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EL CURA Y LUCERO

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Había decidido con firmeza y pasión dedicar a la religión toda su entereza, mas quiso el destino aciago que el cura Santiago torciera su buen camino, y maldecía al destino por no tener convicción.

Tenía varios días que se mostraba inquieto y lleno de desazón.

La culpa tenia Lucero pues coqueta movía su trasero causándole excitación.

Adorable criatura desatas impuros deseos y luego muy ladina rechazas mis escarceos.

Has provocado mi lujuria mi pasión esta desatada, pero de una buena  parchada no lograras escaparte

Por favor señor cura reprima su insano apuro, porque yo le aseguro

Que lo que está deseando y aunque mucho insista esto que está a su vista no lograra tenerlo

No digas eso mi vida tu negativa me altera, espero tu respuesta afirmativa, y meterte la verga entera.

No me hable de esa manera que no le he dado motivo y deje ser cautivo de su lujuria grosera.

Mejor mañana regreso espero este más tranquilo, menor será su calor y su mente tendrá menos filo.

El cura quedo hundido en  insanos pensamientos cogerme a Lucero quiero y he de encontrar la manera de lograr esta quimera que de fuego me está consumiendo.

Y fue  precisamente esa noche cuando el cura vagaba que sin querer tropezaba con dos cuerpos en el piso. Era la rica de Lucero que con el ayudante del tendero sus encantos derrochaba, el cura desconcertado rodo con su cuerpo la piso más el destino quiso que aquello descubriera  y que hallase de esa manera tener a Lucero en sus manos. ¿Qué es lo que estás haciendo? Ingrata criatura de esa manera pagas los empeños de tu tío y tu desconsiderado gañan muerdes la mano del que te da el pan y te cubre cuando hace frio.

Ah pero ya verás en cuanto tu tío lo sepa, que duda no te quepa que sabrá impartir justicia. Y tu desgraciado que a Lucero has profanado con tus manos sucias

Has de ocupar toda tu astucia para evitar su ira que si la verga se te estira se te terminara arrugando.

Mañana se lo diré no puedo pasar por alto esta puerca inmundicia morirá por la noticia de pena y desencanto casi lo puedo ver, cuando le diga que coger era lo que estaban haciendo.

No señor cura por favor no diga nada que cruel me castigara y a el querrá castrarlo, No podre evitar que su justiciera mano se convierta en verdugo, eso lo hubieran pensado antes de revolcarse y sacar a sus cuerpos jugo.

Imploramos su piedad ayude a este par de imprudentes, seremos sus penitentes haremos lo que usted quiera, te das cuente lo que dices querida Lucero tú ya sabes lo que quiero ¿estas dispuesta a entregarlo?, si no me queda de otra aceptare mi suplicio, si lo tomas como sacrificio no tenemos más que hablar las nalgas me vas dar y lo harás de buena gana pues este hombre de sotana te lo dice hasta gritando no me las de llorando porque así no me gusta. Esto me tiene cansado sin tener vela en el asunto, mañana tendré difunto y misa de cuerpo presente más te vale esconderte incauto muchacho o tal vez desaparecer por tu bien te aconsejo pues serás muy pendejo si decides quedarte, para ti no hay perdón tu abusiva acción con el destierro pagas. Señor lo que usted diga no tengo otra salida que esto me sirva de escarmiento permítame que le diga y mi decir sea sincero por el culo de Lucero vale la pena el destierro, pues vete presto y no digas más nada, vete mucho a la chingada hijo de tu puta madre. Se fue corriendo asustado el ladrón de virtudes en el fondo satisfecho pues a despecho del cura de Lucero había gozado.

Ahora Lucero vamos en este momento a casa de tu tío he cambiado de parecer y  apurare tu tormento, ayúdeme padre estoy en predicamento necesito un poco de tiempo para asumir mis locuras.

