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Las mentes curiosas que fantaseaban entre las sábanas: (cap.6) El chat ya no es suficiente

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CAPÍTULO 6: EL CHAT YA NO ES SUFICIENTE

 

Vuelta a casa tras las vacaciones, siempre es horrible, aunque esta vez habían vuelto con jugosas experiencias que recordar. El sexo exhibicionista había sido sin duda un gran descubrimiento para la pareja, no se había repetido nada tan intenso como el primer día, se limitó a algún mirón descarado o en la lejanía, hubo morbo, aunque ambos ansiaron más de un día que se repitiera el primero.

La ciudad dejaba menos posibilidades de juego, pero el nivel avanzado que habían obtenido les hacía dar vueltas a la cabeza para encontrar algo divertido a lo que jugar en la urbe. Ya no era Jaime el único pensador, Elizabeth había empezado a apasionarse por el juego, y quería innovar tanto o más que Jaime, solo esperaba una oportunidad.

Los días pasaban, y las ideas eran buenas pero insuficientes, sexo en el parque y en lugares públicos, sesiones de sado picantes, todo iba subiendo en intensidad, pero realmente querían algo más fuerte, así que llegó la idea, sexo en webcam.

Era algo que la pareja ya había hecho en el pasado, y realmente no ofrecía nada nuevo en sí mismo, pero tenía el componente que quizás echaban de menos, la interacción. Quizás que les comentaran o hablaran podía ser ese toque morboso que andaban buscando.

Jaime creó un perfil en una página, buscaron alguna máscara con la que taparse la cara, y luego comenzaron a chatear.

El principio parecía morboso, pero fallaba algo, las mascaras sobraban y el morbo no era el mismo, los comentarios eran burdos y tópicos, no había nada especial en comparación a otras actividades.

–Esto es una mierda.– dijo Elizabeth, –Solo dicen tonterías y la máscara es superincomoda.–

–Ya... No sé, quizás habría que hacer algo más picante... ¿Traigo al Toby? Jaja.–

–Vale, pero pa que te chupe la cola a ti.– dijo Elizabeth picajosamente.

–No deja, deja. Pues habrá que pensar otra cosa.–

–La vez que hicimos la cam con la Sara y el Santi si que me dio más morbo, sería porque los conocíamos o algo.–

–No sé, puede, o quizás porque era lo primero que hacíamos de ese tipo.–

–Ya... también es verdad. No sé, podemos avisarles y decirles que ponga la cam.– dijo Elizabeth algo ansiosa y salida.

–Estás salidilla eh... Venga vamos a ver si responden.–

Jaime escribo un mensaje a la otra pareja.

–Estamos conectados... ¿Queréis jugar por cam?–

Unos minutos más tardes ambas parejas estaban frente a sus ordenadores.

Sara y Santi eran una pareja joven, con algo de experiencia en temas de intercambios, y con mucha en temas de juegos traviesos. Vivían en otra ciudad, de ahí que nunca hubieran estado juntos los cuatro a la vez, y que el trato con ellos fuera más sencillo.

Empezaron a hablar y a contar experiencias, Sara y Santi se sorprendieron de todo lo que habían hecho Jaime y Elizabeth, les resultaba increíble.

–¿Y no os animáis a más?– Preguntó Sara.

–No, no, así nos va bien, lo que pasa que ahora queremos algo morbosillo como lo de principio de verano, por eso os hemos dicho lo de la cam.– respondió Jaime.

–Ok, ok, sabéis que nosotros encantados.–

Elizabeth se posicionó en el teclado, –Bueno aunque por cam no es el mismo morbillo pero para quitar el mono vale jiji.–

Una sonrisa traviesa surgió en la cara de Sara, miró a Santi con complicidad. –Bueno, si queréis dejamos la cam y vamos a veros, los cuatro en la misma habitación, que en vivo molará más.–

Jaime y Elizabeth se miraron unos segundos y sonrieron, a ambos les apetecía esa experiencia, y más pudiendo hablar y oír a la otra pareja de cerca. La cam era muy poco, había que concretar una cita.

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