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ORION, ELLA, Y YO

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Cuatro quince de la tarde, en una esquina de la pequeña pero muy transitada calle de Éufrates en el distrito federal, espero que salga mi mujer de su trabajo , pasado un rato cuando la veo venir como siempre  hermosa despampanante, no soy el único ser que la mira  los empleados que al mismo tiempo que ella salen y se encuentran en grupos platicando  detienen su charla para voltear, algunos discretos otros poco recatados,  pero al  fin todos iguales mirando las piernas estilizadas por las grandes zapatillas y las medias de liguero que trae  encima puestas o tal vez por las preciosas nalgas que se le ven  a través de la falda que  tanto nos gusta.  Al encontrarnos me abraza y me da un beso, e intercambiamos breves frases,  que como fue el día?, que como el trabajo? , Los amigos? , mientras  esperamos a que un amigo nuestro  pase por nosotros.

Al llegar se detiene y nosotros como en automático, nos acomodamos en los asientos dejando que ella ocupe el asiento del copiloto, recibo un WhatsApp, “con todo?”,  le contesto,  “como a ella le gusta”,  sonando el teléfono de mi amigo en respuesta. Le  había pedido  con anticipación a mi esposa  que se pusiera esa falda corta de flores que tanto nos gusta y una blusa negra que resalta su  cuerpo y bajo eso un baby doll negro con liguero  “has venido como te he pedido?” pregunte “si todo como me has pedido” respondió a pesar de  la presencia de nuestro amigo…  Se inclinan y se dan un beso en la boca poco tierno y muy  apasionado lleno de lujuria y deseo yo solo los observo desde mi lugar posterior, me inclino para acariciar su pelo y  aprovechando el momento  sutilmente le desabrocho el sujetado, ella no responde más que con una mirada nerviosa, pícara, y cachonda.

Nuestro amigo nos mira, sin duda   respira  el aire lleno de lujuria, me mira por el espejo retrovisor mientras yo con mis ojos doy mi consentimiento para lo que planea. Se dirige a mi esposa y le dice, “estas muy guapa nena”, sonrío, “quítate la tanga”, ella me miro y  solo atine a decirle  “haz lo que te dice bebe”. Se quitó la tanga  y  mi amigo se la toma de  las manos para olerla, me las pasa y noto que está húmeda  y la regreso diciéndole,  “un obsequio”. Y el la guarda.

Mi amigo sigue manejando, mientras mis manos masajear suavemente los pechos erguidos de mi mujer y mi amigo juguetea con sus esponjosos labios  vaginales descubiertos ante la falta de tanga, el  mete su mano entre sus piernas y acaricia toda su panochas, mientras ella  da un  respingo y sonríe, el saca  la mano y se  lleva los dedos a la boca, ella riendo nerviosamente atina a decir “eso es morboso, muy morboso”.

Mis manos están en sus pechos, cuando mi amigo termina de saborearla, mete nuevamente su mano entre sus  piernas “separa las piernas que no cabe mi mano” le increpa, ella abre  las piernas y  mete dos dedos dentro de su vagina, esta empapada, “es impresionante lo cachonda que eres”. Le dice.

Llegamos  después de algún tiempo  perdidos en el loco bullicio de la ciudad y su acalorado tráfico a un pequeño edificio  donde estacionados el carro y nos dirigimos por las escaleras donde no perdimos oportunidad de meterle la mano bajo la falda y de desabotonarle  ligueros.  Llegamos rápidamente a el último piso parecía que  la distancia era corta y el tiempo no corría un departamento pequeño al fondo y a través de una terraza  hacían un lugar muy privado entramos y mi amigo y mi esposa ya iban fundidos en un beso y las manos de ella buscaban mi mano  mientras las del  acariciaba su  pecho y la mía sus ricas nalgas.  Pellizcamos sus  pezones por encima de la blusa, no podía  moverse de  entre los dos, nuestros  cuerpos oprimían el suyo y le mostrábamos nuestra excitación por delante y por detrás.

