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Donde las perversiones son realidad…“The Hill House” Parte 2

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Nuria como una posesa y redida ante los pies de Ozymandias solo acata a seguirlo, algo instintivo le dice que Él será el inicio de una vida llena de morbo y vicio...

-¡Atención, les pido su atención! ¡Les presento a la nueva sumisa de mi show! ¡Podrán disfrutar de ella como sumisa en mi próxima presentación!- (Señalando a Nuria, que continua chupando sus fluidos de su mano) El público enardecido aplaude e insulta a Nuria…

Los insultos sonaban lejanos, pero calaban en su interior, Nuria como si estuviera poseída camina hacia los camerinos detrás de Ozymandias, él seguro del control que ejercía sobre ella caminaba inmutable, en su cara se dibujaba una sonrisa, signo de gozo que le provocaba tener a una chica como Nuria tras él, se dirigían a lo largo de un pasillo, iluminado por pequeñas luces empotradas en lo alto de la pared ahí habían una serie de puertas, muchas cerradas con enormes candados.

De repente se abrió una puerta y salió una mujer, vestida de cuero, bellísima, Nuria no pudo dejar de admirarla al pasar a su lado, era Domina Azul, una mujer impresionante con cara de ángel pero mirada de demonio, tras ella sus sumisos cabizbajos, a cuatro patas y gesticulaban una especie de sonidos que simulaban ladridos, se dirigían al escenario dónde el público esperaba con ansia iniciara el espectáculo.

En medio del larguísimo pasillo llegaron a una puerta, se abrió la puerta, Ozymandias tiro de Nuria, ella que no sabía cómo había llegado hasta ahí, muy confusa de lo salida que se encontraba, solo acato a mirar rápidamente la habitación con el fin de examinar el lugar, era enorme, llena de artículos de sadomasoquismo, potros, cruces, arnés, fustas, dildos, en el otro extremo de la habitación una especie de mesa con argollas en las cuatro patas, sin duda habían un sinfín de instrumentos dignos de una mazmorra y no así de un camerino.

Ozymandias, la tiraba de un brazo, su sexo se humedecía mientras ella caminaba, sentía como los fluidos mojaban sus labios y dejaban luminoso su erecto clítoris, pararon en mitad de la sala.

-¡Quédate exactamente aquí!- espetó Ozymandias.

Más allá junto a la cama había una mesa de despacho, él indiferente tomo asiento, frío como un tempano, mirada penetrante, ella como hipnotizada permanecía inmóvil incapaz de pestañar, solo se notaba la agitación de su respiración, no se atrevió a moverse de allí.

Dos o tres minutos después llegaron las sumisas, habían terminado de limpiar el escenario, la perra de cuatro patas tiraba de la correa a la puta y la mujer cenicero tras ellas con la mirada hacia el piso, al llegar no gesticularon palabra alguna, tomaron de forma automática sus posiciones.

Adiestradas, tenían conocimiento cuelas eran sus lugares, la puta llevo a la perra a una jaula gigante, la soltó dejándola adentro, cerró la puerta, y se fue hacia una esquina como buena puta que era, la cenicero corrió hacia su Amo, se arrodillo a su lado, y saco la lengua, él encendió un puro, lo saboreo y echo las cenizas en la boca de la cenicero, habían pasado unos minutos pero a Nuria le parecían horas, se encontraba algo descolocada pero seguía inmóvil donde se le había ordenado permanecer.

- ¿Nombre y edad? preguntó Él con un tono que inspiraba respeto-

- Nuria, 27 años - entre dientes pues se sentía intimidada, cosa que en su vida jamás había pasado.

-¡Bien Nuria! (Mientras la observaba, sin dejar detalle por fuera)  pareces una chica adinerada, una niñita de papá - ¿Es cierto eso?-

Nuria perpleja no sabía cómo él podía saber eso, pues en su vida nunca había visto aquel hombre, se preguntaba si era tan evidente en su cara su posición, seguía ahí pensado sin contestar.

