Nuevos relatos publicados: 7

MI DON (53)

  • 25
  • 5.733
  • 9,05 (19 Val.)
  • 0

Raúl – Terapia.

-YO: hola, me llamo Raúl….y tengo 24 años.

-TODOS: hola Raúl.

-YO: estoy aquí por que soy adicto.

-TODOS: nosotros no te juzgamos, compartimos tu pesar y te aceptamos para ayudarte a cambiar.

-YO: he hecho muchas cosas mal en estos últimos tiempos, he bebido, me he drogado y he hecho daño a mucha gente, sobretodo a mujeres.

-MONITOR: cuéntanos, cual es tu adicción.

-YO: soy adicto al… sexo.

-MONITOR: muy bien, dinos más…

-YO: no sé ni por donde empezar…esto me parece una pérdida de tiempo…

-MONITOR: llevas acudiendo a este grupo de apoyo más de 1 mes, y hoy es la primera vez que te has decidido ha hablar, a abrirte a nosotros,  ¿Por qué?

-YO: por una chica…

-MONITOR: es un comienzo, pero a mi me interesa como has llegado a decidir que necesitas ayuda.

-YO: es una historia un poco larga.

-MONITOR: estamos aquí para ayudarte, así que me sentaré junto a los demás, y explícanos con detalle tu problema – eso hizo.

-YO: bien…no creo que mi vida previa sea de mucho interés, soy joven, apuesto y…tengo ciertos dones, que hacen que las mujeres tiemblen a mi paso. Obviamente me he aprovechado de ello, y no creo que esté mal, lo importante es lo que me viene ocurriendo desde hace año y medio, una zorra loca con la que me acosté, está empeñada en destrozarme la vida, o la de mis seres queridos, si no vuelvo a su lado.

-MONITOR: no es necesario faltar al respeto a nadie.

-YO: a ella sí, sé que no me cree, pero es el diablo en persona, o peor, ella tiene más dinero. Estuve intentando solucionar el problema de forma astuta y sibilina, pero ella me negó esa opción, provocó una desgracia, y solo un milagro evitó una mayor, aunque sabiendo lo que ocurrió después, casi hubiera preferido que así fuera.

-MONITOR: ¿Qué ocurrió?

-YO: hace algo más de un año las acciones de esa mujer provocaron que una amiga mía se suicidara, y la mujer que siempre consideré una hermana, aunque no lo es, intentara arrojarse por un balcón…pude evitarlo, pero desde entonces estoy  dando tumbos, sabía que mi yo natural no podía con aquello, y recurrí a una parte muy oscura de mi ser, para poder sobrellevarlo, y es por eso que he terminado aquí.

-MONITOR: ¿Es ese momento en el que empezaste a sentir que te perdías?

-YO: no, aunque supongo que lo es, no me sentía perdido, si no más bien que por primera vez estaba contraatacando, y no solo soportando los golpes. Vengué, de alguna manera, la afrenta de un pobre muchacho que se vio involucrado sin saberlo, y después de eso, todo se precipitó.

-MONITOR: ¿Cómo?

-YO: bueno, para evitar daños mayores, me alejé de mi familia y amigos todo lo que pude, me fui a vivir con una mujer a la que tenía totalmente dominada,  lo hice todo para desaparecer del radar de esa mujer tan malvada. Logré evadir su persecución, y pude centrarme en ir a por una segunda  víctima, después de ese muchacho inocente. En todo momento tuve sexo con varias mujeres, no puedo evitarlo, y ya un simple polvo no me dice nada, tengo que llevarlo más allá, tenía a una esclava con la que vivía, pero no sabía qué hacer con ella, así que me busqué a una mujer experimentada, una antigua jefa mía,  que me fue enseñando en su casa a diario, formas nuevas y retorcidas de hacer “disfrutar” a una mujer que la excite la humillación. Por las mañanas acudía a sus brazos, en busca de consuelo o sabiduría, y obtenía  ambos, aún se me pone dura al recordar cuando retomé mi relación con ella, ya me había acostado con ella antes, pero al volver a follarla sentí que el mundo se detenía por nosotros. Pasé tres días en su cuarto, en los que la penetré  de mil formas, y la hice desmayarse varias veces, y no es una mujer a la que eso le pase a menudo. Yo estaba fuera de mí,  y esa parte oscura de mi ser tomó el control tantas veces que cogió el timón del barco, y yo era un mero pasajero.

