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Sirena entre dos mareas

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...Y yo campante me erguía sobre mis logros mientras que humo ardiente se escurría de mis fosas nasales, bestia al fin evolucione hacia la plenitud de mi bestialidad, hasta engullir las cofradías y arrebatar los plenilunios.

...Él, tonto se revuelca en su dolor, ebrio de sus sombras, preso en la oscuridad de sus entrañas, absorto y desorientado; se detiene a pensar y al mirar sobre sus hombros solo ve cenizas y escombros.

...Ella fiel a sus seguidillas corrió tras sus trastes y le envolvió en tibias cuerdas que amordazaban su dolor, ella se arrodillo ante el y extrajo con su boca cada gota del veneno que le colmaba el pecho y así logro salvarlo. Uno más, un ser lacónico y ambidietro, un ser desalmado de corazón profundo.

Él sabia donde llegar y en que momento, Él poseía el garrote erecto y la astucia de la palabra y el tacto. Él la desnuda de pudores y prejuicios, el otra la viste de besos y caricias; uno lame el cuello mientras ella suspira, el otro lame sus pechos y muerde sus pezones, manos suben y bajan sus muslos, manos se pierden entre sus labios vaginales, aprietan nalgas, se miden en sus dedos el estrecho anillo. Gemidos se desatan cando una lengua se abre paso entre dos pliegues de piel (Sutilezas)

Trepa ella y posa sobre el potro, el falo erecto empieza a hendirse entre el mar de piel y humedad mientras que sus senos son lamidos y devorados avidamente; el otro besando su espalda aparta sus nalgas, humedece el anillo de saturno con su saliva y empieza a penetrar de espacio la estrecha exploración galáctica pero sin detenerse y frena al escuchar un alarido, sale y empieza de nuevo su incursión mientras que el otro desde abajo embiste; esta embestida completa el alunizaje; que delicias psicodelicas persisten en sus adentros y la cabalgata se prolonga hasta que una pausa para cambiar de posición clmina esta escena y da paso al siguiente poema.

Escrito por: Ryu

 

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