Mañana estaré temprano junto a su santa presencia para ganar su perdón y conservar mi decencia

Eso depende de ti no tengo mucha paciencia y en cuestiones de decencia siempre un precio hay que pagar. Deme usted su bendición para dormir tranquila y quizá con ella impida caer en la tentación, el cura levanto su mano y enseguida la despidió  vete a dormir primor mañana nos arreglamos. A la mañana siguiente a primera hora  Lucero se hizo presente ante el cura malora.

Creí que no vendrías que algo estabas tramando pero veo con agrado que a tu tío has evitado un fuerte disgusto, quiero que sepa padre que le estoy agradecida que no haya dicho nada me hubiera hecho desdichada si mi tío se enterara de mis nocturnos juegos

Olvidemos esas cosas aquí no ha pasado nada espero que bañada hayas venido a verme no voy andar con rodeos no es necesario voy a cogerte diario no puedes faltar un día, será tu penitencia si tu calentura es tanta una verga santa será lo indicado. Ven a mi cama cariño pequeño, que este endurecido leño está listo para parcharte, la llevo a su aposento con deseo evidente y afilaba su diente por el presente festín. El cura ardía de deseo y de pasión, estrecho fuerte a Lucero empujando contra ella su poderoso campeón. Lucero no se esperaba la pericia del santo varón y descubrió con delicia que era bueno el muy cabron. Tuvo que reconocer que sabía lo que hacía, su calentura subía no lo podía creer, pensaba que iba aburrirse al acostarse con él y ahora quería coger y de placer escurrirse. El cura continuaba asido a su terso cuello mientras ella agitada  sentía caer al suelo. Esto es tan sabroso hija que apuesto que tus verijas empapadas se están poniendo. Ahora si otra cosa no dispones te quitare los calzones que nos están estorbando pues quiero estarte mamando tu dulce panocha. Y del dicho fue al hecho, le mamaba la panocha con empeño concienzudo y dejo aquel peludo anegado por su llanto, Lucero ya no podía aguantar tanto tormento y suplico a su mentor metérsela bien adentro. Padre, por mi madre se lo pido no haga más larga mi espera  

 Hágame lo que quiera pero hágamelo por favor. Tu demanda es justa, más si lo pides por favor te lo hare con amor mas no por tu madre puta,

Te la voy a meter notaras que la diferencia  es tanta entre una verga común y una verga santa. 

El cura separo sus piernas con mirada lujuriosa, Lucero preciosa el momento ha llegado de limpiar tu pecado y apagar ardores, de mil amores deseo con esto limpiar mis culpas. El cura apunto su aguijón y después de un empujón Lucero lo tenía hasta dentro, la chica gemía suspiraba en tanto el cura empujaba vigoroso su instrumento.

Ya lo vez dulce Lucero no era tormento lo que te esperaba aún era peor lo que pasaba yo de pasión ardiendo  y tú no queriendo conocer mi espada. El caso que el cura y Lucero disfrutaron su pasión encuentro tras encuentro, ella ya no quiso probar a ningún hombre que el detalle no les asombre pues el hombre de sotana sabia gran trecho y la revolcaba en su lecho hasta hacerla gritar su nombre. Las palabras del santo varón sonaban grotescas por ser de quien se trataba sin embargo las pronunciaba lleno de amor y ternura adorable criatura no podría imaginar que tu puchita había de apretar tan fuerte mi verga dura, ahora que te has derramado y te punzan tanto tus pliegues espero que jamás te niegues a dar albergue a mi lanza. Lucero de dicha lloraba mientras el cura derramaba de semen tres cucharadas. Lucero dormía tranquila después de cruenta batalla aun con el cura encima sin abandonar su vaina. 

Aquí termina esta historia donde una chica la gloria encontró en vez de infierno,

Donde un cura afortunado codiciaba su trasero,

Pero el destino quiso que a Lucero este cura se la cogiera.

Si te gusta a ti eso no actúes con disimulo si te está traicionando el culo el remedio está en manos, mi verga no es santa y su tamaño tampoco espanta pero lo que si garantizo es que este trozo de chorizo si te llega a la garganta.

(8,00)