-MONITOR: ¿Tres días?

-YO: así es…cuando terminamos, regresé al piso con mi sirviente, y me pase dos semanas adiestrándola como me habían mostrado. Fue denigrante, cadenas, castigos, quemaduras y golpes, vejaciones privadas y públicas, cosas que nunca  pensé que podían excitar a nadie, pero aún así, aquella mujer con la que vivía se mostraba feliz y satisfecha. Cuando me quedaba sin trucos, volvía con mi maestra, y regresaba con ideas nuevas, más sórdidas y macabras que las anteriores, aumentando el nivel de sodomía hasta que mi esclava era tan dócil como un cachorro.

-MONITOR: ¿Te sentiste mal?

-YO: no, eso era lo mejor, podía hacerle cualquier cosa y ella me complacería, aún no habíamos tenido sexo directamente pasados dos meses juntos, y estaba tan enloquecida por lo que la hacía que se corría solo de pensar en el momento en que la tomara,  a mí, eso me parecía atractivo y poderoso.

-MONITOR: ¿Ahora lo ves de forma diferente?

-YO: tal vez, no puedo negar que me parezca algo que, en momentos determinados, fuera demasiado escatológico, pero si he de ser sincero, creo que volvería a hacerlo.

-MONITOR: relátanos alguna sesión antes de tomar a aquella mujer con la que vivías.

-YO: pufffff, un día  me levanté y la vi tumbada en el suelo, en la cama de perro en que la hacía dormir, parecía un ángel allí desnuda solo con los tacones. Silbé y se despertó acudiendo a mí,  a 4 patas, la puse una cadena al cuello y sin más, salí a la calle a correr, con ella detrás de mí, desnuda, siguiéndome corriendo como podía con esos zapatos altos, eran como  las 6 de la mañana, hora a la que había decidido volver a hacer ejercicio, no había mucha gente por la calle pero no podían evitar verla. La hice correr, tumbarse, restregarse en el suelo de un parque cercano, mear al aire libre y al volver a casa dejarla sin lavarse  durante un día entero, se cagó encima pero aún así, la dejé como unas tres horas sin poder limpiarse.

-MONITOR: ¿Eso te producía placer?

-YO: no, era a ella a la que le gustaba la humillación, yo solo la complacía.

-MONITOR: ¿Y cuando la tomaste?

-YO: fue unas semanas después.

-MONITOR: somos todo oídos.

