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Fiesta a tope

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En esta ocasión te voy a contar algo que me sucedió en mi último cumpleaños (en octubre del año pasado). Unos amigos míos me "orgianizaron" una fiesta sorpresa y ¡vaya que lo fue! Cuando ya todo se hubo terminado, nos quedamos al final cuatro amigos míos y yo. En total éramos 6 cabrones, bien calientes y dispuesto a celebrar mi cumpleaños al máximo.

Uno de estos cabrones, era mi "regalo". Un tipo como de 22 años, alto, bien parecido y con un cuerpazo bastante apetecible. Además de una vergota como 9 pulgadas y super gruesota también.

El caso es que recostando a este tipo, llamado Gabriel, encima de la mesa del comedor de la casa de mi amigo, le saque la enorme vergota y se la empecé a mamar enfrente de todos mis amigos, que empezaron a calentarse con el caliente espectáculo que les estaba brindando al intentar devorarme por completo la gruesa salchicha que colgaba a media asta entre las fornidas piernas de Gabriel.

A medida que mi boca mamaba ansiosamente el grueso pedazo de carne, este empezaba a cobrar vida, endureciéndose y aumentando, aun mas, de tamaño y grosor.

Empecé a desnudar a Gabriel, acostado sobre la mesa, hasta dejarlo totalmente en pelotas, con su duro garrote palpitando entre sus piernas. También yo me desnude por completo y continué con mis ardientes mamadas sobre el descomunal instrumento de Gabriel.

Su gruesa macana ya no cabía en mi boca, pese a todos mis esfuerzos. Sin embargo, mi lengua recorría ávidamente su dura longitud, desde la punta de los huevos hasta la base de sus peludos huevotes; llegando incluso mas allá, por entre la rajada de sus nalgas, firmes y apretadas, hasta encontrarme con su ardiente agujero, que se abría lujurioso, para recibir mi caliente lengüita en su interior.

Con las piernas levantadas en el aire, yo seguía lamiendo su estrecho agujero, separándole con ambas manos sus carnosas nalgas, dejando se ardiente fundillo totalmente expuesto a mi traviesa lengua, que pugnando por introducirse cada vez mas dentro de él.

Para esto, otro de mis amigos, llamado Hector, que también tiene un chilote bastante antojable, se había calentado con el caliente espectáculo y bajándose los pantalones y los calzones hasta los tobillos, sentado en una silla frente a nosotros, se la estaba jalando a todo tren, mientras nos observaba en accion.

Un tercer amigo, llamado Domingo, también super chiludo, rápidamente se arrodillo frente a Hector y se la empezó a mamar deliciosamente, mientras este disfrutaba de nuestro caliente espectáculo.

Mis otros dos amigos, llamados Luis y Jesús, se había acercado hasta donde yo le estaba lamiendo el culo a Gabriel. Luis se prendió de la verga de Gabriel y Jesús empezó a besarse con él en la boca. Mientras tanto, entre Luis y yo le mamábamos su enorme vergota.

Después, mientras Jesús y Luis le sostenían las piernas a Gabriel, empecé a meterle dos dedos por su estrecho culito, que se abrió sin ninguna dificultad para tragárselos por completo. Lentamente empecé a meterlos y a sacarlos, arrancándole suaves gemidos, cada vez que lo hacia.

Mientras tanto, ya todos se había desnudado y teníamos las vergas bien paradas, de lo calientes que andábamos. Domingo y Hector, se habían acostado en la alfombra y hacían un delicioso 69, mamándose sus enormes y deliciosas vergotas.

Al llegar a este punto, yo me había montado sobre Gabriel y me disponía a meterme su gruesa vergota por mi caliente agujero. Lentamente mi pequeño ojete se fue abriendo para tragarse por completo aquella enorme y descomunal macana que amenazaba con partirme en dos.

Lo que mas me calentaba era que Luis y Jesús no perdían detalle alguno y observaban, con ojos lujurioso, como me culo se expendía al máximo para dar cabida a toda la enorme vergota de Gabriel.

Una vez que me la hube metido toda, las manos de Luis y Jesús empezaron a recorre todo mi cuerpo cachondamente; mientras uno me masturbaba, el otro me acariciaba mi restirado agujero y los peludos huevotes de Gabriel, al tiempo que yo, me daba unos deliciosos sentones sobre el endurecido miembro de Gabriel que parecía a punto de desmadrarme el culo por completo.

Sin embargo, mi calentura era tanta, que yo deseaba que me penetrara cada vez con mayor intensidad y profundidad, aunque después quedara todo desfondado.

Después de un rato, Luis me pidio que lo dejara montarse un rato en aquella gruesa macana, pues dicen que de ver se antoja y como yo estaba gozando un chingo, pues el también quería probar.

Como nunca he sido envidioso, me desempale de la gruesa estaca de Gabriel y permití que Luis se diera gusto con aquel candente instrumento que palpitaba de excitación, como si tuviera vida propia.