La habitación es grande, la cama lista a medio abrir , encima de la mesa de noche, lubricante, codones, anillos,  un vibrador, todo un kit de sexo, desde atrás le desabrocho la blusa ella observa como nuestro amigo se desnuda , tiene buen cuerpo y una buena verga  me comenta le quito la falda y queda  solo con el baby doll,  las medias y los zapatos,  Ahora no son mis  manos las que le acarician, las que recorren su cuerpo, se entretienen en sus pezones juegan y los pellizca, los lamen y los , sujeta firmemente  con sus labios, yo me meto entre tus piernas, castigo su sexo mientras nuestro amigo con un hielo recorre sus pezones , el contraste la hace gritar,  empiezo a golpear leve  su  clítoris mientras él hace lo mismo en sus tetas, el tiempo pasa muy deprisa, un grito intenso sale de su garganta y un tremendo orgasmo recorre su cuerpo.

Estamos  cada uno a su lado con nuestras vegas  a mil  “nena ahora te toca ti, demuestra tus dotes danos placer a los dos”. Toma en cada una de sus  manos nuestras vergas, y comienza a lamerlas,  primero a uno y luego a otro, mientras le acariciamos no dejamos  de jugar con sus  tetas.

Me aparte para contemplar desde lejos la escena de mi mujer fundida con otro cuerpo que no era el mío, y  fui  a un sillón al costado de la cama dejando  que ambos actuarán  libremente  mientras mi esposa se concentra en comerse la vega de nuestro amigo,  el acaricia sus piernas y  besa su cuello, mi esposa se estremecía al sentir esas  manos acariciándole y esos cálidos labios besándose, ya habíamos logrado calentarla lo suficiente como para que ignoraran mi presencia así que  ante la insistencia de mi esposa ataque  a fondo metiendo la mano hasta su ya húmeda vagina, nuestras lenguas se enfrascaron en lujuriosa lucha, por un momento mientras mi amigo con su hábil dedo recorría sus labios vaginales ella  ansiaba que le metiera por lo menos uno, sin embargo mi mujer  recordó su gruesa vega  y  la tomo para seguirla  lamiendo  hasta hacerlo venir  en un abundante y grotesco roció sobre ella ,  me incorpore y la coloque de pie apoyándola en el respaldo de un sillón con las piernas bien separadas comencé a pasar mi vega entre sus labios vaginales impregnándome  con sus fluidos con la intención de que la penetración se facilitara lo que  era inútil pero al escena cargaba de erotismo el momento, ella  ya escurría fluidos de lo caliente que se encontraba pero no quise desestimar la acción

Estaba  por  penetrarla  y mi esposa ya vibraba con solo imaginarlo pero no tenía prisa  y le  pasaba una y otra vez por sus labios metiendo ocasionalmente únicamente la cabeza hasta que intempestivamente le clave toda mi vega la cual entro sin chistar ya luego de varias horas de estarla cachondeando  ella levanto las nalgas invitándole  a que la  penetrara más  lo que hice sin contemplaciones , hasta este momento ya ni gemía solo nos daba palabras de aliento y frases cachondas y vulgares que la hacían aún más  cachonda y lujurioso “tienes una verga divina” y “cógeme más duro papi” , “su Putita quiere macho”  movía su trasero tratando de sentir el mayor placer posible, ella disfrutaba al máximo la  tenía bien ensartada moviéndonos rítmicamente cuando mi amigo  metió una mano por el frente y comenzó acariciar su clítoris con lo que  quedo por completo fuera de control y no dejaba de decirnos así “papitos denme más verga soy toda suya “

Me aparte y dije   “vas hermano, cógela, le encanta la vega”, dejo que el  impetuosamente le meta la vega, le meto  la mía en la boca y me dejo llevar, “me están dando un cogido, como nunca mis amores. Dijo mi esposa.