-YO: …como quieras…Había alcanzado tal nivel de degradación, que mi maestra se interesó en conocer a una mujer que hubiera aguantado tanto en tan poco tiempo. Obviamente me negué, no quería perderla ante mi maestra, así que me dijo que poco más me podía enseñar. Al llegar a casa, estaba como siempre, tirada en el suelo, desnuda y acudiendo a mi como un perro acude a su amo, la acaricié con cariño y me senté en el sofá, con ella entre mis piernas. Sus ojos eran los más brillantes que nunca vi, estaba entregada a mí, así que la cogí de la cabeza y la dije que me la chupara, que ya era hora de jugar con su cuerpo y de hacerla mía. Se ofreció a todo, y cuando digo todo, es todo. No era la primera vez que  veía mi miembro duro, ni siquiera la primera vez que lo tenía agarrado, pero fue la primera vez en que sus labios besaron mi falo. La até de manos con unas esposas a la espalda, y se dedicó durante media hora a comerme la polla como poca gente ha logrado hacerlo, se metía tanta cantidad en la garganta que las arcadas eran frecuentes, y aún así continuaba. La dejé descansar roja y con unos puentes de saliva entre sus carnosos labios y mi verga,  luego la hice caminar de rodillas y nos metí en la bañera que siempre tenía lista para un baño y mi higiene personal, de la que ella se ocupaba. Me tumbé con ella encima, montada sobre mí, pero esa vez acaricié su cuerpo con deseo sexual, ella lo notó y se le erizó la piel. Mi enorme tranca sobresalía entre sus muslos, y se frotaba contra su clítoris, mis manos recorrían su vulva y uno de sus senos era pellizcado mientras besaba su cuello apartando una espesa mata de cabello  caoba con la nariz, para  luego besarnos…no os podéis hacer una idea de cómo besaba esa mujer, entregada y planamente rendida. Cuando sintió mi polla entrando en ella gimió tan fuerte como cuando la ataba, pero suspira de gozo al sentir como la abría por dentro, me costó más de 10 minutos de juegos y preliminares pero al fin la tuve en su interior por completo. Me pasé dos horas follándola lentamente, repasando todo su cuerpo con mis manos, y jugando a penetrarla con delicadeza o rudeza según me apeteciera. Se corrió una docena de veces, y se desmayó una, pero cuando acabé con ella me besó como nunca nadie lo ha hecho, estaba en mi  poder, y sería mía para siempre.

Un silencio incomodo, y alguna pose recolocándose el paquete medio duro, o frotándose los muslos, aparecían ante mí, “Mi público se ha excitado”.

-MONITOR: ejem…muy explícito….¿Qué pasó después?

-YO: una bola de nieve cayendo ladera abajo, que se hizo cada día más grande. Desde ese día, dormía conmigo y la follaba durante horas, cuando me cansé de su coño, la abrí su precioso culo como a una bestia salvaje, le dolía tanto que no gozaba con aquel dolor como las demás, gozaba de la humillación del dolor. Un día la estuve abriendo el ano  12 horas casi seguidas, no pudo caminar bien en una semana, y tardó otra en sentarse sin sentir el escozor en su trasero. La usé como quise, se la daba a amigos míos para que la usaran, o la alquilaba, se tiró dos semanas siendo la puta personal de unos camellos colombianos amigos míos, y cuando no pude sacar de ella nada, se la di a mi maestra en aquellas artes. Casi tres meses después, era a puta del sado más cotizada del país, se deja hacer de todo, perdió el trabajo dónde la conocí, pero ahora gana  el doble que antes, y siempre que yo la llamo, acude sin pensarlo.

-MONITOR: ¿Crees que es culpa tuya que haya terminado así de mal?

-YO: eso habrá que preguntárselo a ella, no creo que “mal” sea el adjetivo que ella usaría, creo que de alguna forma, la ayudé a liberarse y ser ella misma, tal como se sentía, no como la veían los demás.

-MONITOR: ella perdió el trabajo, pero….¿Y tú, cómo te ganas la vida?

-YO: me hice gígolo, de nuevo, ya lo fui antes, pero ahora me gano la vida así.

-MONITOR: un gran reclamo para un adicto al sexo.

-YO: obviamente,   lo he disfrutado,  y he ganado mucho dinero.

-MONITOR: ¿Cuanto?

-YO: en lo que va de año…casi un millón de € - un silencio, con una sonrisa de fondo, fue suficiente como para hacer reaccionar al monitor.

-MONITOR: ¿Tanto?

-YO: es que soy muy bueno, ya tenía cierta fama previa, así que mi comienzo fue fulgurante, en dos semanas ya me había ventilado a diez clientas distintas, y ninguna pagó menos de 10.000€ la noche, y os garantizo que ninguna ha reclamado ni un solo céntimo. Luego empezaron los trabajos especiales, más enfocados a la elite, me he tirado a supermodelos, presentadoras, y damas de alta cuna, pero eso son sólo chorradas, la mitad de lo que he ganado.

