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Cariño de hermanos

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-Llegó Margot, llegó Margot..!... Mi madre nos gritaba desde la puerta para que salieramos a recibirla...

Somos una famila numerosa: 11 hermanos, de los cuales 4 son hembras y 7 son varones. En nuestra modesta vivienda, solo habían dos habitaciones para nosotros, los hijos. Yo soy el menor de los varones, y cuando todos mis hermanos coincidian en casa, yo terminaba durmiendo con mis hermanas, para aliviar la carga del cuarto de los varones.

A Margot no la conocía muy bien. Yo tenía 8 años cuando llegó ese día. Era la primera vez que la veía. Mi padre, de origen portugués, la envió a estudiar fuera del país cuando yo tenía 1 año. Por eso solo conocía su nombre y, desde luego, que era mi hermana. Tenía 16 años cuando regresó, habiendo pasado 7 años en el extranjero, en casa de una tía, hermana de mi padre, quien se ofreció a ayudar por la situación económica que atravesabamos. Se llevó a Margot, Damián y Bruno, quienes eran los hijos mayores de la casa. Estudiaron el bachillerato en Brasil y aprendieron portugués. Recuerdo lo cómico que era al principio la comunicación con Margot. Solo hablaba portugués. Mis otros hermanos llegaron con ella, y hablaban ambos idiomas, porque se fueron mas grandes para Brasil.

Para entrar en el tema, les puedo decir que cuando llegó Margot se sorprendió de lo grande que yo estaba, ya que la última vez que me había visto, yo tenía un año. Me abrazó y me levantó apretando su cuerpo y sus poderosas tetas contra mi cara. Por supuesto, en ese momento yo estaba aceptando la situación sin mayor implicación, ya que nuestra madre nos había preparado para esa llegada, y mi interés en el sexo aún no se manifestaba.

Esa noche me tocó dormir con mis hermanas, y por la novedad, junto con Margot, en la cama dispuesta para ella. Demás está decirles que, antes de Margot, no había tenido interés real en el sexo. Me limitaba a los juegos de los niños varones de esa edad. Pero menudo regalo me deparaba el destino con la llegada Margot a mi vida.....

Despues de cenar y hechar algunos chistes y contar anecdotas, nos fuimos todos a dormir. Mis hermanas dormían con una franela larga y la ropa interior, Yo estaba habituado a verlas semidesnudas todo el tiempo, sin darle mayor connotación erótica al asunto.... hasta que llegó Margot. Esa noche sin mayor asombro para nadie, me fuí en slip y me metí debajo de las sábanas a dormir. Cuando Margot salió del baño, venía totalmente desnuda...Pude ver su cuca en directo, con todo ese vello púbico que la cubría y sus tetas redondas y paraditas. No dejé de sentir un escalofrío al verla. Mis otras hermanas tambien se sorprendieron pero solo rieron a carcajadas...

Acostado y cubierto con una cobija, escuchaba la conversación que tenían mis hermanas y su risa dicharachera. Con ese fondo me fui quedando dormido. ...

En algún momento durante la noche, pude sentir un cuerpo que me abrazaba y me apretaba contra si. Pude sentir las tetas de Margot alrededor de mi cuello mientras su mano bajaba por mi abdomen y comenzaba a acariciar mi pequeño güebito, primero por encima del boxer, y luego en directo. El placer que sentía era indescriptible. Nunca me hubiera imaginado, lo rico que era sentir un cuerpo y unas caricias como las que me daba mi hermana. Pude sentir como restregaba su pubis peludito contra mis nalgas, que ricura!... MI paloma se puso erecta casi de inmediato...Los dedos de Margot me bajaban y subian el escroto, produciéndome un placer insospechado. Logré sentir como me salía una especie de aceite por el huequito de orinar, y Margot me lo distribuia por todo el glande.. Que placer!... Inconscientemente alcé mi mano y se la puse en la pierna, a nivel del muslo y comencé a sobarla para arriba y para abajo...luego de lado, llegando a sobar su nalga hasta la rajita del culo, pasando mi dedo meñique por encima de su ano, que delicia....Estaba recibiendo mi primera clase de erotismo, la mejor clase que puede recibir un hombre a esa edad, con la seguridad de que la maestra que te enseña no te dañará, porque te ama, porque es tu famiia, por que es tu hermana!....La mejor escuela de amor y sexo que se puede conseguir... Esa noche logré tener algo parecido a un orgasmo, pero sin arrojar sémen. Me acababan de hacer mi primera paja. De alli en adelente, me volvería un vicioso de las manuelas. Eso fué todo durante esa primera noche.

 Al día siguiente, al levantarme, pude ver a Margot dormida y no pude contener las ganas de darle un tierno beso en la mejilla. Se despertó y me brindó una sonrisa, me hizo una caricia en el cabello, alborotándolo, y me guiñó un ojo mientras hacía la seña de guardar silencio con su dedo índice sobre su boca. Entendí perfectamente a que se refería. Le guiñé también el ojo y le hice la seña de ok! con mi dedo índice, haciendo un círculo junto al pulgar, lo cual ella entendió y me respondió con una sonrisa....

Continuará...

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