-¡¡Contesta!!- Ella se echó para atrás ante el grito, y a duras penas le salió un escuálido – Sí-

-¿Cómo que sí? ¿Todavía no eres consciente ante quién estas? ¿A quién le debes respeto? Me llamarás Amo o Señor, siempre te dirigirás a mí de esa forma ¿Te quedó claro?...¡¡¡El placer tiene un precio!!! ¿Has entendido zorra?-

- Sí Señor – Contestó (Se sentía placenteramente incómoda)

Otra calada, el humo salía de su boca, Nuria sentía la mezcla del tabaco junto al olor embriagador que salía del propio Ozymandias, este dejó el puro en un cenicero de cristal sobre el escritorio, se dirigió a Nuria:

-¿Por qué estás aquí? - La pregunto muy suavemente, casi susurrándole al oído, la piel de Nuria ante aquella sensación se erizaba.

- No, no lo sé – Respondió ella.

- ¿Tengo qué repetirte cómo debes de dirigirte a mí? ¡No vuelvas a errar! Sería muy malo para ti –

- No lo sé, Señor – Contestó tímidamente.

¡Vaya!  ¿No sabes qué haces aquí? ¡Ven aquí puta! (Señaló a la puta, está de inmediato dejó su esquina y se acerco) Me gustaría saber tú opinión… ¿Crees que está mujer está excitada? -

- No lo sé mi AMO, parece que sí, pero imposible saber eso sin tocarla-

- ¿Qué esperas? ¡Anda! tienes mi permiso tócala -

- ¡No!! – Grito Nuria (sintiendo pánico protegiéndose al ser tocada íntimamente).

Con gran agilidad él la tomo de sus manos y con fuerza se las echo a la espalda, allí se quedó él sujetándola, Nuria solo alcanzaba a gesticular monosílabos inentendibles.

La puta, con absoluta frialdad metió su mano por debajo del vestido que llevaba Nuria, palpó su tanga, estaba empapada, pasó sus dedos sobre su vulva, húmeda, caliente, exquisita, de pronto de Nuria se escaparon pequeños gemidos, la sensación le producía mucho morbo y excitación, nunca había sentido ni tenido a una chica cerca de ella manoseándola y menos a una puta, la puta saco su mano, y en un movimiento involuntario la chupó.

-Está empapada Señor, su coño está hirviendo y no deja de humedecerse – dijo la puta mientras se chupaba los fluidos de Nuria en su mano.

- ¿Por qué estás empapada Nuria? – Preguntó Ozymandias está vez sus ojos brillaban y su boca parecía un majar para Nuria.

- No lo sé, Señor –

Ozymandias, la volvió a ver, le dijo ¡Claro! No te engañes sabes lo que sientes, no mientas es lo peor que puedes hacer, debes aceptar y dejar salir tu sentir, No me gusta me mientan y menos en algo tan evidente.

-¿Por qué estás chorreando Nuria? Pasaron 10 a 15 segundos, y nada, Nuria permanecía callada, el AMO supo darle un margen.

- Me siento excitada, la situación me tiene sumergida en un sinfín de sensaciones jamás sentidas, y lo que más me excita es sentir su dominio cosa que no sabía, Señor – (más cachonda que nunca le salía lagrimas por sus ojos, se sentía sucia, depravada).

Entonces él intentó tranquilizarla, no te preocupes son tus deseos, es tú sentir solo había que expresarlos y hacer aflorar.

-¿Crees que ellas son diferentes a ti? (Ella no respondió, sin duda estaba avergonzada) tu solo déjate llevar, sé lo que hago.–

Mientras le hacía una seña a la puta que la quito el tanga a Nuria, esta vez no opuso resistencia alguna, ante su sorpresa la puta olfateo la prenda y sin más la metió en a su boca, tenía profunda inclinación por las prendas íntimas de las otras chicas, todo ponía a Nuria cada vez más deseosa.

-¿Te gusta Nuria? ¿Tienes qué decir algo? – Un poco de silencio otra vez.

- Sí Señor, me excita –

- ¡Quítate el vestido! – ella a como pudo se despojó de vestido y con esto la poca vergüenza que le quedaba, su ropa interior era lo único que la cubría, del sujetador se encargó el mismo Ozymandias, quedando descubiertas aquellas grandiosas tetas, coronadas con unos pezones grandes rosados, mientras admiraba sus pechos, no dejaba de masajearlas, pellizcando los pezones, ya duros como una roca, esto más el aire caliente que salía de la boca de él no hacía más que Nuria desvariara de lo cachonda que iba, cada pellizco dibujaba un gesto en su rostro, pero no hacía más que embellecerla, él continuaba y pellizcaba cada vez más fuerte, hasta que de Nuria salió un gemido, su piernas se cruzaron y su cuerpo se encorvo, sin duda se había corrido, era demasiado para ella.