-MONITOR: cuéntanos una…

-YO: os contaré una que  fue rara, una señora me contrató para toda una noche, eso de por sí, son casi 15.000€, lo raro fue que se mostró muy tímida, quiso que fuera con las luces apagadas, y que no pudiera tocarla, para que no fuera reconocida, decía que era demasiado conocida como para poder arriesgarse. Así que negociando, llegamos a un acuerdo, 25.000€ por una sola noche bajo sus condiciones. Entré en el lugar acordado, y notaba una presencia en una sala en la que no se veía nada, desnudo tal como pedía la clienta, caminé y me di con una cama, al tumbarme en ella sentí un cuerpo moviéndose, jugó conmigo, y me chupó la polla durante largo tiempo, luego se montó encima mía y me cabalgó como una amazona, sus gemidos eran tapados, creo que llevaba una mordaza para no delatarse con su voz, y follamos un buen rato. Luego cambiamos posturas y yo me puse encima, como el misionero pero más animal, me costó domar a aquella hembra, pero para mi tercer polvo, su ano fue brutalmente asediado. Cuando llené su culo de semen descasamos unas horas, y retomamos otra serie de posturas, muy coartados al no poder tocarnos. Se repitió el ciclo hasta que se acabó el tiempo.

-MONITOR: no esta mal, 25.000€ en una sola noche.

YO: lo peor es que sé, aunque no estoy seguro, que aquella mujer era la misma que me empujó a esta vida, es demasiado dinero y pese a no poder tocarla, su forma de moverse me era familiar.

MONITOR: “La mitad de lo que he ganado” has dicho, eso quiere decir…¿Qué hiciste para ganar la otra mitad te pagaron?

-YO: un solo trabajo.

-MONITOR: ¡¡¿Te pagaron 500.000€ por un sólo trabajo?!!....Quizá tenga que replantear mi vida – una sonora risa global rompió el hielo.

-YO: sí – una sonrisa al recodarlo, me hizo tener un escalofrío.

-MONITOR: ¿Te importaría decirnos como fue?

YO: fue no hace ni dos meses, mi…contacto, me dijo que estaban preparando una fiesta de alto copete, en las que os aseguro que hay más perversión que la que podáis imaginar. Un antiguo conocido  que me…debía un favor, montó una velada de escándalo para sus huéspedes en la fiesta, normalmente son complementarias, orgías o montajes de sexo para distraer, pero aquella velada era especial. Mi nombre ya era muy conocido, y mi trabuco descomunal casi se vendía solo, mucho se hablaba de mí, y de si estaría a la altura de otro gígolo legendario, un tal Carlinhos, del que ya había oído hablar, que había dejado el negocio hacía casi una década, ante la falta de estímulos. Se decía de él que era el amante perfecto, y a alguien se le ocurrió enfrentarnos. Fue el acontecimiento clandestino del año, más de 100 personas, anónimas pero con un capital enorme, compraron entradas y se montó una apuesta sobre quien era mejor amante, si él o yo. Como no había mejor manera de saberlo, se trajo desde Rusia a un par de gemelas exactamente iguales, prostitutas de lujo, y quien hiciera desmayarse antes a la suya, ganaría.

-MONITOR: eso es una aberración.

-YO: seguro…pero eso no evitó que en las apuestas se movieran cerca de los 10 millones de €.

