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Las Sobrinas de mi esposa (segunda parte)

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Después de haber visto el cuerpo casi desnudo de la sobrina de mi esposa ya no dejaba de pensar en ella, la deseaba, mas con la abstinencia que tenia de sexo por el embarazo, trate de no pensar más, pero ella y su hermana me hicieron que no dejara de hacerlo al decirme sus deseos.

Todo el día no sacaba de mi mente la imagen de la Geme1 en ropa interior, y a pesar de haberme masturbado mi verga no dejaba de estar parada, tanto era mi excitación que mi esposa se dio cuenta, solo estaba su hermana en la casa, pues su mama había salido hacer compras, yo trabajaba en el estudio cuando ella entro con un café  y me dijo:

-E:Oye amor, la traes bien parada, se me antoja darte una mamadita.

-Yo: Te estas tardando, ven a mamarmela

-E: Pero mi amor, estamos en el estudio, mi hermana podría vernos

Anteriormente habíamos peleado mucho por esta situación, saber quien mandaba, como ya lo había comentado ella estaba acostumbrada a que se hicieran las cosas a su manera, pero conmigo las cosas habían cambiado (eso lo contare en otro relato), asi que me le quede mirando y ella se hinco frente a mi, me empezó a desabrochar el pantalón y me dijo:

-E: Como tu mandes Amo.

Ella saco mi verga y la empezó a tocar, la miraba mientras me masturbaba lentamente, poco a poco se fue acercando y empezó a darle pequeñas lamidas, su lengua era exquisita, recorría desde los huevos hasta la punta mientras me decía:

-E: Le gusta como se lo hago Amo, dígame que quiere que haga y lo hare, para eso soy su putita.

Tenerla así y escucharla me excitaba de tal forma que me volvía loco, y ella lo sabía, por eso lo decía. Empezó a darle pequeñas chupaditas en la cabeza, pasaba su lengua y después la chupaba, tenerla hincada frente a mi mientras yo estaba sentado en el sillón d oficina era espectacular, entonces cuando menos me lo esperaba se la metió hasta el fondo, sentí como topaba en su garganta y como hacia lo posible por meterse más, pero no pudo metérsela toda. Mientras disfrutaba la mamada de mi esposa, cerré los ojos y me vino a la mente la imagen de la Geme1 en ropa interior, y mi excitación aumento. Ella seguía metiéndosela en la boca y lamiendola, me masturbaba mientras no dejaba de decir que era mi puta, que estaba para servirme.

Habíamos dejado la puerta del estudio entrecerrada, a este punto estábamos demasiado excitados que ya no importaba nada, aun así no evitaba voltear de vez en cuando por si veía que alguien se acercaba. No recuerdo cuando tiempo había pasado, pero en la última vez que mire hacia la puerta vi una sombra que se escondió, eso me sorprendió, pero me hice el disimulado para no asustar a mi esposa, me hice el tonto como que no había visto nada y de rato se asomó de nuevo quien estaba en la puerta, era la Geme2 quien nos veía con la cara sonrojada y una mano en su entrepierna, se estaba masturbando.

Me hice el tonto como que no la veía, pero mi excitación era tal que podría terminar pronto, y no quería eso. Empecé a ver de reojo como se masturbaba, traía puesto unos bóxer como los de su hermana pero en celeste, se veía hermosa, de ratitos cerraba los ojos y se tocaba los pechos, mientras su mano estaba dentro de su falda escolar, en otras se tapaba la boca como evitando que salieran gritos o gemidos. Al poco rato ya no disimulaba el verla, ella tampoco se escondió cuando lo descubrió, al contrario, me miraba y miraba como su tía me la mamaba y más rápido se masturbaba.

Cuando sentí que no podía más, tome de la cabeza a mi esposa y empecé a metérsela y sacársela más rápido, ella me recibía con gusto, mientras la Geme2 se tapó la boca y cerró los ojos masturbándose más fuerte. Pude notar como su cuerpo daba espasmos al llegar al orgasmo, eso hiso que mi verga explotara dentro de la boca de mi esposa, ella recibió hasta la última gota y lamio todo lo que se derramo en mi verga, la Geme2 dejo de masturbarse pero no dejaba de ver como su tía terminaba de tragarse mi leche mientras me decía:

-E: Quedo satisfecho Amo, o quiere otra cosa que haga su putita.

-Yo: Es todo, vísteme.

Mientras me ponía de pie para que ella abrochara el pantalón, la Geme2 se fue y yo me quede muy satisfecho, aunque ya pasando la excitación otra vez me puse a pensar que estaba mal dejar que nos viera, mi esposa se fue y yo me quede trabajando.

Como a la media hora entro mi esposa y la Geme2 pidiendo que si le ayudaba con una tarea, yo acepte algo nervioso y mientras mi esposa se fue por algo de tomar, la Geme2 se me quedo viendo y me dijo:

-Mi hermana me comento que lo vio en la mañana, aun sin que me lo comentara sentí su excitación por ver su verga, así como imagino que ella sintió la mía cuando vi como mi Tía se la chupaba, fue algo que jamás había sentido, ni ella ni yo hemos tenido relaciones, lo más que he llegado es a chupársela a mi novio, y ella ni a eso, pues quedamos que hasta los 18, eso será en unas semanas y hemos decidido con quien queremos perder la virginidad…

En eso entro mi esposa interrumpiéndola y dejándome a mi mudo por lo que había escuchado, seguimos haciendo la tarea y cuando terminamos ella se levantó y me agradeció con un beso en la mejilla y me susurro al oído para que mi esposa no oyera:

-G2: Gracias…Amo.

Y salió sonriendo, para eso mi verga estaba a reventar, pero no podía decirle a mi esposa que me diera otra mamada o sospecharía, no tuve otra cosa más que ir al baño y masturbarme, todo eso había pasado en un día, jamás lo pensé, pero no quería detenerlo, y no lo hice, en el siguiente relato sabrán por qué.

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