-¿Cómo se dice?- Preguntó él, (Hilarante de todo lo que podía lograr con solo pellizcar sus pezones)

- ¡Gracias!- Intuyo la respuesta.

- Gracias ¿Qué?.. Gracias mi AMO, es hora empieces a agradecer, y empezarás con agradecerle a la puta por disfrutar de tus bragas empapadas.

- ¡Gracias! Le dijo ella apenas viéndola, sintiendo pena ajena.

-Uhmmm así ¡¡¡No!!!… Agradecerás como se debe. –

- ¿Cómo mi Amo? Ella apenas le salía las palabras. –

- Fácil… Cómele el coño ¡Ya, Ahora! –

Nuria palideció, se sintió mareada, pestaño y movió la cabeza indicando un No, nunca había estado con una mujer y soltó.  – Amo, yo nunca he estado con una mujer –

Un silencio sepulcral se apoderó de la habitación…

-Antes ella te ha tocado a ti, has disfrutado mirándola como se chupaba su mano empapada con tus fluidos y como se chupaba tu tanga mojada... ¡¡Simplemente hazlo!! No acabes con mi paciencia... ¡¡Vamos!! –

Nuria acatando la orden de su AMO, se dirigió a la puta, que ya estaba complemente desnuda, no había perdido tiempo pensaba ella para sus adentros, al llegar ante la puta una orden retumbo de nuevo en su mente.

- ¡De rodillas ahora! – Le dijo Ozymandias.

Sin decir palabra, se puso de rodillas y sin resignación fue a comer su primer coño, cerró sus ojos y sacó tímidamente su lengua, la pasó rápido como si estuviese lamiendo algo repugnante, la puta sin embargo le fascina la escena, y su cara dibujaba una sonrisa maliciosa, abrió más sus piernas dejando expuesta su vulva depilada, empujaba con sus manos el rostro de Nuria contra su clítoris erecto, poco a poco la puta le enseña y dirige, diciéndole como debía pasar la lengua, como saborear y jugar con los fluidos.. Ahora saca la lengua y chupa más abajo, saborea, chúpalo y mete tu lengua, no seas tímida.

Nuria le encantaba sentirse así, observada, complaciente y haciendo disfrutar otra persona por su actuar, sentirse dominada, usada, poco a poco es ella la que toma la iniciativa y no solo le come el coño, si no que le masajea el clítoris con su mano, mientras saborea los fluidos que bota la puta, entre más intensos eran sus movimientos en el coño, más gemía esto la pone más cachonda, la escucha jadear, siente como mueve su vulva en su cara, oye gemir a la puta, como la llama zorra, come coños, niñata, buscona..  Se moja más, disfruta ser insultada y ser humillada.

Continua comiéndose a la puta, hasta que siente como poco a poco su respiración es más agitada, ella rápido comienza a tocarse el coño, ahí de arrodilla, su rostro lleno de fluidos, se masaje como loca, disfrutando del orgasmo de la puta, no para de tocarse con violencia, está tan cachonda que se corre, grita junto a la puta ¡Es una sinfonía! el director no es ajeno a ella está disfrutando… Las deja descansar.

Pasan unos minutos...

-¿Qué se dice Nuria? –

- ¡¡Gracias!! ¡Gracias, AMO muchas gracias! – Tirada en el suelo, no deja de agradecerle, mientras la puta desnuda regresa a su sitio.

