Hola, soy MarÃa, la mujer de Juan, y el relato que os voy a contar es real y ocurrió cuando mi marido y yo éramos novios.
En aquella época Juan tenia dos amigos Ãntimos, Felipe y Luis, Felipe es un chico un año más joven que Juan, muy guapo, rubio y con unos ojos azules que tumban. Luis es moreno y alto y tiene la misma edad que Juan.
Esta es la historia de mis primeras infidelidades con sus amigos poco antes de casarme y cuyos hechos mi novio no supo nada hasta después de casados, excepto la orgÃa que por casualidad organizamos los cuatro.
Cuando sucedió era verano. Todas, o casi todas, las tardes, al anochecer, Ãbamos a la piscina de casa de Juan donde nos bañábamos los cuatro.
Los juegos en la piscina me excitaban, pues cuando estaba en brazos de cualquiera de los tres notaba sus duros penes contra mi cuerpo.
Un dÃa en que sólo estabamos Juan, Felipe y yo, salimos a cenar a una pizzeria que habÃa cerca de la casa de Juan, luego estuvimos en su casa viendo una pelÃcula, cuando termino Juan me iba a acompañar a mi casa cuando Felipe sé ofreció. Juan querÃa llevarme él, supongo que para pegar un polvo en el coche pero tanto insistió su amigo Felipe que mi novio cedió.
Cual no seria mi sorpresa que Felipe me llevo a un descampado que habÃa cerca de mi casa, una vez paro el coche comenzó a decirme lo mucho que le gustaba, que deseaba con locura hacer el amor conmigo, que con su novia las relaciones no iban muy bien, vamos el tÃpico rollo que dan los hombre cuando quieren ligar.
Después de estar casi media hora hablando y siempre que me siento obligada, aunque sea psicológicamente, acabe cediendo. Le dije
- Si quieres te la chupo.
- Bueno, vale.
El saca su polla dura y enorme, me puse a chupársela, le cogà los huevos al tiempo que lo masturbaba con mi boca. No tardo en correrse en mi cara y boca. Después de pedirme que no dijera nada ni a Juan ni a su novia me llevo a casa.
El resto de la semana transcurrió de lo más normal si exceptuamos el acoso e insistencia de Felipe por follarme. Luis daba ese fin de semana una fiesta en la casa de campo de sus padres a 100 Km. de Barcelona, como Juan no podÃa llevarme Luis se comprometió a recogerme en mi casa.
Ya de camino, Luis, hábilmente fue derivando la conversación hacia temas sexuales, yo sospeche, y no tarde en confirmar, que Felipe le habÃa contado que se la habÃa mamado. Ya veis que los hombres son incapaces de guardar un secreto, enseguida han de contar a los amigos sus proezas sexuales.
Al llegar a la casa y en vista de que éramos los primeros, Luis decidió pasar directamente al ataque. Me acompaño al dormitorio que ocuparÃamos Juan y yo cuando se abalanzó sobre mÃ. Yo intente zafarme pero sólo fue un instante, comenzó a besarme en el cuello, cosa que me pone a mil, nuestras bocas se fundieron en un largo beso, le puse mi mano encima del paquete, este estaba duro como una piedra, ambos sin parar de besarnos nos quitamos las ropas el uno al otro, me agache y me metà su polla en la boca, yo sabia que Luis lo estaba deseando.
Luego él me apoya en la cama y me clavo su polla por detrás, he de confesar que hacia tiempo que soñaba con follar con Luis, me agarro por la cintura y e iba metiendo y sacando su pene de mi coño. Cada vez que me penetraba creÃa que iba a morir de placer, el tiempo se me hizo eterno y cuando Luis se iba a correr me volteo y metiendo su verga en mi boca soltó todo su semen hasta el fondo de mi garganta.
Justo habÃamos terminado cuando oÃmos un vehÃculo que llegaba, era Juan y Felipe. Luis y yo nos vestimos rápidamente y bajamos a recibirlos como si no hubiera sucedido nada.
En aquellos momentos mi mayor temor era que Juan sospechara algo y se enterara, pues a pesar de que le habÃa puesto los cuernos, yo lo amaba y lo sigo amando con pasión.
Y como era de esperar en los hombres, Luis no tardo en contarle a Felipe que se me habÃa follado. Os preguntareis como lo supe. Pues muy simple, la noche de la fiesta Felipe no paro de perseguirme para acostarse conmigo, cosa que evidentemente no consiguió, aunque la verdad a mi no me hubiera importado pues como os he dicho es guapisimo, pero Juan estaba por allà y no querÃa arriesgarme a que se enterara.
Pero lo que son las cosas de la vida, el domingo Juan no pudo llevarme a Barcelona y le pidió a Felipe que me llevara. Como os imaginareis a Felipe le ponÃan la ocasión de follarme en bandeja.