-MONITOR: es una salvajada que te paguen esa cantidad por ganar una apuesta…

-YO: oh…pero yo no gané…verán, la fiesta se dispuso, nos presentaron a la rusas, unas preciosidades, dos gotas de agua, altas, rubias, de ojos azules, cuerpos perfectos y naturales, de unos 25 años, En realidad me las presentaron a mí, Carlinhos se hizo de rogar, apareció a última hora. Al verle, sentí respeto, un brasileño de 1,85 de altura, fornido y fuerte, con la piel color de ébano, aún sin quitarse la camiseta se le marcaban los músculos claramente, las imágenes que tenía de él eran antiguas, tenía rastas, pero ahora se había cortado el pelo, peinaba canas y su rostro estaba más serio y arrugado, por lo que me dijeron estaría rondando los 40 años, pero si no fuera por esas raíces grises del pelo,  no parecería  tener ni 28 años. Al presentarnos y vernos frente a frente, se me escapó una reverencia, se rió y charlamos unos minutos. Al salir al ruedo que nos tenían preparados, las rusas calentaron el ambiente con un baile sensual coordinado, y se desnudaron quedando tumbadas cada una en una cama diferente, al entrar nosotros en la sala, parecíamos gladiadores romanos, en una zona del techo acristalada podías ver las figuras de la gente saltando, riendo, chillando y bebiendo, no se podía reconocer a nadie, pero allí estaban. Así que nos desnudamos, al ver el cuerpo de Carlinhos, supe que sería el mayor reto al que jamás me había enfrentado, era pura roca, esculpido a la perfección,  su polla era algo más corta que la mía, no mucho, pero si más gruesa, tampoco demasiado. Al verme mirándole, volvió a sonreír, y debió de pensar algo parecido de mí, había recuperado mi mejor tono físico, y pese a no estar tan marcado como él, mi corpulencia natural me hacia más temible. Acudimos cada uno con nuestra doncella, y cuando sonó una sirena empezó la carrera, yo hice mi especialidad, un comida de coño que  hizo temblar entre gritos y palabras incomprensibles a mi gemela rusa, al principio se reía de forma exagerada, sobreactuado, pero al encontrar su punto G su cadera acompasaba mis dedos y mi lengua. Escuché un gemido ronco, al mirar, Carlinhos ya tenía la mano pringada de fluidos, con una masturbación sobre su gemela, y besando los senos de su compañera, ya había logrado el primer orgasmo. Al ver mover su mano de nuevo en su interior, comprendí su habilidad, tarde unos minutos más hasta que la mía claudicó  en su primer orgasmo. Para cuando se rehizo, Carlinhos ya estaba de pie con la chica comiéndole la polla a duras penas, no le entraba en la boca, aproveché la coyuntura del coño expandido y húmedo de mi chica, y  la penetré tan violentamente que la cuarta embestida se corrió.

Me pasé 30 minutos follándola sacándola tantos orgasmos que no se estaba quieta. Al mirar al otro lado, Carlinhos ya estaba montando a su yegua de forma fluida, era como ver el mar, una oleada constante haciendo perderse su rabo entre los muslos de aquella rusa con los ojos en blanco, perdida en un orgasmo continuo. Aquellas rusas demostraron más aguante que ninguna que hubiera conocido, cuando me corrí por segunda vez usando todo mi potencial pensé que había ganado, estaba inmóvil y estirada, pero solo fue un calambre, un espasmo en todo su cuerpo, regresó de entre los muertos para ponerse a cuatro patas,  abrirse el culo con los dedos para que se la metiera  por el ano. Carlinhos estaba sudando, como los cuatro en realidad, pero en él no era habitual, se le leía en la cara, estaba tenso, esforzándose y destrozando a su chica por el coño. Cuando llegaron los orgasmos anales de la mía, fui un tren de mercancías, arrasé con todo abriéndola el culo y llenándola de semen dos veces, creo que Carlinhos aún estaba por la tercera de sus venidas, y a él le costaba recuperarse. Las putas rusas seguían jadeando, gimiendo y siendo usadas, pero sin desmayarse. Dejé de darla por el culo y me la subí encima follándola por el coño colgada de mi cuello, dando una vuelta al ruedo para que todos vieran como, después de casi dos horas de sexo, seguía tan fuerte como al principio. Carlinhos me siguió, creo que para no quedarse atrás y para coger aire, suspiraba agotado. Estampé a mi chica a un cristal para que las sombras escondidas tras él vieran como  percutía en aquella rusa de primera mano,  los ojos azules de mi acompañante al sentir como la gravedad actuaba en su contra se pusieron blancos y durante  10 minutos se corrió una vez tras otra hasta que casi la tenía a punto, pero entonces escuché de fondo un jadeo incesante. Al girarnos para volver a la cama Carlinhos, tenía agarrada a su rusa por detrás incidiendo directamente en su punto G, con una velocidad que yo nunca había visto en nadie, mantenía más de dos minutos, y luego descansaba, o lo hacia cuando a la rusa le salía tal cantidad de chorros de su interior que no era posible continuar. Se pasaba un minuto frotando su glande en los labios mayores de ella, chapoteando, para embestir y seguir de nuevo. Yo traté de hacer algo, pero fue tarde, cuando la rusa de aquel mulato brasileño se desmayó unos segundos,  un ruido de golpes en los cristales y una bocina indicaron que había acabado el reto, él había ganado. Dejamos a las rusas en sus camas, donde según creo fueron atendidas por médicos, deshidratadas, con espasmos por todo el cuerpo y con los músculos agarrotados, pero sonriendo como nunca. Al acabar le dieron su premio en metálico, y Carlinhos me dio la mano, casi con alegría de tener a un rival de mi altura.