- Levántate Nuria, ven aquí (ella se levanta aun fuera de sí) has empezado muy bien creo que serás una buena sumisa, pero debes de aprender aún mucho… Es la última vez que te correrás sin permiso, si lo vuelves hacer serás castigada como lo fue la puta en el escenario; Nuria aun temblorosa producto del grandioso orgasmo que había sentido, atina a responderle – Sí, sí Señor –

Ozymandias se levanta  y comienza a caminar por la habitación, en su cara se ve el júbilo, se siente victorioso, las mira a todas, veamos dice en voz alta…

- Tengo una perra, una puta, un cenicero…y ahora a ti Nuria, una niñata, siempre con gente sirviéndote pues ahora serás una sirvienta, eso sí disfrutarás mucho siendo una sirvienta. –

Hay un vestuario en la puerta del frente, quiero que vayas allí y te pongas el uniforme de sirvienta, ella se levantó y se dirigió a la puerta con la mujer cenicero, amabas se retiraron, cruzaron el pasillo y abrieron la puerta había todo tipo de vestuarios, vestimentas de  fantasía, cuero, vestuario gótico, látex etc. La mujer cenicero sin cruzar palabra empezó a buscar en las perchas, había tantísima ropa, al fin encontró un uniforme era lo que buscaba.

-Anda pruébatelo - Fue lo único que se limitó a decir.

Nuria que se encontraba desnuda, lo tomo, lo miró y empezó a ponérselo, era negro con un pequeño delantal blanco, además tenía cofia, muy parecido a los reales, lo único este incluía un liguero y medias negras caladas, era muy corto, falda circular corta, al terminar de vestirse la mujer cenicero la despojo de sus joyas, y la dijo – Eres la sirvienta, no la señora de la casa – su mirada impresiono a Nuria era reflejo de una humildad increíble.

Al terminar de vestirse, Nuria se miró en un espejo inmenso que había en la habitación, de arriba para abajo, despacio, se dio la vuelta, al darla su falda se movía y podía ver como se le asomaban su nalgas, y esto la humedeció de nuevo, se sentía muy sexy y deseada.

-¡Vamos hay que volver, apresúrate! – Dijo la mujer cenicero.

Abandonaron el vestidor y llegaron de nuevo al camerino…

- ¡Acércate! Ordenó Ozymandias… ¡¡Vaya!! Al fin tenemos sirvienta para que nos limpie un poco este lugar ¡Ya era hora!.. Toma, coge este trapo para el polvo y limpia hasta que yo te diga. –

Así empezó a sacudir un viejo armario lleno de libros…

-Limpia arriba, abajo está lleno de polvo– Indicaba él.

Nuria apresurada se agachaba y sacudía, igual se estiraba para llegar hasta lo más alto, cada vez que lo hacía se mojaba, consciente de que en cada posición le mostraba su coño brillante y chorreando a su AMO, esto la ponía a mil, cada vez más excitada, se movía insinuante para que él la viera.

-¡Estás hecha toda una zorra! Dijo su AMO.

Sus palabras taladraban en su coño, estaba a punto de correrse de nuevo, pero recordó las amenazas de su AMO, fue entonces que en tono suplicante miro a su Señor, y pidió permiso.

-¡Señor, por favor me puedo correr!

- ¡No, no lo tienes, continúa limpiando! –

En cuanto más limpiaba más se excitaba, era una dulce tortura sentirse tan cachonda y no poder correrse, por sus piernas chorreaba de lo mojada que estaba, empezaba a frustrase, estaba tan ensimismada que no se dio cuenta que su AMO estaba justo detrás de ella, mientras se agachaba le agarro su coño… lo sintió cerca de ella.

-Ahora sí cerda, ahora si puedes ¡Córrete! – (Los gritos de Nuria se tenía que oír por todas las habitaciones, ella gimió, jadeo, grito, lloró y cayó al suelo estaba ida).

- Mmmm te has convertido en una zorra muy obediente… me estás gustando chacha… ¡Chacha! – (Nuria entendió que ahora en adelante sería la chacha, así sería llamada).

Mientras estés en esta habitación tu sitio será junto la puerta con los brazos hacia adelante esperando mis órdenes, en el escenario te podrás junto a la barra ayudarás a montar y desmontar  todos los artilugios, como así limpiar, la mujer cenicero te dirá como hacerlo.

Había pasado el tiempo de descanso era hora de volver al escenario, el público estaba ansioso, quería ver la novedad del show, está vez era Nuria, debutando en público como la nueva sumisa de Ozymandias.

 

Nuria nuevamente se sentía nerviosa, pero un nerviosismo diferente, el exhibicionismo la excitaba, la mantenía expectante, deseosa, renovada, más mujer...

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