Para esto Hector ya se estaba cogiendo a Domingo como un desesperado, con las piernas de Domingo sobre sus hombros y con su grueso instrumento taladrando salvajemente el pobre culo de Domingo, arrancándole deliciosos gemidos que resonaban por toda la casa.

Jesús, se había acercado a ellos y metiendo su miembro erecto en la boca de Domingo, este procedió a mamárselo golosamente, al mismo tiempo que era cogido salvajemente por Hector.

Luis se había empinado sobre la mesa y abriéndose de piernas, con Gabriel colocado detrás de él, disfrutaba de una caliente cogida, con el pene de Gabriel profundamente enterrado en su ardiente fundillo.

En ese momento, me coloque detrás de Gabriel y, apuntando mi verga en la mera entrada del agujero de Gabriel, empecé a penetrarlo violentamente. Gabriel, gimió cachondamente, al sentir mi vergota en su interior, pero lejos de intentar safarse, se empino aun mas sobre Luis, para penetrarlo mas profundamente y recibir en esa posición toda mi verga en su interior.

Sincronizamos nuestros movimientos empezamos a coger los tres al mismo tiempo, en una especie de emparedado, donde Gabriel era el relleno y Luis y yo, las tapas del mismo.

Después cambiamos de posiciones y de compañeros sexuales, hasta que todos cogimos, y fuimos cogidos, por todos, sin excepción alguna.

Pero lo mejor de la noche vino cuando Domingo, se metió la verga de Hector y la de Gabriel ¡al mismo tiempo por el culo! Eso solo lo había visto en las películas gay, pero nunca me había tocado verlo en vivo y a todo vergor, digo, a todo color.

Gabriel estaba acostado, boca arriba en la mesa; Domingo se había acostado sobre él, también boca arriba, con la verga de Gabriel bien enterrada desde abajo y levantándole las piernas en el aire, estaba Hector, de pie, con su gruesa macana también enterrada en el culo de Domingo.

Fue algo súper excitante, que nada mas de recordarlo, me vengo en los calzones, sin siquiera tocarme, ¡lo mas cachondo que me ha tocado ver en mucho tiempo!!! Yo no se como le hizo este cabron, para que le pudieran entrar las dos vergotas al mismo tiempo, porque, tanto Hector como Gabriel, eran los mas vergudos del grupo.

Yo creo que a mi nunca me hubieran entrado o a lo mejor si me entraban, pero me iban a desgraciar el culo para siempre. En cambio, a este cabron, se le fueron como agua, sin ninguna dificultad, y según nos dijo después, ya lo ha hecho en varias ocasiones y nunca ha tenido problemas de ningún tipo, ¡esta cabron! ¿no crees? Hubo un momento en el que Jesús, Luis y yo, nos quedamos estáticos, observando morbosamente, como las dos vergotas entraban y salían del elástico culo de Domingo, masturbándonos como chiquillos frente a aquel caliente espectáculo.

Este amigo (Domingo)es el mas puto y el mas calientote de todos, y aunque también es el menos atractivo del grupo, como tiene muy buen cuerpo (nalgas, verga, culo y todo), pues siempre le va muy bien. Además de que, por se el mas calientote de todos, todo mundo quiere coger con el, ya sea que el la haga de activo o de pasivo.

El caso es que todavía encima de que tenía las dos vergotas bien enterradas en su culo, todavía quería mamar otra verga, al mismo tiempo. Así que, ni tardo ni perezoso, me subí a la mesa y montándome sobre la cara de Domingo, le metí mi erecta macana en su boca, misma que succiono ávidamente.

Mientras tanto, con cada una de sus manos, Domingo masturbaba a Luis y a Jesús, al mismo tiempo que me mamaba la verga y era doblemente penetrado por Gabriel y por Hector.

Aquello fue mas de lo que pude soportar y, sin poderme contener, me empecé a venir a chorros sobre el pecho de Domingo, mientras este lamía mis testículos deliciosamente.

En seguida, Luis y Jesús, también empezaron a venirse, manchando con su caliente esperma el pecho del cachondo Domingo, quien estaba al borde del éxtasis total y se retorcía de placer gimiendo como desesperado.

Después, Hector y Gabriel también se vinieron dentro de Domingo, rebasando con su semen el desflorado conducto de Domingo y escurriéndose pesadamente por entre sus peludos huevotes.

Finalmente, Jesús se prendió de la verga de Domingo, que parecía a punto de partirse de lo dura que estaba, cuando tenia las dos vergas enterradas en su culo, y Domingo también empezó a venirse abundantemente en la boca de Jesús.

Realmente fue el mejor cumpleaños que he tenido en todos mis 28 años de vida y créeme que ya espero con ansias el próximo festejo, porque me dijeron que me iban a preparar algo mejor para esa ocasión.

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