-MONITOR: si tú ganaste medio millón perdiendo, ¿Cuanto gano él?

-YO: un cuarto de millón nada más.

-MONITOR: pero si perdiste, ¿Cómo vas a ganar  el doble?

-YO: muy sencillo, como os dije, estaba casi seguro de que la mujer de las luces apagadas era la mujer que me está amargando la vida. Logró averiguar dónde trabajaba, y me contrató para que al menos, la follara unas veces más, pero todo eso se me ocurrió después de acostarme con ella, no durante ni antes, solo dios sabe qué la hubiera hecho de sospecharlo…Pero luego supe lo de la fiesta, y si esa mujer ya sabía donde trabajaba, sin duda estaría en el público, usé mis contactos para saber que apostó a mi favor, y mucho dinero, casi 1 millón de €,  así que usé a una amiga bien relacionada para apostar en mi contra….y perdí. Sí, y no sé si hubiera podio ganar, pero no me esforcé del todo en hacerlo, no di la vuelta al ruedo por lucirme, sabía que así no podría desmayarla. Me llevaría  una miseria por ser el perdedor de la apuesta, apenas 10.000€,  pero gané apostando todo mi dinero, casi 200.000 € que me había ganado en estos meses,  en mi contra, ganancias que gracias a mi loca acosadora, quintupliqué en el millón de € que tenía…– un aire seco llenaba la estancia, y una joven de ojos alegres me miraba excitada, la devolví la mirada con un guiño. No era  la primera que me miraba así, pero aquella muchacha tenía algo especial.

-MONITOR: ¿Tenias?, ¿Acaso  has perdido todo ese dinero?

-YO: gastado mejor dicho…y sí, casi todo.

-MONITOR: ¿En qué?

-YO: drogas.

-MONITOR: bueno, desde luego tienes un problema grande, hablas de ello con demasiada facilidad, y parece más ficción que realidad, pero si algo es cierto, necesitas ayuda.

-YO: por eso estoy aquí, necesito volver a ser yo, y no ese ser oscuro y peligroso.

-MONITOR: y en todo este tiempo, ¿No has sido nunca tú mismo?

-YO: ohhh, sí, he logrado salvar parte de mí,  refugiándome en los brazos de una mujer, la hermana de la chica que casi se suicida, se puede decir que es  la única mujer con la que mi yo real se ha acostado, quedamos y hacemos el amor a menudo.

-MONITOR: pero eso es más de lo mismo.

-YO: no, al resto las follo, a ella la hago el amor, es diferente… me ayuda, me consuela y me mantiene firme.

-MONITOR: ¿Y cómo empezaste con ella?

-YO: fue antes de todo esto, salvé a su hermana, y me lo agradeció profundamente, creía que sólo sería una vez, me pilló con la guardia baja, pero cuando la enseñé un CD con cierta información,  se abalanzó sobre mí, y estuvimos gozando el uno del otro durante horas. Dios, es la mujer no “profesional” que mejor he visto moverse en una cama.

-MONITOR: ¿Es una relación puramente física?

