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A pesar de mi timidez

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Hola soy una chica extremeña de 21 años y a pesar de la historia que os voy a contar, os aseguro que soy terriblemente tímida.

Mi timidez, creo, es la causa de que a mi edad, no haya tenido ni una sola relación seria, eso sí, he tenido varios rollos debido a que en momentos puntuales la burbuja de mi timidez estalla, dejando sueltos durante unos momentos a todos mis impulsos sexuales.

Como me ocurrió aquella tarde de principios de verano. Me alojaba, junto a mis dos hermanos mayores, en un pequeño complejo de apartamentos, casi todos ellos vacíos en aquellos días debido a que era una época temprana y también a que las condiciones atmosféricas no habían acompañado prácticamente hasta aquel día. No sé exactamente la gente que habría en los apartamentos, porque no soy demasiado cotilla, pero sí sé que había un chico, de unos 26 años que me volvió loca nada más verle. Él se fijó en mí, no nada más verme, pero se fijó. Yo soy una chica bajita, morena, con el pelo cortado casi a lo chico, de una piel tostadita y de cuerpo menudo pero muy bien proporcionado, vamos que soy de las que si me ponen al lado de una rubia de metro setenta, de 90 60 90, a lo primero nadie se fijaría en mí, pero al cabo de unos instantes que me observasen con más detenimiento, probablemente acabarían mirándome más que a la rubia.

Debido a mi timidez, apenas había cruzado cuatro saludos con el chico del que os hable antes, al que voy a llamar Mark; pero le observaba a escondidas y sabía que bajaba a bañarse a la piscina en una hora en que no había casi nadie o nadie, cuando los pocos inquilinos estaban en la playa; aquel día, además, coincidió en que era domingo, mis hermanos habían salido fuera y la soledad en los apartamentos era total. Yo me había puesto un bikini rosa muy minúsculo y después de respirar varias veces muy hondo, salí a la piscina donde solo estaba él, sentado en la escalera de aluminio. Pase a su lado soltando un débil saludo. El me contesto y note su mirada pegada en toda la parte trasera de mi cuerpo, aunque os parezca mentira pude sentir su deseo.

En fin, algo excitada (bastante) me tumbe boca abajo a unos metros de Mark, en el césped. Enseguida el vino a tumbarse a mi lado, me dijo algo que yo no entendí muy bien, estaba muy sonrojada y notaba como mi timidez estaba a punto de explotar. Él se levantó y de reojo pude ver como se quitaba el bañador.

-Vamos a darnos un baño -dijo tirándome su bañador encima y empezando a correr hacia la piscina. Me incorpore enseguida mirando su embriagador culito moviéndose al compás de su carrera hasta que salto al agua.

Mi timidez me dio libertad entonces. Me levante, y sin pensarlo, corrí como un pato detrás de Mark, hasta tirarme al agua a un par de metros de él.

Se acercó a mí al instante. Mmm le deseaba. Empecé a sentir como sus manos mojadas rodeaban mi espalda y subían por mi piel hasta el broche de mi sostén, luego, su otra mano. ¡Mis pechos quedaron al descubierto en un abrir y cerrar de ojos! Me sentí ruborizar y note un calor muy intenso y desagradable en mis mejillas, pero rápidamente, esa sensación dio paso a otra mucho más placentera cuando sentí sus dos manos moldeando cada una de mis tetas, centímetro a centímetro, mmm, que sensación tan rica sentía con Mark tocándome en el agua.

Me arrastro a través del agua hasta la escalera y allí siguió tocándome. Yo notaba como su polla durísima me rozaba bajo el agua. Mark se sentó en la escalera, con la mitad de nuestros cuerpos cubiertos por el agua de la piscina. Me apretó contra él cogiéndome por el culo, yo sentía su polla rozar mi coño a través de mi bikini empapado por el agua y por otros líquidos que salían de mi interior.

-Me encantan tus tetas -me decía sin parar de lamérmelas enteras y pasar su lengua por mis pezones una y otra vez.

Mmm yo ya era suya. El calor me quemaba bajo el agua. Me apreté contra Mark sintiendo como su polla se clavaba en mi bikini deseosa de entrar en mí.

Me apartó ligeramente de él y con mi ayuda, consiguió quitarme la braguita del bikini. Enseguida note su mano acariciando mi coño, deseosa, siii fue increíble, que placer sentí, sus dedos empezaron a entrar en mi cavidad vaginal sin que dejase de comerme las tetas. Yo era toda temblores bajo sus manos y su boca.