Después de cenar los cuatro Felipe y yo emprendimos el viaje de vuelta a Barcelona, a los pocos km. se detuvo en un descampado cercano a la carretera.
- ¿Qué haces? - pregunte
- Quiero follar contigo
- ¿Qué dices?
- Venga MarÃa, sé que ayer Luis te follo antes de que nosotros llegásemos.
Recuerdo que le puse un montón de excusas, pero sin mucha convicción por mi parte, pues en el fondo estaba deseando que la polla que habÃa mamado dÃas antes me hiciera suya.
No tengo muy claro como sucedió pero acabamos en la parte trasera del coche y yo cabalgando encima de su polla, fue un buen polvo aunque algo corto.
Al cabo de quince dÃas fuimos los cuatro al apartamento que tenÃan los padres de Juan en la Playa. Después de cenar y tomar unas copas en algún bar nos fuimos al apartamento donde continuamos bebiendo y escuchando música. No se muy bien como pero la conversación acabo sobre sexo y como Juan ya estaba caliente y yo también nos fuimos a la cama los dos. Luis y Felipe se quedaron en el salón bebiendo y charlando.
Lo que ahora sigue son recuerdos vagos y oscuros, supongo que debido a que aquella noche todos habÃamos bebido más de la cuenta.
Yo estaba montando encima de la polla de Juan cuando entraron de golpe en la habitación Luis y Felipe, este grito
- ¡Mira!, mira como follan este par de tórtolos
- ¿Qué hacéis aquÃ, tÃos? - les pregunto Juan.
- Ver lo bien que te lo montas. Ya podrÃas dejar algo para nosotros que para eso están los amigos.
No se como se me ocurrió, pero el hecho es que le dije a Juan.
- Anda deja que se apunten
No habÃa terminado que Felipe ya tenia su polla fuera y lista para metérmela en la boca cosa que asà hizo, mientras Luis se desnudo y comenzó a tocar mis pechos.
Descabalgué de la polla de Juan y me puse a chupársela, al quedar mi culo al aire Felipe aprovecho para follarme por detrás. Mi novio no tardo en correrse en mi boca con lo que fue sustituido por Luis. Luego Felipe y Luis se intercambiaron las posiciones hasta que ambos se corrieron.
Estuve prácticamente toda la noche siendo follada por los tres hombres de mi vida. Al dÃa siguiente todos hicimos como si no hubiera sucedido nada.
Desde ese dÃa y hasta la boda Juan no me dejaba sola ni por casualidad, supongo que temÃa que sus amigos quisieran seguir disfrutar de mà cuerpo.
Lo que ahora sigue, y ya termino mi historia, estuvo a punto de costarme el divorcio y un aborto pues yo estaba embarazada cuando Juan se entera por un desliz mÃo.
Sucedió el dÃa de mi boda y puedo jurar que es de la única cosa que me he arrepentido, fue durante la fiesta que siguió a la cena de la boda, yo habÃa bebido mucho y como me sentÃa algo mareada subà a la habitación que nos habÃa dado el hotel donde celebrábamos la fiesta. Estaba descansando cuando llamaron a la puerta, yo creà que era mi marido pero al abrir y ver en la puerta a Felipe y Luis, les pregunte
- ¿Qué hacéis aqu�
- Venimos a darte un regalo muy personal para que no nos olvides
Sin darme cuenta ambos ya estaban dentro de la habitación y habÃan cerrado la puerta. Felipe se acerca a mà y me beso detrás de la oreja, sentà como se erizaba todo mi cuerpo, su mano me palpa el coño por encima del vestido de novia, yo le bese en la boca.
Luis mientras me habÃa desabrochado el vestido, este se deslizo hasta el suelo quedándome solo con las medias y mis bragas. Luis siguió y me quito las bragas, luego me introdujo un dedo en mi clÃtoris al tiempo que jugueteaba con mis labios vaginales. Yo estaba muy caliente, notaba mi coño mojado, Felipe me estaba besando los pechos cuando Luis se puso de pie y dijo
- Chúpanosla
Yo me arrodille y me puse a chuparles sus pollas. En cuanto estuvieron duras me llevaron a la cama Felipe sé sentó y yo continúe mamándole su verga y Luis me penetraba muy lentamente por detrás luego se cambiaron y fue Felipe quien me folla. Yo me habÃa corrido ya un par de veces e iba a correrse Luis cuando este le dijo a Felipe
- ¿Felipe ven que nos correremos en su boca?
Ambos se pusieron frente a mÃ, yo me puse a masturbarlos con mis manos y mi boca hasta que de repente dos potentes chorros de semen se estrellaron en mi cara y boca. Les limpie sus pollas, nos vestimos y abandonamos los tres la habitación.
Después de aquello los volvà a ver una par de veces pero no ocurrió nada, aunque lo intentaron sin éxito, nuestras vidas se separaron y ya hace muchos años que no se nada de ellos.