-YO: no, el sexo es genial, pero quedarme en su cama abrazado a ella durante horas me serena, me saca de las sombras y me acerca a la luz, lo justo para no perderme. Además, la ayudo en su casa.

-MONITOR: ¿Con que cosas?

-YO: por ejemplo, después del intento de suicidio de su hermana, buscaban compañeros de piso para pagar la casa, pero era peligroso, podían meter a gente que trabaja para mi “acosadora”, así que estuve en las entrevistas, hablándoles de cómo protegí en su momento a mis chicas, de cómo le corté los huevos a un hombre por violar a mi amiga, y de cómo castigué al que engañó a mi hermanita. Cinco de ellos reconocieron abiertamente ser cómplices de la susodicha mujer al enseñarles el CD anteriormente mencionado, y otros tres sudaron tanto que no hizo falta que lo dijeran, chicos o chicas, daba igual. Al final usé mi arma secreta…a mi madre, esa mujer lee a la gente mejor que cualquier loquero, no se ofenda monitor, y dio el visto bueno a cierta gente. Se metieron a vivir una pareja y una chica, me he asegurado de que no sean peligrosos.

-MONITOR: ¿Entonces estás saliendo con esa mujer, la hermana de la que quiso suicidarse?

-YO: no, nada de eso, no somos pareja, ni novios, ni nada, simplemente… nos necesitamos.

-MONITOR: bueno, pareja o no, es una suerte que esa mujer te haya ayudado a venir aquí.

-YO: no estoy aquí por ella.

-MONITOR: al principio has dicho que estabas aquí por una mujer, supuse que era ella…

-YO: pues está equivocado, sí, estoy aquí por una mujer, pero no es ella…no sé quien es, es esa mujer que me devuelva a la vida, que no pueda vivir sin ella, y con la que anhelo estar cada segundo que paso  lejos de ella, esa mujer que me centre, que me haga sentir especial y que me aleje de todo el horror y la oscuridad de este mundo, allí dónde esté, quiero encontrarla y compartir cada día de mi vida con ella, para hacerla feliz, amarla y quererla,  para que se sienta una princesa, y que me ame tanto como yo pueda amarla a ella…- casi al unísono, todas las mujeres de la sala suspiraron -…estoy cansado y tengo la boca seca, creo que por hoy ya es suficiente…- un sonoro aplauso redondo inundó la sala.

Un reguero de personas acudió a mí al acabar la sesión, mostrando mucho interés y apoyo. Una de la últimas en acercarse, fue la joven a la que le había guiñado un ojo, se me acercó nerviosa.

-YO: hola…Teresa.

-TERESA: ¿Cómo…sabes mi nombre? – sonreí, y rocé la chapa que la identificaba en su solapa.

-YO: magia – se sonrojó un poco, al sonreír se la notaba tensa

-TERESA: encantada, me ha gustado mucho lo abierto que has sido.

-YO: gracias, necesitaba soltarlo.

-TERESA: yo he pasado por lo mismo…soy adicta a la marihuana…mis padres son muy severos y no pararon hasta verme aquí, sé que parece una chorrada, pero compartir tu carga ayuda a llevarla.

-YO: la verdad, ya lo he dicho, estas cosas me parecen una estupidez, pero ahora me siento mucho mejor…sienta bien hablar con alguien, es una pena que tenga que acudir aquí ante desconocidos, y no pueda hacerlo en mi vida privada.

-TERESA: ¿No tienes a nadie con quien compartir tus preocupaciones? Pareces muy solicitado según has dicho.

-YO: ya, pero son sólo sexo, quieren de mí lo que les puedo dar, pero no se preocupan por mí, no puedo hablar con ellas …pues como estoy hablando ahora contigo, y eso me frustra…y vuelvo entre sus piernas como un loco.

-TERESA: es una pena oír eso…no sé…quizá si pudieras hablar con alguien cuando te sientas así…no recaerías.

-YO: eso sería maravilloso, pero nadie se ofrece…

-TERESA: pues yo misma…que no se diga, ten mi número, y llámame cada vez que vayas a caer, a la hora que sea, hablamos, o si necesitas despejarte, podemos quedar a tomar algo.