Loca de placer agarre su polla bajo el agua y empecé a meneársela. Me encantaba sentir su dureza bajo el movimiento de mi mano y notar como Mark sentía placer bajo aquel movimiento. Loco de placer, empezó a comerme la boca mientras su polla se pegaba en mi coño. Yo me abrí ligeramente para que entrase, pero entonces Mark, me agarro fuerte, me dio la vuelta y me sentó sobre las escaleras, me miro vicioso y empezó a chuparme los muslos hasta que llego a mi coño. No puedo describir el placer que sentí entonces, me agarré a los barrotes de la escalera sintiendo su lengua recorrer cada uno de los pliegues de mi sexo, abrí todo lo que pude mis piernas para que Mark pudiese hacerlo mejor. Yo era un mar de gemidos y temblores, el placer que me producía la boca de Mark era infinito, le deseaba, le amaba. Entonces, empecé a sentir como me follaba con su lengua. Aquello fue el remate. Mi cuerpo empezó a temblar sin control envuelto en mil orgasmos, mi flujo salía sin parar llenando la cara de mi Mark y mezclándose con el agua de la piscina. Yo lo único que podía hacer era agarrarle su cabeza y esperar a que pasase el placer que llenaba mi cuerpecito.

Cuando me relaje un poco, él se levantó y después de darme un beso en la boca me dijo que le pidiese que me follase. Mmmm se lo repetí varias veces, estaba deseando que lo hiciese.

Él se sentó nuevamente en la escalera, su polla enorme apuntaba al cielo, con sus manos en mi cintura me guio hasta que me coloque sobre él dándole la cara, su polla entro en mi coño con una increíble suavidad, yo no pare de bajar hasta que la note toda dentro de mí, siii me estaba follando, era increíble, entonces empecé a moverme como una loca sobre Mark, apoyada en sus hombros, mis tetas duras como piedras se movían descontroladas delante de Mark hasta que él las volvió a sujetar con su boca y empezó a comérmelas otra vez mientras yo no paraba de cabalgar sobre él.

No pare hasta que Mark me agarro fuerte e hizo que me pusiese de espaldas a él, agarrada a la escalera. Me quede bien quietecita, sintiendo como acariciaba mi espalda, y su polla se pegaba otra vez a mi coño y empezaba a penetrarme. Siii empecé a sentir como me daba por detrás tremendas embestidas, yo no paraba de gemir, hasta que el me agarró del cuello y giro mi cabeza para comerme la boca mientras follábamos, la saliva empezó a chorrear entre nuestros labios y yo nuevamente sentía mi cuerpo temblar bajo el poder de nuevos orgasmos.

Embriagada de placer, note como Mark paraba por un momento y me conducía hacia el césped, allí, me tumbo boca arriba y empezó de nuevo a penetrarme comiéndome la boca y el cuello, yo le rodee con mis piernas, no quería que párese nunca de hacerme el amor, quería que lo hiciese de todas las manera y hasta que él se hartase de tener su polla dentro de mí. Me sentía suya sin condiciones.

Cerré los ojos llevada por el éxtasis y sentí como Mark sacaba su polla y recorría mi piel sudada con su boca hasta llegar de nuevo a mi coño y empezar a comérmelo otra vez, salvo que esta vez, se colocó sobre mí, dejando su polla colgada sobre mi boca, yo no me lo pensé y comencé a mamársela sin parar, sintiendo los sabores que mi coño había dejado impregnados en toda la piel de su duro miembro y los flujos que no paraban de salir por su puntita, le hice una buena mamada mientras él recogía todos mis flujos con su lengua.

Cuando yo temblaba de nuevo como una loca, se arrodillo a mi lado y me dijo que me pusiese a 4 patas, que me la iba a meter por mi culito, así de claro me lo dijo. Nunca me habían hecho sexo anal, pero no sentí temor, deseaba a Mark y deseaba complacerle en todo lo que él quisiese.

Me puse a gatas y enseguida note su gordo capullo en la entrada de mi culo, sentí como empujaba y su polla empezaba a entrar lentamente, Dios santo, la sensación era tremenda, note como su polla entera me llenaba el culo entre gritos de dolor y placer. Mark también gritaba como loco, yo notaba lo que estaba disfrutando follándome por el culo, cambiaba a mi coño y luego volvía a mi culo, yo no sabía dónde agarrarme, arrancaba la hierba con mis manos, la tierra... entonces él se quedó parado, jadeando, temblando, supe que se iba a correr, deseaba su semen como una desesperada, lo deseaba por dentro, pero también deseaba que me regase toda con su lechecita blanca y caliente; como si me leyese mis deseos, Mark saco su polla de mi culo y empezó a vaciarse sobre mi espalda y nalgas entre tremendos gritos de placer, sentí como durante gloriosos segundos su leche me iba cubriendo toda.

Mmmm fue sensacional, a pesar de lo tímida que soy, Mark me echo el mejor polvo en mis 21 años, y espero, tener muchos más a pesar de mi timidez.

Fin

(9,27)