….- volvió a cortarme Ana apretándome el brazo, queriendo que la dejara hablar.

-ANA: no lo sé, solo conozco esta…………- su desvergüenza iba a más cada día.

-YO: calla por dios ………- la agarré la mano con fuerza, volviendo la cabeza al resto - ……que no hace falta, esto es una locura…..- ahora me interrumpió Eleonor.

-ELEONOR: pues es vuestra, si Raúl la quiere……- Ana casi da un brincó, a la vez que Yasmine, pero por motivos diametralmente opuestos.

-YO: no.

-ELEONOR: si.

-YASMINE: que no.

-ANA: ¿Por qué?

-ELEONOR: ¡Que si! - esto empezaba a marearme, una sonrisa tonta se me escapaba, por la situación de teatro cómico, casi dirigido por guión, y por la fugaz idea de quedarme con esa casa.

No voy a ir de buenazo tontorrón, no lo era, y la idea de pedirle algo así se me había pasado por la cabeza,  eran estrepitosamente ricas, un diablillo en mi interior quería pedir sin descanso, sabiendo que Eleonor,  quizá,  no se negaría a nada, por descabellado que fuera, y por lo tanto,  un solo piso no sería problema. Uno de los abogados interrumpió el carrusel de afirmaciones y negaciones.

-ABOGADO1: no puedes.

-ELEONOR: ¿Por qué no? Ahora es mi dinero y mis propiedades, puedo hacer con ellas lo que quiera.

-ABOGADA1: en realidad, aún no es nada suyo, pese a que su marido renunciará a todo, las propiedades son del estado hasta que se tramiten todos los traspasos y el papeleo, por ahora, como vivíais aquí, solicitamos que este piso fuera “alquilado” por vosotras, para residir durante ese proceso.

-ABOGADO1: por lo tanto, aunque quieras, no puedes alquilar o vender el piso.

-ELOENOR: no voy a  hacer ninguna de esas cosas, se lo voy a regalar – su seguridad era aplastante.

-YO: ¡Por dios! Piensa lo que dices, es demasiado……….- quería ser correcto, pero la idea me estaba empezando a gustar.

-YASMINE: si, ya pensaremos otra cosa.

-ELEONOR: ¡¡Se acabó!! …..- soltó con voz autoritaria poniéndose de pie -…..  he estado soportando casi 20 años a ese cabrón, y en los últimos 9 meses me ha follado, forzado,  pegado y violado cuanto le ha dado la gana, amenazando a mi hija y llegando  a hacerme plantearme el suicidio, solo lo evitó pensar en dejar sola a mi pobre hija con ese mal nacido……este chico…….- me señaló con mirada firme - ….este hombre,  me ha dado todo, y no hablo de burdo dinero o propiedades superfluas, me ha devuelto las ganas de vivir, de seguir soñando y la esperanza de un futuro mejor para mí y mi familia, aquí y ahora decido yo, se acabó ser la tonta y guapa que solo obedece, ahora mandamos nosotras, hija mía, y si lo 1º que hago, no es agradecérselo  como es debido a quien nos ha concedido eso, ¿Para qué quiero esta libertad? Déjenme ser feliz, déjenme hacerlos felices.

(El discurso está mejor hilado y más compacto de lo que ella dijo, y aún así no lograré alcanzar el nivel de emotividad y sinceridad que ella alcanzó).

Se hizo un silencio definitivo en la sala, no había reproche alguno ni argumento posible para ninguno, ni siquiera yo encontré palabras. Aunque fuera excesivo, ¿Quien era yo para negarla su deseo?

-ELEONOR: ¿Que puedo hacer? - mirando a los abogados con ojos altivos y resolutiva.

-ABOGADO1: tienes que vivir en esta casa hasta que se solucione todo, una vez que lo esté, puedes hacer con las propiedades lo que quieras.