-YO: te lo agradezco de corazón, pero no quiero importunarte…- se acercó metiendo su teléfono escrito en un  trozo de papel en un bolsillo de mi camisa.

-TERESA: necesitamos apoyarnos, ya lo has oído, cuando eso, me llamas – pegó su mano a mi pecho sobre el papel doblado.

Al despedirnos, me fijé en ella, era una mujer menuda, de unos 1,65 de alto, morena de pelo largo, con aspecto lúgubre, vestida de negro y con una falda larga con chaqueta por encima. Aparentaba más de edad que la que tenia, unos 26 años, agradable de cara escondida tras unas gafas grandes. Era difícil adivinar su figura, pero parecía bien formada. No tardé ni tres días en llamarla desesperado, quedamos en un parque al que acudió en menos de 10 minutos, me vio sentado en el suelo, apoyado en una fuente, temblando, y se arrodilló a mi lado.

-TERESA: ¿Qué te pasa?

-YO: no he podido…he querido…hablar con una chica, sólo hablar…y …y he terminado acostándome con ella…..¡¿Por qué…..dios…por qué no puedo evitarlo?! – lloraba a lágrima viva.

-TERESA: está bien, no pasa nada, una ligera recaída, pero no puedes quedarte aquí.

-YO: no, aléjate…no quiero hacerte daño…a todas las hago daño.

-TERESA: no seas bobo…vamos a  mi casa, vivo cerca.

-YO: no…y si…

-TERESA: tranquilo, sé tener la piernas cerradas…vamos.

Me ayudó a levantarme, más como apoyo moral que otra cosa, le sacaba dos cabezas de altura y casi 40 kilos. Me arrastró a su casa, me dio una tila y se sentó a mi lado, calmándome.

-TERESA: ¿Tan mal ha ido?

-YO: yo no quería, la chica me sonrió, hablamos, y cuando me quise dar cuenta ya estaba de rodillas chupándomela…de rabia…la…la he destrozado…la he dejado en su cama con espasmos y tiritando…tengo que parar.

-TERESA: para eso estoy aquí, para ayudarte y  tranquilizarte, aquí estás a salvo.

-YO: ¿Vives sola? Por favor, dime que hay alguien más, así me controlo…

-TERESA:  no eres tan irresistible como te crees…no, vivo sola,  mis padres viven juntos en otro piso y vienen a verme,  pero mi madre  viaja mucho, y mi padre…bueno,  mi padre casi nunca está últimamente, así que estamos solos

-YO: muchas gracias…pero tengo que irme…- me puse en pie, me sentó haciendo toda la fuerza que pudo.

-TERESA: tú no te vas a ningún lado, tienes que descansar y tranquilizarte…pasar unas horas sin tu adición, eso te ayudará.

-YO: no puedo, vaya donde vaya, tengo a chicas dispuestas a ser folladas.

-TERESA: pues aquí, no, quédate a dormir conmigo esta noche, mañana te recuperarás.

-YO: no…no lo entiendes…caerás tú…

-TERESA: por favor……..hazme caso – asentí al sentir su mano en mi espalda.

Cuidó de mí hasta altas horas de la madrugada, charlamos sobre su vida y la mía, lo mucho que echaba de menos a mi familia, y ella a la suya. Por motivos diferentes, ambos les teníamos apartados, me lo demostró cuando habló con su padre por teléfono,  enfadada por que su padre cancelaba, de nuevo, una cita para comer juntos al día  siguiente. Me preparó un catre en el sofá y se acostó en su cama.

Al día siguiente ya parecía recuperado, desayunamos y la invité a comer para que no perdiera la reserva y así agradecérselo, luego nos despedimos. Pasadas unas semanas, quedábamos a diario, insistió en que conociera a su familia, pero solo logró presentarme a su madre, que se pasó con su hija una semana tras salir de viaje por Europa,  y su padre estaba siempre muy ocupado.

(9,05)