Nuestro amigo se sale de ella  y se tumba “súbete encima de mí, quiero que me folles, tu marido dice que lo haces de como diosa”, ella  sin objetar nada se sube encima, y empieza a montarlo Como dolo ella lo hace  mientras miro como se mueve, está a tope , me doy la vuelta me coloco detrás de ella  y la  tumbo hacia delante, “relájate nena, voy a penetrante  el culo, disfrútalo” pongo mi verga en su culo y poco a poco entro  y cuando la tengo toda dentro nos movemos los tres a la vez, dios mío, es brutal, no podemos  contenernos  al cabo de un rato un tremendo orgasmos recorre nuestros cuerpos, ella lo manifiesta  a gritos, no  para de gritar, mi amigo se corre en su vagina  y yo dentro de su culo, los tres a la vez, nuestras vibraciones  hace que tengamos otro orgasmo seguido, y cae rendida sobre nuestro amigo , se queda quieta  para tumbarnos en la cama desnudos, basarnos, acariciarnos y tocarnos.

Para este momento  ya tendríamos una 5 horas de lujuria y pasión desenfrenada  desde que la habíamos recogido en su trabajo y  durante las cuales modificamos una y otra vez las posturas, las formas y los modos,  el semen de mi amigo y el mío  ya corría no solo por su culo y su vagina  la cara el pecho y todo su ser  tenia chorros de semen.

Intentábamos  mantenernos relajados pero la carga erótica del momento era tal que ella se incorporó y  mientras nos chupaba las vergas a uno y otro nuevamente nos las iba reviviendo , había momentos en que se confundían las caricias, estábamos como locos manoseándola por todas partes, sus tetas, nalgas, su cuerpo, metíamos nuestros dedos en su vagina en ocasiones los dedos de ambos, así Como en su culito también, ella mientras tanto trabajaba con una verga en cada mano las chupada tímidamente una y luego la otra diablos!!!! Que viciosa de vega se ha vuelto mi mujer!!!!... luego de un rato de esta ceremonia de resucitación  y ya con mi amigo y esa tranca piradísima… se  puso al frente de el con las rodillas en la cama, cogió  su vega  y se la puso en la entrada de su panocha , se metió la cabeza y luego se dejó caer  despacio, se vio como  centímetro a centímetro le entraba hasta  que sus testículos chocaban con su  panochas y su culo…. recogió su cabello, no había duda se estaba acostumbrando a esa vega, lo estaba disfrutando y actuaba tan natural , como si de un paseo por el campo se tratara, yo cogía sus tetas con ambas manos rosando sus pezones erectos y listos…, comenzó  lentamente a moverse y a dejarse ir hacia adelante … sabía lo que queríamos . Fue  parando su culito yo saque  una botella lubricante  y le empate el culo y la panochas con los dedos empapados, dije – Dale!!!!! –apuntó su cabeza y la puso en su culo… y  se deslizó hasta lo más profundo …

Yo la  besaba con pasión y lujuria… verle el rostro me satisfacía, ella gemía, se retorcía, estaba en un éxtasis total, cuando termino el con ella me incorpore y puse mi verga... le abrí las nalgas y le puse mi vega en su cola, todavía semi abierta por el trabajo anterior… se fue clavando … ella comenzó a temblar y arqueo el cuerpo como si por toda la columna la recorriera un calambre , se le cortaba la respiración pero yo no paraba,  mis huevos chocaban  contras sus nalgas ….a pesar de su súplicas  de que fuera más despacio, “me vas a matar” , decía, que dolor y  que delicia su cola comenzó a retorcerse de placer, eran unos orgasmos diferentes, como si quisiera ir al baño y chorreaba un líquido diferente y abundante mi amigo la besaba y tocaba de sus tretas, y sus nalgas

“Que puta soy”!!! Dijo, si amor, que puta eres, le comente al tiempo que le decía un te amo princesa.

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