-ELEONOR: pues id preparando todo para que cuando sea así, esta casa pase a nombre de Raúl, ¿Oyeron? …..- asintieron los abogados apuntándoselo  bien claro - …..por descontado puedo invitar a mi casa durante ese tiempo a quien yo quiera, ¿No?

-ABOGADA1: claro, eso no tiene nada que ver - Eleonor se giró a nosotros, como una modelo de concurso de TV, se cuadró en mitad del salón extendiendo uno de sus brazos, mientras el otro se apoyaba en su cadera.

-ELEONOR: bien, pues bienvenidos a su casa……- quedó de postal, con el sol de fondo brillando tras la cristalera de la terraza, y se hizo un silencio incomodo, con Eleonor mirándome -……..si Raúl quiere, solo él puede decidir, tampoco les voy a obligar.

Ana casi atraviesa el techo del saltó de alegría, conteniéndose al momento al verme sentado, mirando fijamente a Eleonor, con una sonrisa de……no sé muy bien qué, que no se me quitaba.

-YO: no está bien…….-  la 1º chorrada que me salió, sin sentido ni concordancia, no sabía que hacer.

-ELEONOR: no estaba bien que mi marido me pegara y solo tú lograste hacer que lo viera, déjame devolver el favor.

-ANA: vamos amor, piénsalo, es la solución a todo, seguiremos viviendo juntos en una casa, incluso mejor, no molestaremos a nadie de tus amigos y viviríamos muy cerca de ellos, de la universidad y de tu trabajo.

-YO: pero están Eleonor,  y Yasmine con su pareja.

-NOVIODEYASMINECUYONOMOBRENORECUERDO: bueno, en realidad……- Yasmine lo mató con la mirada, que no tuviera argumentos en contra no significaba que le gustara la idea, él  era un chico callado pero buena gente.

-ELEONOR: es cierto, han planeado un año sabático de viajes por todo el mundo, no pasarán por aquí mucho.

-YO: pero estas tú, no quiero molestarte……..- Yasmine y Eleonor me miraron con la misma cara desganada con que lo hizo Ana, las 3 conocían de mi pasado sexual con ellas, y que lo que acaba de decir era un tontería, si hasta era probable que Eleonor quisiera volver a mi cama. Agachando la cabeza sin más salida,  Ana se arrodilló delante de mí,  acariciando mi cabello.

-ANA: amor, no quiero empujarte en una dirección que no quieres, pero estamos aquí,  y ahora, por que tú has decidido que no puedes mantenerte en esa casa, por Teo y Alicia.

-YO: pero esto no es real, estas cosas no le pasan a la gente, son sueños, aspiraciones inalcanzables, nunca me planteé esto, siempre supuse que trabajaría toda mi vida para mal vivir.

-ANA: todavía puede pasar eso, no te preocupes…..- levanté la cabeza sonriente ante su genuina sinceridad catastrofista - ……pero buscábamos una salida, la que fuera y se nos ha presentado esta gran oportunidad, tú decides.

No había más que decir, todo mi ser quería y deseaba saltar gritando que si, pero una barrera moral que no entendía me lo impedía. Me la jugué, miré a Yasmine, que me observaba ansiosa, nos entendimos rápidamente, la pregunté con los ojos, era la más reacia, había sido su casa mucho tiempo, me escudriñaba con la mirada, con cara de enfado y cruzada de brazos, moviendo una pierna de forma nerviosa y moviendo la lengua dentro de su boca de forma pensativa.

-YASMINE: está bien, toda tuya, a ver si así olvido lo que hizo el cerdo de mi padre aquí………- levantó los brazos con algo de ánimo, dándome su consentimiento con un abrazo, me levanté y la rodeé con los brazos dándola un suave beso en la mejilla, mientras Ana aplaudía ligeramente, con las palmas de las manos pegadas a sus labios,  mientras reía nerviosa dando pequeños botes de emoción.

-YO: pues ya está, joder,  ahora otra mudanza……. ¿Y como se lo explico a mis padres?

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