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Georgina… toda una vida de travestismo. CAPITULO 1 UN CHICO NORMAL.

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En verdad no recuerdo exactamente como empezó mi travestismo, solo recuerdo que yo era un niño “normal” más o menos hasta los diez u once  años….

Jugaba con mis amigos a cualquier juego de niños “normales”, éramos traviesos, peleoneros y revoltosos; como cualquier grupo de niños, nos metíamos en problemas como todo niño.

Mi familia era una familia desintegrada, ya que mi padre nos abandonó cuando yo aún era muy pequeño, supongo que por problemas con mi madre; pues ella era una mujer muy dominante y neurótica y para acabarla de amolar era muy católica

Debido a los problemas mentales y emocionales de mi madre, ella nunca pudo conseguir un empleo para mantenernos, (éramos tres hermanos: José Luis el mayor, Yo Jorge el de en medio y Laura la menor).

Para poder sostenernos mi madre envió a trabajar a mi hermano mayor, quien a partir de ese momento se convirtió en el jefe de la familia…

Recuerdo que una madrugada entré al cuarto de mis padres sin llamar, y ¡vaya sorpresa! Los encontré cogiendo… ¡quedé sorprendido!! Y muy sorprendido… por supuesto que eso me valió una buena reprimenda por parte de mi padre, y una golpiza por parte de mi madre.

Supongo que por ese hecho se despertó en mí un precoz  interés por el sexo. A partir de ese momento me obsesioné con ello.

A partir de ese momento me pasaba todo el tiempo en el sexo, sin embargo no tenía a nadie que me informara al respecto, ya que en esa época el sexo era tabú, ni hablar de sexo con los adultos…

Te podía costar una golpiza…

En cuanto a mi grupo de amigos del barrio, estaban tan ignorantes o más que yo, desde luego que hablábamos de sexo pero eran puras tonterías. Ya que ninguno teníamos experiencia al respecto.

Cuando cumplí los 12 años no recuerdo como pero… encontré una revista pornográfica en el basurero. Era una revista de dibujos y estaba maltratada e incompleta, pero para mí fue todo un descubrimiento.

Se la mostraba a mis amigos y comentábamos sobre sexo… pero siempre mostrando nuestra total ignorancia del tema.

Para esas fechas ya empezábamos a mostrar interés en las chicas, empezamos a tener novia (algunos), y a tener sexo con ellas, supongo que yo fui de los afortunados ya que tuve una o dos novias. Incluso llegué a bajarle las pantaletas a una de ellas y me permitió tocarle su vagina.

No hubo penetración pero me dejó puntearle el ano con mi verga…

Así que como ven hasta los 12 años yo era un chico completamente normal… pero había un detalle: siempre me gustó más tocarles el culo a las chicas, que tocarles la vagina…

A causa que nuestro departamento contaba solamente con 2 recamaras, mi hermano mayor y yo dormíamos en una y mi madre con mi hermana ocupaban la otra.

Sin embargo como ya éramos adolecentes mi hermano y yo peleábamos mucho en la cama.

Por lo que mi madre decidió que yo durmiera en la sala, en un sofá que se podía convertir en cama…

Dicho sofá tenía un compartimento en la parte baja para guardar las cobijas, ese compartimento me fue muy útil como verán a continuación.

Bueno… pues resulta que a mi hermano y a mí nos olían muy mal los pies, por eso mi madre nos obligaba a lavarnos los pies cada noche antes de dormir, así que diario calentábamos un poco de agua, la vaciábamos en una cubeta y nos lavábamos los pies por turnos: mi hermano primero (por ser el mayor y el consentido de mamá).

El único inconveniente era que yo no me podía acostar a dormir, hasta que mi familia terminaba de ver televisión, ya que esta se encontraba en la sala.

Entonces yo me lavaba los pies después de que ellos se iban a dormir, entonces lo hacía… pero me daba flojera ir al baño a tirar el agua de la cubeta. Así que la dejaba junto a mi cama hasta la mañana siguiente. Y eso molestaba a mi madre.

       Continuará….

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